El Sistema Canovista: Estabilidad y Fraude en la Restauración Española

1. INTRODUCCIÓN

El régimen de la Restauración fue resultado del fracaso de la experiencia republicana y, en conjunto, de todo el proceso revolucionario del sexenio democrático.

Tras el pronunciamiento del general Martínez Campos en Sagunto en diciembre de 1874 se da fin a la experiencia democrático del Sexenio (1868-1874). El retorno de la monarquía borbónica en la persona de Alfonso XII tuvo como principal artífice a Antonio Cánovas del Castillo, que estableció el llamado sistema canovista, caracterizado por la alternancia en el poder de los partidos dinásticos (Conservador y Liberal)

El Manifiesto de Sandhurst, redactado por Cánovas y firmado por el futuro Alfonso XII, recogía las ideas básicas del proyecto restaurador, sus ideales religiosos y sus propósitos conciliadores. La intención de Cánovas era que la restauración borbónica se impusiera como resultado de un estado de opinión favorable, y no mediante un nuevo pronunciamiento militar.

El 9 de enero de 1875 Alfonso XII llegó a Barcelona y días después entró triunfante en Madrid

2. SISTEMA POLÍTICO DE LA RESTAURACIÓN

La Restauración de los Borbones fue recibida con satisfacción por los grupos conservadores y amplios sectores de la sociedad porque confiaban en que devolviera la estabilidad política al país. Se pretendió un nuevo modelo político que superara las carencias de las experiencias anteriores, en los que los militares se mantuvieran fuera de la política. Dos objetivos:

  • – Elaborar una Constitución que sirviera de marco a un modelo bipartidista (fraude electoral)
  • – Pacificar el país poniendo fin a los conflictos carlista y cubano

● LA CONSTITUCIÓN DE 1876

Fue la de mayor vigencia en la historia contemporánea de España. Su principal logro fue la estabilidad, de la que carecía España desde 1808. Fue un texto breve, con sólo 89 artículos, que surgió como una síntesis y un punto intermedio entre las dos constituciones precedentes (1845 y 1869). Marcado carácter conservador y basada en valores tradicionales de monarquía, religión y propiedad. 

  • – Soberanía compartida entre Rey y Cortes
  • – Monarquía como institución superior, incuestionable, que serviría de moderadora en la vida política, garantizando entendimiento y alternancia de partidos. (Poder ejecutivo, nombrar ministros, sanción y promulgación de leyes, convocar y disolver las Cortes…) Regulaba los 3 poderes
  • – No se estipula el tipo de sufragio (depende del partido y las leyes, como en 1878 (censitario) y 1890 (universal masculino))
  • – Catolicismo como religión oficial del estado
  • – Derechos similares a la de 1869, aunque fueron restringidos mediante leyes ordinarias

 

La ventaja de esta Constitución era su elasticidad, articulado poco preciso, compatible con gobiernos de distinto signo político. Así, los partidos dinásticos podían modificar la ley durante su gobierno, dando estabilidad al sistema.

● EL FIN DE LOS CONFLICTOS BÉLICOS

La restauración debilitó la causa carlista, privándola de una parte de su supuesta legitimidad, reconociendo algunos carlistas a Alfonso XII. Los esfuerzos ,militares lograron reducir la resistencia carlista en Cataluña y posteriormente en País Vasco y Navarra

La consecuencia de la derrota carlista fue la abolición del régimen foral, quedando los territorios vascos sujetos al pago de impuestos y al servicio militar, comunes a todo el Estado. No obstante, en 1878 se estipuló un sistema de conciertos económicos que les otorgaba autonomía fiscal.

El fin del conflicto carlista permitió dirigir esfuerzos a la Guerra de Cuba (Guerra de los Diez años). En 1878 se firmó la paz de Zanjón, por la que se acordó una amplia amnistía, abolición de la esclavitud y promesa de reformas políticas y administrativas por las que Cuba tendría representatividad en las Cortes.

3. LOS PARTIDOS DINÁSTICOS

Cánovas, líder del partido Conservador, introdujo un sistema político basado en el bipartidismo (similar al británico) y la alternancia pacífica en el poder. Además, considera al rey y las Cortes como instituciones fundamentales, y la Constitución moderada como marco jurídico del sistema

Se crearon 2 partidos: Conservador y Liberal, que renunciaba a los pronunciamientos como medio para alcanzar el poder.  El ejército quedó supeditado al poder civil, recibiendo a cambio cierta autonomía para resolver asuntos internos.

Cánovas aglutinó en el poder conservador a los políticos conservadores a excepción de los carlistas. Configuró su propio partido y organizó su oposición, con la ayuda del pragmático Sagasta.

Por su parte, éste, Práxedes Mateo Sagasta crea el Partido Liberal, aglutinando progresistas, unionistas y republicanos moderados.

Coincidieron en la defensa de la Constitución, la propiedad privada y la consolidación de un Estado liberal, unitario y centralista. Los conservadores se mostraban proclives al inmovilismo político, sufragio censitario y la defensa de la Iglesia. Los liberales defendían el sufragio universal masculino y estaban inclinados a un reformismo social de carácter progresista y laico. Aún así, existía un acuerdo de no aprobar una ley que forzara a la oposición a derogarla cuando llegase al poder.

Fuera quedaron los republicanos (los radicales de Ruiz Zorrilla, los unitarios de Castelar y federales de Pi y Margal) y los carlistas.

El turno pacífico (alternancia) tenía como objetivo asegurar la estabilidad institucional del sistema. Pero todo el engranaje político ideado por Cánovas, llevado a la práctica, se tradujo en una farsa: práctica del caciquismo y fraude electoral

3.2) FALSEAMIENTO ELECTORAL Y CACIQUISMO

La farsa, para ser aceptable, debía parecer legitimada por la supuesta voluntad nacional, expresada a través del sufragio. Ahí intervenía un nuevo entramado de corrupción que tenía su protagonista principal en la figura del cacique.

  1. En Madrid estaba la oligarquía o minoría política dirigente integrada por los altos cargos políticos y personajes influyentes de ambos partidos. Desde Madrid se comunicaba a los gobernadores civiles de las provincias los resultados electorales que se pretendían obtener de ellas.
  2. En cada capital de provincia, el gobernador civil elaboraba la lista de los candidatos (“encasillado”) que habían de salir elegidos en cada localidad, y daba, a su vez, las instrucciones a los caciques locales.
  3. Por último, en las comarcas, pueblos y aldeas, actuaban los caciques locales, que eran personalidades con poder e influencias, bien por su riqueza económica, bien por su prestigio o sus contactos, de forma que podían controlar a muchas personas que dependía de ellos (para conseguir trabajo, para obtener una licencia administrativa, para una recomendación…

Los caciques se encargaban de que resultaran elegidos los candidatos incluidos en el “encasillado”. Para ello recurrían a los más variados procedimientos: actitudes paternalistas y protectoras, amenazas y extorsiones, el “pucherazo” (cambiar el recuento de las urnas, votos falsos, manipulación del censo electoral, incluyendo a personas inexistentes o el voto de personas ya muertas, compra de votos, amenazas, violencia…)

Finalmente, el gobierno disponía en el Congreso de mayoría en las comisiones que daban por buenas las actas electorales y anularon las desfavorables.

CONCLUSIÓN:

La incapacidad del sistema canovista para transformarse en un sistema verdaderamente democrático y el golpe que supuso la crisis de 1898, implican a corto plazo un crecimiento

de las opciones políticas situadas al margen del turnismo pacífico. Frente a ello, las bases sociales del canovismo (clases altas y parte de las clases medias), intentarán seguir manteniendo su predominio político y social con ayuda del ejército, lo que explica la posterior Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930), cuya caída supondrá también la de la Monarquía, proclamándose en 1931 la II República, un nuevo intento de establecer un régimen político democrático en España.

Desamortización de Mendizábal
La Desamortización de Mendizábal tuvo lugar en 1836 durante la Regencia de María
Cristina. Fue una desamortización eclesiástica que supuso la ruptura de las relaciones
diplomáticas con el Vaticano. Los bienes del clero (casas, monasterios y conventos)
quedaron en manos del Estado, y las tierras fueron divididas y vendidas en pública
subasta, por lo que fueron acaparadas por la burguesía y parte de la nobleza. Se podía
pagar en efectivo o mediante Deuda Pública.
La finalidad de esta desamortización fue convertir a los nuevos propietarios en adeptos
para la causa liberal, financiar la primera guerra carlista para poder consolidar el Estado
liberal en España y eliminar la deuda pública.

Desamortización de Madoz
El 1 de mayo de 1855, el ministro de Hacienda, Pascual Madoz, decretó la Ley de
Desamortización General, llamada así porque se ponían en venta todos los bienes de
propiedad colectiva, tanto los bienes eclesiásticos que no se habían vendido en la
desamortización de Mendizábal, como los bienes municipales. En este último caso, se
subastaron tanto los bienes propios (bienes destinados a satisfacer los gastos de la
institución) como comunes (bienes de libre aprovechamiento para los vecinos).
La finalidad de esta desamortización fue financiar la industrialización del país, sobre todo
la expansión del ferrocarril, el saneamiento de la Hacienda y acabar con la deuda pública.
El pago era en metálico, aunque también se permitía pagar mediante Deuda Pública.
Cabe destacar que el Estado no era el propietario del dinero obtenido, sino los
Ayuntamientos; el Estado percibiría los importes de las ventas y los controlaría para que
fueran utilizados para el bien de todos.
La Ley Desamortizadora de Madoz tuvo su fase de mayor intensidad entre 1855 y 1856,
durante el Bienio Progresista del reinado de Isabel II y, a pesar de su corta duración,
terminó de desamortizar los bienes eclesiásticos y afectó a buena parte de los
municipales.


movimiento intelectual: El Regeneracionismo.

La derrota frente a EEUU y la pérdida de las últimas colonias del ultramar supusieron
grandes consecuencias para España. En el terreno económico, España perdió los
mercados coloniales, aunque esta consecuencia negativa se vio compensada por la
disminución del déficit público, al desaparecer los gastos de mantenimiento de las
colonias, y por la repatriación de capitales de los colonos, que incentivo la inversión.
Además, surgieron industrias para compensar la falta de suministro colonial de ciertos
productos, como el azúcar. En el terreno político, las consecuencias fueron las críticas al
régimen de la Restauración, en un primer momento desde el movimiento
regeneracionista y después por el crecimiento de las fuerzas políticas al margen del
sistema: republicanos, movimiento obrero socialista y anarquista, y movimientos
nacionalistas vasco y catalán. Para frenar esta oposición, se acabó estableciendo la
dictadura de Miguel Primo de Rivera en 1923. Por último, a nivel ideológico, se inició un
debate sobre España como nación que, desarrollado por el Regeneracionismo y la
Generación del 98, en buena medida aún se mantiene.

tratado de paz: tratado de paris

Por este tratado España reconoce la independencia de Cuba, bajo protectorado de
EEUU, le cede a este país las islas de Puerto Rico y Guam, y le vende las Islas Filipinas.
Esto supuso el fin del imperio ultramarino español, lo que sumió a la sociedad y a la
clase política española en un estado de desencanto y frustración que dio origen a
propuestas de reforma de la mano del movimiento del Regeneracionismo. Sin embargo,
su fracaso llevó a la crisis progresiva del sistema de la
Restauración y finalmente a su caída en 1923, año que se estableció la Dictadura del
general Miguel Primo de Rivera.

Las causas de la guerra fueron las siguientes: el interés económico de EEUU por la isla
de Cuba y su economía de plantación (tabaco y caña de azúcar) cuyo destino era
preferentemente el país y estaba controlada en parte por empresas estadounidenses; el
descontento estadounidense frente al fuerte proteccionismo español establecido en el
Arancel de 1891; el imperialismo estadounidense desarrollado de manera paralela al
fuerte desarrollo económico del país después de la Guerra de Secesión (1861-1865); y el
descontento frente a la dureza de la represión española contra los independentistas
cubanos desarrollada por el general Valeriano Weyler (campos de concentración). Como
excusa se tomó el ataque sufrido por el acorazado norteamericano “Maine” en el Puerto
de La Habana en febrero de 1898. EEUU culpó del ataque a España y le presentó un
ultimátum en abril para que se retirara de Cuba. Al no aceptarlo España, ese mismo mes
le declaró la guerra. La derrota española supuso la pérdida de sus últimas colonias
ultramarina, sancionada en el Tratado de Paz de París de diciembre de 1898), el inicio en
España del movimiento regeneracionista y la entrada en crisis del sistema político de la
Restauración, y el inicio del imperialismo estadounidense.

lider grito baire: José Martí.

Al iniciarse la sublevación en 1895, el gobierno de Cánovas del Castillo envió al general
Martínez Campos, que ya había conseguido la Paz de Zanjón en 1878, a la isla con la
intención de conseguir un nuevo acuerdo. Sin embargo, sus gestiones no tuvieron éxito,
por lo que fue sustituido en 1896
por el general Valeriano Weyler, que aplicó una política de mayor dureza a través del
establecimiento de las trochas (poblados cercados) y de los campos de concentración.

Las protestas internacionales ante esta última medida, sobre todo por parte de EEUU, y
el acceso al poder de Sagasta provocaron su destitución en 1897 en favor del general
Blanco. Este inicia una política de acercamiento y el nuevo gobierno oferta a los
independentistas la concesión de un estatuto de autonomía para la isla. Sin embargo,
esta oferta es rechazada y al año siguiente, en 1898, la sublevación cubana se convierte
en una guerra contra EEUU.


3.1) LOS PARTIDOS DINÁSTICOS

Cánovas, líder del partido Conservador, introdujo un sistema político basado en el bipartidismo (similar al británico) y la alternancia pacífica en el poder. Además, considera al rey y las Cortes como instituciones fundamentales, y la Constitución moderada como marco jurídico del sistema

Se crearon 2 partidos: Conservador y Liberal, que renunciaba a los pronunciamientos como medio para alcanzar el poder.  El ejército quedó supeditado al poder civil, recibiendo a cambio cierta autonomía para resolver asuntos internos.

Cánovas aglutinó en el poder conservador a los políticos conservadores a excepción de los carlistas. Configuró su propio partido y organizó su oposición, con la ayuda del pragmático Sagasta.

Por su parte, éste, Práxedes Mateo Sagasta crea el Partido Liberal, aglutinando progresistas, unionistas y republicanos moderados.

Coincidieron en la defensa de la Constitución, la propiedad privada y la consolidación de un Estado liberal, unitario y centralista. Los conservadores se mostraban proclives al inmovilismo político, sufragio censitario y la defensa de la Iglesia. Los liberales defendían el sufragio universal masculino y estaban inclinados a un reformismo social de carácter progresista y laico. Aún así, existía un acuerdo de no aprobar una ley que forzara a la oposición a derogarla cuando llegase al poder.

Fuera quedaron los republicanos (los radicales de Ruiz Zorrilla, los unitarios de Castelar y federales de Pi y Margal) y los carlistas.

El turno pacífico (alternancia) tenía como objetivo asegurar la estabilidad institucional del sistema. Pero todo el engranaje político ideado por Cánovas, llevado a la práctica, se tradujo en una farsa: práctica del caciquismo y fraude electoral

3.2) FALSEAMIENTO ELECTORAL Y CACIQUISMO

La farsa, para ser aceptable, debía parecer legitimada por la supuesta voluntad nacional, expresada a través del sufragio. Ahí intervenía un nuevo entramado de corrupción que tenía su protagonista principal en la figura del cacique.

1. En Madrid estaba la oligarquía o minoría política dirigente integrada por los altos cargos políticos y personajes influyentes de ambos partidos. Desde Madrid se comunicaba a los gobernadores civiles de las provincias los resultados electorales que se pretendían obtener de ellas.

2. En cada capital de provincia, el gobernador civil elaboraba la lista de los candidatos (“encasillado”) que habían de salir elegidos en cada localidad, y daba, a su vez, las instrucciones a los caciques locales.

3. Por último, en las comarcas, pueblos y aldeas, actuaban los caciques locales, que eran personalidades con poder e influencias, bien por su riqueza económica, bien por su prestigio o sus contactos, de forma que podían controlar a muchas personas que dependía de ellos (para conseguir trabajo, para obtener una licencia administrativa, para una recomendación…

Los caciques se encargaban de que resultaran elegidos los candidatos incluidos en el “encasillado”. Para ello recurrían a los más variados procedimientos: actitudes paternalistas y protectoras, amenazas y extorsiones, el “pucherazo” (cambiar el recuento de las urnas, votos falsos, manipulación del censo electoral, incluyendo a personas inexistentes o el voto de personas ya muertas, compra de votos, amenazas, violencia…)

Finalmente, el gobierno disponía en el Congreso de mayoría en las comisiones que daban por buenas las actas electorales y anularon las desfavorables.


1. INTRODUCCIÓN

El régimen de la Restauración fue resultado del fracaso de la experiencia republicana y, en conjunto, de todo el proceso revolucionario del sexenio democrático.

Tras el pronunciamiento del general Martínez Campos en Sagunto en diciembre de 1874 se da fin a la experiencia democrático del Sexenio (1868-1874). El retorno de la monarquía borbónica en la persona de Alfonso XII tuvo como principal artífice a Antonio Cánovas del Castillo, que estableció el llamado sistema canovista, caracterizado por la alternancia en el poder de los partidos dinásticos (Conservador y Liberal)

El Manifiesto de Sandhurst, redactado por Cánovas y firmado por el futuro Alfonso XII, recogía las ideas básicas del proyecto restaurador, sus ideales religiosos y sus propósitos conciliadores. La intención de Cánovas era que la restauración borbónica se impusiera como resultado de un estado de opinión favorable, y no mediante un nuevo pronunciamiento militar.

El 9 de enero de 1875 Alfonso XII llegó a Barcelona y días después entró triunfante en Madrid

2. SISTEMA POLÍTICO DE LA RESTAURACIÓN

La Restauración de los Borbones fue recibida con satisfacción por los grupos conservadores y amplios sectores de la sociedad porque confiaban en que devolviera la estabilidad política al país. Se pretendió un nuevo modelo político que superara las carencias de las experiencias anteriores, en los que los militares se mantuvieran fuera de la política. Dos objetivos:

– Elaborar una Constitución que sirviera de marco a un modelo bipartidista (fraude electoral)
– Pacificar el país poniendo fin a los conflictos carlista y cubano

● LA CONSTITUCIÓN DE 1876
Fue la de mayor vigencia en la historia contemporánea de España. Su principal logro fue la estabilidad, de la que carecía España desde 1808. Fue un texto breve, con sólo 89 artículos, que surgió como una síntesis y un punto intermedio entre las dos constituciones precedentes (1845 y 1869). Marcado carácter conservador y basada en valores tradicionales de monarquía, religión y propiedad. 

– Soberanía compartida entre Rey y Cortes
– Monarquía como institución superior, incuestionable, que serviría de moderadora en la vida política, garantizando entendimiento y alternancia de partidos. (Poder ejecutivo, nombrar ministros, sanción y promulgación de leyes, convocar y disolver las Cortes…) Regulaba los 3 poderes
– No se estipula el tipo de sufragio (depende del partido y las leyes, como en 1878 (censitario) y 1890 (universal masculino))
– Catolicismo como religión oficial del estado
– Derechos similares a la de 1869, aunque fueron restringidos mediante leyes ordinarias

 La ventaja de esta Constitución era su elasticidad, articulado poco preciso, compatible con gobiernos de distinto signo político. Así, los partidos dinásticos podían modificar la ley durante su gobierno, dando estabilidad al sistema.
● EL FIN DE LOS CONFLICTOS BÉLICOS

La restauración debilitó la causa carlista, privándola de una parte de su supuesta legitimidad, reconociendo algunos carlistas a Alfonso XII. Los esfuerzos ,militares lograron reducir la resistencia carlista en Cataluña y posteriormente en País Vasco y Navarra

La consecuencia de la derrota carlista fue la abolición del régimen foral, quedando los territorios vascos sujetos al pago de impuestos y al servicio militar, comunes a todo el Estado. No obstante, en 1878 se estipuló un sistema de conciertos económicos que les otorgaba autonomía fiscal.

El fin del conflicto carlista permitió dirigir esfuerzos a la Guerra de Cuba (Guerra de los Diez años). En 1878 se firmó la paz de Zanjón, por la que se acordó una amplia amnistía, abolición de la esclavitud y promesa de reformas políticas y administrativas por las que Cuba tendría representatividad en las Cortes.

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