El Sistema Político de la Restauración
El sistema político de la Restauración está ligado a la figura de Antonio Cánovas del Castillo (ministro de la Unión Liberal). Era reaccionario y antidemocrático, por tanto, estaba en contra del sufragio universal. Sin embargo, fue un político pragmático y realista que buscó el consenso entre las fuerzas liberales en las que se cimentó el régimen de la Restauración. Cánovas era partidario de mantener a los Borbones y el sistema liberal antidemocrático basado en el sufragio censitario. Defendía la idea moderada de la soberanía compartida de Rey y Cortes, en un punto intermedio entre el Antiguo Régimen y la monarquía democrática de 1869.
Propuso novedades para renovar el programa de los moderados:
- Alfonso XII debía reemplazar a Isabel II. Cánovas consiguió que la reina renunciara a sus derechos al trono en 1870.
- Terminar con las intervenciones del Ejército, fuente continua de inestabilidad política.
- Crear un sistema bipartidista basado en dos partidos burgueses que pacíficamente se fueran turnando en el poder. Estos serían el Partido Conservador, que debía sustituir al partido Moderado, y el Partido Liberal, dirigido por el progresista Sagasta, que sería el heredero de los ideales de 1869 adaptados a los límites del sistema canovista.
La Constitución de 1876
El régimen de la Restauración se dotó de una nueva constitución (heredera de la de 1845). Se reunieron unas Cortes constituyentes con mayoría canovista. En ellas se debatió y aprobó un anteproyecto redactado por Alonso Martínez, aunque su verdadero inspirador fue Cánovas del Castillo. Principales rasgos de la Constitución:
- Soberanía compartida Cortes con el Rey. Negación a la soberanía nacional.
- Cortes Bicamerales:
- Congreso elegido
- Senado en el que se representan las clases poderosas del país:
- senadores “de derecho propio”: Grandes de España y jerarquías eclesiásticas y militares
- senadores “vitalicios”, nombrados por el rey
- senadores elegidos por sufragio censitario de los mayores contribuyentes.
- Fortalecimiento del poder de la Corona que se constituyó como eje del Estado:
- Poder ejecutivo: designación de los ministros y mando directo del ejército
- Poder legislativo compartido con las Cortes:
- Derecho de veto absoluto sobre las leyes aprobadas por las Cortes
- Poder de convocar, suspender o disolver las Cortes
- Reconocimiento teórico de derechos y libertades, que fueron limitados o aplazados durante los gobiernos de Cánovas.
- No se especifica el tipo de sufragio para elegir el Congreso. Bajo el gobierno de Cánovas se aprobó la Ley Electoral de 1878 que establecía el voto censitario, limitado a los mayores contribuyentes.
- Recorte de la libertad religiosa. Religión católica declarada religión oficial.
El Reinado de Alfonso XII (1875-1885): el turno de partidos
Cánovas diseñó un sistema basado en el turno pacífico de dos partidos en el poder. El Partido Conservador, dirigido por Cánovas del Castillo, y el Partido Liberal, liderado por Sagasta, al que se unieron progresistas y demócratas del Sexenio. Sagasta hablaba como un progresista radical, pero actuaba de manera moderada y pragmática.
Este sistema garantizaba la alternancia pacífica en el poder, poniendo fin durante un largo periodo al intervencionismo militar. Sin embargo, fue un artificio político, destinado a mantener apartados del poder a las fuerzas que quedaban fuera del sistema canovista: las fuerzas de izquierda, el movimiento obrero, los regionalismos y nacionalismos.
El turno en el poder no era la expresión de la voluntad de los electores, sino que los dirigentes de los partidos lo acordaban y pactaban previamente. Una vez acordada la alternancia, ocurría lo siguiente:
- El Rey nombraba un nuevo Jefe de Gobierno y le otorga el decreto de disolución de Cortes
- El nuevo gobierno convocaba unas elecciones adulteradas y “fabricaba” los resultados mediante el “encasillado” (asignación previa de escaños en los que se dejaba un número suficiente a la oposición)
El Caciquismo
El fraude electoral que caracterizó el sistema del turno fue el caciquismo. Este tiene lugar en el contexto de un país agrario y atrasado. Los caciques eran personajes ricos e influyentes en la España rural, quienes siguiendo las instrucciones del Gobernador Civil de cada provincia, amañaban las elecciones. Los gobernadores habían sido a su vez informados por el ministro de Gobernación de los resultados que «debían» de salir en sus provincias, siguiendo el «encasillado» acordado por las élites políticas.
Los caciques utilizaron varios métodos: violencia y amenazas; cambio de votos por favores (rebajas de impuestos, sorteo de quintos, saldo de préstamos…); o simplemente trampas en las elecciones, conocido como el “pucherazo”.
La muerte de Alfonso XII en 1885 dio lugar a la Regencia de María Cristina de Habsburgo hasta la mayoría de edad de Alfonso XIII. Tras la muerte del rey, Cánovas y Sagasta reafirmaron en el denominado Pacto del Pardo (1885) el funcionamiento del sistema de turno.
En el denominado «gobierno largo» de Sagasta se aprobaron diversas medidas de reforma política:
- 1887 Libertades de cátedra, asociación y prensa, suprimiendo la censura
- 1890 Sufragio universal masculino
Sin embargo, el sistema de turno siguió basándose en la adulteración sistemática de las elecciones, aunque el sufragio universal permitió que los republicanos obtuvieran un puñado de diputados en las ciudades, donde no funcionaba el caciquismo.