El Reinado de Isabel II y las Transformaciones del Siglo XIX en España

El Reinado de Isabel II (1843-1868)

Década Moderada (1844-1854)

La reina cede el poder a los moderados, comenzando la Década Moderada entre 1844-1854. Narváez llegó a la presidencia del Gobierno e inició reformas que limitaban las libertades propuestas por los progresistas. Todo el poder se concentraba en la capital y no se reconocía ningún tipo de autonomía, ni local ni regional. La preocupación de los moderados era hacer que se generalizara el orden. Las reformas más destacadas fueron:

  1. Supresión de la Milicia Nacional, para evitar futuros pronunciamientos. Se crea la Guardia Civil, para salvaguardar el orden público. El objetivo era conseguir una estabilidad político-social, mantener el orden y proteger las propiedades de los terratenientes.
  2. En 1845 se dio paso a un control de la imprenta y de la prensa por parte del Gobierno.
  3. La cuestión de la elección de los alcaldes se hace dependiente del poder central y así pasan a ser nombrados por el Gobierno.
  4. Los moderados elaboran una nueva constitución, la de 1845, ya que la de 1837 era para ellos “demasiado progresista”. Sus características principales eran:
    • Muchas atribuciones para la Corona. Ej. Veto a las decisiones del congreso, nombra ministros…
    • Soberanía compartida entre la Reina y las Cortes.
    • División de poderes, el Ejecutivo el más importante.
    • Reconoce derechos de los ciudadanos, aunque con restricciones.
    • Catolicismo religión oficial y mantenimiento del culto.
    • Cortes bicamerales, con un Senado y un Congreso de diputados elegidos por sufragio censitario muy restringido (1%).
    • Ayuntamientos elegidos por el gobierno central.

    Una constitución muy conservadora (liberal doctrinaria), y que despertó pocos entusiasmos. Los progresistas se opusieron a ella. Y sin embargo, el sector «duro» de los moderados consideró que era demasiado liberal y que había que restringir aún más el poder de las Cortes.

  5. Reforma de la educación de Claudio Moyano, para mejorar la pésima educación organizándola en tres niveles:
    • Enseñanza primaria, en teoría obligatoria hasta los 12 años y gratuita.
    • Enseñanza media, con la apertura de institutos de bachillerato en cada capital de provincia, además de permitir la enseñanza privada en los colegios religiosos, que recibirán especial consideración.
    • La enseñanza universitaria (la gestión se reserva al Estado).
  6. Los moderados aún tenían que mejorar las relaciones con la Iglesia, atraerla al Estado liberal y que se alejara del Carlismo. Para ello firman el Concordato con la Santa Sede en 1851. El Estado suspende las Desamortizaciones, y confirma el Catolicismo como religión oficial. A cambio, la Iglesia reconoce oficialmente a Isabel II como Reina legítima.
  7. Se va a hacer un Código Penal en 1848, mismas leyes para todos los españoles.
  8. Reforma de la Hacienda, modernizar y hacer más efectiva la recaudación.

El sentido de todo este reformismo era el de construir un auténtico estado liberal, pero a la medida de un estado centralista, autoritario, nacionalista español y muy conservador.

Por último, durante esta década se produce la Segunda Guerra Carlista, entre 1846 y 1849. El desencadenante fue el posible matrimonio de la reina y el pretendiente Carlos VI. Se le buscó un marido más “idóneo”, Francisco de Asís. Se desarrolló sobre todo en Cataluña.

Las Regencias y el Problema Carlista (1833-1843)

A) La Primera Guerra Carlista

Tras la muerte de Fernando VII en 1833, la Infanta Isabel solo tiene 3 años. La reina Mª Cristina será su regente hasta su mayoría de edad. Carlos María Isidro se considera sucesor en el trono, no reconoce como reina a su sobrina Isabel. La Pragmática Sanción no es LEGAL: Manifiesto de Abrantes. Se inicia una guerra civil, conocida como Primera Guerra Carlista que tiene dos vertientes:

  • Lucha dinástica: Isabel vs Carlos Mª Isidro, derechos al trono.
  • Lucha política: Liberalismo vs Absolutismo, es la más importante y es la que arrastra al país a la guerra, la Primera Guerra Carlista entre 1833 hasta 1840.

Apoyos y base social de los “isabelinos” liberales:

  • Ideología: Liberal moderada (alta burguesía), pero también buscaron la unión de los liberales exaltados o progresistas, ya que sin ellos no podrían ganar la guerra.
  • Apoyos sociales: Alta nobleza moderada, funcionarios y burguesía, normalmente más fuertes en las ciudades.
  • Apoyos internacionales: Inglaterra, Portugal y Francia.

Apoyos y base social de los carlistas:

  • Ideología: tradicionalistas, antiliberales, (los “Apostólicos”). “Dios, Patria y Fueros”. Partidarios de mantener en lo básico el Antiguo Régimen y las particularidades forales (leyes y privilegios propios de algunos territorios) y el predomino de la Iglesia.
  • Apoyos sociales: Pequeña nobleza agraria, clero, campesinos y artesanos contrarios a la industria. Más fuertes en el campo y en los lugares con esos privilegios forales.
  • Apoyos internacionales: Austria, Prusia y Rusia.

Los fueros eran una serie de “privilegios” heredados de la Edad Media, y que consistían en que los vascos y los navarros no se implicarían en guerras que no afectasen a su territorio. Además, tenían la hidalguía universal. También tenían fronteras interiores con respecto al resto de España.

Gran parte del ejército se mantuvo fiel al gobierno de Mª Cristina, por lo que los carlistas se organizaron en guerrillas: partidas carlistas, recuperando el mito de la Guerra de Independencia. Se hicieron fuertes en Navarra y las montañas del País Vasco. La guerra será larga y pasa por varias etapas:

1ª fase (1833-1835). Primeras victorias carlistas con Zumalacárregui al mando. Estos éxitos hacen que regrese del exilio Carlos Mª Isidro, y organiza un gobierno alternativo. Los carlistas controlan todo el norte, pero no dominan ninguna gran ciudad ni capital.

2ª fase (1836-1840). Los carlistas fracasan en el intento de conquista de Bilbao, triunfo del general liberal Espartero. Debido a esto el carlismo se divide entre los partidarios de pactar con los liberales moderados y los partidarios de continuar la guerra. El final de la guerra viene con la rendición condicional carlista, el “Abrazo de Vergara”. Maroto se rinde ante el general liberal Espartero, a cambio de contraprestaciones importantes. Con el Abrazo de Vergara los carlistas consiguen que se respeten los fueros vasco-navarros. La derrota carlista acelerará la revolución liberal que se estaba haciendo en España, pero el Carlismo sobrevivirá durante el S.XIX; habrá otras dos Guerras Carlistas. Incluso serán un elemento importante en la Guerra Civil.

B) Las Regencias (1833-1843)

Mª Cristina se hace cargo de la jefatura del estado como reina Regente, rodeada de un consejo de gobierno, que debía asesorarla para ganar la guerra e ir desmontando el Antiguo Régimen. Su tendencia era hacia un liberalismo moderado conservador. Su primer presidente fue Cea Bermúdez en 1833, quien propuso la nueva división territorial de 49 provincias. La reina destituye a Bermúdez en 1834 por los avances carlistas y su excesivo conservadurismo. Nuevo gobierno de Martínez de la Rosa: inicio de una transición moderada del Antiguo Régimen a la sociedad liberal. Propone un Estatuto Real, una carta otorgada. Niega el principio de soberanía nacional, la división de poderes. Cortes bicamerales, con una cámara de los Próceres y una cámara de los Procuradores.

En 1836 se produce el levantamiento de los sargentos de la Granja por parte de un grupo de militares liberales “exaltados” o progresistas. El gobierno de Martínez de la Rosa es destituido por la reina y sustituido por gobiernos Liberales Progresistas, con Mendizábal a la cabeza. Se recupera la Constitución de 1812. Una reforma importante fue el inicio del proceso de la Desamortización del ministro Mendizábal. Para convertir las tierras de “manos muertas” en “propiedades privadas”, una privatización de la tierra para su compraventa como cualquier objeto comercial.

Con la Desamortización se pretendía sanear la Hacienda, eliminar la deuda pública, y sobre todo financiar la guerra contra los carlistas.

Otros objetivos eran el de atraer simpatías para las filas liberales, la Iglesia sería reformada y transformada en una institución del Nuevo Régimen, comprometiéndose el Estado a mantener a los clérigos y a subvencionar el correspondiente culto.

Las consecuencias de la desamortización fueron enormes. El estado logró unos ingresos fundamentales para ganar la guerra carlista. Grandes extensiones de tierra fueron privatizadas para cultivar, pero fueron compradas por burgueses poco interesados en su producción y sí en la especulación. No se convirtió en la reforma agraria que España necesitaba. Por último, destacar que marcó un paso fundamental de la implantación del liberalismo.

La Regencia de Espartero (1840-1843). Primer militar jefe de gobierno en la historia de España. Su política va del progresismo al autoritarismo, y de la popularidad a la impopularidad. Su primera medida: derogación de la Ley de Ayuntamientos y acelerar la desamortización de Mendizábal. Incumple el pacto de Vergara, al anular parcialmente los fueros vascos y navarros. Pero su regencia no durará mucho por la apertura del mercado español a los tejidos ingleses, que supone el fin del proteccionismo, lo que provoca un levantamiento de los industriales catalanes y el bombardeo de Barcelona en 1842. En este ambiente se produce el pronunciamiento de Narváez y O´Donnell y los moderados en 1843, con lo que el sistema se colapsa. La solución que se acuerda será el adelanto de la mayoría de edad de Isabel II.

El Reinado de Isabel II: El Bienio Progresista (1854-1856) y la Vuelta al Moderantismo (1856-1868)

El Territorio de Castilla-La Mancha en la Época de Isabel II

La corrupción de los gobiernos moderados se hizo generalizada, así los liberales acuden a la única forma de acceder al poder, el pronunciamiento. O´Donnell encabeza un pronunciamiento, “La Vicalvarada”. El resultado del pronunciamiento quedó indeciso y O´Donnell se retiró camino de Andalucía. En Manzanares se le unió Serrano y lanzaron el Manifiesto de Manzanares, que planteaba como principios básicos para el futuro político de España:

  • Soberanía Nacional.
  • Libertad de Prensa.
  • Nueva Ley de Ayuntamientos.
  • Recuperación de la Milicia Nacional.
  • Sufragio universal (masculino).
  • Libertad de culto.
  • Descentralización de la Administración.

El pronunciamiento que empezó siendo moderado se convirtió en un movimiento popular y progresista casi revolucionario. Isabel II entrega el poder al único militar-político que podía controlarla: Espartero. Comienza así el BIENIO PROGRESISTA. Estos gobiernos tomaron tanto medidas Políticas como Económicas.

A) Medidas Políticas

El gobierno amplía la libertad electoral, y se legalizan nuevos partidos: La Unión liberal entre los moderados y los progresistas (“centro”) liderada por O´Donnell.

Los Republicanos, los Socialistas y los Demócratas que se sitúan fuera del sistema, porque lo consideran una farsa. También se retoma la idea de hacer una nueva la Constitución de 1856, la “non nata” ya que no llegó a estar vigente. Características:

  • Soberanía nacional.
  • División de poderes.
  • Limitaciones al poder de la Corona.
  • Vuelta de la Milicia Nacional.
  • Ayuntamientos elegidos por los vecinos.
  • Tolerancia religiosa.
  • Cortes bicamerales: tanto Senado como Congreso elegidos por sufragio censitario.

La más progresista de las constituciones españolas hasta ese momento, sin llegar a ser democrática.

B) Medidas Económicas

  1. Se produce una segunda desamortización, la de Madoz. Esta vez se fijaba no solo en las propiedades de la iglesia que todavía no habían sido desamortizadas, también las de las Órdenes Militares y sobre todo, Ayuntamientos. Sus objetivos eran: Recursos para la Hacienda, para industrialización y para difusión del ferrocarril. La burguesía con dinero fue la gran beneficiaria, y trajo consigo el empeoramiento de las condiciones de vida del pequeño campesinado.
  2. La otra gran reforma económica fue la Ley de Ferrocarriles de 1855: comienza el tendido ferroviario por todo el país, siguiendo un modelo radiocéntrico. Las primeras líneas fueron las de Barcelona- Mataró y la de Madrid- Aranjuez.

El país estaba sumido en el caos, por lo que ante la inestabilidad y conflictividad existente, Espartero dimite y la Reina nombra al general O’Donnell Presidente del Consejo de Ministros, formando un gobierno moderado.

El nuevo gobierno reprime los levantamientos de las Milicias Nacionales y las disuelve. Declaraba cerradas por Real Decreto las Cortes Constituyentes, cuando aún no se había proclamado la nueva Constitución. Finalmente, por otro Real Decreto, se restablecía la Constitución de 1845. El bienio progresista había fracasado.

El Territorio de Castilla-La Mancha con Isabel II

Con la implantación del régimen liberal en Castilla-La Mancha, tres fueron los aspectos que más marcaron a la región:

a) Las guerras carlistas. El territorio castellano-manchego fue codiciado por ambos bandos, debido a su posición estratégica. El carlismo se hizo fuerte en las zonas montañosas de la serranía de Cuenca, Montes de Toledo (escaramuzas guerrilleras), tomaron Cuenca en 1874.

b) Las desamortizaciones. Tanto la de Mendizábal, desde 1836, y la de Madoz en 1855, tuvieron un gran impacto sobre la propiedad, la mayoría de la cual pertenecía a la iglesia. Como resultado, no apareció una clase media de propietarios, ya que los compradores crearon grupos rentistas de grandes latifundios, aumentando el número de jornaleros. Fue una ocasión perdida para la agricultura manchega.

c) El ferrocarril. De gran importancia para la Mancha, ya que la línea de Madrid – Andalucía – Levante atravesó el territorio en fecha temprana e introdujo el capitalismo agrario a la región.

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