España: De la Decadencia de los Austrias a la Transición Democrática

El Ocaso de los Austrias

El reinado de Felipe III cambió la tendencia belicosa de los reyes precedentes, y la monarquía española vivió un periodo de paz en el exterior. Esto se debió a dos motivos principales: la muerte de Isabel I de Inglaterra hizo posible firmar la paz con este país en 1604, y la ruina económica de la corona, que, incapaz de hacer frente a los gastos de la guerra en Europa, no tuvo más remedio que firmar la Tregua de los Doce Años (1609-1621).

El reinado de Felipe IV, en lo que se refiere a política exterior, está marcado por las guerras que tienen como fondo el conflicto religioso entre católicos y protestantes. Inicialmente, enfrentaron a españoles y austriacos contra franceses y holandeses. La Guerra de los Treinta Años (1618-1648) terminó con la firma de la Paz de Westfalia, que supuso para España el reconocimiento definitivo de la independencia de Holanda y la pérdida de la hegemonía española en Europa. Francia se convirtió en la nueva gran potencia europea. Bajo Felipe IV, la monarquía quedó arruinada y el país en crisis. No obstante, tanto el rey como su valido, Olivares, pretendieron reformar todo lo necesario para devolver a España su antigua grandeza, sin éxito. La hegemonía de los Austrias llegó a su fin, desapareciendo definitivamente tras el reinado de Carlos II.

Esplendor Cultural: El Siglo de Oro

En la segunda mitad del siglo XVII, hay una desestimación de la ciencia a favor de las disciplinas clásicas (filosofía, teología, oratoria). España se encierra en sí misma, prohibiendo incluso estudiar en universidades extranjeras por temor a la contaminación protestante. En el siglo XVII, se produce un estancamiento en las universidades españolas debido a la exagerada presencia de la religión en las mismas.

En literatura, destaca la corriente mística de Fray Luis de León, San Juan de la Cruz y Santa Teresa; la realista con el Lazarillo de Tormes. Es en el Siglo de Oro Español cuando surgen las grandes creaciones como el Quijote de Cervantes o la Vida del Buscón de Quevedo. En poesía, destacan Góngora y Quevedo. Es en esta época cuando se produce la creación del teatro nacional (Lope de Vega, Tirso de Molina, Calderón de la Barca).

Arte Barroco

En esta época se da el arte del Barroco, el arte que mejor define al alma del pueblo español.

Arquitectura

Destacamos la Plaza Mayor de Madrid de Juan Gómez de Mora y el Convento de San Esteban de Churriguera.

Escultura

En su mayoría religiosos (de imágenes o pasos, de madera policromada), destacan dos escuelas: la castellana, cuya máxima figura fue Gregorio Fernández, y la escuela sevillana, donde destaca Montaña.

Pintura

En la pintura, el Barroco sobresale con extraordinarios pintores como Ribera, Zurbarán, Murillo y, sobre todo, Velázquez.

La Transición a la Democracia y la Constitución de 1978

El 22 de diciembre de 1975, fue proclamado rey Juan Carlos I por las Cortes franquistas. Entre 1976 y 1977, se celebraron las primeras elecciones democráticas, y España vivió un estado de agitación donde se dieron diversos sucesos:

  • Se incrementó la conflictividad. En enero, se produjo la huelga de Madrid, donde los trabajadores del metro comenzaron una inmovilización, pero fue disuelta por el ejército. A partir de ahí, hubo más manifestaciones.
  • La extrema derecha llevó a cabo una campaña de terror intentando acabar con las protestas sociales e instaurar un clima de inseguridad que justificase el inmovilismo del gobierno. Se organizaron grupos muy violentos como los Guerrilleros de Cristo Rey o la Triple A (Alianza Apostólica Anticomunista).

En el verano de 1976, se enfrentaron tres proyectos políticos que querían dirigir políticamente en un futuro España:

  • Inmovilista: Conjunto de sectores más intransigentes de la dictadura representados por Fuerza Nueva y la Asociación de Excombatientes. Tenían una importante capacidad de influencia a través del diario Arriba o El Alcázar y en la TVE también. Fueron los instigadores de las intentonas golpistas como la del 23-F (1981).
  • Reformista: Agrupaban los sectores franquistas que veían que era imposible mantener la dictadura una vez muerto Franco. Figuras importantes fueron Fraga Iribarne o Adolfo Suárez, incluso Juan Carlos I.
  • Rupturista: Querían un gobierno provisional que elaborase todo nuevo. En 1976, el PCE y el PSOE se unieron en la Coordinación Democrática para agrupar las fuerzas opositoras.

La transición estuvo marcada por la duda entre optar por la vía reformista o rupturista. Los reformistas tenían el control del gobierno, la administración y los medios de comunicación, pero su debilidad estaba en su falta de legitimidad y apoyo exterior. Mientras que los rupturistas contaban con la legitimidad ganada por su lucha contra la dictadura y la credibilidad exterior que le otorgaba el pertenecer a partidos políticos europeos.

El nuevo jefe del estado, Juan Carlos I, dio su primer discurso lleno de voluntad reformista que parecía apoyar la apertura.

Primer Gobierno de Juan Carlos I

En diciembre de 1975, Juan Carlos I nombró su primer gobierno presidido por Carlos Arias Navarro, que orientaba la monarquía hacia el inmovilismo. Se incorporaron personalidades como Adolfo Suárez, que mostraba su convencimiento de la necesidad de dialogar con las fuerzas opositoras. El 1 de julio de 1976, ante la parálisis gubernamental, el Rey forzó la dimisión de Arias Navarro y formó un nuevo gobierno presidido por Adolfo Suárez.

Suárez y la Ruptura Pactada

Suárez promovió la Ley para la Reforma Política en 1976. Se produjo una mayor tolerancia con la prensa, como demuestra la aparición de Diario 16 o El País. Suárez emprendió conversaciones secretas con Felipe González y Santiago Carrillo. Esto marcó el inicio de la ruptura pactada.

  • En 1976, se decretó una amnistía que fue total en 1977.
  • En 1977, se legalizó el derecho de huelga y la libertad sindical.
  • En 1977, Suárez legalizó el Partido Comunista, provocando el profundo rechazo de los sectores franquistas.
  • En 1977, Suárez aprobó la Ley Electoral, quedando convocadas las primeras elecciones libres para junio de ese mismo año.

El proceso de transición se vio amenazado por la tensión generada por acciones de grupos terroristas. En enero de 1977, asesinaron a unos abogados de CC.OO en la calle Atocha. ETA se reafirmó en su estrategia terrorista con 13 atentados, intentando dificultar el proceso democrático. Los GRAPO (Grupo de Resistencia Antifascista Primero de Octubre) secuestraron a varios generales, provocando los momentos de mayor tensión en la transición.

Las Elecciones de 1977

Los principales partidos políticos fueron:

  • UCD (Unión de Centro Democrático): Liderado por Adolfo Suárez. Heterogéneo grupo de ideologías diversas.
  • PSOE (Partido Socialista Obrero Español): Primera fuerza de la izquierda española, presidida por Felipe González y Alfonso Guerra.
  • PCE (Partido Comunista de España): Dirigido por Santiago Carrillo. Partido que había liderado la lucha contra la dictadura.
  • Alianza Popular: Liderada por Manuel Fraga. Fue la organización política que aglutinó a los representantes del franquismo.
  • PNV (Partido Nacionalista Vasco): Principal partido nacionalista dirigido por Carlos Garaikoetxea.
  • Convergència Democràtica de Catalunya y Unió Democràtica de Catalunya: Liderados por Jordi Pujol y Durán i Lleida.

Las elecciones del 15 de junio de 1977 manifestaron las ansias de libertad de la sociedad. Ganó la UCD con 166 diputados.

Constitución de 1978

En el Congreso de los Diputados se constituyó la comisión constitucional formada por 7 miembros:

  • UCD: (Cisneros, Herrero de Miñón, Pérez Llorca)
  • PSOE: (Peces Barba)
  • PCE: (Solé Turá)
  • AP: (Fraga)
  • CIU: (Roca)

La constitución fue aprobada el 31 de octubre de 1978. Más tarde se ratificó en referéndum el 6 de diciembre de 1978, quedando aprobada por 9 de cada 10 votantes.

En el artículo 1, se definió a España como un estado social democrático de derecho con soberanía popular y monarquía parlamentaria. En el artículo 2, se definió la indivisibilidad de España y el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la componen.

El Estado de las Autonomías

El título VIII de la constitución reconoce la existencia de nacionalidades y regiones, estableciendo un régimen especial para el País Vasco y Navarra, gracias a sus derechos históricos. Durante la II República, aprobaron sus estatutos Cataluña, Andalucía y Galicia. Se elaboraron estatutos y se aprobaban por las cortes, surgiendo así el actual mapa administrativo español, compuesto por 17 comunidades autónomas y 2 ciudades autónomas, Ceuta y Melilla.

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