Fundamentos Ideológicos, Bases Sociales e Instituciones
El franquismo, régimen político y social, nació durante la Guerra Civil (1936-1939) debido a la necesidad de los militares sublevados de dotar de un mando único, una estructura administrativa paralela a la República, una legislación y un poder ejecutivo antiparlamentario y antidemocrático. Se apoyaba en una ideología política representada por un partido único. Los sublevados encontraron la respuesta en Franco, quien concentró en su persona la potestad e iniciativa legislativas, se rodeó de gobiernos formados por ministros de su total confianza y no contó con un Parlamento representativo ni una Constitución que limitara sus poderes. Se promulgaron un conjunto de leyes (Leyes Fundamentales) y la Ley de Principios del Movimiento Nacional (1958). Aunque el régimen evolucionó impulsado por los cambios de las derechas conservadoras y autoritarias europeas de entreguerras, pervivió hasta mediados de los años 60. Rasgos principales:
- Rechazo de la sociedad burguesa contemporánea y nostalgia de etapas pasadas en las que España triunfaba. Añoranza de la época de los Reyes Católicos. Se idealizaba el Imperio de los Austrias mayores, especialmente el de Felipe II, equiparándolo a Franco.
- Aversión hacia las instituciones políticas liberales y la democracia parlamentaria, identificadas con la masonería o la judeomasonería, a las que se hacía responsable de la decadencia nacional.
- Represión durísima del marxismo y del comunismo, y en general de todo el movimiento obrero. Las condenas a muerte duraron hasta el final del régimen, responsabilizando al comunismo de las conspiraciones contra el Estado.
- Exacerbado nacionalismo, xenofobia y el catolicismo más conservador. Se convirtió en la religión oficial del Estado, considerándose parte esencial del alma española.
Fundamentos Políticos e Institucionales del Nuevo Régimen
El poder dictatorial, personal y vitalicio de Franco como Jefe del Estado, presidente del gobierno, líder del partido único y generalísimo de los ejércitos fue la clave del sistema político surgido tras el fin de la Guerra Civil. El prestigio, autoridad y la popularidad de Franco se basaban en su éxito para dirigir y ganar la guerra contra el bando republicano. El dictador demostró poseer una habilidad y capacidad de adaptación para mantenerse en el poder a lo largo de los años. Tras el cese en 1942 de Ramón Serrano Suñer, apartado del gobierno por Franco por continuos errores, Luis Carrero Blanco se convirtió en el colaborador más importante e influyente de Franco, auxiliándolo fielmente en el ejercicio del poder durante más de 30 años. La concentración total de poderes políticos y militares en manos del dictador fue uno de los rasgos principales que caracterizaron al nuevo régimen franquista. Otros fueron el mantenimiento de un fuerte autoritarismo, anulación de las libertades, rechazo de los principios democráticos, negación del sufragio universal y supresión del pluripartidismo. El gobierno franquista controló la designación de mandos militares, jueces, alcaldes, obispos, etc. El proceso de institucionalización del régimen fue lento y su legislación fundamental fue elaborada entre 1940 y 1967. Las instituciones, normas y principios básicos del sistema político franquista quedaron definidos en:
- Ley de Unidad Sindical: El Sindicato Vertical, definido como hermandad cristiana, fue organizado siguiendo planteamientos corporativistas. Sus funciones eran reforzar la disciplina y el control sobre los obreros e impedir cualquier conflicto laboral entre patronos y asalariados. Este sindicato único jamás logró atraerse la confianza de los trabajadores e incluso los informes oficiales de carácter confidencial reconocían la repugnancia que el pueblo sentía hacia los sindicatos verticales por considerarlos un nido de enchufistas.
- Ley de Cortes: Quedó restablecido pero fue despojado de sus atribuciones legislativas. Franco no renunció a su potestad exclusiva de dictar las normas con rango de ley. Las únicas tareas de las Cortes franquistas consistieron en colaborar en la preparación de las leyes, debatir proyectos legislativos y aplaudir los discursos del dictador. Su composición se ajustaba al modelo corporativo: los miembros, llamados procuradores, eran elegidos en representación de los sindicatos verticales y de las cámaras de comercio.
- Fuero de los Españoles: La necesidad de adaptarse a la nueva situación internacional originada tras la derrota germano-italiana en la Segunda Guerra Mundial obligó al gobierno de Franco a abandonar la retórica falangista e introducir algunas novedades institucionales con el propósito de marcar distancias con respecto a los perdedores.
- Ley de Referéndum Nacional: Su promulgación estableció un procedimiento de voto directo para la ratificación popular de aquellos textos legislativos que fuesen considerados de extraordinaria transcendencia.
- Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado: Afirmaba el carácter vitalicio de la jefatura de Franco, definía a España como reino y regulaba el mecanismo de sucesión en la jefatura para garantizar la continuidad del régimen tras la muerte del dictador. Esta ley otorgaba a Franco la potestad de conceder títulos nobiliarios, convalidada en un referéndum popular.
- Ley de Principios Fundamentales del Movimiento Nacional: Reproducía una nueva reafirmación de los viejos valores doctrinales del régimen: antiliberalismo, antimarxismo y nacionalcatolicismo.
- Ley Orgánica del Estado (1967): Completó el entramado institucional del régimen franquista. A partir de 1943 se implantó un sistema de seguros de enfermedad y de pensiones de vejez, y se puso en marcha un conjunto de prestaciones y subvenciones económicas para los más necesitados en caso de invalidez, accidente laboral o maternidad.
Ideología y Apoyos Sociales del Franquismo
Señas ideológicas del régimen franquista: Sus valores ideológicos fueron el anticomunismo, el nacionalcatolicismo, el antiliberalismo, el autoritarismo derechista, el corporativismo y la defensa del orden y de la propiedad privada. Dirigentes, intelectuales y propagandistas acusaron a los bolcheviques de ser los responsables de todos los desastres y males que habían azotado a España durante los años 30. En los discursos oficiales, las arengas cuarteleras, las páginas de periódicos, etc., aparecían pintados como seres resentidos, envidiosos y desarraigados que actuaban al servicio de Moscú. Miles de personas fueron detenidas y encarceladas por este motivo durante los años siguientes. El liberalismo fue descalificado con saña por tratarse de una ideología y un sistema político cuyos principios se asentaban en errores tan censurables como el egoísmo, el individualismo, el librepensamiento, el materialismo y la insolidaridad. El liberalismo llegó a ser considerado como un virus extranjerizante y antiespañol que debía eliminarse lo antes posible. Otro componente fue el nacionalcatolicismo, que afirmaba la necesidad del mantenimiento de una fuerte vinculación entre patria y religión y defendía la convicción de que el catolicismo representaba la esencia de la nación española. Numerosos intelectuales y escritores afectos al régimen, como Pedro Laín Entralgo, José María Pemán, Dionisio Ridruejo o Ramón Menéndez Pidal, contribuyeron a difundir esta ideología. La Ley de Ordenación Universitaria, aprobada en 1943, definía la universidad como el ejército teológico para combatir la herejía y la creadora de la falange misionera que debe afirmar la unidad católica. Las composiciones ideológicas definidas por los movimientos nacionalistas catalán y vasco también sufrieron el rigor de las condenas doctrinales, las hostilidades de la censura y la persecución política del régimen construido por los vencedores de la Guerra Civil. En los primeros años de la posguerra, las lenguas catalana y vasca fueron prohibidas. A mediados de los años 50 se puso en funcionamiento la Academia de la Lengua Vasca y el gobierno franquista relajó ligeramente su postura.
Respaldos sociales del franquismo: El gobierno de Franco contó con el apoyo de diversos grupos sociales. Los apoyos populares del régimen fueron extensos y heterogéneos. Algunos de los factores que explicaban este amplio respaldo social al dictador, que permitieron a Franco retener el poder, fueron:
- El vivo recuerdo de los desastres de la Guerra Civil y el deseo generalizado de preservar la paz y evitar nuevos conflictos violentos que empeoraran aún más las cosas.
- La resignación y el temor a la represión.
- La efectividad de la propaganda oficial y la influencia de los medios de comunicación controlados por el régimen.
Militares, clero, católicos, falangistas, carlistas, terratenientes y empresarios fueron los grupos que más destacaron por mantener un respaldo activo al régimen. Fueron los mismos que habían secundado la sublevación militar antirrepublicana de 1936 y los mismos que habían apoyado al bando franquista durante la Guerra Civil.
- Los militares: La inmensa mayoría de oficiales y mandos del ejército habían combatido contra el bando republicano durante la Guerra Civil y estaban plenamente convencidos de que la tarea prioritaria del ejército debía consistir en defender a la dictadura de Franco contra sus enemigos políticos internos. Los mandos militares obedecieron al dictador Franco, identificando la defensa del régimen con la defensa de los intereses de la patria. Entre 1939 y 1952, el 43% de los cargos más altos del Estado fueron desempeñados por militares designados por Franco, como Luis Carrero Blanco, Juan Antonio Suances o Jorge Vigón.
- Los católicos: Además del respaldo diplomático del Vaticano, el régimen recibió el valiosísimo apoyo de los eclesiásticos y los católicos españoles, del Opus Dei y de la Asociación Católica Nacional de Propagandistas (ACNP). Desde 1936, la Iglesia prestó colaboración propagandística e ideológica al gobierno franquista, que por su parte cedió al clero católico el control casi exclusivo de la educación, de la censura y de gran parte de los medios de comunicación. Algunos de los ministros de Franco pertenecían a este grupo, como Alberto Martín Artajo, Fernando María Castiella, José Ibáñez Martín o Joaquín Ruiz-Giménez.
- Los falangistas: Fue el grupo que participó y colaboró de forma más entusiasta con el régimen de Franco. En 1940, la estructura interna de FET de las JONS había quedado definida y completada con la puesta en marcha de la Sección Femenina, el Frente de Juventudes, el Sindicato Español Universitario (SEU) y el Auxilio Social. Su objetivo era garantizar el encuadramiento de las mujeres, los jóvenes y los estudiantes universitarios dentro del partido único franquista. La Sección Femenina impartía cursos de doctrina católica y propaganda política. Entre sus actividades se encontraban la organización de excursiones, la creación de grupos de coros y danzas folclóricas regionales y el mantenimiento de un servicio ambulante que recorría las zonas rurales para divulgar conocimientos sanitarios básicos sobre prevención de enfermedades infantiles. El desenlace de la Segunda Guerra Mundial con la derrota germano-italiana perjudicó mucho a los falangistas. Desde 1945, los falangistas contemplaron con pesar cómo el gobierno de Franco decidía desprenderse de los símbolos externos que más recordaban a los rituales fascistas y optaba por suprimir también la obligatoriedad del saludo a la romana. Continuaron beneficiándose del reparto de puestos y cargos en todos los niveles y sectores de la administración estatal, de la organización sindical vertical, de las instituciones municipales y de los organismos educativos y culturales oficiales en recompensa por sus incuestionables servicios.
- Los carlistas: Sus dirigentes más destacados mantuvieron una estrecha colaboración con el régimen y fueron designados por Franco para desempeñar distintas carteras ministeriales.
- El apoyo empresarial: Diversos sectores empresariales cooperaron con el gobierno franquista, resultaron favorecidos por su legislación y obtuvieron muchas ventajas del régimen. Sus ganancias aumentaron gracias a los grandes pedidos para la construcción de infraestructuras y obras públicas.
- Los monárquicos derechistas y antiliberales apoyaron asimismo el régimen.
Las relaciones entre los diferentes grupos que conformaban el entramado del régimen franquista no siempre fueron buenas. Las disputas por ganar una mayor influencia cerca de Franco, los recelos mutuos y los encontronazos por conseguir los mejores puestos dentro del gobierno fueron bastante frecuentes. Llegaron a producirse algunos enfrentamientos de mayor importancia. El conflicto más grave ocurrió en 1942: una reyerta entre falangistas y carlistas a la salida del Santuario de la Virgen de Begoña, en Bilbao, se saldó con tres muertos y setenta heridos.
Evolución Política, Económica y Social. La Situación en Andalucía
Evolución Política y Coyuntura Internacional
- Predominio de Serrano Suñer. La construcción del régimen (1938-1942): Ramón Serrano Suñer, ministro de Interior en el primer gobierno de Franco, se encargó de diseñar un Estado al que dio un tinte fascista o nacional-sindicalista. Predominaron durante estos años ministros de origen falangista y militares. También participaron católicos, reclutados generalmente entre los miembros de la Asociación Católica Nacional de Propagandistas (ACNP).
- Política exterior. No beligerancia: España no intervino en la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, el gobierno franquista suministró materias primas de carácter estratégico y cooperó con la invasión de la URSS a través de la División Azul. En 1942, Serrano Suñer perdió influencia política debido a las críticas de ciertos sectores del ejército. Esto supuso una pérdida de peso político del fascismo en el régimen, favorecida por la decadencia del Eje italo-germano en la Segunda Guerra Mundial. Como consecuencia, Franco adoptó una postura algo más neutral.
- El ascenso de los católicos: Desde 1945, coincidiendo con el final del conflicto mundial y con el triunfo de los aliados, se incrementó la influencia política de los católicos en los gobiernos franquistas. Se inició a partir de ese momento una etapa de nacionalcatolicismo.
- Las primeras leyes: Las leyes promulgadas en este periodo fueron el Fuero del Trabajo, la Ley Constitutiva de las Cortes, el Fuero de los Españoles, la Ley de Referéndum Nacional y la Ley de Represión de la Masonería y el Comunismo.
- El aislamiento internacional: España fue condenada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y muchos países abandonaron el país, que fue bloqueado diplomática y económicamente. Este aislamiento fue calificado por el franquismo como política antiespañola y se utilizó como pretexto para realizar una concentración de apoyo a Franco.
- La consolidación del régimen: Se produjeron transformaciones importantes, como la eliminación de algunos aspectos de la política autárquica, la puesta en marcha del Plan de Estabilización y la visita a España del presidente de Estados Unidos, Eisenhower. En esta etapa, la tendencia católica creció y Carrero Blanco se consolidó como la mano derecha de Franco. En 1956 se produjeron protestas de universitarios. Los católicos del Opus Dei, conocidos como tecnócratas, diseñaron el Plan de Estabilización de 1959, que introdujo una mayor libertad económica. En 1953 se firmaron acuerdos que permitieron a Estados Unidos construir bases militares en España, con lo que Franco obtenía una mayor seguridad. España fue admitida en la ONU en 1955.
- Tardofranquismo y desarrollismo: Última etapa del régimen de Franco. Se produjo un crecimiento económico importante.
- La actividad política: El régimen adquirió una apariencia más moderna. En 1962, Franco nombró vicepresidente a Agustín Muñoz Grandes. Se procedió a promulgar una nueva Ley Orgánica del Estado que diseñaba la España posterior a Franco, con Juan Carlos de Borbón como sucesor.
- Los problemas del franquismo: La división en el seno de los partidarios del régimen se hizo notoria con el escándalo de MATESA, que provocó una crisis gubernamental y un nuevo gabinete, con Carrero Blanco como vicepresidente. La crisis energética y el asesinato de Carrero Blanco frenaron las transformaciones del régimen.
- La política exterior: Se mantuvieron los acuerdos con Estados Unidos y prosiguió el proceso de descolonización de las posesiones españolas en África.
- La agonía del régimen: Franco nombró presidente del gobierno a Carlos Arias Navarro. Laureano López Rodó y los tecnócratas fueron apartados del poder. En noviembre de 1975 muere Franco.
Transformaciones Económicas: De la Autarquía al Desarrollismo
- La España de la autarquía: Las causas de la adopción de la autarquía fueron las enormes pérdidas ocasionadas por la Guerra Civil, los obstáculos internacionales y el nacionalismo económico proteccionista.
- La agricultura: Entró en crisis. Los agricultores estaban obligados a vender al Estado sus productos a bajo precio.
- La industria: Se estancó.
- Salarios y finanzas: Descendieron mucho y los precios aumentaron, provocando una pérdida del nivel de vida y del poder adquisitivo.
- El agotamiento de la autarquía: Entre 1951 y 1959 se produjeron cambios en las directrices económicas del régimen. El objetivo era el abandono de la política autárquica. Las causas fueron el fin del bloqueo diplomático, la llegada de hombres más liberales al gobierno, la toma de conciencia por parte de los dirigentes del fin del modelo autárquico y la llegada al gobierno de los tecnócratas del Opus Dei.
- Consecuencias de la liberalización económica: El Plan de Estabilización y Liberalización Económica tuvo efectos positivos, como un crecimiento económico sostenido, un crecimiento agrícola y los primeros pasos para una reforma agraria conservadora. El crecimiento industrial fue enorme. Sin embargo, existieron limitaciones: el sistema de financiación seguía provocando inflación.
- El desarrollismo: Esta política permitió romper con el modelo autárquico y apostar por una economía de mercado.
- Planes de Desarrollo: Constituyeron un ejemplo de planificación indicativa coordinada.
- Actividades económicas: El eje era la industria, y en menor grado los servicios. El campo se mecanizó. Experimentó un gran desarrollo la producción de bienes de consumo. Se favoreció el transporte privado antes que el público. La construcción y el turismo fueron los sectores que más crecieron.
- Los ingresos procedentes del extranjero: El déficit se compensó con las transferencias de dinero que enviaban los españoles emigrados y con el turismo. El poder adquisitivo creció.
- Los límites del desarrollismo: El crecimiento económico tenía deficiencias, como la creciente dependencia de la coyuntura económica exterior, los desequilibrios regionales, la inexistencia de una reforma fiscal y el control de la economía por parte de la banca privada. A partir de 1967, el crecimiento económico disminuyó.
Evolución Social y Cultural
- La evolución demográfica: Durante el franquismo, la población española experimentó uno de los crecimientos vegetativos más altos de la historia. Los movimientos internos de población se intensificaron a partir de los años 50 hacia las ciudades y regiones costeras. En los años 60 se produjo un mayor crecimiento urbano, que se duplicó.
- Modernización social y evolución de las mentalidades: Hubo un descenso de la población que trabajaba en la agricultura. El sector industrial pasó a ser el predominante. Se promovió el aumento de las clases medias urbanas.
- Los valores del franquismo y el cambio de mentalidad: La sociedad de los años 40 y 50 tenía una rígida jerarquización y predominaban los valores tradicionales. El impacto de la expansión económica de los años 60 y 70, la apertura al exterior y el aumento del nivel de vida fueron muy grandes. A largo plazo, las comodidades características de una sociedad de consumo comenzaron a formar parte de la vida cotidiana (ejemplo: SEAT 600). Este nuevo modo de vida fue respaldado por los medios de comunicación. Los cambios sociales permitieron la creación de una nueva clase media conformista, satisfecha y agradecida a Franco por el periodo de paz y por las mejoras en la enseñanza recogidas en la Ley General de Educación.