España a Inicios del Siglo XIX: De la Guerra de Independencia a las Cortes de Cádiz y el Reinado de Fernando VII

La Guerra de Independencia: Antecedentes, Causas, Bandos y Fases

Antecedentes y Causas

A finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, bajo el reinado de Carlos IV (1788-1808), España atravesaba una crisis de subsistencia debido a la falta de suministros que provocó hambrunas. Durante este periodo, destacó la figura del ministro Godoy, el valido más importante de Carlos IV y su mano derecha. Se sucedieron varios conflictos, como la Guerra de Convención contra Francia, que estalló cuando Carlos IV rompió relaciones con el país vecino para evitar la propagación de los ideales liberales surgidos tras la Revolución Francesa en 1789. A esto se sumaron la derrota de España contra Inglaterra en la Batalla de Trafalgar y las conspiraciones contra el monarca, incluso por parte de su propio hijo, Fernando.

Desarrollo del Conflicto

En 1807, Carlos IV firmó el Tratado de Fontainebleau con Napoleón, permitiendo el paso de las tropas francesas por España para conquistar Portugal. La población, temiendo una invasión, se rebeló contra las tropas francesas. Carlos IV y Godoy intentaron huir, pero en 1808 se produjo el Motín de Aranjuez, que forzó a Carlos a abdicar en favor de su hijo Fernando. Napoleón convocó a ambos a Bayona y los obligó a renunciar al trono. En las Abdicaciones de Bayona, Napoleón nombró rey a su hermano, José I (1808-1813).

El 2 de mayo de 1808, un levantamiento popular en Madrid contra los franceses fue brutalmente reprimido por el general Murat, dando lugar a los Fusilamientos del 2 de Mayo. Este evento marcó el inicio de la Guerra de Independencia. El duque de Wellington, al mando de tropas británicas, apoyó a las fuerzas españolas en la Batalla de Bailén, que resultó en una victoria angloespañola. Napoleón llegó para dirigir la ofensiva, y entre 1809 y 1812, Francia venció en la Batalla de Ocaña, alcanzando su máxima expansión. Durante este periodo, surgieron las guerrillas españolas, formadas por civiles armados.

En 1812, Napoleón retiró tropas de España para su campaña en Rusia, lo que debilitó a su ejército. Entre 1813 y 1814, el ejército angloespañol infligió una serie de derrotas a los franceses en las batallas de Arapiles, Vitoria y San Marcial. En 1813, se firmó el Tratado de Valençay, por el cual José I abdicó en favor de Fernando VII. En 1814, las últimas tropas francesas abandonaron el territorio español.

Consecuencias y Bandos

Durante el reinado de José I, se promulgó el Estatuto de Bayona (1808), que concentraba gran parte del poder en el rey, pero reconocía ciertas libertades y derechos ciudadanos. Se formaron dos grupos ideológicos: los patriotas, opuestos a los franceses y divididos en absolutistas y liberales, ambos partidarios de Fernando VII; y los afrancesados, que apoyaban las reformas de José I. Se crearon Juntas locales y provinciales para gobernar las zonas no ocupadas o que no acataban las normas francesas. En septiembre de 1808, estas juntas se unieron en la Junta Central Suprema, presidida inicialmente por Floridablanca y compuesta por absolutistas y liberales, así como por nobles, clero, burguesía, clases medias y profesiones liberales. La Junta Central Suprema convocó a unas Cortes en Cádiz en 1810, ciudad bien protegida y no ocupada por los franceses. En estas Cortes, se impuso el pensamiento liberal, se aprobaron leyes liberales y se promulgó la Constitución de 1812.

Las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812

En el contexto de la Guerra de Independencia, se crearon las juntas locales y provinciales en los territorios no ocupados por los franceses o que no acataban sus normas. Estas se fusionaron en septiembre de 1808 en la Junta Central Suprema, dirigida inicialmente por Floridablanca. La Junta Central Suprema convocó unas Cortes en Cádiz en 1810, una ciudad muy protegida y no controlada por los franceses. Estas Cortes estaban compuestas, desde un punto de vista ideológico, por absolutistas y liberales, y desde un punto de vista social, por nobles, clero, burguesía, clases medias y profesiones liberales. En estas Cortes se impuso el pensamiento liberal y se aprobaron medidas como:

  • Reconocimiento de la soberanía nacional: el poder residía en la nación.
  • Reconocimiento de libertades como la libertad de imprenta, libertad de comercio, libertad industrial, entre otras.
  • Abolición de los gremios.
  • Supresión de la Inquisición.
  • Supresión de los señoríos jurisdiccionales.
  • Igualdad jurídica: todas las leyes eran iguales para todos.
  • Supresión de los privilegios e igualdad impositiva: todos pagaban impuestos.
  • Abolición de la tortura.
  • Desamortización de bienes.

La principal obra de las Cortes de Cádiz fue la redacción de la Constitución de 1812, promulgada el 19 de marzo, en la que participaron diputados liberales como Argüelles. En la Constitución de 1812 se reflejaba:

  • España se definía como una monarquía moderada hereditaria.
  • Soberanía nacional: según esta constitución, la nación española estaba compuesta por los habitantes de ambos hemisferios, es decir, todo el imperio.
  • Separación de poderes: el poder ejecutivo recaía en el rey, el poder legislativo en unas Cortes unicamerales formadas por diputados elegidos mediante sufragio universal masculino indirecto, y el poder judicial en los tribunales con poder independiente.
  • Igualdad jurídica.
  • Igualdad impositiva: todos los españoles debían pagar impuestos en proporción a sus propiedades.
  • Reconocimiento de amplias libertades y derechos, aunque no se reconocía la libertad religiosa. España se declaraba católica para mantener la unidad frente a la lucha contra los franceses.

Esta Constitución estuvo en vigor hasta 1814, cuando Fernando VII la abolió por el momento.

El Reinado de Fernando VII: Liberalismo frente a Absolutismo y el Proceso de Independencia de las Colonias Americanas

Por el Tratado de Valençay, José I abdicó y Fernando VII (1814-1833) fue coronado rey. Al llegar a España, Fernando VII recibió por parte de los absolutistas el denominado Manifiesto de los Persas, que instaba al monarca a implantar una monarquía absolutista. Con el Decreto de Valencia, suprimió las Cortes y las medidas aprobadas en ellas, incluyendo la Constitución de 1812.

Sexenio Absolutista (1814-1820)

Comenzó el Sexenio Absolutista (1814-1820), caracterizado por la persecución de afrancesados y, sobre todo, de liberales. Durante este periodo, se restableció la Inquisición, se paralizaron las desamortizaciones y, a pesar de la crisis económica, no se realizó ninguna reforma. Se produjeron pronunciamientos liberales, como los del general Díaz Porlier y el general Espoz y Mina, que fracasaron. Sin embargo, el pronunciamiento del teniente coronel Riego en 1820 triunfó, y Fernando VII se vio obligado a acatar las órdenes liberales.

Trienio Liberal (1820-1823)

Comenzó el Trienio Liberal (1820-1823), periodo en el que se volvió a implantar la Constitución de 1812, se reconocieron algunas libertades y derechos, se suprimió la Inquisición y se restablecieron las desamortizaciones. Los liberales se dividieron entre moderados y exaltados (progresistas), con gobiernos de una y otra tendencia. La Santa Alianza, tras el Congreso de Verona (1822), envió a un ejército, los “Cien Mil Hijos de San Luis”, para restablecer el absolutismo en España. Estos acabaron con los liberales en 1823.

Década Ominosa (1823-1833)

Fernando VII retomó el poder y comenzó la Década Ominosa (1823-1833). Se volvió a suprimir la Constitución, se eliminaron las libertades y derechos, y se persiguió a los liberales mediante la Superintendencia de Policía y las Juntas de Fe. Se paralizaron las desamortizaciones. Se realizaron reformas políticas, como la creación del Consejo de Ministros, y reformas económicas con Ballesteros, como reformas en la Hacienda, el nuevo Código de Comercio, el Banco de San Fernando (futuro Banco de España) y la creación de la Bolsa.

En esta época, se opusieron a Fernando VII tanto los liberales como los absolutistas más radicales, entre ellos su hermano Carlos María Isidro, que protagonizaron levantamientos como la Guerra de los Agraviados (Malcontents). En 1830, la esposa de Fernando VII se quedó embarazada. Con la Pragmática Sanción, Fernando VII abolió la Ley Sálica, permitiendo que su hija pudiera reinar. Fernando VII cayó enfermo y fue obligado a derogar la Pragmática Sanción, pero en 1832 se recuperó y la volvió a implantar. En 1833, Fernando VII murió y su sucesora fue su hija Isabel. Ante su minoría de edad, comenzó la Regencia de María Cristina.

La Independencia de las Colonias Americanas

La independencia de las colonias españolas en América fue causada por la situación española (cuando comenzó el proceso, España estaba en plena Guerra de Independencia), la llegada de los ideales liberales, la independencia de Estados Unidos y la Revolución Francesa, las reformas de los Borbones en el siglo XVIII, que buscaban aumentar su control, y la acción de los criollos (descendientes de conquistadores), que impulsaron los levantamientos. Hubo dos líderes principales: Simón Bolívar en el norte de Sudamérica y José San Martín en la parte meridional. En 1824, la Batalla de Ayacucho significó la derrota española, considerada una de las batallas más importantes del proceso. Prácticamente todas las colonias se independizaron, quedando en manos españolas solo Cuba y Puerto Rico.

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