El Vaticano -oficialmente Estado de la Ciudad del Vaticano– cuyo territorio consta de un enclave dentro de la ciudad de Roma, en la península Itálica. Es uno de los seis microestados europeos y tiene una extensión de 0,439 km² (44 hectáreas) y una población de aproximadamente 900 habitantes, por lo que resulta un híbrido de ciudad elevada al rango de Estado independiente, siendo además el país más pequeño del mundo, y el único que tiene por lengua oficial el latín.
Es tan pequeño que sólo la Basílica de San Pedro es un 7% de su superficie; la basílica y la Plaza de San Pedro ocupan un 20% del territorio, lo que lo convierte en el territorio independiente más urbanizado del mundo. La Ciudad del Vaticano comenzó su existencia en 1929 tras la firma de los Pactos de Letrán celebrados entre la Santa Sede y el entonces Reino de Italia, que en 1870 había conquistado los Estados Papales.
La Ciudad del Vaticano alberga la Santa Sede, máxima institución de la Iglesia católica. Aunque los dos nombres «Ciudad del Vaticano» y «Santa Sede» se utilizan a menudo como si fueran equivalentes, el primero se refiere a la Ciudad y a su territorio, mientras que el segundo se refiere a la institución que dirige la Iglesia y que tiene personalidad jurídica propia (como sujeto de Derecho internacional).
En rigor, es la Santa Sede, y no el Estado del Vaticano, la que mantiene relaciones diplomáticas con los demás países del mundo. Por otro lado, el Vaticano es quien da el soporte temporal y soberano (sustrato territorial) para la actividad de la Santa Sede.
La máxima autoridad del Vaticano y Jefe de Estado del mismo es el Sumo Pontífice, por lo que puede considerarse la única teocracia de Europa, aun cuando el Papa delega las funciones de gobierno en el Secretario de Estado.
Pactos de Letrán de 1929: Origen y Significado
Los Pactos de Letrán son firmados por Pietro Gasparri, en representación de la Santa Sede, y Benito Mussolini, primer ministro italiano en representación del rey Víctor Manuel III, el 11 de febrero durante el pontificado de Pío XI. Con estos acuerdos se dio por terminada la disputa con Italia que existía desde 1870. Se crea el Vaticano con 44 hectáreas, se le reconoce su soberanía, el concordato garantizó además la total independencia del Papa.
Los Pactos de Letrán o Pactos lateranenses del 11 de febrero de 1929 proporcionaron el reconocimiento mutuo entre el entonces Reino de Italia y la Santa Sede.
Los Estados Pontificios, en los que había gobernado el Papa hasta 1870, habían sido absorbidos en el proceso de Reunificación italiana y, como consecuencia de ello, el Papa y la Santa Sede habían quedado sometidos a la soberanía italiana. En los acuerdos de 1929, se restauraba el carácter de Estado Soberano para una porción territorial de Roma y, por ende, para la Iglesia Católica.
Es un acuerdo internacional con tres partes: un acuerdo político, un concordato y una convención financiera.
- Un pacto que reconoce la independencia y soberanía de la Santa Sede y que crea el Estado de la Ciudad del Vaticano.
En el acuerdo político queda derogada la Ley de Garantías. Italia reconoce el Estado de la Ciudad del Vaticano, bajo la soberanía del Papa. El Papa (la Santa Sede) reconoce al reino de Italia con Roma como capital así como a la dinastía Saboya.
- Un concordato que define las relaciones civiles y religiosas entre el gobierno y la iglesia en Italia, y que se resume en el lema «Iglesia libre en Estado libre».
- Una convención financiera que proporciona a la Santa Sede una compensación por sus pérdidas en 1870.
A través del concordato, el Papa acordó enviar a los candidatos para el obispado y el arzobispado al gobierno de Italia, requerir a los obispos que jurasen lealtad al Estado de Italia antes de tomar el cargo y prohibir al clero tomar parte en la política. Italia acordó acomodar las leyes sobre el matrimonio y el divorcio a las reglas de la Iglesia Católica Romana y declarar a los miembros del clero exentos de tomar parte en el servicio militar obligatorio. Estos pactos garantizaron a la Iglesia Católica Romana el estatus de iglesia oficial del estado de Italia, así como un poder sustancial en el sistema educativo italiano.
Los pactos fueron revisados en 1984, principalmente para eliminar la religión de estado en Italia.
Características Actuales del Vaticano
– Hoy es un microestado con 44 hectáreas de superficie: los territorios arriba mencionados más algunas basílicas y edificios oficiales.
– Para determinar su población no se sigue el ius soli ni el ius sanguinis, sino el criterio de la residencia permanente por un tiempo.
– La Plaza de San Pedro debe estar abierta al público y a la policía italiana.
– La Guardia Suiza se encarga de la seguridad en el Estado Vaticano.
La soberanía está reconocida en el Pacto de Letrán, y tiene un carácter interno y en el campo internacional: derecho de legación política en Italia y en el contexto internacional.
Su misión es asegurar a la Santa Sede obrar con independencia.
Por el tratado del estado Vaticano deberá ser siempre e incondicionalmente neutral.
– No es miembro de la ONU.
– Hay dos soberanías, la soberanía preexistente en la Santa Sede y la soberanía actual en el estado Vaticano tras Letrán, que tienen un nexo de unión en la figura del Papa. Por ello se puede llegar a poner en duda la naturaleza jurídica del estado Vaticano: si es una unión personal, real, o dos soberanías subordinadas.