El Desarrollo del Estado Liberal Moderado

Para mejorar las relaciones del Estado con la Iglesia se firmó un Concordato con la Santa Sede por el que el papado reconocía a Isabel II y aceptaba el proceso desamortizador que quedaba en suspenso. El Estado se comprometía al sostenimiento de la Iglesia y le otorgaba compensaciones en educación y moral pública. El catolicismo se mantuvo como religión oficial.

Se llevó a cabo una reforma fiscal que establecía la contribución directa sobre la propiedad y creaba el impopular impuesto sobre consumo. Para poner fin a la dispersión legislativa, se aprobaron el Código Civil y Penal. Se procedió a la reforma de la administración pública del Estado y de la administración provincial y municipal. Se estableció un sistema nacional de instrucción pública.

Se creó la Guardia Civil como fuerza policial armada, se impuso el servicio militar obligatorio a través de un sistema de quintas por sorteo que era redimible a cambio de un pago en dinero. Un joven podía comprar un sustituto y liberarse del servicio militar. También se adoptó el sistema métrico decimal.

La Crisis del Moderantismo

Los gobiernos moderados no consiguieron dar estabilidad. Existían protestas contra las quintas, huelgas obreras… Los carlistas se levantaron en apoyo de la candidatura al trono del segundo pretendiente carlista, Carlos IV, hijo de Carlos María Isidro. El régimen encaró estas situaciones por medio de la represión y con la intervención del ejército y de la Guardia Civil.

Las discusiones internas del moderantismo y la lucha entre tendencias propiciaron la inestabilidad. La marginación de las Cortes culminó en la reforma de 1852 por la cual el gobierno de Bravo Murillo, enfrentado a Narváez, establecía un sufragio más restringido, podía suspender indefinidamente las Cortes y gobernar por decreto. Provocó la oposición de un sector de los moderados, de progresistas y demócratas.

¿Por Qué no Hubo Normalidad Constitucional en la España Isabelina?

La falta de normalidad constitucional se debió a varios factores:

• La fuerte presencia militar en el Estado que procedía del Antiguo Régimen, del prestigio del ejército adquirido durante las guerras y de su estrecha asociación con los partidos políticos. Los militares, tanto moderados como progresistas, recurrieron al pronunciamiento para derribar a los gobiernos.
• Un sufragio muy restringido, que excluía a buena parte de la población de toda participación política y unas leyes que permitían la manipulación de los resultados electorales por parte del gobierno.
• Las reglas del funcionamiento político que establecían las constituciones fueron transgredidas por los gobiernos. Ante los conflictos, estos recurrían a la suspensión de las garantías constitucionales y a la proclamación de estados de excepción o de guerra, que les permitían actuar sin contemplaciones contra los grupos disidentes.

Revolución de 1854 (Bienio Progresista)

Levantamiento de progresistas, demócratas y algunos sectores del moderantismo. Se inició con el pronunciamiento del general O’Donnell, un moderado descontento. La incorporación de los progresistas al movimiento, que publicaron el Manifiesto de Manzanares, de contenido reformista, desencadenó la revuelta popular. Isabel II aceptó el restablecimiento de la Milicia Nacional y de las libertades, un gobierno presidido por Espartero y con O’Donnell. La alianza entre progresistas y moderados condujo a la formación de la Unión Liberal. Las elecciones dieron mayoría a progresistas y unionistas y minoría a demócratas y moderados. Se redactó la Constitución de 1856 que no se publicó.

La Acción de los Gobiernos (Bienio Progresista)

El gobierno progresista impulsó reformas que dieron lugar a un desarrollo y expansión económica hasta que se inició una grave crisis. Las Cortes aprobaron una nueva Ley de Desamortización civil y eclesiástica, obra de Madoz, que afectó a los bienes del Estado, de la Iglesia, de los ayuntamientos… Con su venta y privatización se consiguieron recursos para la hacienda y se desarrolló la agricultura de mercado. Se aprobó la Ley General de Ferrocarriles e iniciativas como el telégrafo, red de carreteras, sociedades por acciones, actividad bancaria, la minería…

La Constitución de 1812

La Constitución de 1812 acabó con el Antiguo Régimen y sentó las bases de un sistema liberal. Se defendían los derechos del ciudadano, las libertades civiles y la igualdad jurídica y fiscal a través del reparto de los impuestos (proporcional). Sufragio universal masculino para mayores de 25 años. Se garantizaba la seguridad individual, la inviolabilidad del domicilio, los derechos penales y la abolición de la tortura.

Poder Legislativo: Recaía en las Cortes, elaboraban leyes, aprobaban impuestos y tratados y comandaban el ejército.

Poder Ejecutivo: Recaía en el monarca, dirigía el gobierno e intervenía para elaborar leyes.

Poder Judicial: En los tribunales, y se establecían los principios básicos de un Estado de derecho. Se reconocía la confesionalidad del Estado, enseñanza primaria obligatoria, creación del ejército nacional y organizaba territorialmente el Estado en provincias y municipios.