En que territorios se mantuvo la autoridad del Gobierno de la República cuando se produjo la sublevación militar de 1936?¿Que potencias ayudaron a los republicanos en la guerra?


1.Tras las elecciones municipales del 14 de Abril se proclamó la Segunda República debido a la victoria de los partidarios de un sistema republicano en las principales ciudades. El poder fue asumido por un gobierno provisional encabezado por el republicano Niceto Alcalá Zamora, y del que formaban parte una amplia representación de los partidos políticos que habían firmado el pacto de San Sebastián, destacando a Miguel Maura en los católicos moderados, Manuel Azaña de Alianza Republicana o Alejandro Lerroux del partido Radical. Una de las primeras medidas del nuevo gobierno fue la celebración de unas nuevas elecciones generales en las que debían elegirse diputados a Cortes. Sin embargo, la República tuvo que hacer frente a la hostilidad de la alta jerarquía eclesiástica y de los sectores monárquicos, la proclamación de la República catalana independiente por Francesc Maciá, actos violentos y anticlericales y la situación internacional debido a la crisis del 29 y al ascenso de los sistemas totalitarios en Europa. Las elecciones para elegir diputados a Cortes, celebradas el 28 de Junio de 1931, dieron victoria a las fuerzas republicanas de izquierda, siendo el PSOE el partido más votado, junto con el Partido Radical de Lerroux. De esta manera, unos días después, se formó el primer gobierno republicano, formado por republicanos de izquierda y socialistas, con Manuel Azaña como presidente. El nuevo gobierno elaboró una nueva Constitución, aprobada el 9 de Diciembre de 1931, para realizar una profunda transformación. ——
2.Los graves sucesos de Casas Viejas de Enero de 1933 restaron prestigio y apoyo popular al gobierno de Manuel Azaña que acabó dimitiendo en Septiembre de 1933. El presidente de la República, Alcalá Zamora, disolvíó las Cortes y se convocaron elecciones para Noviembre de ese año. Estas supusieron un vuelco político, siendo el partido más votado la CEDA que estaba liderada por Gil Robles, seguida por el Partido Radical, dirigido por Lerroux. Pese al triunfo de la CEDA, el presidente de la República encargó la formación de gobierno al Partido Radical, que gobernó en minoría junto con el apoyo de la CEDA para dar estabilidad al gobierno. Lerroux tuvo que aceptar una serie de medidas para que la CEDA se uniera, entre las que destacaron la paralización de la reforma agraria con la devolución de las tierras a sus antiguos propietarios, la promulgación de la Ley de amnistía, que favorecíó a los militares implicados en el Golpe de Estado dirigido por el general Sanjurjo en 1932, y la proyección de una reforma constitucional en 1935, que dio un giro conservador a la Constitución de 1931. Asimismo, el 4 de Octubre de 1934, Lerroux hizo un cambio de gobierno dando entrada a tres ministros de la CEDA. Dicha acción provocó el temor de las fuerzas de izquierda a la radicalización del gobierno. Al día siguiente, la UGT convocó una huelga general, y el PSOE, Esquerra Republicana de Cataluña y los anarquistas se sublevaron en contra del gobierno. No obstante, la huelga y la insurrección fueron un fracaso en la mayor parte de España por la intervención del ejército y de la Guardia Civil, y por un menor apoyo popular del esperado. Solo en Cataluña la huelga desarrolló un carácter nacionalista, y en Asturias adquiríó cierta importancia.


El nuevo gobierno elaboró una nueva Constitución, aprobada el 9/12/1931, para realizar una profunda transformación. Sus principales contenidos fueron la integridad de España aunque admitía autonomías regionales, la marcada división de poderes, la creación de un Tribunal de Garantías Constitucionales, la declaración de libertades y derechos, el sufragio universal, incluyendo a las mujeres, la fomentación de la enseñanza y la cultura y la declaración del Estado laico. A partir de dicha Constitución, se inició el Bienio Reformista (1931-1933)
en el que se emprendíó una serie de reformas para transformar la sociedad española. En el ámbito laboral, se fijó un salario mínimo, se amplió el número de Jurados Mixtos para solucionar problemas laborales y se obligó el cultivo de las tierras. A nivel educativo, el gobierno se propuso acabar con el analfabetismo y el retraso cultural, promoviendo la enseñanza obligatoria, pública y laica, principalmente. Militarmente, el presidente del gobierno, Manuel Azaña asumíó el Ministerio de Guerra, se impulsó una ley para reducir el número de oficiales y se creó la Guardia de Asalto, una fuerza de orden público afín a la República para contrarrestar el papel del ejército y de la Guardia Civil. La reforma agraria fue la de mayor magnitud, en la que se aprobó la ley de Reforma Agraria con la oposición de los terratenientes y de la nobleza. Sin embargo, en 1933, las tierras expropiadas y repartidas eran insuficientes para los campesinos, por lo que recurrieron a la ocupación ilegal. En el ámbito religioso, se arrebató la enseñanza a la Iglesia y se ordenó la retirada de la simbología religiosa de colegios y edificios públicos. Asimismo, reconocida la posibilidad de autonomías, durante el bienio únicamente se formalizó el Estatuto de Cataluña. Por su parte, la oposición al gobierno republicano-socialista aumentó. Las fuerzas de derecha estaban representadas por los monárquicos, agrupados en la Renovación Española, dirigida por José Calvo Sotelo, y los conservadores, partidarios de una República conservadora, que fundaron la coalición CEDA, dirigida por Gil Robles. Surgieron también varios partidos de inspiración fascista, donde destacó Falange Española, fundada por José Antonio Primo de Rivera, y la JONS. Por otro lado, la oposición de izquierdas estaba representada por los anarquistas, agrupados en la Federación Anarquista Ibérica (FAI) y en su sindicato CNT, participaron activamente en huelgas y en la ocupación de tierras. El suceso más grave ocurríó en Casas Viejas (Cádiz) en Enero de 1933, donde unos campesinos ocuparon tierras y fueron duramente reprimidos por la Guardia de Asalto. Estos sucesos restaron prestigio y apoyo popular al gobierno de Manuel Azaña. Por último, las maniobras políticas del Partido Radical de Lerroux acabaron echando a los socialistas del poder, por lo que Manuel Azaña dimitíó en Septiembre de 1933. Por su parte, el presidente de la República disolvíó las Cortes y se convocaron elecciones para Noviembre.  


La Guerra Civil (18/7/1936 – 1/4/1939) fue consecuencia de la polarización social y de la radicalización política que se fue produciendo en España durante la Segunda República. La guerra se inició con una sublevación militar de una parte del ejército, que contó con el apoyo económico y armamentístico de los regíMenes totalitarios de Italia y Alemania.  El conflicto fue considerado como prólogo de la Segunda Guerra Mundial, al ser el primer enfrentamiento armado entre las tres ideologías dominantes en Europa: el fascismo, el comunismo y las democracias parlamentarias. De esta manera, el conflicto acabó teniendo una dimensión internacional por las simpatías y por los apoyos de intervención directa con los que contaron ambos bandos. Desde un primer momento, los militares sublevados contaron con el apoyo de los regíMenes totalitarios de Italia, Alemania y Portugal, y del Vaticano. La contribución de la marina italiana fue trasladar al ejército franquista desde África, y la Alemania nazi de Hitler envió apoyo aéreo por medio de la Legión Cóndor, dándole al bando sublevado el dominio del aire. Por su parte, el Vaticano reconocíó en Julio de 1937 el nuevo Régimen franquista, lo que tuvo un gran valor simbólico para los sublevados. Por otro lado, la República esperaba contar con el apoyo de las democracias occidentales (Francia y Gran Bretaña), pero su actitud fue pasiva ante el temor de desencadenar un nuevo conflicto europeo, creándose únicamente un Comité de no intervención para mantener la neutralidad. Los únicos países que apoyaron abiertamente a la República fueron México y la Uníón Soviética, que proporciónó material de guerra y formación militar a cambio del oro del Banco de España. Por último, las Brigadas Internacionales fueron un cuerpo de voluntarios antifascistas de diversas nacionalidades que combatieron a favor de la República. —


2. Las desavenencias en el gobierno de coalición y la radicalización social condujeron a la polarización política. Por su parte, las fuerzas de izquierda decidieron también concentrar sus fuerzas creando el Frente Popular, que agrupaba a republicanos de izquierda, socialistas, comunistas y posteriormente anarquistas. Bajo este contexto, se convocaron nuevas elecciones para Febrero de 1936. Aunque las fuerzas de centro y derecha triunfaron en las zonas rurales, el Frente Popular lo hizo en más circunscripciones y obtuvo mayoría absoluta. El primer gobierno que se formó estuvo integrado exclusivamente por republicanos, con Manuel Azaña como presidente del gobierno nuevamente, reiniciando la política de reformas de la primera etapa y otorgando una amplia amnistía para los encarcelados por la revolución de Octubre de 1934. El clima político estaba cada vez más enrarecido. Desde Marzo de 1936, un grupo de generales, dirigidos por Emilio Mola, empezó a preparar un golpe militar contra el gobierno del Frente Popular. El gobierno decidíó aislarlos, enviándolos a destinos apartados. Sin embargo, los asesinatos José del Castillo y  José Calvo Sotelo, avivaron la conflictividad. La noche del 17 al 18 de Julio se materializó la sublevación militar, que dio lugar a un Golpe de Estado. Daba comienzo así la Guerra Civil española. 


En la primera etapa (Julio de 1936-Marzo de 1937), el fracaso de la sublevación militar en Madrid convirtió a la capital en el principal objetivo de los militares golpistas. Franco fue trasladando el ejército de África a la península con la ayuda de la marina italiana y de la aviación alemana. Su plan fue crear un corredor por Extremadura para unir los ejércitos del norte y de África y crear una tenaza sobre Madrid. Una vez conquistado Badajoz, Franco se dirigíó a Toledo para liberar a los sublevados apresados en el alcázar. Por su parte, el gobierno republicano formó una Junta de Defensa para proteger Madrid. Ante el fracaso de los sublevados en la toma de Madrid en las batallas del Jarama y de Guadalajara, cambiaron su estrategia, por lo que Franco se centró en la cornisa cantábrica, iniciándose la segunda etapa (Abril de 1937-Noviembre de 1938). La campaña del norte consolidó el liderazgo de Franco sobre las fuerzas nacionales, aunque ya había sido nombrado general en jefe de los ejércitos (Generalísimo) y Jefe del Estado Nacional. Las fuerzas franquistas contaron con el apoyo de la Legión Cóndor, destacando el bombardeo de Guernica. Por su parte, los republicanos intentaron fallidamente la contraofensiva en el frente de Madrid en la batalla de Brunete. Con Madrid sitiado y el norte conquistado, el siguiente objetivo de las fuerzas franquistas fue dividir el territorio republicano, aislando a Cataluña. Los republicanos reconquistaron Teruel y lanzaron una ofensiva fallida que se convirtió en la batalla más dura de la guerra: la batalla del Ebro (Julio-Noviembre de 1938), sentenciando así la República. Por último, en la tercera etapa (Noviembre de 1938-1 de Abril de 1939), Franco dividíó las zonas republicanas y lanzó la ofensiva sobre Cataluña, provocando la huida de miles de republicanos hacia Francia, entre ellos los presidentes del gobierno, Juan Negrín, y de la República, Manuel Azaña. Además, publicó la Ley de Responsabilidades Políticas (9/2/1939) que castigaba todos los delitos cometidos “contra la patria” desde 1934.  La descomposición interna del bando republicano entre los partidarios de negociar una rendición y los defensores de continuar la guerra, precipitó la rendición incondicional de la República el 1 de Abril de 1939. El Estado quedó dividido en dos zonas: la republicana y la sublevada 

Las consecuencias de la guerra fueron trágicas. En cuanto a la demografía, el número de muertos se situó entre 350.000 y medio millón, donde destacaron sucesos como los de Badajoz, el asesinato de Lorca o de José Antonio Primo de Rivera y los fusilamientos. La guerra también supuso el exilio de más de medio millón de españoles a Francia y México, principalmente, y el descenso del índice de natalidad. Económicamente, se produjo la reducción de la población agraria e industrial, además del endeudamiento del Estado, provocando un retroceso del nivel de vida, con una dura posguerra que obligó al racionamiento. Por último, se produjo un gran retroceso cultural y científico dado que muchos intelectuales, artistas y científicos se exiliaron, mientras que los que se quedaron fueron sometidos a represalias y a la censura.

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