Las Elecciones Generales de 1933 y el Cambio Político en España
Las elecciones generales, celebradas a doble vuelta entre noviembre y diciembre de 1933, marcaron un punto de inflexión en la Segunda República Española. Los partidos de izquierda, que habían gobernado durante el Bienio Progresista, se presentaron divididos debido a las discrepancias surgidas durante su gestión. En contraste, las derechas formaron una coalición electoral sólida.
La Coalición de Derechas
Dentro de esta coalición, destacaron tres partidos políticos:
- Partido Radical de Alejandro Lerroux: Un partido republicano conservador, heterogéneo y populista.
- CEDA de José María Gil-Robles: Partido católico y defensor del orden social.
- Renovación Española de José Calvo Sotelo: Partido ultraderechista y monárquico.
Junto a estos, se aglutinaron otros partidos menores como los agrarios (caciques latifundistas) y los fascistas de Falange y Acción Nacional.
Resultados Electorales y Consecuencias
Los resultados dieron una clara victoria a la derecha, reconfigurando el panorama político:
- El PSOE y Esquerra Republicana perdieron la mitad de sus escaños respecto a 1931. Los partidos republicanos de izquierda cercanos a Azaña apenas obtuvieron representación.
- El Partido Radical de Lerroux incrementó notablemente su representación.
- La CEDA se convirtió en el partido mayoritario en las Cortes con 115 escaños.
Este nuevo mapa político trajo consigo importantes consecuencias:
- Los partidos que habían hecho posible la llegada de la II República dejaron de ser mayoría en la cámara.
- La inestabilidad gubernamental fue constante. Entre 1933 y 1936, cuatro presidentes formaron nueve gobiernos radical-cedistas, con una duración media inferior a tres meses. La mayoría de sus acciones se enfocaron en revisar las reformas del periodo azañista, más que en construir un régimen republicano de base conservadora.
- Las Cortes perdieron protagonismo, lo que facilitó que derechas e izquierdas recurrieran a la violencia.
El Bienio Radical-Cedista (1933-1936)
Los Gobiernos Radicales y la Contrarreforma
Los primeros gobiernos de este periodo fueron liderados por los radicales, con Lerroux como presidente, y contaron con el apoyo parlamentario de la CEDA. Esta alianza implementó un programa político durante dos años que consistió en rectificar y suspender algunas de las reformas del periodo de Azaña. Las decisiones más relevantes fueron:
- Ley de Amnistía: Excarcelación de los participantes en el fallido golpe de Estado de agosto de 1932.
- Contrarreforma Agraria: Aumento de indemnizaciones por expropiación, recorte del presupuesto para el asentamiento de campesinos y devolución de propiedades confiscadas.
- Subvenciones al Clero Rural: Contraviniendo la Constitución.
- Ralentización del Programa de Construcción de Escuelas Públicas.
- Nombramiento de generales antiizquierdistas (Fanjul, Mola, Goded, Franco) en puestos clave del Ejército, aprovechando el cargo de Gil Robles como Ministro de Guerra.
- Presentación de un proyecto de reforma constitucional en 1935 para modificar los aspectos más controvertidos del texto de 1931.
Estas medidas agravaron los conflictos sociales y la confrontación entre partidos. Se anularon decisiones de los Jurados Mixtos. Los socialistas respondieron con una huelga en el medio rural andaluz y extremeño en junio de 1934, que se saldó con 13 muertos, 200 heridos y cientos de jornaleros detenidos. La actuación gubernamental también generó tensiones con los nacionalistas, al impugnar reformas de la Generalitat y bloquear las peticiones autonomistas vascas. La situación empeoró con la suspensión del Estatuto de Autonomía de Cataluña tras los sucesos de 1934.
A partir de 1935, Azaña recuperó popularidad. Dentro del gobierno, una parte del Partido Radical, liderada por Diego Martínez Barrio, se escindió formando un nuevo partido al considerar que la política de Lerroux violaba los principios republicanos. Por otro lado, la CEDA consideraba en ocasiones demasiado moderada la rectificación de las reformas.
La Revolución de Asturias de 1934
El acontecimiento más significativo de esta etapa fue la Revolución de Asturias de 1934. Un movimiento insurreccional liderado por socialistas, con el apoyo de la Generalitat, el PCE y la CNT, que se materializó en huelgas e intentos de insurrección, especialmente en Cataluña y Asturias.
La causa desencadenante fue el ingreso de tres ministros de la CEDA en el gobierno (Justicia, Agricultura y Trabajo), interpretado por la izquierda como un paso hacia el conservadurismo. El contexto internacional, con los ascensos de Hitler en Alemania (1933) y Dollfuss en Austria (1935), también generaba temor entre los sectores progresistas.
En octubre de 1934, los socialistas (con el sector más extremista de Largo Caballero al frente del PSOE) se unieron a comunistas y anarquistas para derribar al gobierno mediante una insurrección. La insurrección comenzó el 5 de octubre con una huelga general, paralizando Madrid y Bilbao.