El Siglo XVI en España: Auge y Consolidación del Imperio de los Austrias

El Modelo Político de los Austrias en la España del Siglo XVI: La Unión de Reinos

La monarquía de los Austrias (siglo XVI) no constituyó un Estado unitario. La Corona era el punto de unión de los diferentes reinos (Aragón, Valencia, Cataluña, Nápoles y Sicilia), cada uno con su propio Virrey como máxima autoridad, representante supremo del rey. En Flandes y Milán existían gobernadores militares. La política exterior era común a todos los reinos.

El gobierno era polisinodial, con consejos especializados en diferentes asuntos de gobierno, cuyo número fue variable y creciente. Las Audiencias se encargaban de la justicia, y las Juntas, creadas por Felipe II, coordinaban tareas específicas, como las Juntas de Obras y Bosques. Las Cortes se mantuvieron en cada reino, aunque perdieron importancia. La Inquisición era una institución común. Fuera de Castilla, se mantuvieron las instituciones y fueros propios.

Economía y Sociedad de la España del Siglo XVI

A) Economía

  • Agricultura y ganadería: Hubo un alza de la agricultura debido a la demanda americana, pero las tierras de labor eran escasas y la producción dependía del clima (sequías, etc.). Las técnicas eran rudimentarias (arado, barbecho), con rendimientos bajos. Se produjo un auge del viñedo (por requerir menos mano de obra) y del olivo (para exportación de aceite). Se dieron deforestaciones para nuevas roturaciones, aunque con Felipe II comenzó la repoblación forestal. La política favoreció a la Mesta (ganadería trashumante) por no estar ligada al suelo, requerir menos esfuerzo y adaptarse a la sequedad de la meseta.
  • Revolución de los precios: El desarrollo económico se vio impulsado por la producción de mercancías, el comercio internacional y la actividad portuaria. El crecimiento de la demanda y de los colonos americanos, junto con la llegada de plata (especialmente entre 1580 y 1630), provocó inflación en los productos artesanales, industriales y agrarios en Europa (fenómeno conocido como la Revolución de los Precios). Los productos españoles, más caros y de peor calidad que los extranjeros, llevaron a una invasión de productos europeos (más baratos). Esto afectó a la industria española (cáñamo, seda, cuero, guantes, lana, espadas, loza, forjas de hierro, metalurgia, astilleros). Se atribuye esta situación a la falta de espíritu empresarial, la psicología hispánica en relación con el trabajo, la falta de inversión y las técnicas atrasadas.
  • Balanza comercial desfavorable: El tesoro americano se utilizó para financiar guerras, equilibrar la balanza comercial y adquirir bienes de lujo. Se produjo una salida de plata de Castilla hacia Europa, y el comercio quedó en manos de genoveses.
  • Hacienda: Castilla financió la política imperial, pero el oro y la plata de América no fueron suficientes. Se produjeron bancarrotas de la Hacienda con Felipe II. Se hipotecaron bienes de Castilla (maestrazgos) y se vendieron cargos (arbitrios). La presión fiscal aumentó con alcabalas, millones y servicios. También se obtuvieron ingresos a través de subsidios, bulas de cruzada, tercias reales y excusados (aportaciones de la Iglesia). Se recurrió a préstamos de banqueros extranjeros a cambio de metales preciosos.

B) Sociedad

En el siglo XVI se produjo un crecimiento demográfico general, mayor en Castilla que en Aragón (de 6,5 a 8 millones de habitantes). Este crecimiento disminuyó en el último tercio del siglo debido a la crisis económica. La mortalidad era alta debido a pestes epidémicas, hambre y guerras. La densidad de población era mayor en Castilla (25%) que en Aragón (5%).

Estructura social:

  • Nobleza: Sector influyente y poderoso, con enormes rentas, pero sin invertir en empresas comerciales. Incluía a Grandes, títulos y caballeros, así como nobleza de toga y espada.
  • Población urbana (Burguesía): Miembros de la oligarquía dominante (emparentados con la nobleza local), artesanos y comerciantes con estructura gremial.
  • Campesinado: Grupo numeroso y heterogéneo (con diferencias regionales, económicas y jurídicas), con una mentalidad apegada a valores tradicionales (honra).
  • Terciarios ociosos: Personas que no trabajaban por razones psicológicas o por no encontrar trabajo (debido a la revolución de los precios).
  • Marginados: Mendigos, vagabundos, pícaros, bandoleros, gitanos, conversos y moriscos.

Cultura y Mentalidades en la España del Siglo XVI

La monarquía española se insertó en el marco del pensamiento del Humanismo (con figuras como Luis Vives y Nebrija), que promovió el interés por el latín y la cultura clásica. El pensamiento y las artes se desarrollaron gracias al mecenazgo de la alta nobleza, la Iglesia y la Corona. Cisneros fundó la Universidad de Alcalá, donde se publicó la Biblia Políglota y se difundió el Erasmismo. La Universidad de Salamanca impulsó el derecho internacional (Francisco de Vitoria). Felipe II defendió los principios de Trento frente al Erasmismo.

La literatura destacó por la ascética y la mística, con obras como «La Celestina», «El Lazarillo de Tormes» y «El Quijote». En arquitectura, sobresalieron el Plateresco («Fachada de la Universidad de Salamanca»), el Purismo («Palacio de Carlos V en Granada») y el Herreriano («Monasterio de El Escorial»). La escultura se desarrolló en mármol, y en pintura destacaron el Manierismo y El Greco.

La Inquisición española fue un tribunal eclesiástico fundado en 1478 por los Reyes Católicos para mantener la ortodoxia católica y perseguir a herejes (judíos conversos) y otros delitos contra la fe cristiana (brujería, bigamia, etc.). Estaba dirigida por un consejo y el Inquisidor General. Las penas podían incluir la muerte en la hoguera, prisión, torturas, etc. La Inquisición ejerció un rígido control sobre la cultura y los libros. Desapareció en 1834, durante el reinado de María Cristina.

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