Tras la promulgación de la Constitución de 1978, España inicia un período democrático
Tras la promulgación de la Constitución de 1978, se abre en España un período democrático que se extiende hasta nuestros días. El país avanza y se convierte en una de las economías más desarrolladas, integrándose en la OTAN o la UE.
La Constitución y las primeras elecciones
La Constitución entró en vigor el 29 de diciembre de 1978. En marzo de 1979 se convocan elecciones. Los votantes dieron la mayoría a UCD y Suárez repitió en la jefatura de gobierno, pero las elecciones municipales fueron conquistadas por la izquierda del PSOE y PCE. Felipe González forzará un giro político e ideológico en su partido, ya que abandonó el marxismo como ideología oficial del mismo.
El intento de golpe de estado y las reformas controvertidas
Las últimas reformas no agradaron a algunos sectores. El PSOE aprovechó esta coyuntura para presentar una moción de censura en mayo de 1980 que, aunque fracasó, afectó a la desintegración del gobierno y la UCD. Adolfo Suárez dimitió el 29 de enero de 1981 por el desgaste. El candidato Calvo Sotelo no obtuvo mayoría suficiente en una primera votación, por lo que se fijó una segunda para su investidura. Durante la misma, un grupo de guardias civiles dirigidos por Antonio Tejero asaltó el Palacio del Congreso. Al mismo tiempo, Milans del Boch declaraba el estado de excepción en su región militar y sacó los carros de combate a la calle. Alfonso Armada era otro de los principales golpistas. El golpe no contó con el apoyo unitario del ejército y fracasó. La labor de algunos militares como Lacaci fue clave para abortar el golpe. Las investigaciones inculparon a los dirigentes mencionados y algunos políticos involucionistas. El 26 de febrero, Calvo Sotelo es investido presidente de gobierno. Su labor se centró en continuar las reformas de Suárez y mostró un especial interés por resolver los problemas económicos más urgentes. Los elementos más controvertidos durante este período fueron la entrada de España a la OTAN el 5 de mayo de 1982, con la oposición de las izquierdas, y la aprobación de la LOAPA.
El gobierno de Felipe González y la consolidación del Estado del Bienestar
Las elecciones autonómicas andaluzas y gallegas dieron una victoria aplastante al PSOE y AP, lo que abrió nuevamente la crisis de UCD, que peligrosamente se quedaba sola y sin mayoría. El escándalo relacionado con el aceite de colza puso en aprieto al gobierno. Suárez y sus seguidores fundaron el CDS. Con todo esto, el 28 de agosto, Calvo Sotelo decidió disolver el parlamento y convocar elecciones para octubre.
Desde 1982 a 1996, España estará gobernada por Felipe González. Diferenciamos 3 momentos o etapas.
La primera etapa: mayoría absoluta del PSOE
Las elecciones dieron al PSOE mayoría absoluta. La UCD experimentó un derrumbamiento completo. El electorado del PC se redujo a menos de la mitad y se organizó una nueva coalición: IU.
El gobierno de Felipe González y las reformas económicas
El gobierno de Felipe González comenzó un programa de reformas: expropió el gran holding empresarial RUMASA y, después de su saneamiento, las empresas fueron nuevamente privatizadas. Boyer y Solchaga desde Economía también sanearon diversos bancos. Se emprendió paralelamente un proceso de reconversión, lo que permitió liberar al Estado de la carga financiera que le suponían. Otra medida fue la reforma fiscal: aumento de impuestos directos y distribución del peso de la recaudación impositiva. Aumentó la inversión privada y los sectores industriales y financieros se adecuaron a las exigencias del mercado internacional y la CEE. Morán firmó el 12 de junio de 1985 el Tratado de Adhesión a las CE. Por primera vez se podía hablar de un Estado del Bienestar en España. Felipe González apoyó la entrada a la OTAN.
La segunda etapa: un período más conservador
En política social, se aprobó la LRU en 1983, la LODE en 1985. Se adoptaron medidas para consolidar la democracia con la Reforma de la Administración de Justicia. Se procedió a la reforma del ejército, sujetándolos al poder civil, quedando este como un mero cuerpo profesional.
En junio de 1986, el PSOE volvió a ganar las elecciones por mayoría absoluta. Su segunda legislatura inició un período más conservador. El rechazo de la política económica de la primera legislatura llevó a Redondo con CCOO a organizar una huelga general el 14 de diciembre de 1988. El país se paralizó y González tuvo que negociar. Se aprobó una nueva reforma educativa. En el terreno económico aumenta la bonanza («pelotazo»). La política interior se centró en la lucha antiterrorista y para abordarlo se propició el Pacto de Ajuria Enea en enero de 1988 con la intención de unir esfuerzos.
La tercera etapa: tensiones internas y corrupción
En 1989, el PSOE volvió a ganar por mayoría absoluta. En 1992 España vivió un año histórico con la celebración de las Olimpiadas de Barcelona y la Exposición Universal de Sevilla. Sin embargo, tensiones en el seno socialista llevaron a la aparición de 2 corrientes: renovadores (seguidores de González) y guerristas. La situación más grave se produjo a raíz de los casos de corrupción atribuidos a personas vinculadas con el Gobierno. A la corrupción se le sumó la llamada «guerra sucia» contra el terrorismo y todo esto fue desgastando al gobierno cada vez con más intensidad. Un nuevo líder aparece de las filas del ahora renovado AP (PP): José María Aznar.
El fin del ciclo socialista y el gobierno de Aznar
La cuarta legislatura del PSOE inicia un período de declive del partido y comienza con una mayoría simple del PSOE, teniendo que negociar con CiU. Entre 1990 y 1995 se aprobó la asistencia sanitaria gratuita, la protección contra el desempleo y la consolidación y garantía del sistema público de pensiones, mediante el Pacto de Toledo. Las dificultades económicas, los escándalos y la dura campaña de la oposición llevaron a que Pujol negara el apoyo para aprobar los presupuestos del estado y González convocó elecciones en 1996.
Las elecciones del 26 de marzo otorgaron el triunfo al PP y Aznar fue elegido presidente del gobierno. En su primer gobierno en minoría adoptó una política centrista para mantener el apoyo de CiU, PNV y Coalición Canaria. El giro hacia la derecha se vio corroborado con las victorias del PP en las elecciones autonómicas y municipales. El ciclo socialista había tocado su fin. Aznar aplicó una serie de medidas en política social que asegurasen el mantenimiento del «estado de bienestar» e inició el diálogo con sindicatos para bajar la tasa de paro. El mayor logro económico fue conseguir la implantación del Euro para el 2002. La política económica (dirigida por Rodrigo Rato) obligaba a disminuir el déficit estatal al 4,4% del PIB mediante la privatización de empresas públicas deficitarias del INI (Telefónica, CAMPSA, Endesa, etc). El país se benefició de una gran cantidad de los Fondos de Cohesión europeos. En política exterior, España se incorpora a las estrategias militares de la OTAN y participamos en Kosovo e Irak. El ejército se profesionaliza y se suprime el servicio militar obligatorio. El terrorismo de ETA llegó a su expresión más sangrienta en verano de 1997 con el asesinato de Miguel Ángel Blanco. El gobierno se lanzó a una dura política con ETA. La reacción fue el Pacto de Lizarra-Estella (1998) para avanzar hacia la independencia. Días después, ETA declaró una tregua indefinida. Las elecciones del año 2000 marcaron el apogeo del PP y Aznar. El nuevo siglo se inició con una mayoría absoluta del PP.
El fin del gobierno de Aznar y la crisis del capitalismo
José María Aznar continuó 4 años más, esta vez sin necesidad de alianzas. Su política experimentó un giro hacia la derecha. Posteriormente, los gobiernos del socialista Zapatero (2004-2011) y el actual Rajoy (PP) se están viendo condicionados por una de las mayores crisis experimentadas por el capitalismo.