España Contemporánea: Dictadura de Primo de Rivera, Guerra Civil y Transición a la Democracia

La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)

1.1. El golpe de Estado de Primo de Rivera y los apoyos con que contó inicialmente

El desastre de Annual (1921) tuvo un efecto sobre la opinión pública semejante al de 1898 y precipitó la caída del gobierno. La oposición, socialistas y republicanos, no desaprovecharon la ocasión de atacar al régimen apuntando directamente a la figura del rey como responsable directo, por su conocimiento y aprobación de los hechos. Para esclarecer lo ocurrido y determinar las responsabilidades del desastre de Annual, en el Congreso se abrió una investigación, que concluyó en un informe conocido como Expediente Picasso. Las responsabilidades que se desprendían del informe apuntaban directamente al ejército y al propio rey. Pero días antes de que las Cortes se reunieran en pleno para tomar una decisión sobre el asunto, el general Primo de Rivera dio un golpe de Estado en Cataluña e implantó la dictadura con el consentimiento del rey, pues apoyaba un régimen autoritario y militarista. Con ello, Alfonso XIII se convirtió en un cómplice de la dictadura. El programa de la dictadura se hizo público a través de un “Manifiesto a la Nación”, declarando los motivos e intenciones de su rebelión e inspirado, al menos en parte, en el regeneracionismo, a través de la figura del “cirujano de hierro”, una personalidad que solucionara todos los males que aquejaban al país y salvara la monarquía.

Los objetivos del golpe militar fueron:

  • a) Acabar con el fracaso y degeneración del sistema político parlamentario liberal, sistema de la Restauración surgido en 1874 y calificado de inmoral y corrupto.
  • b) Solucionar definitivamente el problema marroquí, agravado con el desastre de Annual de 1921.
  • c) Garantizar el orden público y poner fin a los asesinatos e insurrecciones revolucionarias, sobre todo en Cataluña.
  • d) Terminar con el anticlericalismo y el separatismo.

El golpe triunfó desde el comienzo, con poca oposición y con los siguientes apoyos:

  • Alfonso XIII, ante la amenaza a la propia monarquía.
  • La Iglesia, la banca, el ejército y la administración por razones de orden y estabilidad social y económica.
  • El empresariado, principalmente el catalán, que aspiraba a restaurar el orden público y acabar con la amenaza anarquista.
  • La pasividad de socialistas y republicanos, en un primer momento, indiferentes ante la caída del viejo régimen, solo protestaron verbalmente.
  • La opinión pública en general acogió la nueva situación entre la indiferencia y la aprobación: las llamadas “clases neutras” o “mayoría silenciosa” que estaban poco politizadas.

Únicamente, anarquistas y comunistas reaccionaron convocando una huelga general que fracasó, y fueron duramente reprimidos.

1.2. El Directorio Militar (septiembre 1923 – diciembre 1925)

En principio, la Dictadura se presentó como una solución política provisional y excepcional. Sin embargo, con el tiempo, Primo de Rivera olvidó sus primeras intenciones. Las medidas políticas iniciales tomadas desde el poder fueron:

  • Suspensión de la Constitución de 1876.
  • Disolución de las Cortes.
  • Prohibición de los partidos políticos y sindicatos.
  • Eliminación del presidente y consejo de ministros y, en su lugar, la creación de un Directorio militar con Primo de Rivera como presidente, desde el que dirigía sin límites las funciones ejecutivas, legislativas y atribuciones judiciales.
  • Represión de todas las manifestaciones del nacionalismo, acusado de separatista.
  • Represión con dureza al movimiento obrero más radical (anarquistas y comunistas). El número de huelgas y atentados terroristas disminuyó espectacularmente, y así se impuso el orden público.
  • Para regenerar la vida política y acabar con el caciquismo se elabora un Estatuto Municipal y Provincial (1924) que dio paso a una nueva administración que reforzó el centralismo y sometida al gobierno central. Lejos de hacer desaparecer el caciquismo, se sustituyen unos caciques por otros.
  • En Cataluña, desapareció la Mancomunidad y se prohibió el uso de la bandera y el catalán en el ámbito político, lo que potenció el nacionalismo radical e incluso separatista.
  • Respecto a Marruecos, la Dictadura obtiene éxitos importantes. La postura inicial es abandonista, pero las presiones de Millán Astray, Franco, Queipo y otros —como el propio rey— hacen que Primo de Rivera acepte las tesis africanistas. El dirigente rifeño Abd-el-Krim cometió el error táctico de atacar a los franceses en 1925, lo que propició un pacto y una actuación militar hispano-francesa (el desembarco en Alhucemas en 1925), cuya consecuencia fue la rendición de Abd-el-Krim y la finalización de la guerra dos años después (1927). Este fue sin duda el mayor éxito que se apuntó el dictador, ya que satisfizo la demanda generalizada de acabar con la guerra y, al mismo tiempo, elevó el prestigio de los militares africanistas.

1.3. El Directorio Civil y el fin de la dictadura (diciembre 1925 – enero 1930)

Una vez resueltos los dos grandes problemas que podían justificar la situación excepcional de la dictadura, la conflictividad social y la situación en Marruecos, Primo de Rivera pudo haber permitido el retorno a la normalidad constitucional, pero no lo hizo. Lo que propuso fue renovar su régimen mediante la sustitución del Directorio Militar por un nuevo Directorio Civil, de carácter más técnico, dando entrada a civiles en el gobierno (por ej.: Calvo Sotelo en Hacienda y Aunós en Trabajo). Esta renovación del equipo de gobierno demostraba la intención de perpetuarse en el poder. Para ello necesitaba transformar la dictadura en un nuevo régimen a su medida, cuyas bases principales fue estableciendo de forma escalonada en el tiempo, y con una fuerte inspiración en el fascismo italiano y el corporativismo.

Medidas Políticas

Se intentó desplegar las bases del nuevo régimen:

  • Se crea la Unión Patriótica, partido único sin ideología definida, para dar apoyo social a la dictadura. Su lema era: «Religión, patria y monarquía».
  • Se crea en 1927 la Asamblea Nacional Consultiva que vendría a sustituir a las Cortes. Sus miembros eran designados por el gobierno y representaban los intereses socioeconómicos, sin función legislativa, siendo su única función la de asesorar al dictador.
  • Un anteproyecto de Constitución presentado en 1929 por la Asamblea Nacional Consultiva, pero que no llegó a promulgarse. Tampoco era una Constitución, sino en todo caso una carta otorgada.

Medidas Económicas

Se inicia una política de desarrollo económico basada en:

  • Intervencionismo del Estado en la economía mediante la ejecución de grandes obras públicas (embalses, regadíos, carreteras, puertos, ferrocarriles) y la creación de monopolios estatales como Telefónica, Iberia, CAMPSA, etc.
  • Proteccionismo del Estado, que ayudó a las industrias nacionales con subvenciones y aumentó aranceles a los artículos extranjeros para así crear un “capitalismo nacional”.

Los resultados fueron muy positivos en cuanto a infraestructuras y en algunos sectores del hierro, acero y cemento. Por contraste, el Estado se endeudó en exceso, y los grandes beneficiarios resultaron ser los grandes grupos capitalistas españoles. La situación económica se aprovechó de la coyuntura internacional de recuperación de los años 20, que duró hasta el crack de 1929 de la bolsa de Nueva York.

Medidas Sociales y Laborales

Se trató de controlar el origen de la conflictividad social y laboral:

  • Para ello se construyeron “viviendas baratas” para el proletariado, se crearon escuelas públicas y se ampliaron los servicios sanitarios.
  • Creó además una Organización Corporativa Nacional: una organización mixta de obreros y patrones para controlar los problemas laborales. Estaba inspirada en el fascismo italiano a través del “corporativismo”, que pretendía acabar con las contradicciones sociales (lucha de clases), poniendo de acuerdo a obreros y empresarios para discutir salarios, condiciones de trabajo… Se organizaba en Comités Paritarios, formados por patrones y obreros, con número idéntico de representantes, donde la socialista UGT tuvo un importante y contradictorio papel.

Con una coyuntura económica favorable que redujo el paro, y bajo este sistema laboral, se alcanzó una cierta paz social y los conflictos disminuyeron.

La Guerra Civil Española (1936-1939)

3. Evolución política y situación económica de los dos bandos durante la guerra

Situación en Ambos Bandos

Desde el primer momento de la guerra, se evidenció una clara diferencia entre ambos bandos: frente a la unidad de mando del bando sublevado, el bando republicano mostró una profunda división. Mientras que en la zona sublevada pronto se designó a Franco como jefe único, lo que favoreció la creación de un Estado totalitario con un mando centralizado tanto en lo civil como en lo militar; en la zona republicana la debilidad del gobierno permitió el surgimiento de comités revolucionarios que actuaron de forma autónoma sin acatar la autoridad estatal. Esta diferencia fue determinante en el desarrollo de la guerra.

Zona Republicana

En la zona republicana se produjo una auténtica revolución social desde los primeros días del conflicto. El poder central se derrumbó y las organizaciones obreras, organizadas en comités, tomaron el control de calles, industrias y tierras, colectivizando empresas y explotaciones agrarias, especialmente en Cataluña, Aragón y Andalucía. La represión se dirigió contra sectores considerados enemigos de la revolución (clero, burguesía, católicos), provocando fusilamientos, quema de iglesias y requisas de bienes, hechos que desprestigiaron a la República internacionalmente.

Ante el colapso del Estado, los primeros gobiernos (Casares Quiroga y Martínez Barrio) dimitieron al negarse a entregar armas al pueblo. El nuevo gobierno, presidido por José Giral, sí lo hizo, pero no logró frenar la anarquía, lo que condujo a su dimisión en septiembre de 1936. Fue entonces cuando se nombró presidente a Largo Caballero, dirigente socialista, que formó un gobierno de republicanos, socialistas, comunistas y, posteriormente, anarquistas. Su objetivo fue centralizar el poder y organizar un Ejército Popular, disolviendo las milicias y tratando de restablecer la autoridad del Estado. Sin embargo, la crisis de mayo de 1937 en Barcelona, con enfrentamientos entre anarquistas (CNT) y el gobierno, provocó su caída.

Le sucedió Juan Negrín, también socialista, que reforzó la centralización del poder y se apoyó en los comunistas, quienes gracias a su disciplina militar se convirtieron en la principal fuerza de izquierdas. Negrín defendió una política de resistencia total.

Economía Republicana

Económicamente, la zona republicana controlaba la mayoría de las regiones industriales (Cataluña, País Vasco, Asturias) y las principales ciudades (Madrid, Barcelona, Bilbao, Valencia), además de las reservas del Banco de España, que fueron usadas principalmente para comprar armas a la URSS. Sin embargo, el descontrol sobre la economía, que pasó a manos de las organizaciones obreras, afectó gravemente a la producción. Muchas empresas fueron colectivizadas con escasa organización y, en agricultura, la colectivización generó desabastecimiento en las ciudades.

Zona Sublevada

En la zona sublevada, la autoridad quedó rápidamente en manos del ejército, que creó la Junta de Defensa Nacional en Burgos. Esta Junta otorgó todo el poder a Franco el 1 de octubre de 1936, nombrándolo Jefe del Estado y Generalísimo. Se suprimieron derechos civiles, se prohibieron reuniones políticas y sindicatos, y se instauró una férrea censura. En abril de 1937 se fundó el partido único: FET de las JONS (Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista), fruto del Decreto de Unificación firmado por Franco, que se convirtió en Jefe del Estado y del partido. Este nuevo régimen recibió el apoyo incondicional de la Iglesia, y cualquier disidencia fue duramente reprimida.

La represión en la zona sublevada fue sistemática y planificada. Se promulgó la Ley de Responsabilidades Políticas, que calificaba de «rebeldes» a todos los que se hubieran opuesto a la sublevación, instaurando tribunales especiales que juzgaron y condenaron a miles de personas, muchas de ellas ejecutadas o encarceladas durante y después del conflicto.

Economía Sublevada

En el plano económico, la zona nacional controlaba mayoritariamente el interior del país, zonas rurales con el 70% de la producción agrícola, aunque solo poseía el 20% de la industria. El control de la producción fue estricto: se anularon las expropiaciones y las propiedades fueron devueltas. A pesar de no disponer de reservas metálicas, el bando sublevado consiguió financiación gracias a créditos externos gestionados por financieros como Juan March, con apoyo de bancos británicos, suizos e italianos. Además, recibió ayuda de las potencias fascistas: Italia, Alemania y Portugal. Las ayudas alemanas e italianas fueron decisivas y negociadas con gran facilidad.

La Transición a la Democracia (1975-1982)

El período de la transición y los factores que hicieron posible el cambio

La transición fue el proceso pacífico por el que se reformó el sistema franquista para crear una democracia parlamentaria.

Empezó con el fallecimiento de Franco y la proclamación de Juan Carlos I como monarca (1975), y terminó con la llegada al poder del PSOE de Felipe González (1982). Lo llevaron a cabo las élites franquistas (por arriba), presionadas por una fuerte movilización social (sindical y política) por abajo. Factores que influyeron en la transición:

  • Sociedad: En la última década, la clase media se había vuelto mayoritaria y las nuevas generaciones no estaban conformes con mantener un papel pasivo o limitado en política. Las huelgas y las manifestaciones por la inflación y los bajos salarios se estaban produciendo desde finales de los 50, y en los 70 la situación se empeoró por la crisis del petróleo. El incremento de las tensiones sociales dio protagonismo al sindicalismo que unió a sus reivindicaciones la vuelta a la democracia. El cambio de régimen se hizo sin tocar el poder de la oligarquía económica franquista, que se mantuvo como clase alta de la democracia y, por ello, no opuso resistencia al cambio.
  • Política internacional: En nuestro entorno de Europa occidental, éramos la única dictadura que se mantenía. La próspera Comunidad Económica Europea había rechazado la integración de España en su seno por no ser una democracia parlamentaria. Por su parte, EEUU también quería una transición pacífica para evitar la ruptura y un giro a posiciones demasiado izquierdistas que pusieran en peligro la alianza España-EEUU.
  • Política nacional: La mayoría de los altos funcionarios de las instituciones franquistas y gran parte del ejército no veían mal que el sistema se transformara en una democracia. El problema fue que una parte del ejército y de la policía estaban muy descontentos por el terrorismo y por lo que consideraba «excesos intolerables» de la democracia (como la legalización de partidos comunistas o separatistas). El peligro de un involucionismo militar, con un golpe militar, fue un factor que limitó el alcance de algunas reformas. Estaba muy reciente el ejemplo chileno: en 1973, el general Pinochet dio un golpe e implantó una dictadura con el apoyo de EEUU y otros países occidentales.
  • Cultura e ideología: A pesar del esfuerzo adoctrinador la mayor parte de las nuevas generaciones no comulgaban con las ideas del Movimiento Nacional franquista y tenían valores diferentes, como la tolerancia o el respeto a las opiniones contrarias, más acordes con la realidad europea.

Las elecciones democráticas de 1977

Finalmente, el 15 de junio de 1977 se celebraron las primeras elecciones democráticas desde la Segunda República. Se formaron unas Cortes que funcionaron como cortes constituyentes; es decir, su función era elaborar una nueva Constitución que organizara el nuevo sistema. El sistema electoral diseñado por Óscar Alzaga benefició a la UCD dando más peso al voto rural, que es de derechas. Los partidos, ordenados por cantidad de votos, fueron:

  • UCD (Unión de Centro Democrático): Partido creado por Adolfo Suárez y compuesto por exfranquistas con la intención de ocupar el centro político. Fue el ganador de las elecciones con un 35% de los votos.
  • PSOE (Partido Socialista Obrero Español): Partido dirigido por Felipe González desde el Congreso de Suresnes (París, 1974). Su ideología es la izquierda reformista, que abarca desde los defensores de la democracia parlamentaria con algunos derechos sociales (socioliberales), a los que quieren más servicios públicos y más intervención del Estado en la economía (socialdemócratas). Obtuvo el 30% de los votos.
  • PCE (Partido Comunista de España): Partido dirigido por Santiago Carrillo desde 1960. Su ideología es eurocomunista, que se caracteriza por buscar profundas reformas económicas y sociales —control estatal de los medios de producción—, pero dentro un sistema de democracia parlamentaria que respete la pluralidad de partidos. En la práctica su programa es muy parecido al de una izquierda reformista, aunque más reivindicativo que el PSOE. Obtuvo el 9% de los votos.
  • AP (Alianza Popular): Partido creado por exfranquistas y dirigido por Manuel Fraga, con la intención de representar a la derecha democratacristiana (preservar el derecho a la propiedad por encima de los derechos sociales y mantener los privilegios para la Iglesia). Obtuvo el 8% de los votos.
  • PSP (Partido Socialista Popular): Partido dirigido por Enrique Tierno Galván, de ideología izquierda reformista. Obtuvo el 4% de los votos.
  • CDC (Convergència Democràtica de Catalunya): Que al año siguiente se uniría a Unió Democràtica de Catalunya formando CiU (Convergència i Unió, 1978-2016). Coalición de partidos de derecha democratacristiana de tipo regionalista y nacionalista catalán. Lo dirigía Jordi Pujol, con el objetivo de obtener la autonomía de Cataluña. Obtuvo el 3% de los votos (17% de los votos en Cataluña).
  • PNV (Partido Nacionalista Vasco): Partido nacionalista vasco, cuya ideología es de derecha democratacristiana, y reivindica el autogobierno. Dirigido por su líder histórico Juan de Ajuriaguerra. Obtuvo el 2% de los votos.
  • Otros partidos que obtuvieron un diputado: UC (Unió de Catalunya, regionalistas catalanes de derecha democratacristiana), ERC (nacionalistas catalanes de izquierda reformista), EE (Euskadiko Ezkerra, nacionalistas vascos de izquierda reformista), CAIC (regionalistas aragoneses de centro), CIC (castellonenses de centro).

Quedaron fuera del Parlamento los partidos comunistas pro soviéticos, los franquistas y los fascistas. El sindicato anarcosindicalista CNT, que se posicionó en contra del proceso de transición por aspirar a la revolución, fue víctima de una campaña de desprestigio: se les acusó de un acto de violencia con resultado de varias muertes (el caso Scala). Aunque la acusación era falsa. Además, en 1979 sufrió una división entre los partidarios de presentarse a las elecciones sindicales (que formaron la CGT) y los contrarios (que mantuvieron las siglas de CNT).

En octubre de 1977 se aprobó otra segunda ley de amnistía política total para todos los delitos políticos, sea cual fuere su resultado, incluso con delitos de sangre. Además, se ampliaba la amnistía a los crímenes franquistas.

Pactos de la Moncloa (1977)

Los Pactos de la Moncloa fueron unos acuerdos consensuados entre todos los partidos políticos con representación parlamentaria y los principales sindicatos (CCOO y UGT, pero no la CNT, que se opuso). El objetivo era reducir las movilizaciones sociales durante un período (al menos un año) para evitar que se viera perjudicado el proceso de transición a la democracia. Se tomaron estas medidas:

  • Medidas económicas y fiscales:
    • Evitar la fuga de capitales y el saldo negativo en la balanza de pagos (devaluación de la moneda por parte del Banco). El problema es que al encarecer las importaciones agrava el problema de la inflación.
  • Medidas contra la inflación (que había crecido más del 20% por el precio del petróleo y por la devaluación):
    • Incremento de salarios por debajo del IPC.
    • Establecimiento del Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF) por parte del ministro Francisco Fernández Ordóñez. Con Franco había algo parecido: el Impuesto sobre Rendimientos del Trabajo Personal (IRTP, 1957). El nuevo IRPF cambió muchas cosas: ahora amplía su cobertura y recaudación; se vuelve más justo en los tramos de pago con mayor progresividad: pagan más los que más tienen). El nuevo IRPF será más riguroso para evitar el fraude fiscal generalizado que caracterizaba al IRTP. Además, ahora los contribuyentes percibirán cierta correspondencia por su pago, ya que se iban a ofrecer, ampliar y mejorar los servicios públicos.
  • Medidas políticas: Eliminación de la censura y de los límites a la libertad de expresión y asociación.
  • Se intentó entrar en la Unión Europea pero Francia, temerosa de perjudicar a su sector agrícola, la vetó.

Golpe de Tejero (23-F)

En el momento de la votación que iba a nombrar a Calvo Sotelo nuevo jefe de gobierno se produjo el intento de golpe de Estado del 23-F. Lo encabezó el teniente coronel Antonio Tejero, que el 23 de febrero a las 18:20 asaltó el Congreso de los Diputados con un grupo de guardias civiles al grito de «¡Quieto todo el mundo!». Retuvo a los diputados a punta de pistola y les dijo que seguirían ahí hasta que llegara la nueva autoridad militar. Su intención era imponer un nuevo gobierno militar y volver a un régimen parecido al de Franco. Mientras, la policía rodeaba el Congreso a la espera de órdenes. En el golpe estaban implicados el general Jaime Milans del Bosch, que tomó el control militar de Valencia, y el general Alfonso Armada, amigo y persona de confianza del rey, cuyo plan era formar un gobierno de coalición con todos los partidos. Contaban también con que el general Juste (al que se le dijo que el monarca estaba de acuerdo con el golpe), se esperaba que entrara en Madrid al mando del principal ejército. Pero cuando habló Zarzuela (residencia del rey) y se enteró de que no era verdad, no sacó a la tropa del cuartel. De madrugada Armada acudió al Congreso y habló con Tejero, que se sintió traicionado cuando se enteró de que el plan pasaba por un gobierno de coalición y decidió seguir en el Congreso. A la 1:15 de la madrugada el rey Juan Carlos apareció en la televisión, vestido de uniforme, anunciando su rechazo al golpe, por lo que el resto de generales siguieron en sus cuarteles. Al día siguiente a las 12:15, Tejero se rindió y abandonó el Congreso. Las diferencias entre los conspiradores y la oposición al golpe del rey Juan Carlos hicieron que el resto de militares no les apoyaran, y el golpe fracasó. Mientras que el golpe del 36 se hizo en un contexto internacional de expansión del fascismo, el golpe del 82 se hizo en un contexto internacional de predominio democrático. El día 27 se produjeron multitudinarias manifestaciones populares en defensa de la democracia, que salió reforzada al igual que la popularidad del rey Juan Carlos. El golpe militar tuvo el efecto contrario al que pretendían sus autores. A continuación se hizo una renovación profunda de los altos cargos militares.

El Estado de las Autonomías

5.- El Estado de las autonomías: las preautonomías de Cataluña y el País Vasco y el Estatuto de autonomía de Asturias

Organización Territorial y Solidaridad

Hemos señalado como una característica de la Constitución, una organización mixta del territorio español, pues es un estado unitario, ya que la nación española se considera indivisible, pero es un estado descentralizado, ya que se divide en comunidades autónomas con numerosas competencias: la capacidad de legislar y de gestionar sus propios recursos económicos. Ahora bien, para paliar las desigualdades entre las distintas autonomías se plantea el principio de solidaridad con la creación del Fondo de Compensación Económico.

El periodo preautonómico: Cataluña y País Vasco

Los favorables resultados electorales obtenidos por las formaciones nacionalistas de Cataluña (PDC y ERC) y del País Vasco (PNV y EE), en las elecciones de 1977, obligaron al gobierno de Suárez, en su búsqueda de apoyos parlamentarios, a afrontar de forma inmediata el problema de las autonomías históricas de estos territorios. También contribuyó a ello el terrorismo de ETA, pues se pensaba que esta organización ya no tendría motivos para seguir actuando si se satisfacían las reivindicaciones nacionalistas.

Pero, mientras no se estableciese en la nueva Constitución, solo quedaba la posibilidad de restablecer las instituciones regionales como «preautonomías». Se consideraban preautonomías a todas aquellas que tuvieron estatuto reconocido por la II República, y se ampliaba el derecho al resto de regiones a ser reconocidas como futuras autonomías.

El responsable de organizar las preautonomías fue el ministro para las Regiones de UCD Manuel Clavero Arévalo. La Generalitat de Cataluña se había mantenido en el exilio, y en 1977 estaba presidida por Josep Tarradellas, un histórico de Esquerra Republicana. El gobierno mantuvo conversaciones con la Generalitat en el exilio y, el 29 de septiembre de 1977, decretó su restablecimiento. Un mes después Tarradellas regresaba a Barcelona como presidente, y era aclamado por la multitud pronunciando la famosa “¡Ciudadans de Catalunya, ja soc aquí!”. El texto preautonómico para las tres provincias vascas se publicó en noviembre, y se constituyó el Consejo General Vasco integrado por los partidos políticos con representación parlamentaria. Su primer presidente fue el socialista Ramón Rubial, sustituido al año siguiente por Carlos Garaicoechea del PNV.

Sin embargo, una parte importante de la asamblea de parlamentarios vascos, consideraba imprescindible para la pacificación del territorio, una negociación sobre las exigencias de ETA: el derecho de autodeterminación, la retirada de la Policía Nacional y la Guardia Civil, y su sustitución por una policía autóctona. Así, en contra lo esperado por el gobierno, la preautonomía del País Vasco no consiguió acabar con las actuaciones de ETA.

Más bien al contrario, la organización terrorista incrementó el número de atentados con el objetivo de imponer sus exigencias por la fuerza.

El periodo autonómico: Asturias

El período autonómico se inició tras la promulgación de la Constitución de 1978. Esta prevé en su título VIII, que pueden acceder a la autonomía todas las provincias españolas limítrofes con características históricas, culturales y económicas comunes; los territorios insulares, y las provincias con entidad regional histórica. Para ello, se establecían dos vías:

  • Art. 151 o vía rápida: Permite adquirir mayor nivel de autogobierno desde el principio, cumpliendo unos requisitos más exigentes. Andalucía, País Vasco, Cataluña y Galicia accedieron por esta vía.
  • Art. 143 o vía lenta: Para poder ampliar competencias, se deberá esperar cinco años y reformar su Estatuto. Esta vía fue la seguida por la mayor parte de las comunidades, incluida Asturias.

En cualquier caso, cada comunidad autónoma se halla regida por su Estatuto de autonomía, aprobado por las Cortes. El Estatuto contiene:

  • La denominación de la comunidad.
  • Su delimitación territorial.
  • Los nombres, organización y sede de sus organismos autónomos.
  • Las competencias asumidas y las bases para el traspaso de otras.

Estas competencias son traspasadas a la comunidad por el Estado y pueden ejercerse de forma exclusiva (la comunidad legisla y aplica la legislación) o compartida con el Estado (el Estado realiza la legislación y la comunidad la aplica).

Ciertas competencias son exclusivas del Estado (artículo 149) y no transferibles, por considerarse esenciales para la nación (por ejemplo: relaciones internacionales, defensa, emigración e inmigración, comercio exterior, deuda pública, correos y telégrafos).

Instituciones Autonómicas

Las instituciones de una comunidad autónoma son las siguientes:

  • La Asamblea Legislativa o Parlamento autonómico: elabora la legislación en las materias de competencia autonómica, aprueba el presupuesto y controla al ejecutivo regional. Sus miembros se eligen por sufragio universal cada cuatro años entre los habitantes de la comunidad autónoma. En nuestro caso, es la Junta General del Principado de Asturias.
  • El Gobierno autonómico: ejerce el poder ejecutivo. Está integrado por el Presidente de la comunidad (elegido por el Parlamento autonómico y nombrado por el rey) y por consejeros (elegidos por el Presidente). Estos se encargan de las diferentes áreas de gobierno, denominadas consejerías, que son los equivalentes regionales de los ministerios nacionales.
  • El Tribunal Superior de Justicia: es la máxima representación del poder judicial de una comunidad autónoma. Sus sentencias solo pueden recurrirse ante el Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional.
  • Además, en cada comunidad autónoma existe un Delegado del Gobierno, encargado de dirigir la Administración General del Estado en la comunidad y de coordinarse con ella.

El Caso de Asturias

Asturias contó en el periodo preautonómico con un Consejo Regional constituido en Cangas de Onís (recordando el contenido simbólico del Reino de Asturias), cuyo primer presidente fue Rafael Fernández, diputado socialista procedente del exilio (con el simbolismo de que Rafael Fernández había sido consejero de Hacienda del Consejo de Asturias y León durante la Guerra Civil). La Transición supuso para Asturias amplias y continuas demandas y manifestaciones por la libertad y la amnistía y, en menor medida, por el derecho al autogobierno.

En 1980 se formó el grupo encargado de escribir el Proyecto de Estatuto. Finalmente, el Estatuto de autonomía asturiano entró en vigor el 31 de enero de 1982. Como los estatutos han de ser aprobados por las Cortes generales, quedan recogidos en leyes orgánicas. Así, el asturiano aparece en la Ley Orgánica 7/1981, de 30 de diciembre, y fue modificado en 1991, 1994 y 1999, ampliando así sus competencias.

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