España bajo el Franquismo: Del Aislamiento a la Transición Democrática

El Final del Aislamiento y la Apertura del Régimen Franquista

El régimen franquista, tras un periodo de aislamiento internacional, buscó legitimarse y modernizarse. Este proceso se caracterizó por:

  • Concordato con la Santa Sede (1953): Se firmó un concordato con la Santa Sede en 1953, otorgando a Franco el respaldo del Vaticano y el derecho a intervenir en la designación de obispos. La religión católica se convirtió oficialmente en la única de la nación española. El Concordato se completó con diversas cláusulas: enseñanza obligatoria de religión católica, valor civil del matrimonio canónico, exención eclesiástica de impuestos, contribución económica al sustento de la Iglesia y el reconocimiento de los tribunales eclesiásticos y la censura en materias relacionadas con la fe.
  • Acuerdos con Estados Unidos: España y Estados Unidos firmaron el Convenio de Amistad y Cooperación, un acuerdo militar y económico por el que España cedía a Estados Unidos el uso de una serie de bases militares, navales y aéreas, y de instalaciones de apoyo logístico. Como contraprestación, Estados Unidos reconocía el régimen y facilitaba inversiones económicas.
  • Integración Internacional: Incorporación a la comunidad internacional y, en 1955, ingreso en la ONU.

Descolonización de Marruecos

España, que había prestado ayuda al sultán Mohamed V en su lucha por la independencia contra Francia, renunció a su Protectorado sobre Marruecos en 1956, después de que lo hiciese Francia.

El Final del Franquismo y la Sucesión

La etapa final del franquismo estuvo marcada por:

  • Carrero Blanco como Presidente: Con motivo del asesinato de un inspector por el FRAP, se produjo una ofensiva de las clases opositoras. Separación. Carrero Blanco fue nombrado presidente en 1973. La crisis del petróleo y el «Proceso 1001» marcaron su mandato, hasta su asesinato.
  • Arias Navarro como Sucesor: Tras el asesinato de Carrero Blanco, Arias Navarro (CAN) le sustituyó, mostrando una postura defensiva y generando debate.
  • Ley de Asociación Política (1974): Fernando Herrero Tejedor impulsó la Ley de Asociación Política, pero falleció poco después, siendo sucedido por Adolfo Suárez.
  • Agonía del Régimen: En 1975, ejecuciones del 2 ETA y 3 FRAP generaron presión para el indulto. Franco, enfermo, concentró el poder. La Marcha Verde y el Tratado de Madrid (1975) marcaron el final de esta etapa.

La Transición Democrática Española

La transición fue posible gracias a:

  • Actuación de la Corona: Encarnada en el rey Juan Carlos I, institución para todos los españoles. Poder que le conferían las leyes franquistas y su autoridad sobre las Fuerzas Armadas.
  • Apoyo de Poderes Fácticos: Banca e Iglesia. La banca amortizó las estructuras socioeconómicas liberales con un modelo político democrático. La Iglesia respaldó la Transición por los afanes renovadores a raíz del Concilio Vaticano II.
  • Tolerancia del Ejército: Que aceptó con disciplina el cambio político.
  • Labor de los Medios de Comunicación: Que contribuyeron a inculcar valores democráticos.
  • Actitud Responsable de Fuerzas Políticas y Sociales.
  • Madurez del Pueblo Español: Que participó en paz en el proceso.

Juan Carlos I fue proclamado rey el 22 de noviembre de 1975. Heredó las mismas atribuciones que Franco y apenas contaba con apoyos políticos por nombrarse rey ante las Cortes franquistas. El búnker desconfiaba, la oposición democrática lo asociaba con Franco y los monárquicos unos aceptaban y otros seguían la legitimidad de su padre. Arias Navarro fue ratificado por el rey, quien le impuso la inclusión en su nuevo Gobierno de políticos reformistas como José María de Areilza, Manuel Fraga o Antonio Garrigues. Fernández-Miranda fue designado presidente de las Cortes y del Consejo del Reino, desde donde maniobraba para dirigir reformas legales. El distanciamiento entre Arias Navarro y el rey fue cada vez más insalvable.

Arias Navarro dimitió en 1976 y Juan Carlos I designó a Suárez presidente del Gobierno. Este conectó con el reformismo más avanzado y con la Coordinación Democrática. Su propuesta de acuerdo con Fraga, consistió en la elaboración y aprobación por referéndum de una Ley para la Reforma Política que permitiría elegir unas Cortes bicamerales por sufragio universal y con capacidad para modificar las Leyes Fundamentales, «ir de la ley a la ley». Este proyecto fue ratificado por ellas y por el Consejo Nacional del Movimiento.

El camino hacia las primeras elecciones democráticas, para el 15 de junio de 1977, no resultó fácil. Secuestros de los GRAPO, atentados de ETA y acciones violentas de la extrema derecha victimizaron al PCE y CCOO (bufete de Atocha). Propósito: socavar la moral de las Fuerzas Armadas e impedir la continuidad de la reforma política, pero sigue, tras esta aprobación, Suárez aceleró el proyecto reformista y negoció con la oposición democrática. El Decreto Ley del 8 de febrero de 1977 permitió la legalización de los partidos, incluido el PCE. Tras esta legalización (ex izquierda excluida), reforma del Código Penal, ejercicio de libertades básicas. Desaparición de tribunales especiales y sindicatos verticales. Amnistía de la que se excluyen delitos de sangre, y el gobierno y la oposición negocian normas electorales.

Las elecciones del 15 de junio de 1977 dieron el triunfo a UCD, centro-derecha moderada, liderada por Suárez y que integraba socialdemócratas, liberales y democristianos y reformistas franquistas. Obtuvo 165 escaños. El PSOE de Felipe González fue el primer partido de la oposición con 118 escaños.

La Constitución de 1978 y el Estado de las Autonomías

La redacción de la Constitución inició la política de consenso que consistió en resolver las cuestiones claves para la construcción de la democracia mediante la negociación y el acuerdo entre las fuerzas políticas. Los llamados padres de la Constitución española fueron Manuel Fraga (AP), Miquel Roca (CiU), Peces-Barba (PSOE), Cisneros (UCD), Pérez Llorca (UCD), Miguel Herrero de Miñón (UCD) y Solé-Tura (PCE).

La Constitución adoptó un carácter progresista. El texto fue publicado el 6 de noviembre de 1978 y sometido a referéndum popular, dando validez a una Constitución que permanece vigente hasta el día de hoy.

La Constitución de 1978 define a España como un Estado social y democrático de Derecho, organizado como una Monarquía Parlamentaria. El texto fija: Carácter no confesional del Estado, abolición de la pena de muerte, amplia declaración de derechos fundamentales, libertades civiles y políticas (huelga y libre sindicación). La carta magna establece: autonomía de las nacionalidades y regiones, lengua oficial el castellano además de lenguas de las CCAA.

El Estado de las Autonomías

De acuerdo con el título VIII de la Constitución, el desarrollo del proceso autonómico comenzó con las Comunidades Históricas. En 1979, el Congreso de los Diputados aprobó el Estatuto de Autonomía de Cataluña.

Más complejo fue el caso del País Vasco, por el terrorismo y los deseos de los nacionalistas de formar una Comunidad junto con Navarra. Sin embargo, se consensuó un Estatuto de Autonomía con el apoyo del PNV. Las posteriores elecciones autonómicas catalanas y vascas dieron un ascenso electoral del PSOE y pérdida de votos de UCD. Resueltas estas autonomías y también el Estatuto de Galicia, para el resto de la comunidades se plantearon dos posibilidades: «vía lenta» que posibilitaba asumir competencias mínimas, ampliadas a los 5 años; «vía rápida» que concedía la misma autonomía que las comunidades históricas. En este caso se requería referéndum de iniciativa autonómica.

En Andalucía, la Junta preautonómica, con mayoría socialista, había iniciado la vía rápida. El voto afirmativo superó la mayoría absoluta en todas las provincias salvo en Almería, en la que se alcanzó mayoría relativa.

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