Sexenio Democrático: Revolución de 1868 y la Primera República
El Sexenio Democrático fue un periodo de seis años en la historia de España que comenzó con la Revolución de 1868 y culminó con la proclamación de la Primera República en 1873. Durante este tiempo, se produjeron importantes cambios políticos y sociales en el país.
Revolución de 1868: La Gloriosa
La Revolución de 1868, también conocida como La Gloriosa, fue el punto de partida del Sexenio Democrático. Fue un levantamiento militar y civil que tuvo lugar el 19 de septiembre de 1868, liderado por el almirante Topete en Cádiz. La revolución tuvo éxito debido a la escasa resistencia del gobierno moderado y resultó en la salida de Isabel II de España.
Gobierno Provisional y Elaboración de la Constitución de 1869
Tras la Revolución de 1868, se formó un Gobierno Provisional que convocó a Cortes Constituyentes mediante sufragio universal masculino. La coalición gobernamental, formada por unionistas, progresistas y parte de los demócratas, ganó las elecciones. Durante este periodo se elaboró la Constitución de 1869, que estableció un sistema liberal democrático con sufragio universal masculino, soberanía nacional, declaración de derechos amplia y creación del juicio por jurado.
Oposición al Gobierno
La oposición al gobierno del Sexenio Democrático estuvo conformada por carlistas y monárquicos partidarios de los Borbones, que acabaron trayendo a Alfonso XII al trono. También había republicanos y partidos obreros, como anarquistas y socialistas, que buscaban una república y cambios sociales.
Reinado de Amadeo I de Saboya (1870-1873)
Tras la abdicación de Isabel II, se buscó un rey en Europa para España y se eligió a Amadeo I de Saboya. Sin embargo, el reinado de Amadeo I fue breve y estuvo marcado por la inestabilidad política y los conflictos internos. El general Prim, principal valedor de Amadeo I, fue asesinado y el rey se quedó sin apoyo. Finalmente, Amadeo I abdicó en 1873.
La Primera República
Tras la abdicación de Amadeo I, se proclamó la Primera República en España. La soberanía residía en las Cortes y se proclamó un sistema republicano federal. Sin embargo, la República tuvo problemas desde su inicio, con conflictos en Cuba, levantamientos cantonalistas y constantes elecciones y cambios de gobierno. La inestabilidad política llevó a la abdicación del rey en 1873.
Reinado de Alfonso XII: Sistema Canovista
Tras la Primera República, se restauró la monarquía en España con el reinado de Alfonso XII. Se estableció un sistema parlamentario, liberal y conservador conocido como el sistema Canovista. Este sistema se basaba en el turno de partidos, con el Partido Conservador de Canovas y el Partido Liberal de Sagasta alternándose en el poder.
Constitución de 1876
En 1876 se promulgó la Constitución de 1876, que estableció un sistema democrático moderado. Entre sus aspectos destacados se encontraba la soberanía compartida entre la Corona y las Cortes, el poder de veto de la Corona, el sistema bicameral y la declaración de derechos regulables por leyes restrictivas.
Pilares del Sistema Canovista
Los pilares del sistema Canovista eran la Corona, el Ejército y los partidos dinásticos. La Corona se situaba por encima de las disputas políticas, el Ejército debía someterse al poder civil y los partidos dinásticos, el Conservador y el Liberal Fusionista, garantizaban la alternancia en el poder.
Movimiento Obrero y Nacionalismo
Movimiento Obrero
El movimiento obrero en España durante el Sexenio Democrático y la Restauración estuvo conformado por anarquistas y socialistas. Los anarquistas optaban por la acción directa, como la huelga violenta y el terrorismo, mientras que los socialistas buscaban la abolición de las clases sociales y la transformación de la propiedad privada en colectiva.
Nacionalismo
En España también surgieron movimientos nacionalistas en Cataluña, País Vasco y Galicia. En Cataluña, se produjo la Renaixença, un movimiento cultural que buscaba la recuperación de la lengua y la cultura catalana. En el País Vasco, destacó el nacionalismo vasco liderado por Sabino Arana, fundador del PNV. En Galicia, hubo un renacimiento cultural y un movimiento regionalista.
La Liquidación del Imperio Colonial: Cuba y Filipinas
Política de España en Cuba
La guerra hispanocubana de 1868 a 1878 llevó a la paz de Zanjón, que concedió reformas políticas en Cuba. Surgió el Partido Autonomista Cubano y se logró la abolición de la esclavitud y la representación de los cubanos en las Cortes españolas. Sin embargo, el proteccionismo económico de España dificultó las importaciones y exportaciones cubanas a Estados Unidos.
Guerra de Cuba
En 1895, estalló la guerra de Cuba con el Grito de Baire, liderada por Máximo Gómez y Antonio Maceo. La guerra se inició en Oriente y el gobierno español envió a Martínez Campos para sofocarla. Sin embargo, la guerra se prolongó y no se mejoró la situación en Cuba. La guerra de Cuba tuvo un impacto significativo en la política española y aumentó la popularidad de los partidos republicanos y obreros.
Crisis del 98
La crisis del 98 fue el resultado de la derrota de España en la guerra hispano-estadounidense y la pérdida de Cuba, Filipinas y Puerto Rico. Esta crisis tuvo repercusiones simbólicas y reales en la sociedad y la clase política española. Se produjo un desencanto y una frustración generalizada, así como una admisión del papel secundario de España en el mundo.
La Dictadura de Primo de Rivera: De la Monarquía Alfonsina a la Segunda República
El golpe de estado de Primo de Rivera en 1923 puso fin al régimen constitucional y estableció una dictadura militar en España. La dictadura se dividió en dos etapas: el Directorio Militar (1923-1925) y el Directorio Civil (1925-1930). Durante este periodo, se produjeron intentos reformistas, como la modernización de la economía y la sociedad, pero también hubo una creciente oposición y descontento que llevó a la caída de la dictadura y a la proclamación de la Segunda República en 1931.