REINADO DE ALFONSO XIII Y CRISIS DEL SISTEMA CANOVISTA
1. Crisis en el sistema canovista
A principios del siglo XX, el sistema de la Restauración en España entró en una profunda crisis. Se consideraba necesaria la regeneración de la sociedad, la economía, la educación y el sistema político.
En los primeros años, el Regeneracionismo era un tema cultivado por políticos, economistas, intelectuales, eclesiásticos y la generación del 98, todos interesados en el cambio y la modernización de España.
El sistema canovista, basado en el turnismo entre conservadores y liberales, entró en un proceso de deterioro desde 1898. La crisis se volvió irreversible al afectar al propio turnismo. Los problemas incluyeron divisiones internas, la desaparición de líderes históricos como Cánovas, Sagasta y Silvela, y la carencia de contenidos doctrinales sólidos en los partidos.
La alternancia bipartidista pudo mantenerse durante un tiempo gracias a figuras como Maura y Canalejas, pero la muerte política del primero en 1909 dificultó la estabilidad. Los políticos que les siguieron carecían de la talla necesaria y dividieron los partidos en facciones enfrentadas.
Para continuar con el turnismo, se recurrió a los gobiernos de gestión (que incorporaban personalidades preparadas para resolver problemas específicos) y a los gobiernos de concentración (integrados por personalidades de los principales partidos). Sin embargo, ni unos ni otros lograron salvar el sistema.
1.2. Papel de Alfonso XIII
Alfonso XIII mantuvo dos rasgos a lo largo de su reinado: el gusto por la política activa, ejercitando las funciones que la Constitución le permitía, y la tendencia a afirmarse como jefe supremo del ejército.
El monarca dejó de ser un elemento pasivo del mecanismo constitucional y pasó a desempeñar un papel relevante en la escena política. Sin embargo, los avatares políticos le impidieron desarrollar una monarquía catalizadora de tensiones políticas. Al contrario, al ejercitar sus poderes constitucionales, contribuyó a la erosión de la monarquía.
2. Guerra de Marruecos
2.1. Intereses españoles
- Estratégicos: Estar presente en la otra orilla del Mediterráneo para salvaguardar las espaldas y evitar que otras potencias occidentales decidieran el destino de Marruecos.
- Económicos: Explotar los recursos mineros de las montañas del Rif y realizar inversiones en la construcción de ferrocarriles.
- Política de prestigio: La expansión en Marruecos ayudaba a recuperar el prestigio perdido en 1898. La Iglesia vio un campo de evangelización.
Otras potencias europeas también tenían intereses en Marruecos. Francia buscaba asegurar su posición en Túnez. Gran Bretaña quería salvaguardar su dominio en el estrecho de Gibraltar. Alemania aspiraba a ventajas económicas y territoriales en África. Esto generó un choque de intereses.
2.2. Creación del protectorado
España salió favorecida por la rivalidad entre Francia y Alemania. La Conferencia de Algeciras de 1906 y el Tratado Hispano-Francés resultaron en la división de Marruecos en dos protectorados: uno francés al sur, más extenso y rico, y otro español al norte, más pobre y reducido.
Para legitimar su mandato, España creó la figura del jalifa, representante del sultán, y nombró un alto comisario militar para organizar la administración. Sin embargo, el dominio español no fue fácil. Las cabilas del Rif, rebeldes al sultán, se sublevaron e involucraron al ejército español en una guerra de guerrillas.
La orografía de la zona dificultó las operaciones militares y puso de manifiesto la impotencia española para doblegar a los rebeldes. Surgieron caudillos indígenas como Abd-el-Krim.
La ocupación del protectorado fue larga, costosa y llena de contratiempos. Se llevaron a cabo varias campañas sucesivas:
- 1903-1910: Operaciones en torno a Melilla para afianzar la seguridad de la plaza de soberanía.
- 1911-1912: Ocupaciones limitadas, como Larache y Alcazarquivir.
- 1912-1927: Ocupación sistemática del protectorado. Se reorganizó el ejército con la creación de los Regulares Indígenas y la Legión Extranjera. Se inició una política ambiciosa con objetivos como la toma de Tetuán y Xauen. Se planeó avanzar progresivamente desde Melilla y Ceuta para unir los territorios. Sin embargo, la ejecución del plan fue deficiente. El general Berenguer venció a las huestes de al-Raisuni en el oeste, pero el general Fernández Silvestre fue derrotado en su intento de conquistar Alhucemas, perdiendo también la guarnición de Monte Arruit.
2.2. Implicaciones sociopolíticas
Las consecuencias sociales, políticas y económicas de la guerra fueron:
- La sangría de hombres y dinero convirtió la guerra en impopular y minó el prestigio del ejército. Se sucedieron protestas y disturbios, como la Semana Trágica de Barcelona. Los partidos de izquierda y algunos escritores criticaron el carácter colonial de la guerra.
- Las expectativas económicas no se cumplieron. Los escasos recursos agrícolas, las dificultades de extracción y comunicación, y la inseguridad hicieron que las inversiones fueran poco rentables.
- Desde el punto de vista político, los fracasos afectaron a los gobiernos, al general Berenguer y al propio rey, a quien se acusó de haber alentado al general Silvestre. Todo ello propició la llegada de la dictadura de Primo de Rivera.
3. Principales problemas del reinado de Alfonso XIII
3.1. Cuestión constitucional
Para adecuar la Constitución de 1876 a la nueva realidad social, se consideraba necesario reformarla profundamente. Entre los problemas que surgieron al final del régimen, se encontraba la cuestión religiosa.
Problema religioso
El problema religioso surgió como consecuencia del antagonismo entre el anticlericalismo y el clericalismo. El Partido Liberal abrazó el anticlericalismo. Se sucedieron hechos lamentables, como los escándalos en el estreno del drama Electra o las agresiones a obispos y sacerdotes.
El choque fue especialmente virulento porque la oleada de descristianización tuvo resistencia por parte de la jerarquía de la Iglesia y amplios sectores de la burguesía y las clases medias.
Cuestión militar
El ejército estuvo sometido a duras críticas desde el desastre del 98. Necesitaba una reforma que lo hiciera más operativo, ya que su excesivo cuadro de mandos absorbía la mayor parte del presupuesto en sueldos e imposibilitaba la modernización del material de guerra.
La guerra de Marruecos puso de manifiesto y agravó estos defectos. Arreciaron las críticas y las peticiones de responsabilidades ante los fracasos. Los militares se aislaron del resto de la sociedad.
Ante los problemas internos y externos, se crearon las Juntas de Defensa como órgano de presión en la política. Empezaba a resquebrajarse la armonía conseguida por Cánovas y Alfonso XII entre el civilismo y el militarismo.
El movimiento obrero fue un problema permanente, que desembocó en la huelga general de la crisis de 1917. Hubo huelgas y violencia protagonizadas por grupos anarquistas.
El sindicato socialista ganaba posiciones, y el anarquista alcanzó gran extensión en Andalucía y Cataluña. El PSOE seguía fiel a su vocación republicana y adoptó una actitud ambigua con el régimen monárquico.
Como consecuencia de la Revolución rusa de 1917, el PSOE vio la posibilidad de adherirse a la III Internacional. El informe fue negativo, pero no se pudo impedir la separación de los que sostenían un criterio favorable, surgiendo así el Partido Comunista Español.
Para resolver estos problemas, los gobiernos adoptaron medidas como el descanso dominical y la regulación del derecho de huelga.
3.2. Intentos de reforma
? Sivela y Maura (1902?1909)
Comienzo del reinado de Alfonso XIII, los intentos de regeneración del gobierno de Francisco Sivela son
abortados por la incompatibilidad entre los ministros: general Polavieja (ministro de guerra) deseoso de
reformas, y el ministro Fernández Villaverde (hacienda) partidario de introducir severas economías en
presupuestos del Estado. Programa de Polavieja resultó imposible de realizar, por lo que hubo de presentar la
dimisión, Silvela se retira defraudado de la política. Surge la figura del Partido Conservador, Antonio Maura,
inicia programa de renovación interna. Gobernó en dos ocasiones, 1903?1904 y 1907?1909.
Idea fundamental consistía en resolver el problema político mediante una revolución desde arriba realizando
reforma sustancial del Estado.
Afrontó dos problemas fundamentales: práctica inmoral del caciquismo y el regionalismo. Para ello, concibió
la Ley de Administración Local, que concedía amplias cotas de autonomía al regionalismo catalán.
? Semana Trágica de Barcelona, consecuencias
Estallido de la semana Trágica de Barcelona provocó la caída de Maura. Laa protesta por la movilización
desembocó en insurrección social en Barcelona: anónimos de las masas enardecidos por la propaganda del
líder del Partido Republicano Radical, y por el anarquismo revolucionario.
Barcelona vivió días de terror. La represión fue dura y el cabecilla anarquista fue fusilado, acusado de
intervenir en los actos. Hecho que levantó una oleada de protestas en el extranjero y en España (¡Maura, no!),
hasta que Maura dimitió y, para su sorpresa, el rey aceptó su dimisión.
Se produjo escisión entre el Partido Liberal y Maura, que consideró roto el compromiso del turnismo. Postura
que fragmentaría su propio partido en dos facciones: sus seguidores, mauristas; y los seguidores de Eduardo
Dato, daistas.
? Canalejas (1910?1912)
Realizó un intento de regenerar al país. Para ello:
* Estableció un impuesto sobre las rentas urbanas, especialmente a los ricos.
* Afrontó el problema clerical con la Ley del Candado que prohibía la entrada de nuevas órdenes religiosas.
* Importante actuación en el problema de Marruecos, ocupando Arcila, Larache y Alcazarquivir.
* Atajó la huelga general ferroviaria de 1912 militarizando huelguistas y distinguiendo huelga reivindicativa
de huelga revolucionaria.
* Dio importantes pasos en el problema regionalista con el Proyecto de Mancomunidad.
Cuando se anunciaba un esperanzador turnismo Maura?Canalejas, todo se vino abajo con el asesinato del
último por un anarquista en noviembre de 1912.
4. Crisis de 1917 y descomposición de la Restauración.
A dificultades por la fragmentación de los partidos y por falta de personalidades de relieve, se suma la
Primera Guerra Mundial.
Neutralidad de España favoreció grandes negocios, pero provocó alza de los precios, con el consiguiente
deterioro y descontento de clases medias y trabajadoras. Revolución rusa de 1917 enalteció ánimos del
proletariado español.
Crisis de 1917 se manifestó de dos formas: convocatoria de una Asamblea de Parlamentarios y la huelga
general.
Asamblea de Parlamentarios logró aglutinar fuerzas como las Juntas de Defensa militares, tendencias
regionalistas, republicanismo y socialismo. En junio se reunieron en Barcelona 80 diputados, sin
consentimiento del Gobierno con intenciones de elaborar una nueva constitución adaptada a las realidades del
país, fracasaron en el intento.
Mientras, se producía la primera huelga general en España. La revolución se extendió por Andalucía, Madrid,
Asturias, País Vasco y, sobre todo, Barcelona. Intervención militar fue durísima, huelga se saldó con 60
muertos y líderes condenados a 30 años de cárcel.
Huelga daría al traste con esfuerzos realizados por Asamblea de Parlamentarios para solucionar el turnismo; y
frustró la posibilidad de integrar a la izquierda social y no dinástica en la Restauración.
Única salida la formación de un gobierno de concentración nacional, presidido por Maura e integrado por
miembros de los partidos dinásticos. Incompatibilidad de personalidades hizo que este gobierno se deshiciera
al finales de 1918. Desde entonces hasta finales de 1923, los gobiernos se suceden (13 cambios) pero ninguo
aporta soluciones a los problemas (guerra de Marruecos, rebeldía de Juntas de Defensa, sublevaciones
militares, demanda autonómicas de catalanes y vascos, y carestía de los precios y el paro) Sistema canovista
entra en crisis total.
TEMA 12
REINADO DE ALFONSO XIII Y CRISIS DEL SISTEMA CANOVISTA
1. Crisis en el sistema canovista
A principios del s.XX, sistema de la Restauración en crisis. Se considera la necesidad de regenerar la
sociedad, economía, educación y sistema político.
Primeros años el Regeneracionismo era tema cultivado por todos: políticos, economistas, intelectuales,
eclesiásticos y la gen. del 98; interesados en el cambio y la modernización de España.
Sistema canovista entró en proceso de deterioro desde 1898, crisis irreversible al afectar al turnismo entre
conservadores y liberales. Problemas: divisiones internas, desaparición de prohombres; muerte de Cánovas,
Sagasti y Silvela; pero factor más importante de la crisis fue la carencia de contenidos doctrinales de los
partidos.
La alternancia bipardista pudo hacerse durante un tiempo gracias a Maura y Canalejas, pero lo impediría la
muerte política del primero en 1909. Políticos que les siguieron carecían de talla necesaria y dividieron
partidos en facciones encontradas.
Para continuar el turnismo, se ha de recurrir a los gobiernos de gestión (incorporaban personalidades
preparadas para resolver problemas) y a los gobiernos de concentración (integrados por personalidades de los
principales partidos. Pero ni unos ni otros salvan el sistema.
1.2. Papel de Alfonso XIII
Mantiene dos rasgos a lo largo de su reinado: el gusto por la política activa, ejercitando las funciones que la
Constitución le permitía; y la tendencia a afirmarse como jefe supremo del ejército.
El monarca dejó de ser elemento pasivo del mecanismo constitucional y pasó a desempeñar un papel relevante
en la escena política. Los avatares políticos le impedirían desarrollar una monarquía catalizadora de tensiones
políticas; al contrario, al ejercitar sus poderes constitucionales, no pudo evitar la erosión que ello comportaba
para la monarquía.
2. Guerra de Marruecos
2.1. Intereses españoles
? Estratégicos: se trataba de estar presente en la otra orilla del Mediterráneo, para salvaguardar las espaldas y
evitar que potencias occidentales decidieran el destino de Marruecos.
? Económicos: para explotar los recursos mineros de las montañas del Rif y era rentable realizar inversiones
en la construcción de ferrocarriles.
? Política de prestigio: la expansión en Marruecos ayudaba a recuperar el prestigio perdido en 1898. La
Iglesia vio un campo de evangelización.
Otras potencias europeas tenían intereses. Francia para estar presente en este espacio estratégico y asegurar su
posición en Túnez; Gran Bretaña para salvaguardar su dominio en el estrecho de Gibraltar y Alemania quería
ventajas económicas y territoriales en África. Había un choque de intereses.
2.2. Creación del protectorado
España salió favorecida por la rivalidad entre Francia y Alemania. La búsqueda de soluciones, la conferencia
de Algeciras de 1906 y el Tratado Hispano?francés dieron como resultado la decisión de Marruecos en dos
protectorados: al sur, más extenso y rico, a Francia; otro al norte, más pobre y reducido, a España.
Para legitimar su mandato, España creó al jalifa, representante del sultán, y para organizar la administración
nombró un alto comisario (militar). Sin embargo, el dominio de España no fue fácil. Pronto, las cabilas del
Rif, rebeldes al propio sultán, se sublevaron e involucraron al ejército español en una guerra de guerrillas.
Debido a la orografía de la zona se manifestó la impotencia española para doblegarlos. Los enfrentamientos
dieron lugar al surgimiento de caudillos indígenas como Abd?el?Krim.
La ocupación de su zona fue para España larga, costosa y salpicada de contratiempos. Tuvieron lugar una
serie de campañas sucesivas:
? 1903?1910: operaciones entorno a Melilla. El objetivo era afianzar la seguridad de la plaza de soberanía.
? 1911?1912: se realizan ocupaciones limitadas. Toman Larache y Alcazarquivir.
? 1912?1927: ocupación sistemática del protectorado. Para conseguirla se reorganiza el ejército con la
creación de los regular indígenas y de la legión extrajera, y se inicia una política ambiciosa con objetivos
inmediatos: la toma de Tetuán, capital del protectorado, y de Xauen, ciudad santa. Un sencillo plan
estratégico: partiendo de Melilla, al este, y de Ceuta, al oeste, se iría avanzando progresivamente, hasta unir
los territorios así dominados. Puesta en marcha dejó mucho que desear; mientras el general Bereguer, por el
oeste, vencía a las huestes de al?Raisuni, el general Fernández Silvestre inició un arriesgado movimiento para
conquistar Alhucemas y fue vencido. A continuación, cayó también la guarnición de Monte Arruit.
2.2. Implicaciones sociopolíticas
Consecuencias sociales, políticas y económicas fueron:
? Sangría de hombre y dinero la convirtieron en una guerra impopular y minó el prestigio del ejército.
Protestas y disturbios se sucedieron (Semana Trágica de Barcelona) y los partidos de izquierdas, y algunos
escritores criticaron la situación, destacando el carácter colonial de la misma.
? Las expectativas económicas tampoco se cumplieron. Pocos recursos agrícolas del la zona y dificultades de
la extracción y de comunicaciones, unido a inseguridad hacían que las inversiones fueran poco rentables.
? Punto de vista político: los fracasos afectaron a los gobiernos, al general Berenguer y al propio rey por
considerar algunos que había alentado al general Silvestre. Todo ello propiciaría la llegada de la dictadura de
Primo de Rivera.
3. Reinado de Alfonso XIII
3.1. Principales problemas
? Cuestión constitucional
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