El Reinado de Isabel II: Claves de la Década Moderada (1844-1854)

La Década Moderada (1844-1854)

Sistema de Partidos Políticos en el Reinado de Isabel II

Durante el reinado de Isabel II, el sistema político estuvo dominado por cinco grandes partidos, ordenados de izquierda a derecha:

  • El Demócrata
  • El Progresista
  • La Unión Liberal
  • El Moderado
  • El Carlista

Los partidos políticos del siglo XIX eran muy distintos a los actuales. Se trataba de agrupaciones de personas influyentes y poderosas (conocidos como notables), con un fuerte componente individualista que a menudo llevaba al enfrentamiento entre sus líderes. Estos partidos apenas tenían contacto con la realidad social.

Características del sistema político:

  • La práctica electoral estaba sometida a la corrupción y el arreglo (caciquismo).
  • Gran influencia de los líderes sobre sus seguidores.
  • Uso de elementos simbólicos de raíz histórica.

La escasa participación en las elecciones, debido en gran parte al analfabetismo y la pobreza de la población, convertía al pueblo en mero espectador de la vida política. El sistema electoral se basaba en el sufragio censitario, en el que solo participaban los mayores contribuyentes. El porcentaje de votantes osciló entre el 0,1% y el 25% de los españoles entre 1834 y 1868.

La Mayoría de Edad de Isabel II

Ante la posibilidad del regreso de la regente María Cristina, el general Narváez (moderado) y el presidente del gobierno Joaquín María López (progresista) propusieron adelantar la mayoría de edad de Isabel II. Isabel II fue declarada mayor de edad con tan solo 13 años, iniciando su reinado efectivo.

Tras un breve gobierno progresista liderado por Olózaga, Narváez fue nombrado presidente del gobierno. Su gobierno reprimió levantamientos progresistas y creó la Guardia Civil en 1844.

Gobiernos del General Narváez y Conflictos

La Década Moderada (1844-1854) estuvo marcada por la influencia del general Narváez, quien modeló un estado centralizado y uniforme. Entre sus principales medidas y características destacan:

  • Suspensión de la venta de bienes desamortizados.
  • Implementación del Plan Pidal (1845) para la reforma educativa (primaria, secundaria y universitaria).
  • Promulgación de una nueva Constitución (1845), de carácter más conservador.
  • Establecimiento de la unidad católica de España.
  • Supresión de la Milicia Nacional.
  • Promulgación de leyes de administración local y provincial.
  • Establecimiento de una nueva Ley de Hacienda.

Narváez se enfrentó a diversos conflictos, incluyendo motines y oposición militar. Dentro del Partido Moderado existían tres tendencias principales: una de centro, otra más conservadora y otra puritana.

Comparativa de las Desamortizaciones de Mendizábal y Madoz

La desamortización fue un proceso de nacionalización de bienes (principalmente rústicos y urbanos) que posteriormente eran vendidos en subasta pública.

  • Desamortización de Mendizábal (1836): Tuvo lugar durante la Regencia de María Cristina (minoría de edad de Isabel II). Consistió en la nacionalización de las propiedades rústicas y urbanas pertenecientes a la Iglesia y su posterior venta en subastas públicas a particulares. Los objetivos eran crear una clase de nuevos propietarios afines a la causa liberal y sanear la deuda pública. Sin embargo, no logró sanear completamente la Hacienda y la Primera Guerra Carlista continuó.
  • Desamortización de Madoz (1855): Se llevó a cabo durante la mayoría de edad de Isabel II, específicamente en el Bienio Progresista (1854-1856). Afectó no solo a bienes de la Iglesia que no habían sido vendidos, sino también a los bienes de los municipios (bienes de propios y comunales) y del Estado. Su venta dejó a muchos campesinos sin tierras comunales de las que subsistían. Esta ley provocó una nueva ruptura de las relaciones diplomáticas con la Santa Sede. Hubo levantamientos carlistas, e incluso la reina se opuso a la ley.

Comparativa del Estatuto Real (1834) y las Constituciones de 1837 y 1845

  • Estatuto Real de 1834: Concedido por la Corona, no era una constitución en sentido estricto. Establecía unas Cortes bicamerales divididas en dos estamentos: el Estamento de Próceres (designado por la Corona, vitalicio) y el Estamento de Procuradores (elegido por sufragio censitario muy restringido). No satisfacía a los liberales progresistas, pero sí a los moderados.
  • Constitución de 1837: De carácter progresista, fue fruto de un pacto entre moderados y progresistas tras el Motín de La Granja. Recuperó aspectos de la Constitución de 1812, pero con cambios significativos. Estableció la soberanía nacional, reconoció derechos individuales, la Milicia Nacional y la división de poderes. Las Cortes pasaron a ser bicamerales (Congreso de los Diputados y Senado), pero se reforzó el poder de la Corona (derecho de veto, disolución de Cortes).
  • Constitución de 1845: Promulgada durante la Década Moderada, representaba un liberalismo más conservador. Estableció la soberanía compartida entre el Rey y las Cortes. Mantuvo la división de poderes, pero reforzó el ejecutivo en detrimento del legislativo. Declaró la unidad católica de España. El sufragio censitario se hizo aún más restrictivo. El Senado pasó a ser de nombramiento real, con carácter vitalicio, y sus miembros eran elegidos entre la alta nobleza, la Iglesia, el ejército y la oligarquía.

El Carlismo: Ideología, Ámbito Geográfico y Guerras

El carlismo fue un movimiento político e ideológico que surgió a finales del reinado de Fernando VII en torno a la figura de su hermano, Carlos María Isidro. Su ideario se basaba en la defensa del absolutismo, el Antiguo Régimen, la sociedad estamental, la unidad religiosa católica de España y el foralismo (respeto a los fueros y autogobierno de ciertas regiones).

Sus principales apoyos provenían del clero, los absolutistas puros y una parte del campesinado pobre, especialmente en ciertas regiones.

Las guerras carlistas, que se desarrollaron a lo largo del siglo XIX, condicionaron enormemente la vida política y social de España.

  • La Primera Guerra Carlista (1833-1840): Fue una guerra civil cuya causa principal fue la disputa sucesoria entre el infante Carlos María Isidro (apoyado por los carlistas, defensores del absolutismo) e Isabel II (apoyada por los liberales). Se desarrolló principalmente en el Norte de España (Navarra, País Vasco y parte de Aragón, Cataluña y Valencia).
  • La Segunda Guerra Carlista (1846-1849): También conocida como la Guerra dels Matiners en Cataluña, tuvo como causa principal el fracaso del intento de casar a Isabel II con el pretendiente carlista Carlos Luis de Borbón. Fue un conflicto de menor intensidad y ámbito geográfico más reducido, centrado principalmente en Cataluña.

Consecuencias de las Guerras Carlistas:

  • Fueron conflictos muy sangrientos.
  • Consolidaron a los liberales como el único apoyo efectivo al trono de Isabel II.
  • Convirtieron a los militares en elementos fundamentales para la defensa del sistema liberal, dando lugar al fenómeno del pronunciamiento.
  • Generaron enormes gastos que pesaron gravemente sobre la Hacienda Pública, impulsando reformas como la desamortización para obtener recursos.

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