España bajo el Franquismo: Un Estudio de su Génesis y Desarrollo

1. Bases de Partida y Fundamentos del Nuevo Estado

Hablar sobre la España de Franco resulta muy complicado al estar los hechos tan próximos, ya que es muy difícil contar con la perspectiva que exigen los estudios históricos.

1.1. La Huella de la Guerra

La Guerra Civil no se saldó sin dejar una terrible huella de destrucción humana y material, que podemos apreciar en múltiples aspectos:

  • Las pérdidas humanas: fueron muy cuantiosas, ya que al más de un millón de muertos por diferentes motivos hay que sumar los 350.000 exiliados, 1.500.000 de heridos y los no nacidos como consecuencia de la disminución de las tasas de nupcialidad y natalidad. Todo esto se agrava al pensar que la mayoría eran jóvenes, en la plenitud de sus vidas.
  • Las pérdidas materiales: fueron muy importantes en la agricultura y la ganadería, las actividades más importantes de la época. Se redujo la superficie sembrada y la producción agrícola disminuyó por falta de mano de obra, de bienes de equipo y de abonos. En la ganadería, se perdieron 70.000 cabezas de ganado mular. Las instalaciones quedaron muy dañadas, así como el sistema de transportes y la red de comunicaciones. La marina mercante perdió el 30% del tonelaje anterior a 1936. Un total de 192 ciudades y pueblos vieron desplomarse más del 60% de sus edificios.
  • La pérdida de divisa: Todo lo anterior se agrava si tenemos en cuenta la reducción de las reservas de divisas, motivada por el pago de las deudas de fuera contraídas y por la pérdida de 510 toneladas de oro del Banco de España. En definitiva, la Guerra Civil había dejado arruinada a España.
  • Las secuelas morales: aún más importantes fueron las heridas morales a causa de las represiones que tuvieron lugar en ambos bandos y las que, terminada la guerra, llevó a cabo el sistema franquista. Muertes, cárceles, depuraciones, marginación y desarraigo fueron traumas sociales que tardarían muchos años en cicatrizar.

1.2. Los Fundamentos Ideológicos y Sociales del Régimen Franquista

Es preciso hablar algo sobre la biografía de Franco: nació en el seno de una familia modesta vinculada a la marina. Su carrera en el ejército fue meteórica. A los 22 años era capitán por méritos de guerra y en el 16 ascendía a comandante. En 1926 alcanzó el generalato, tenía 33 años y se convertía así en el general más joven de Europa. En 1936, tras la muerte de los generales Sanjurjo y Mola, fue nombrado jefe militar y político de la España sublevada contra la República. Vencedor de la Guerra en 1939 iniciaba un largo periodo de mandato personal que llega hasta la fecha de su muerte en 1975.

El Nuevo Estado tuvo su origen en la propia Guerra Civil. Se trataba de un régimen de rasgos opuestos a la vencida República, presentando afinidades con los fascismos europeos.

La esencia antiliberal provenía fundamentalmente del tradicionalismo y del catolicismo, que acusaban al liberalismo de ser el culpable de la política anticatólica y de la disolución de las tradiciones históricas de la España de los Reyes Católicos y de los Austrias. Se volvieron los ojos hacia la gloriosa época imperial.

El régimen recibió un importante apoyo ideológico de la Iglesia. El resultado fue el llamado nacional-catolicismo. La alta jerarquía eclesiástica manifestó su apoyo tanto al levantamiento militar como al régimen franquista, por lo que el Estado, en compensación, se declara confesionalmente católico y adopta la doctrina social vaticana, obteniendo la Iglesia gracias a ello cuantiosos beneficios materiales, políticos y económicos, así como influencia en la enseñanza y control de la cultura.

El ejército se convirtió, asimismo, en la columna vertebral del Estado, de manera que los militares desempeñaron ministerios civiles, se hicieron cargo del orden público y juzgaron en tribunales militares a todos aquellos acusados de rebelión.

El sistema franquista contó también con una élite administrativa adicta y con el respaldo de las fuerzas económicas tradicionales. En la cúspide se situó la oligarquía financiera y terrateniente.

1.3. La Evolución Política del Franquismo

A. La Etapa Azul. La Institucionalización de la Democracia Orgánica

El aparente predominio de los falangistas en los años iniciales del régimen ha hecho que se denomine “azul” a esta etapa comprendida entre el principio y el final de la Segunda Guerra Mundial. A la Ley de Responsabilidades Políticas (1939) le sigue la Ley de Represión de la Masonería y el Comunismo (1940) y un endurecimiento de los códigos Penal y de Justicia Militar. Asimismo, el 9 de marzo de 1938 se establecía el Fuero del trabajo que pretendía regular las relaciones laborales; se creaban los sindicatos verticales; en el 42, cuando se preveía una victoria aliada en la 2ºGM se creaban las Cortes españolas con el fin de atenuar el carácter totalitario, lo cual fue el primer paso hacia la llamada democracia orgánica, en la que representantes o procuradores se elegían por medio de órganos naturales de la sociedad: familia, municipio y sindicato. Una vez acabada la contienda mundial, el régimen franquista promulgó el Fuero de los españoles, una especie de declaración de derechos en el que se definía como un “Estado católico, social y de derecho”, estableciendo para ello una serie de libertades individuales y colectivas que no obstante estaban limitadas y condicionadas, puesto que el Gobierno podía suspenderlas en caso de emergencia. Se promulgó también la Ley de Referéndum Nacional, con la que se pretendió dar una imagen de aperturismo recurriendo a un tipo de sufragio universal y directo.

B. Reacción y Evolución Política

Abarca el periodo 1946-57, en el que el aislamiento internacional al que fue sometido el régimen propició una oleada nacionalista en el interior del país que fortaleció a Franco. Al mismo tiempo, trató de ser aceptado por la Europa liberal democrática y fue despojándose de todo aparato fascistoide. Llamó al Gobierno a Martín Artajo y otras personalidades católicas de la Asociación Nacional de Propagandistas. El 25 de julio de 1947, se promulgó previo referéndum la Ley de Sucesión en la que se declaraba a España como monarquía pero no se daba entrada a don Juan de Borbón como rey, al reservarse Franco la jefatura del Estado con carácter vitalicio y la facultad de elegir sucesor. Se creó también el Consejo del Reino y se establecían las normas de sucesión. Para apuntalar el entramado institucional del régimen, se publicó el 17 de mayo de 1958 la Ley de Principios del Movimiento Nacional en la que se establecían los fundamentos ideológicos del estado. En este periodo se puede ver equilibrio entre el catolicismo político y los falangistas con políticos como Martín Artajo y Fernando Mª Castiella o José Antonio Girón y Raimundo Fernández Cuesta. El empate se rompería con la llegada al gobierno de los tecnócratas, casi todos miembros del Opus Dei.

2. La Política Exterior del Nuevo Estado

2.1. La Neutralidad en la 2ª GM

Las victorias alemanas levantaron entusiasmos en España y alimentaron la creencia del triunfo final del Eje. Serrano Súñer, ministro de Asuntos Exteriores, impuso una política de acercamiento pensando que la derrota de Francia proporcionaría a España territorios del Norte de África. No obstante, Franco nunca quiso dar el paso definitivo. En su entrevista con Hitler en Hendaya, no llegó a ningún acuerdo. Las peticiones de Franco eran tan desorbitadas que resultaban imposibles de satisfacer sin molestar a Pétain. Pero la afinidad franquista al Eje se manifestó con el envío de la División Azul a luchar en Rusia a cuyo mando estuvieron los generales Muñoz Grandes y Esteban Infantes. A partir de las victorias aliadas, el régimen viró hacia una política verdaderamente neutral, retirándose la División Azul y rompiendo las relaciones con Japón, aunque se creó el Bloque Ibérico con Portugal.

2.2. Aislamiento Internacional del Régimen

Tras el final de la 2ªGM y la consecuente reorganización del mundo, los aliados coincidieron en que no había sitio para un gobierno de corte fascista como el franquista, por lo que se inició una política de aislamiento a España que Martín Artajo no pudo detener.

El aislamiento comenzó en 1946, año en el que las potencias vencedoras exigieron cambios sustanciales, incluyendo la retirada de Franco. Esto empeoró cuando Stalin consiguió que fuera considerada como una amenaza para la paz después de haber presionado para que no fuera invitada a las Naciones Unidas. España fue inmediatamente expulsada de todos los organismos internacionales y los embajadores se marcharon de Madrid, permaneciendo tan solo los de Suiza, Vaticano y Portugal. España únicamente contó con la ayuda moral de Portugal y la material de Argentina.

Pero a partir de 1947, el panorama internacional empezó a despejarse a causa de la guerra fría y de la política de bloques que enfrentó a EE.UU. y a la URSS, agravada en 1950 con la guerra de Corea. La posición geoestratégica de España y el anticomunismo favorecieron el apoyo de EE.UU. En 1953, ambos países firmaron unos acuerdos bilaterales por los que, sin pertenecer a la OTAN, se establecían en España diversas bases estadounidenses a cambio de ciertas ayudas económicas. Además, en el mismo año, se firmó un Concordato con el Vaticano que significó la legalización en el ámbito internacional de la alianza existente entre ambos estados desde la Guerra Civil. Con la ayuda de estos dos países conseguiría España entrar en 1955 en las Naciones Unidas. Se había roto el aislamiento internacional.

3. Autarquía y Estancamiento Económico

El aislamiento y las destrucciones de la Guerra Civil fueron los principales argumentos del estancamiento económico sufrido por España en la primera fase del franquismo, pero las últimas investigaciones señalan que la causa del caos económico se encuentra en la desacertada política intervencionista y de autarquía plena adoptada desde el principio por el Estado franquista. Sus directrices económicas empezaron a aplicarse en 1938 con la creación del Servicio Nacional de Abastecimientos y Transportes.

El intervencionismo estatal no era ninguna novedad ya que se había practicado en etapas anteriores, pero sí fue característico del proteccionismo franquista su pretensión totalizante, como el término autarquía indica.

  • En la agricultura, a través del Servicio Nacional de Trigo se requisaba el trigo a precios de tasa y se controlaba su producción, comercialización y consumo. La medida tuvo un efecto negativo, ya que los labradores redujeron la producción y ocultaron gran parte de la misma. Había surgido el estraperlo. Todo ello unido a las malas cosechas y a las pertinaces sequías que se dieron por aquellos años provocó una gran escasez de cereales. El hambre se extendió y se extendió el Auxilio Social.
  • Las enormes ganancias del estraperlo permitieron el trasvase de capital desde el sector primario a la industria. El intervencionismo estatal se hizo patente en la industria mediante la creación del Instituto Nacional de Industria (INI), que facilitó el desarrollo de sectores como la siderurgia, astilleros, aviación, fabricación de camiones y automóviles y aparatos de radio. El INI desarrolló la mayor parte de su programa en un momento que los países europeos abandonaban la autarquía. Pero España al no verse favorecida por el Plan Marshall y al aislamiento se mantuvo en ella. No se tuvieron en cuenta factores como la rentabilidad de las empresas industriales y la libre competencia, por lo que no se pudo evitar el contrabando.
  • En las comunicaciones se dio un paso decisivo con la creación de la RENFE bajo cuyo monopolio quedaron todos los ferrocarriles de ancho normal. Para mejorar las carreteras nacionales se proyectó en 1950 un ambicioso plan que dio escasos resultados. La economía quedó en un estancamiento profundo y prolongado.

En resumen, el balance global de la política autárquica e intervencionista del régimen franquista no puede considerarse como positivo: impulsó el desarrollo de sectores ya consolidados e impidió el desarrollo de una economía sana y competitiva y dio lugar a graves desequilibrios. Al primar los productos industriales sobre los agrícolas las regiones pobres perdieron población y vieron aumentar sus diferencias con respecto a las más ricas. La economía se estancó por mucho tiempo.

Solo a partir de 1959 se emprendieron las primeras medidas liberalizadoras y la situación económica empezó a mejorar. España pudo obtener créditos bancarios de instituciones internacionales, iniciando un periodo de expansión que afectó especialmente al sector industrial. No obstante, este crecimiento fue muy desequilibrado y coincidió con una inflación galopante.

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