La Restauración y el Sistema Canovista

Se denomina Restauración al período comprendido entre 1874 y 1923, incluyendo los reinados de Alfonso XII y Alfonso XIII. Antonio Cánovas del Castillo preparó la restauración de la monarquía en la persona de Alfonso XII. Para ello, consiguió que la reina Isabel II abdicara de su derecho al trono en favor de su hijo Alfonso, creó el partido alfonsino y redactó el Manifiesto de Sandhurst.

El ideólogo del sistema fue Cánovas del Castillo, admirador del sistema inglés, buscando un sistema que fuera compartido por todos los sectores burgueses y que asegurara, además, la exclusión de las clases bajas de la política.

Elementos del Sistema Canovista

1. Principios Irrenunciables: La monarquía, las Cortes y una Constitución escrita. Estos principios no se modificaban y eran considerados la Constitución interna.
2. Constitución de 1876: De carácter moderado e inspirada en la de 1845. Su gran ventaja era su elasticidad, adaptándose a gobiernos de distinto signo político. Las leyes ordinarias podían cambiarse sin necesidad de modificar la Constitución. Sus principios fundamentales eran: la monarquía constitucional, la soberanía compartida entre el rey y las Cortes (con preeminencia del monarca), la no fijación del tipo de sufragio, una declaración de derechos similar a la de la Constitución de 1869, y el catolicismo como religión oficial.
3. Bipartidismo: Dos partidos se disputaban el poder: el Partido Liberal Conservador, liderado por Cánovas, que aglutinaba a miembros del antiguo partido moderado y de la Unión Liberal; y el Partido Liberal Fusionista, liderado por Práxedes Mateo Sagasta, que aglutinaba a antiguos progresistas, demócratas, radicales y republicanos moderados. Ambos partidos coincidían en la defensa de la monarquía, la Constitución, el capitalismo y el centralismo. Eran partidos de notables, es decir, de minorías liberales. Los conservadores eran más defensores de la Iglesia, el orden social y el sufragio censitario, mientras que los liberales defendían el sufragio universal y el reformismo social.
4. Turno Pacífico: Los dos partidos se alternaban en el poder de forma pacífica, garantizando la estabilidad política. Funcionó hasta 1898 y, aunque desprestigiado, se mantuvo hasta 1917. Cánovas dominó la década de 1870, reforzando el papel del Estado y dotando al país de estabilidad política. Sus medidas incluyeron la reforma del régimen foral (estableciendo los conciertos económicos), reformas administrativas y políticas (como la ley de imprenta que penalizaba cualquier crítica a la monarquía, la ley electoral que implantó el sufragio censitario, y la clandestinidad de las asociaciones obreras). Sagasta, en su primera etapa, creó la Comisión de Reformas Sociales para estudiar los problemas de los obreros. Tras la muerte de Alfonso XII, destacan la ley de asociaciones (que legalizó las asociaciones obreras y religiosas), la ley de sufragio universal masculino y el Código Civil (que estableció la primacía del derecho y la coexistencia del matrimonio canónico y civil).
5. Manipulación Electoral: Los cambios eran pacíficos debido a la manipulación electoral. Entre las prácticas electorales destacaban: el encasillado (lista de candidatos elaborada desde el Ministerio de Gobernación, transmitida a los gobernadores civiles y luego a los alcaldes y caciques) y el pucherazo (adulteración de los resultados electorales).
6. Caciquismo: La influencia y el poder económico de determinados individuos sobre la sociedad. El cacique, por su poder económico e influencia política, controlaba una circunscripción electoral, dispensando favores a cambio de votos, controlando las quintas y resolviendo trámites burocráticos.

El Sistema de Utrecht

En 1713 se firmó el Tratado de Utrecht, una serie de acuerdos de paz donde Inglaterra fue la gran vencedora y España la gran perdedora, teniendo que desprenderse de sus posesiones en Europa.

Acuerdos del Tratado de Utrecht

1. Se reconoció a Felipe de Anjou como rey de España (Felipe V).
2. Se introdujo en España la dinastía de los Borbones, con la monarquía absoluta y un proceso de centralización política.
3. España entregó a Austria lo que le quedaba de los Países Bajos (Bélgica y Luxemburgo) y las posesiones italianas (Milán, Nápoles y Cerdeña). Sicilia fue entregada al duque de Saboya.
4. Inglaterra obtuvo de España Gibraltar y Menorca, además de derechos como el navío de permiso (autorización para enviar un barco al año a América con 500 toneladas de mercancías) y el asiento de negros (monopolio para introducir esclavos negros en América). Estas concesiones fueron utilizadas por Inglaterra para el contrabando.
5. La paz de Utrecht no puso fin a la guerra, sino a la hegemonía de Francia en la segunda mitad del siglo XVII. Surgió un nuevo orden internacional basado en el equilibrio entre tres grandes potencias rivales: Francia (primacía intelectual), Austria (territorio más extenso y poblado) e Inglaterra (gran potencia marítima y comercial). España quedó relegada a potencia de segundo orden, aliada de Francia.

Consecuencias del Tratado de Utrecht

Se produjo un cambio radical en la política española, con amistad hacia Francia y enemistad hacia Gran Bretaña. España firmó los Pactos de Familia con Francia:

• Primer Pacto (1733): Carlos III se convirtió en rey de las Dos Sicilias al involucrarse España en la Guerra de Sucesión de Polonia.
• Segundo Pacto (1743): España obtuvo el ducado de Parma al participar en la Guerra de Sucesión de Austria.
• Tercer Pacto (1761): Se firmó para recuperar Menorca y Gibraltar y frenar el avance británico en América. Este pacto llevó a España a participar en la Guerra de los Siete Años (1756-1763) contra la expansión de Gran Bretaña en Norteamérica. España cedió Florida y Francia compensó con la cesión de la Luisiana.

España también participó en la Guerra de Independencia de las colonias americanas (1776), recuperando Florida y Menorca.