El Sexenio Democrático y la Restauración
El Sexenio Democrático representa el intento de implantar un liberalismo democrático, de extender la participación política a las clases medias y populares y un nuevo protagonismo de los partidos progresista, democrático y republicano. Este intento va a fracasar después de seis años de inestabilidad, volviendo el dominio de la oligarquía durante la época de la Restauración.
1. Revolución de 1868, Gobierno provisional y Regencia de Serrano
El origen del Sexenio Democrático fue la Revolución de septiembre de 1868, conocida como la Gloriosa. La crisis económica, la difusión de la ideología democrática entre las masas urbanas y la deriva autoritaria de los gobiernos moderados con el claro apoyo de Isabel II, fueron las causas de la revolución. Se venía preparando desde que el Partido Progresista, dirigido por Prim, la Unión Liberal, dirigida por Serrano, y el Partido Demócrata, se unieron en el Pacto de Ostende (1866) para destronar a la reina. La Revolución comenzó con un pronunciamiento militar en Cádiz. Los militares sublevados consiguen derrotar a las fuerzas del gobierno en la batalla de Alcolea e Isabel II parte para el exilio en Francia. Se producen levantamientos populares y se forman juntas provinciales que constituyen una Junta Suprema Central. Las juntas asumen el ideal democrático y reclaman el sufragio universal así como la abolición de consumos y quintas. Estas reivindicaciones sociales chocarán. La Junta Suprema encargó al general Serrano la formación de un Gobierno Provisional, progresistas y unionistas. Éste disuelve las juntas a cambio de aprobar el sufragio universal, al tiempo que en Cuba estalla la Guerra de los Diez Años. Se convocan elecciones a Cortes Constituyentes en enero de 1869 por sufragio universal masculino. Triunfan los partidos del Pacto de Ostende, unidos en la coalición monárquico-demócrata. Aparecen dos importantes minorías: la republicana, y la carlista. Se elabora la Constitución de 1869, primera constitución democrática que establece la soberanía nacional, y libertades como el sufragio universal, la libertad de cultos, unas Cortes bicamerales elegidas por sufragio universal, poderes del rey limitados y figura del jurado popular. Las Cortes declaran a Serrano regente, quien designa a Prim como jefe de gobierno. Prim tendrá que enfrentarse a la primera manifestación y tiene que reprimir el levantamiento republicano de 1869 en Cataluña, Valencia y Andalucía. Mas conflictos como; los motines de subsistencia, los promovidos contra las quintas y las huelgas industriales organizadas. Prim inicia la búsqueda de un rey, que encuentra en Amadeo de Saboya. Cuando el nuevo rey desembarcó en España, Prim, había sido asesinado en Madrid.
2. El reinado de Amadeo I de Saboya (1871-1873)
El reinado de Amadeo I duró dos años, desde enero de 1871 a febrero de 1873. Fue considerado un intruso por los partidarios de los Borbones, tanto carlistas como isabelinos; tuvo el rechazo de los partidarios de la República. Amadeo I encontró escasos apoyos políticos y sociales. A su llegada a España, tuvo que hacer frente a la Guerra de Cuba y a la Tercera Guerra Carlista. Tras la muerte de Prim, la coalición gubernamental empezó a disgregarse, provocando una gran inestabilidad política: en dos años se convocaron elecciones generales en tres ocasiones y se sucedieron seis gobiernos. En febrero de 1873, aprovechando un conflicto entre el Gobierno y el Ejército, Amadeo I, decidió abdicar. El establecimiento de la República era una solución pactada entre los radicales de Ruiz Zorrilla y los republicanos. Las dos cámaras legislativas reunidas proclaman el 11 de febrero de 1873 la República.
3. La I República (1873-1874)
La República fue un régimen políticamente inestable. Se prescindió del procedimiento de convocar Cortes Constituyentes; se formó un Gobierno, presidido por Estanislao Figueras, pero con mayoría de radicales. Pero los republicanos deseaban convocar elecciones para reunir unas Cortes Constituyentes para aprobar una nueva Constitución; los radicales, para impedirlo, promovieron dos golpes de Estado con la ayuda del Ejército, los republicanos se quedaron solos en el gobierno. Figueras convoca elecciones a Cortes Constituyentes en mayo que ganan los republicanos federales. Bajo la presidencia de Pi i Margall, se redacta la Constitución de 1873, que establece la República Federal, no llega a promulgarse por el estallido de la insurrección cantonal. Ésta se inicia en Cartagena y, con el apoyo de una clase media radicalizada y con la participación de los trabajadores de las ciudades, se extiende por el este y el sur para crear un Estado Federal. En Alcoy además se proclama la revolución social. Pi i Margall dimite en julio y le sustituye Salmerón que reprime la sublevación cantonal, apoyándose en militares alfonsinos. Le sustituye Castelar en septiembre, que suspende las Cortes y gobierna con métodos dictatoriales. En 1874, el general Pavía dio un golpe de Estado que disuelve las Cortes. El año 1874 fue un año de transición entre la Primera República y la Restauración de los Borbones en el trono español. El poder pasa a Serrano. Seguía existiendo un régimen republicano, pero sin Constitución en vigor: la de 1873 no se aprobó y la de 1869 estaba en suspenso, lo mismo que las Cortes, que se clausuraron. Serrano se apoyó en los liberales; Topete, Sagasta y Cristino Martos. La Guerra de Cuba y la Tercera Guerra Carlista proseguían sin que el régimen les pusiera fin. Cánovas, que se negó a participar en los gobiernos del final de la República, preparaba el regreso de los Borbones a España en el príncipe Alfonso, hijo de Isabel II. Otro pronunciamiento militar ocurrido en Sagunto y protagonizado por el general Martínez Campos, acabó con el Sexenio Democrático e impuso la Restauración de la monarquía borbónica.