Elecciones de 1936 en España: Resultados y Contexto Político

Resultados de las Elecciones de 1936 en España

Este diagrama de barras, de naturaleza política, representa el número de diputados que obtuvieron las diferentes fuerzas políticas que se presentaron a las elecciones de 1936, las terceras que se celebraron en la Segunda República Española. Se trata de una fuente secundaria.

En la gráfica podemos observar el gran número de formaciones políticas con sus representaciones. Son 13, además de los 19 diputados obtenidos en partidos no especificados.

El PSOE obtuvo la mayor cantidad de diputados, con 99. Le sigue la CEDA con 88 y, por último, Izquierda Republicana con 87. Como se puede comprobar, ningún partido obtuvo la mayoría absoluta, con lo cual el PSOE no pudo gobernar en solitario.

Agrupaciones Políticas

Podemos agrupar estas representaciones en las distintas fuerzas:

  • Izquierdas de coalición (Frente Popular): PSOE, Izquierda Republicana, Unión Republicana, Ezquerra Republicana y PCE. Suman 278 diputados, es decir, mayoría absoluta. Los republicanos, socialistas y comunistas, en conjunto, obtuvieron 162 escaños.
  • Derechas: CEDA, República de Derechas, Bloque Nacional, Lliga, Agrarios y Tradicionalistas. Suman 150 diputados.
  • Centro-derecha: Obtuvieron 16 diputados, a los que podemos añadir los del PNV. Fue un auténtico descalabro para esta coalición.

Contexto Histórico

Esta gráfica se sitúa en la Segunda República (1931-1936), cinco meses antes del estallido de la Guerra Civil (1936-1939). En este contexto encontramos una gran bipolarización, con elecciones celebradas bajo opiniones diferentes y una gran tensión.

Esta bipolarización se debe a las reformas del bienio (1931-1933) que hizo el gobierno de coalición con el fin de modernizar España. Las fuerzas de derecha respondieron con un enorme rechazo. El gobierno radical-cedista en 1933 paralizó las reformas. Además, la entrada al gobierno de la CEDA provocó la Revolución de Octubre. El gobierno radical-cedista endureció sus posiciones, pero los escándalos de corrupción llevaron a la disolución del gobierno y Zamora convocó elecciones.

Análisis de las Fuerzas Políticas

La gráfica representa las diferentes fuerzas políticas de ese momento. Empezaremos explicando las fuerzas de izquierda, que obtuvieron la mayoría absoluta.

Frente Popular

Tras las elecciones convocadas por Zamora, triunfó el Frente Popular, es decir, toda la izquierda unida. Se presentó a las elecciones como una alianza democrática para detener el fascismo. Reunía a republicanos de izquierda, socialistas y comunistas. Querían un programa común reformista: amnistía para los presos del 34, reincorporación de represaliados y una aplicación de la legislación reformista suspendida. Por vez primera, la CNT no pidió la abstención, sino que hubo libertad de voto.

Partidos Republicanos

El republicanismo contaba con apoyos entre las clases medias y la pequeña burguesía. Pequeños partidos como Acción Republicana (Azaña), Partido Radical Socialista (Marcelino Domingo) y ORGA se fundieron en 1936 en Izquierda Republicana. Eran partidarios de alianzas con los socialistas moderados con el objetivo de implantar reformas de raíz para modernizar España. Esquerra Republicana en Cataluña, nacionalista, tenía unos rasgos similares.

Izquierda Obrera

La izquierda obrera contaba con diferentes representaciones:

  • PSOE: De tradición socialdemócrata de origen marxista, con dos corrientes: reformista (Prieto y Besteiro), partidaria de alianzas con los republicanos, y a la izquierda (Largo Caballero) que adoptó posiciones revolucionarias. Tenía implantación en zonas obreras (Asturias, Vizcaya, Madrid) y entre los jornaleros de Castilla-La Mancha, Norte de Andalucía y Extremadura.
  • PCE: Partido Comunista Español (Ibárruri), fiel a la ortodoxia estalinista de la URSS.
  • POUM: Antiestalinista con implantación en Cataluña.
  • CNT: Anarquista, con un millón de afiliados y con dos corrientes: treintistas (Pestaña), de orientación social, y radical, en torno a la FAI (Durruti).

Derecha

Las fuerzas de derecha mantenían una posición ambigua ante la República. Se presentaron desunidas a las elecciones.

  • CEDA: (Confederación Española de Derechas Autónomas, Gil Robles) Coalición de pequeños partidos creada en 1933. Tenía un anteproyecto que recogía la abolición del divorcio y la negación de la posibilidad de expropiación de tierras.
  • República de Derechas: (Zamora) Los únicos fieles a la República.
  • Bloque Nacional: Integrados por Renovación Española, con una posición hostil. Ansiaban un modelo de monarquía autoritaria.
  • Tradicionalistas (carlistas): Mantenían una posición hostil ante la República, con una fuerza militar contra la misma: el Requeté.
  • Agrarios: Estaban en contra de la reforma agraria.

Centro-Derecha

La fuerza de centro-derecha, el Partido Radical de Lerroux, fracasó en estas elecciones. Su republicanismo histórico evolucionó hacia posiciones de derecha. Este partido fue desprestigiado por los escándalos y por su colaboración con la CEDA. Los votos que perdió se repartieron entre la CEDA y República de Izquierda.

Conclusión

El triunfo estuvo muy igualado, un 48% frente a un 46%, pero el sistema electoral favorecía a los ganadores. Se formó un gobierno monocolor republicano, con un apoyo parlamentario del resto de grupos de coalición. Azaña se convirtió en presidente de la República, se puso en marcha el programa reformista, se restableció la Generalitat y hubo una continuación de la reforma agraria. Pero desde el triunfo del Frente Popular, las derechas no estuvieron de acuerdo con la República. Posteriormente, Franco declararía el estado de guerra, daría un golpe de Estado, que finalmente desembocaría en la Guerra Civil Española (1936-1939).

Constitución de 1931: Características y Contexto

Este texto jurídico de naturaleza política es un fragmento de la Constitución de 1931, aprobada por las Cortes constituyentes. Es de carácter público y su intención es regular el funcionamiento político de la República. Se trata de una fuente primaria.

El texto se sitúa en la Segunda República (1931-1936), concretamente en sus inicios, el 9 de diciembre de 1931.

Antecedentes: De la Primera República a la Segunda

La primera experiencia republicana en España fue entre 1873 y 1874. La Primera República española se caracterizó por su corta duración, su inestabilidad y por sus problemas de orden. A esto le sucedió un régimen monárquico, la Restauración, que se caracterizó por su larga duración, su estabilidad y porque a partir de 1898 se plantearon los problemas esenciales de la España del siglo XX (el problema agrario, atraso cultural, cuestión religiosa, problema militar, nacionalismos…).

La “solución” a estos problemas fue la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930). El general Berenguer intentó volver a la Restauración, pero fue imposible debido al desprestigio de los partidos dinásticos, a la impopularidad del monarca por su vinculación con la dictadura y a la firma del Pacto de San Sebastián por parte de las fuerzas antidinásticas a favor de la República.

El 15 de diciembre se reunieron para llevar a cabo una huelga general e incluso hubo un intento de golpe de Estado. Berenguer no dio ni un paso para la vuelta a la normalidad y fue sustituido por Aznar, que convocó elecciones municipales. Las candidaturas republicanas triunfaron en 41 de las 50 capitales de provincia. El 14 de abril, los concejales de Eibar proclamaron la República y a lo largo del día lo hicieron en Valencia, Sevilla, Barcelona, etc. En Madrid, los partidos firmantes del Pacto de San Sebastián constituyeron un gobierno provisional, presidido por Niceto Alcalá Zamora, que proclamó oficialmente la Segunda República española. El Rey Alfonso XIII decidió renunciar a la potestad real y partió hacia el exilio.

El gobierno provisional convocó inmediatamente elecciones a Cortes constituyentes para el día 28 de junio. Las elecciones generales dieron la victoria a la coalición republicano-socialista que obtuvo 250 diputados sobre 464 que componían la Cámara Baja.

Características de la Constitución de 1931

La Constitución de 1931 fue muy avanzada para su tiempo y de carácter democrático y progresista. En los artículos del texto se identifican cuatro rasgos de esta Constitución:

  1. Definición de la República (Artículo 1): “República democrática de trabajadores de todas las clases”. Ilustra la corriente del jacobinismo europeo y un toque socialista. Muestra el concepto de soberanía popular.
  2. Autonomías Regionales (Artículos 12, 8 y 1): Posibilidad de conceder autonomía a algunas regiones, atendiendo a las demandas nacionalistas de autogobierno. El régimen de la Restauración se había negado siempre a esto, a excepción de la Ley de Mancomunidades de 1912 que permitió la creación de la Mancomunidad Catalana, suprimida con la dictadura de Primo de Rivera.
  3. Laicismo (Artículos 3 y 26): Limitación de la influencia de la Iglesia y secularización de la sociedad española, separación Iglesia-Estado, no confesionalidad del Estado, libertad de cultos y supresión del presupuesto de culto y clero. Se completó con la Ley de Congregaciones y la expulsión de los jesuitas. Se aprobó el matrimonio civil, el divorcio y se prohibió la enseñanza a las órdenes religiosas.
  4. Sufragio Universal y Poder Legislativo: Extensión del sufragio universal con la concesión del voto a la mujer, cortes unicamerales y amplios poderes para el legislativo.

Conclusión

No fue una constitución de consenso. Aunque abordó los principales problemas de la España del siglo XX, la derecha nunca la aceptó por el laicismo, la reforma agraria y las cuestiones autonómicas.

El Desarrollismo durante el Franquismo (1959-1973)

El periodo conocido como Desarrollismo (1959-1973) se caracterizó por un boom económico y una rápida industrialización, aproximándose a niveles europeos. Esto se debió a la política económica implementada a través de los Planes de Estabilización y los Planes de Desarrollo, así como a la buena coyuntura económica internacional. Además, la entrada de tecnócratas expertos en economía en el gobierno, que no cuestionaban los fundamentos del franquismo, fue un factor clave. El objetivo era poner fin al intervencionismo estatal, liberalizar la economía española (eliminando organismos estatales interventores y precios oficiales, flexibilizando importaciones y exportaciones), reducir la inflación y facilitar la integración en mercados internacionales. Organismos internacionales como el FMI y la OECE concedieron importantes préstamos.

Efectos Económicos

A partir de 1961, se inició una etapa de expansión económica espectacular. En 1963, el PIB creció un 160% y se observó un notable aumento de la renta per cápita, un crecimiento del consumo y el equilibrio de la balanza de pagos. Aparecieron tres nuevos recursos económicos:

  • Turismo: Facilitado por la devaluación de la peseta.
  • Inversiones extranjeras: Atraídas por los bajos salarios.
  • Emigración: Redujo el paro español e incrementó las divisas.

Los Planes de Desarrollo contribuyeron al auge económico. Hubo tres planes entre 1963 y 1975, siendo López Rodó el comisario de los mismos. El Estado estimulaba al capital privado a invertir mediante subvenciones, créditos o ventajas fiscales. Estos planes promovieron la industrialización, mejorando la productividad, importando tecnología e invirtiendo capital extranjero. Aumentó el peso de la industria de bienes de equipo, y el descenso de precios favoreció las exportaciones. Los líderes fueron la industria química, energética, siderúrgica, construcción naval y automovilística. El sector público tuvo gran importancia, destacando la industria de bienes de equipo (Iberia, Endesa, Campsa…) y las industrias de bienes de consumo (vehículos y electrodomésticos), debido a la mejora salarial y la venta a plazos.

Los focos industriales siguieron siendo Cataluña, País Vasco, Madrid y Asturias, pero surgieron nuevas ciudades industriales como Zaragoza, Pamplona, Valladolid, Vigo, La Coruña, Ferrol, Sevilla, Burgos y Alicante. Sin embargo, se mantuvieron defectos y limitaciones importantes, como la gran dependencia de la inversión extranjera y de la tecnología, la protección por aranceles y la poca competitividad en los mercados exteriores, así como fuertes desequilibrios regionales.

Modernización Agraria

Desde 1960, se buscó la modernización agraria mediante la mecanización del campo, el uso masivo de fertilizantes, el éxodo rural y un fuerte descenso de la población agraria. La diversificación de productos se debió a la mejora del nivel de vida urbano. Se desarrolló la agricultura hortofrutícola en el Mediterráneo, destinada a la exportación. Apareció la industria agroalimentaria y se implementó una política hidráulica para extender los regadíos.

Efectos Sociales

Hubo un fuerte crecimiento demográfico, de 23 a 34 millones, y se pasó a un régimen demográfico moderno, con un descenso de la mortalidad infantil al 8,5 por mil. La natalidad descendió, pero se mantuvo en cuotas altas debido a la política natalista franquista. La esperanza de vida superó los 70 años. La mecanización agraria impulsó un éxodo rural: 4 millones de personas abandonaron el campo, concentrándose en regiones agrarias (Andalucía, Extremadura, Castillas, Galicia) y siendo acogidos en Cataluña, Madrid y País Vasco. Un millón de españoles emigraron a Europa. Estos movimientos acentuaron los desequilibrios regionales y la población urbana creció considerablemente y de forma anárquica, con zonas de chabolismo.

La población activa pasó a ser la propia de una sociedad industrial. El sector primario pasó del 50% al 21% en 1975, y el secundario del 24% al 48%. El desarrollismo trajo una profunda transformación social: una sociedad capitalista industrializada. En 1975, la población era mayormente urbana, había variado la estructura social de clases, se habían modificado sus pautas de conducta, había mejorado el nivel educativo y entró en un proceso de secularización. Se inició el consumo de masas (lavadoras, TV, frigoríficos, automóviles como el 600…). Se introdujo la educación obligatoria hasta los 14 años, lo que disminuyó el analfabetismo, y crecieron los centros de enseñanza secundaria y universitaria.

Los jóvenes salieron al extranjero y entraron nuevas modas. Con la llegada del turismo, se hizo más difícil mantener la rígida moral del nacionalcatolicismo. Se pasó de la familia amplia a la nuclear, y la mujer se incorporó al mundo del trabajo y a los estudios. A nivel religioso, se reivindicó la libertad de pensamiento, disminuyó la práctica religiosa y se tendió al laicismo, por lo que muchos eclesiásticos se renovaron y se alejaron del régimen.

En conclusión, el progreso social perjudicó al franquismo y debilitó sus apoyos sociales. Para las nuevas generaciones que no habían vivido la guerra, el franquismo era anacrónico. El cambio social estimuló un nuevo tipo de oposición.

Consolidación del Régimen

Cuando el franquismo quiso modernizar y renovar su estructura política, sin cambios significativos, ascendió Carrero Blanco, lo que significó el refuerzo de los tecnócratas en 1960. Entraron nuevos ministros tecnócratas como López Bravo y Rodó, o el reformista Fraga. Hubo un nuevo impulso legislativo:

  • Se creó el Tribunal de Orden Público (1963) que asumió los juicios de los delitos políticos.
  • La Ley de Seguridad Social (1967) amplió la cobertura social, aunque con atraso y excepciones.
  • El sindicato vertical, en 1966, celebró las primeras elecciones sindicales con un notable éxito del sindicalismo clandestino (CCOO).
  • La Ley de Prensa de Fraga eliminó la censura, pero se podían imponer multas y sanciones.
  • Se aprobó la Ley de Libertad Religiosa.

En 1967 se aprobó la Ley Orgánica del Estado, sometida a referéndum, que confirmaba los principios del Movimiento Nacional y la institución monárquica, separando la figura del jefe de Estado (Franco) y jefe de Gobierno (Carrero). En 1969, con la Ley de Sucesión, Franco designó a Juan Carlos de Borbón como sucesor con el título de Príncipe de España.

En el terreno internacional, se normalizaron las relaciones, pero siguió vetada la entrada en la CEE. En 1970, se firmó un tratado preferencial con la CEE que redujo los aranceles, favoreciendo las exportaciones europeas. España se vio obligada a conceder la independencia a sus territorios coloniales y, en 1975, lo hizo a su última colonia, el Sáhara Occidental.

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