España: De la Dictadura a la Democracia – El Camino hacia la Constitución de 1978

El Proceso de Transición a la Democracia y la Constitución de 1978

Tras la Muerte de Franco

Tras la muerte de Franco y la proclamación de Juan Carlos I como rey, se iniciaron los primeros pasos de la transición hacia una democracia. Se vivían momentos de conflictos y manifestaciones debido al descontento ciudadano, lo que provocó situaciones de represión. La iglesia y el ejército tenían papeles importantes: algunos militares estaban en contra de la democracia y otros a favor, mientras que la iglesia apoyaba al sector reformista del franquismo.

El Gobierno de Arias Navarro y el Ascenso de Adolfo Suárez

El gobierno de Arias Navarro, el único que mantenía la ideología franquista, era un obstáculo para la transición. El rey Juan Carlos I logró su dimisión y nombró a Adolfo Suárez jefe del gobierno el 5 de julio de 1976. Suárez, considerado un hombre de la nueva generación y con experiencia, aceleró los cambios democráticos. Sus primeros pasos incluyeron el diálogo con Felipe González (PSOE) y Santiago Carrillo (PCE), y la aprobación de la Ley de Reforma Política, que obtuvo un amplio apoyo popular.

Terrorismo y Conflictos

España se enfrentaba a movimientos nacionalistas que obstaculizaban la democratización. Los atentados de ETA y el terrorismo de extrema derecha (como los Guerrilleros de Cristo Rey) generaban un clima de tensión. El terrorismo de izquierda, incluyendo al GRAPO, también se hizo presente con secuestros como el del presidente del Consejo Supremo de Justicia Militar.

La matanza de Atocha, que afectó al PCE y a Comisiones Obreras, tuvo un impacto significativo. Contribuyó al reconocimiento y posterior legalización del PCE por decreto ley de Suárez. En los meses siguientes, se sucedieron manifestaciones exigiendo amnistía.

Primeras Elecciones Democráticas y el Gobierno de UCD

El 15 de julio de 1977 se celebraron las primeras elecciones democráticas. La Unión de Centro Democrático (UCD), liderada por Suárez, obtuvo la victoria, seguida del PSOE. El segundo gobierno de Suárez se centró en combatir la inflación, el déficit exterior, el paro y en la búsqueda de un acuerdo entre las fuerzas políticas y sociales, en un contexto de crisis económica mundial.

Los Pactos de Moncloa, diseñados para reducir la inflación y acometer la reforma fiscal, tuvieron efectos positivos: disminuyeron la conflictividad y normalizaron las relaciones laborales. Se llevó a cabo la reforma de Hacienda por Ordoñez y Quintana.

Reconocimiento de las Autonomías y la Constitución de 1978

El reconocimiento de las autonomías, como Cataluña y País Vasco (con la creación del Consejo General Vasco), fue un paso crucial. Suárez, ante la necesidad de un nuevo modelo de Estado, impulsó la elaboración de la Constitución de 1978.

Elecciones de 1979 y la Crisis del UCD

En las elecciones de 1979, la UCD volvió a ganar. Sus retos eran las elecciones municipales y la implementación de los primeros estatutos de autonomía. Carlos Garaikoetxea negoció el Estatuto de Autonomía del País Vasco, Cataluña lo obtuvo el 25 de octubre de 1979, y Galicia y Andalucía en 1980.

La crisis económica y el terrorismo debilitaron al UCD, llevando a la dimisión de Suárez. Calvo Sotelo fue nombrado jefe del gobierno, pero durante su confirmación se produjo el 23-F, un golpe militar liderado por Tejero. La indignación de la iglesia por la aprobación de la ley del divorcio y la decisión de Sotelo de integrar a España en la OTAN contribuyeron a la impopularidad del gobierno, lo que llevó al adelanto de las elecciones de 1982.

Constitución de 1978

Tras la victoria de la UCD en 1977, Adolfo Suárez impulsó la elaboración de la Constitución, que fue aprobada el 6 de diciembre de 1978. La Constitución convirtió a España en un Estado social y democrático con una monarquía parlamentaria. Las Cortes Generales y el Gobierno asumieron la mayor parte del poder, limitando las funciones del rey.

La Constitución recoge derechos y libertades fundamentales, como el derecho al divorcio y la libertad de expresión, y abolió la pena de muerte. Se estableció una economía mixta con propiedad privada y mercado libre, y se restableció el poder de las regiones y nacionalidades.

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