Una época de prosperidad
La expansión agrícola
La producción agrícola creció en Europa. Aumentó la superficie cultivada y se implantó la rotación trienal de los cultivos.
El arado romano se sustituyó por el arado de vertedera, que labraba el terreno con mayor profundidad y aireaba la tierra.
Se extendió el riego y se introdujeron nuevos cultivos.
Se difundieron los molinos, que hacían el trabajo de 40 personas. El incremento de la producción agrícola permitió disponer de más alimentos y reducir las hambrunas. La natalidad aumentó y la población europea creció mucho.
El desarrollo del comercio y la banca
La ruta del Mediterráneo: unía las ciudades españolas e italianas con los puertos musulmanes y bizantinos. Los europeos importaban artículos de lujo y exportaban tejidos y armas.
La ruta del Cantábrico y del Báltico: comunicaba los puertos portugueses y del Cantábrico con las Brujas y Amberes, Hamburgo y Lübeck y las rusas.
Esta ruta estaba dirigida por la Hansa, una asociación de comerciantes del norte de Europa.
El auge de las ciudades
Ciudades, burgueses y burgos
Las antiguas ciudades crecieron debido a estas causas:
Las innovaciones agrícolas unidas al incremento de la población provocaron un excedente de mano de obra en el campo que emigró a las ciudades.
Parte de la población rural se trasladó a la ciudad para escapar de las servidumbre porque al pasar un año en la ciudad se perdía la condición de siervo.
Los mercaderes se instalaban en las ciudades en busca de protección.
El habitante de las ciudades se llamaba burgués, que designa a los habitantes del burgo. La mayor parte de la población era cristiana. Pero también había judíos y musulmanes que vivían en barrios separados; las aljamas y las morerías.
Muchas ciudades estaban sometidas al señor feudal, pero cuando sus habitantes luchaban para gobernarse a sí mismos, el rey les concedía un fuero, un documento donde se estipulaban sus derechos.
Cada ciudad tenía su propio gobierno. Formado por una asamblea que posteriormente dieron paso al concejo, presidido por un juez y los alcaldes que con el tiempo pasaron a manos de las familias más ricas.
La artesanía y los gremios
Los gremios
Las personas que trabajaban en un mismo oficio se asociaron formando gremios y nadie podía dedicarse a un oficio si no pertenecía a su gremio.
Se ayudaban entre sí y se ocupaban de la asistencia a los miembros y familiares. Pagaban unas cuotas para atender a los enfermos, viudas y huérfanos. Cada gremio elaboraba un estatuto con las normas derechos y obligaciones. Controlaban la producción; vigilaban el número de trabajadores, la calidad de los productos y sus precios.
Las mujeres eran admitidas solo en raras ocasiones.
Los oficios artesanales
Cuando una persona joven quería aprender un oficio, firmaba un contrato con un artesano y se convertía en su aprendiz. Trabajaba unos años sin recibir un salario. Cada taller tenía uno y era mantenido por el maestro.
Tras su formación, se convertía en oficial y recibía un salario por su labor.
Cuando un oficial se instalaba por su cuenta, pasaba a ser maestro tras realizar una pieza de calidad. Tenía un taller, sus herramientas y materias primas. Obtenía el beneficio o asumía las pérdidas de su actividad.
La renovación de la cultura
Las escuelas urbanas
A pesar de que no admitían a mujeres, las escuelas favorecieron el acceso a la cultura a más personas y no solo al monasterio.
Las escuelas catedralicias dependían del obispo. Solo podían enseñar los maestros a los que el obispo les concedía la licencia y se impartían estudios de carácter religioso.
Las escuelas creadas por el ayuntamiento eran las municipales se estudiaban materias relacionadas con la religión, aparte de lectura, escritura…
Surgimiento de las universidades
Los maestros y estudiantes también formaron un gremio y así surgieron las primeras universidades. Se dividían en facultades especializadas cada una en una disciplina; artes liberales, derecho, medicina y teología. Las unis más importantes fueron las de París, Bolonia, Oxford y Salamanca.
La consolidación de las monarquías feudales
El fortalecimiento del poder real
Los reyes y reinas fortalecieron su poder antes los señores feudales gracias a:
El crecimiento de las ciudades sirvió para contrarrestar el poder de los nobles. Los monarcas concedieron fueros a las ciudades a cambio de su apoyo.
El crecimiento económico permitió recaudar más impuestos y crear ejércitos propios.
El desarrollo de las universidades proporcionó juristas que fomentaron la restauración del derecho romano, que otorgaba al monarca más poder que el tradicional.
¿Cuáles eran las funciones de las cortes?
Los monarcas convocaban a las cortes para buscar el apoyo de las ciudades y rebajar el poder de la nobleza. Sus funciones principales eran establecer nuevos impuestos y aprobar gastos extraordinarios.
¿Cómo se organizaban?
Eran muy diferentes a los actuales:
Estaban representados por el rey/la, la nobleza el clero y el gobierno de las ciudades.
Se reunían únicamente cuando el monarca consideraba oportuno.
La arquitectura gótica
Una nueva forma de construir
El arco ojival que ejercía menos peso sobre el muro
La bóveda de crucería
Los contrafuertes y arbotantes que reforzaban los pilares.
Había enormes ventanas, vistosas vidrieras y destacaba el rosetón.
La escultura y la pintura góticas
Había miniaturas, que decoraban libros y vidrieras de las catedrales, realizadas por pintores. Después, adquirieron relevancia la pintura sobre tabla y los retablos.
La temática principal era religiosa y se empezó a desarrollar el retrato de personajes de la nobleza y la alta burguesía.
Las técnicas de pintura fueron al temple y al óleo.
La pintura trató de buscar naturalismo y la sensación de movimiento de las figuras.