El Siglo XVII en España: Validos, Crisis y Ocaso Imperial

El Siglo XVII en España: Gobierno de Validos y Conflictos Internos

Los monarcas del siglo XVII mostraron un desinterés por la dirección política, delegando las tareas de gobierno en manos de validos, que actuaban como primeros ministros.

Felipe III (1598-1621)

Felipe III otorgó su confianza al duque de Lerma, quien gobernó en su mayoría en beneficio propio. Trasladó la capital a Valladolid, cerca de la ciudad de Lerma. El escándalo de corrupción llevó a la caída de Lerma y al ascenso del duque de Uceda. Destaca la expulsión de los moriscos en 1609, afectando a unas 300.000 personas, debido al rechazo y temor a una posible invasión turca.

Felipe IV (1621-1665)

Felipe IV eligió al Conde-Duque de Olivares como valido entre 1621 y 1643. Olivares tenía grandes proyectos, desde recuperar la reputación exterior hasta una «Reformación» interior, buscando la recuperación de la Monarquía, el desarrollo económico y la mejora de las costumbres. Sin embargo, fracasó debido a la oposición de las Cortes de Aragón y a las rebeliones internas y derrotas externas. Fue reemplazado por Luis de Haro.

Carlos II (1665-1700)

El jesuita Nithard ejerció brevemente durante la regencia, para luego dar paso al hermanastro del rey, Juan José de Austria, hasta su fallecimiento. Fue sustituido por el duque de Medinaceli y el conde de Oropesa. La ausencia de un heredero al trono desembocó en la Guerra de Sucesión, que trajo el cambio de dinastía.

La Crisis de 1640

La crisis de 1640 provocó posibles independencias dentro de la península, afectando finalmente solo a Portugal. Para financiar la guerra, se crearon nuevos impuestos, se vendieron cargos y se formaron nuevos señoríos. Esto generó oposición en la periferia peninsular, la alta nobleza y las clases populares, resultando en rebeliones generales e independentistas. Los reveses internacionales llevaron a la caída de Olivares en 1643.

Rebelión de Cataluña (1640-1652)

La rebelión en Cataluña comenzó con el asesinato del virrey y una revuelta anti centralista. Se nombró conde a Luis XIII de Francia. La crisis económica, la peste y la falta de tacto facilitaron la rendición ante Juan José de Austria. La guerra con Francia continuó y terminó con la Paz de los Pirineos (1659), donde España cedió el Rosellón y la Cerdaña.

Independencia de Portugal (1640-1668)

La rebelión e independencia de Portugal tuvo causas profundas, como el malestar en las colonias portuguesas. Olivares no pudo atender ambos frentes y se concentró en Cataluña. La Paz de Westfalia (1648) hizo que las potencias europeas reconocieran a Portugal como nación. España reconoció la independencia de Portugal en 1668.

El Ocaso del Imperio Español en Europa

Felipe III emprendió una política pacifista, firmando la paz con Inglaterra y la Tregua de los Doce Años con Holanda. Casó a sus hijos con la casa Borbón, pero este período de tranquilidad terminó con la corrupción y la incorporación a la Guerra de los Treinta Años (1618).

Felipe IV estuvo inmerso en conflictos durante todo su reinado, sobre todo en la Guerra de los Treinta Años. Las causas religiosas se mezclaron con las intenciones políticas. Hubo dos bandos: los Habsburgo y Francia con sus respectivos apoyos.

El conflicto evolucionó desde las primeras victorias españolas, como la batalla de Nordlingen y la rendición de Breda, hasta las claras derrotas en Rocroi y Las Dunas. La Paz de Westfalia (1648) puso fin a la guerra.

Carlos II reconoció la independencia de Portugal, pero se vio envuelto en cuatro guerras con pérdidas territoriales. Finalmente, se produjo un acercamiento a Francia. Carlos nombró sucesor a Felipe de Anjou de los Borbones, lo que desencadenó la Guerra de Sucesión.

Evolución Económica y Social en el Siglo XVII

El siglo XVII presentó una crisis demográfica debido a tres oleadas de epidemias, la expulsión de los moriscos, dificultades económicas, guerras y emigraciones hacia América. La Hacienda estaba endeudada. Para obtener ingresos, se recurrió a alteraciones monetarias, nuevos impuestos y la venta de títulos nobiliarios. La recesión económica se manifestó en la caída de la producción agrícola, la disminución de la ganadería bovina, la crisis de la industria textil y el acaparamiento del comercio por extranjeros. Sin embargo, hubo un esfuerzo de recuperación a finales de siglo, atribuido a Carlos II. Las repercusiones sociales en los tres estamentos fueron diversas: la nobleza creció y se endeudó, y la burguesía se refugió en señoríos y rentas.

El Siglo de Oro: Esplendor Cultural

La cultura barroca se dirigió a las masas, propagando los valores del honor y la honra. En la literatura, destacaron la novela picaresca y el Quijote de Cervantes, ambos con gran repercusión.

En la poesía, sobresalieron Góngora y Quevedo, y en el teatro, Lope de Vega y Calderón de la Barca.

En arquitectura, se usaron materiales sencillos, compensados con la decoración. Existieron distintos estilos, como el posherreriano y el churrigueresco.

En la escultura, predominaron las imágenes religiosas de carácter realista, con dos escuelas principales: la castellana y la andaluza. En la pintura, se abordaron temas religiosos, bodegones y retratos, con un estilo realista. Los pintores principales fueron José de Ribera, Zurbarán, Velázquez y Murillo.

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