El Sexenio Democrático (1868-1874): Constitución de 1869, Evolución Política
La Revolución Gloriosa
La revolución de 1868 llegó debido al agotamiento y la impopularidad del moderantismo y la monarquía de Isabel II, así como por la fuerte crisis económica. A partir de 1863, el gobierno de O’Donnell y el moderantismo comenzaron a descomponerse ante su política autoritaria. Los progresistas, que no habían sido llamados al gobierno por Isabel II, comenzaron el retraimiento y a conspirar en secreto. El descontento político contra el régimen moderado se manifestó en la noche de San Daniel (1865) y en la sublevación del cuartel de San Gil (1866, Madrid).
Económicamente, existía una gran crisis económica debido a la guerra de EEUU (algodón), una crisis financiera tras la inversión en el ferrocarril, y unas malas cosechas en 1866 y 1867. Como resultado, en 1866 los progresistas, demócratas y la Unión Liberal sin O’Donnell llegaron a un acuerdo en el Pacto de Ostende: el destronamiento de Isabel II y el sufragio universal masculino.
El 19 de septiembre de 1868, la escuadra de Cádiz dirigida por el brigadier Topete se sublevó en contra del régimen moderado (“Viva España con honra”). El progresista Prim extendió la sublevación junto a las Juntas revolucionarias y las Milicias Nacionales. Finalmente, las tropas fieles al gobierno fueron derrotadas en el Puente de Alcolea e Isabel II se exilió a Francia. Se instituyó un gobierno provisional.
El Gobierno Provisional y la Constitución de 1869
El gobierno provisional, con Serrano como regente y Prim como jefe de gobierno, realizó importantes reformas: reconoció multitud de derechos (como el de imprenta), convocó las primeras elecciones votadas con el sufragio universal masculino a Cortes Constituyentes, y elaboró la Constitución de 1869 (la primera constitución democrática en España).
Características principales de la Constitución de 1869:
- Soberanía nacional.
- Amplios derechos.
- Separación total de poderes.
- Monarquía vacante.
También realizó importantes labores económicas: la peseta como moneda, la ley de bases arancelarias, y la Ley de Minas. Su máxima preocupación tras elaborar la constitución fue buscar un monarca.
El Reinado de Amadeo de Saboya (1870-1873)
De entre muchos candidatos, finalmente se eligió a Amadeo de Saboya, de la dinastía reinante en Italia, quien tenía una ideología liberal. Días antes de llegar a España, su gran valedor Prim fue asesinado, y este hecho causó la fragmentación del partido progresista entre el bando de Zorrilla y el de Sagasta. Amadeo, sin el apoyo unificado del progresismo, se encontró ante una fuerte oposición: los moderados (alfonsinos), la Iglesia, las élites capitalistas, los republicanos y los carlistas.
Tuvo también que hacer frente a varios conflictos:
- La rebelión en Cuba (1868, la Guerra Larga).
- La tercera guerra carlista.
- Las insurrecciones de los republicanos.
Finalmente, en febrero de 1873, Amadeo abdicó.
La Primera República Española (1873)
Ante la dimisión, las Cortes convocaron elecciones en las que la República ganó con mayoría. La mayor parte de los republicanos eran federales (Partido Republicano Federal) dirigidos por Pi i Margall. Eran partidarios del laicismo, la ampliación de derechos y mejora de las condiciones laborales, y contaban con el apoyo de la pequeña burguesía y las clases populares. Sin embargo, estaban divididos en intransigentes (federación de abajo a arriba) y moderados (república con un poder central fuerte), y reprimieron las protestas de las masas populares (por consumos y quintas). Además, tras el 60% de abstención en las Cortes Constituyentes, promulgaron la Constitución Nonata de 1873 (similar a la del 69 pero con una República Federal de 17 estados y separación iglesia-estado).
Durante la I República se sucedieron 4 presidentes:
- Figueras (republicano federal, dimitió al temer por su asesinato).
- Pi i Margall (republicano federal, dimitió al estallar la revuelta cantonal).
- Salmerón (federalista moderado, dimitió al negarse a firmar sentencias de muerte).
- Castellanos (el más conservador).
Estos gobiernos tuvieron que afrontar:
- La rebelión cubana de 1868 (la república no pudo frenarla por los militares y los funcionarios esclavistas).
- La rebelión carlista de 1872 (tampoco pudo frenarla y se extendió hasta Cuenca).
- Los levantamientos cantonales de 1873, destacando el cantón independiente de Cartagena.
En enero de 1874, el general Pavía ocupó el Congreso disolviendo la asamblea por la fuerza y se inició el gobierno del general Serrano que intentó estabilizar una república conservadora. En diciembre, Alfonso XII publicó el Manifiesto de Sandhurst en el que prometía una monarquía liberal pero de signo conservador y católico, y se produjo el pronunciamiento de Martínez Campos en Sagunto en el que Alfonso XII se proclamaba rey.