España en el Siglo XIX: Crisis del Antiguo Régimen, Liberalismo y Tradicionalismo

Crisis del Antiguo Régimen: Levantamiento, Guerra y Revolución

1. Levantamiento: 2 de Mayo de 1808

El 2 de mayo de 1808, el pueblo de Madrid se sublevó contra los franceses, dando lugar a la Guerra de la Independencia. Esta sublevación fue reprimida por las tropas francesas. La masacre y las noticias de lo ocurrido en Madrid provocaron el desarrollo de la sublevación en toda España, un levantamiento que las autoridades no pudieron controlar.

Desde el punto de vista español, se presenta una doble perspectiva:

  • Para los absolutistas, la Guerra de la Independencia era una guerra por la religión, las tradiciones y la monarquía.
  • Para los liberales, se trataba de una guerra revolucionaria para expulsar al invasor y crear instituciones que llenaran el vacío de poder.

Características de la Guerra

La zona entre los Pirineos y el Ebro fue la de máximo control francés. Cualquier intento de resistencia fue aplastado. En la zona occidental, desde Galicia a Extremadura, actuaron los ingleses, avanzando hacia el este. La zona sur fue la de máxima resistencia frente al invasor.

2. Fases de la Guerra

  1. 1ª Etapa (mayo a agosto de 1808): Se produce un gran despliegue francés que se interrumpe con la Batalla de Bailén. Los franceses entran por Despeñaperros, donde se entretienen, facilitando la reorganización militar española. La victoria tuvo un gran peso psicológico, ya que por primera vez se derrota al ejército napoleónico. Los franceses se repliegan al norte.
  2. 2ª Etapa: Los franceses sufren una derrota en Arapiles y son expulsados de la península en la Batalla de Vitoria. La guerrilla es un fenómeno histórico que surge por la necesidad de derrotar a un ejército superior.

3. Revolución

En la primera etapa de la guerra, el único poder que existía en España era el poder provincial, el de las juntas. Estas juntas crean un órgano central de gobierno por iniciativa de las juntas de Asturias y Valencia. Se forma la Junta Central, que se instala en Madrid después de la Batalla de Bailén. La Junta Central intenta construir un ejército y organizar una política exterior, lo que estimula la creación de un gobierno central. Esta iniciativa lleva a la convocatoria de unas cortes extraordinarias que, debido a la ocupación francesa, se trasladan de Madrid a Sevilla y finalmente a Cádiz, la única ciudad del sur no ocupada.

Se produce una discusión sobre qué tipo de cortes se iban a reunir:

  • Los absolutistas tradicionalistas (serviles) presionaron para que se suprimiera la junta y se estableciera una regencia. Los integrantes de esta regencia serían revolucionarios y seguirían las pautas de la Junta Central.
  • Los liberales defendían la creación de unas cortes nacionales para crear un concepto revolucionario.

La regencia convoca en 1810 unas cortes. En la España ocupada, hay que tener en cuenta el afrancesamiento, donde los simpatizantes son los franceses de la monarquía de José I, que fueron tratados de traidores y colaboracionistas. Hay dos tipos de afrancesados:

  • Convencidos: Destacan los ilustrados, antirrevolucionarios que temen un vacío de poder. Su deseo es modernizar España desde “arriba” aprovechando la monarquía de José I. Estos ilustrados son monárquicos, pero no dinásticos. Consideraban un disparate enfrentarse al que se decía que era el mejor ejército del mundo.
  • De hecho: Funcionarios que se sirven de la monarquía josefina para sus intereses.

José I se encuentra con grandes problemas. El error de los afrancesados fue creer que la nueva monarquía era soberana y autónoma.

4. Constitución

  • Soberanía: Promulgada en Cádiz, establece que la soberanía reside en la nación española, representada en cortes. Las cortes españolas quieren extender un puesto con la tradición. Las cortes junto al Rey comparten la soberanía. El texto de Cádiz es el primero que se empeña en definir el papel de la sociedad. Se define mediante una mentalidad burguesa: la obligación de los ciudadanos es ser felices y buenos ciudadanos.
  • Poder: Mecanismo distribuido de acuerdo con las tesis de Montesquieu: poder ejecutivo, legislativo y judicial. El Rey es el símbolo del estado que comparte la soberanía con las cortes. Se acaba con la Inquisición, cuya abolición genera debates intensos en las cortes. Se ha dicho erróneamente que en las Cortes de Cádiz comenzó el agnosticismo religioso en España, pero no es cierto, aunque sí se pudo dar un anticlericalismo. La constitución será explicada por figuras religiosas.

Restauración del Antiguo Régimen

1. Fin de la Guerra e Inicios de la Vuelta al Reinado

Con la Batalla de Vitoria termina la Guerra de la Independencia y las cortes se trasladan a Madrid en 1814. Se reúnen las cortes y tiene lugar el segundo reinado de Fernando VII, que había estado exiliado en Francia, donde aplaudió las victorias napoleónicas. Tras la Guerra de la Independencia, se firma el Tratado de Fontainebleau, que permite a Fernando VII regresar a España. En los inicios de su vuelta al reinado, se produce la ruptura definitiva de los dos grandes políticos de las cortes.

En un país dividido políticamente, el camino a seguir dependía de la actitud de Fernando VII. Por eso, las cortes establecían un itinerario muy riguroso con el objetivo de que el rey llegase rápido y firmara la constitución. Sin embargo, en la frontera con Francia, algunos sectores absolutistas se adelantaron y se entrevistaron con Fernando VII, entre ellos el general Elio. En la frontera, se encuentra con el “Manifiesto de los Persas”, donde se criticaba el liberalismo y se manifestaba apoyo al rey.

En 1814, a su regreso, Fernando VII aprobó un decreto que establecía una monarquía absoluta, lo que constituye el primer repudio global de un régimen político en nuestra historia, produciéndose el primer exilio político.

2. Fases de las Etapas Fernandinas

  1. 1ª Etapa: Sexenio Absolutista (1814-1820): A Fernando VII se le ha tratado como un déspota, perverso y de un simplismo político porque su dogma político se simplificó en el eslogan “palo a la mula blanca y palo a la mula negra”. No existía un congreso de ministros y se nombraban ministros internos para ponerlos a prueba, lo que evidencia la ruina económica del país. Hasta 1816 no se adoptaron medidas de carácter tímidamente liberal. Paralelamente a la crisis de las metrópolis, se desarrolla el proceso independentista hispanoamericano. La torpeza y la existencia de una perspectiva exterior española, junto con la Doctrina Monroe, terminan con la pérdida de territorios, fenómeno que implica la participación de los militares que no son conservadores y se sienten identificados por la labor de las Cortes de Cádiz.

El Trienio Liberal

1. Levantamiento de Riego (1820)

En 1820, las tropas acantonadas en Andalucía para ser enviadas a América se sublevan bajo el liderazgo de un joven general llamado Rafael del Riego. Como contexto, una flota de barcos suizos que no resistirían las aguas cálidas del Atlántico y del Mediterráneo. Se había reunido un ejército en Andalucía para apoyar a las tropas realistas en América. El levantamiento supone el restablecimiento de la Constitución de 1812, pero tarda casi un mes y medio en consolidarse. Es entonces cuando Fernando VII jura la constitución y pronuncia una famosa frase cínica: “Marchemos todos francamente, y yo el primero, por la senda constitucional”.

Se abre una nueva etapa conocida como el Trienio Liberal, y se produce una movilización política con tres manifestaciones:

  • Los liberales gaditanos o masones, que utilizaban técnicas masónicas para burlar la persecución.
  • Los llamados anilleros, un grupo minoritario que empieza a hacer otras lecturas del liberalismo, respetando la soberanía nacional.
  • Los comuneros, el grupo más radical que apoya a Riego, defendiendo no solo la constitución, sino que hay que aplicarla en su versión más amplia.

Por otro lado, están las sociedades patrióticas, una serie de reuniones en cafeterías, sobre todo en Madrid. Los cafés eran un ámbito de información política y muchas veces dieron lugar a un movimiento de movilización política, por lo que los gobiernos intentaron controlar las calles.

2. Desarrollo del Trienio

Fernando VII va a intrigar varias veces contra la constitución. Se inicia una labor restauradora del liberalismo de toda la legislación de las Cortes de Cádiz. Esta labor no acaba con la inestabilidad política. Se establece un nuevo modelo penal y una nueva división territorial del país. Dentro de estas reformas administrativas, se intenta restaurar el sistema comercial, lo que supone la utilidad intensiva de las aduanas interiores. Además, las cortes luchan frente a la disolución del régimen señorial, se disuelven los señoríos y se aprueba la primera desamortización global de la historia de España. A pesar de todo esto, el trienio no acabó con las hambres y las guerras.

La dinámica política del trienio va a suponer una repercusión exterior. El movimiento revolucionario en España se inserta en lo que se conoce como la ola revolucionaria. Estas potencias absolutistas se reúnen en el Congreso de Verona. En 1823 se produce una revolución francesa. Se trasladan las cortes a Cádiz.

La Década Ominosa (1823-1833)

1. Restauración Absolutista

Esta etapa se caracteriza por periodos violentos con momentos de mayor tolerancia. El ejército francés que había intervenido evitó una reacción violenta contra los liberales por parte de las autoridades fernandinas, lo que se conocerá como absolutismo fernandino.

Se produce una recuperación económica propiciada por la pérdida de las colonias americanas. En 1824 tiene lugar la Batalla de Ayacucho, que marca la independencia americana. El hecho de que en Cataluña se note más el desarrollo económico propicia una situación políticamente curiosa, pudiéndose hablar de un acuerdo tácito entre la burguesía catalana y la monarquía fernandina. Por ello, en Cataluña hay una mayor tolerancia con los liberales y una mayor ventaja política, lo que lleva a reacciones violentas. Nos encontramos con los *malcontents*, sectores absolutistas que se sublevan contra la tolerancia liberal.

2. Crisis de la Monarquía Fernandina

La crisis de la etapa fernandina comienza en los años 30. De su último matrimonio con María Cristina de Nápoles tuvo dos hijas. En 1788, se reunieron unas cortes por parte del Conde de Floridablanca cuando sube al trono Carlos IV por razones no muy claras. Esto da lugar a una situación de crisis y un enfrentamiento con su hermano.

En 1833 muere Fernando VII, dejando en su testamento como heredera a la infanta Isabel y como regente a su esposa María Cristina de Borbón. Comienza la época de regencias (1833-1843).

Liberalismo y Tradicionalismo

1. Regencia de María Cristina (1833-1840)

Fin del Antiguo Régimen en España: Se inicia la regencia de María Cristina hasta la mayoría de edad de Isabel, que tenía 3 años. Son 10 años que marcan una época en la que el país estará regido por regentes, pero que paralelamente supone el triunfo definitivo del liberalismo, aunque se hace en el contexto de una guerra civil (Primera Guerra Carlista). Se produce la caída del absolutismo y una revolución industrial.

Dos grandes lecturas del sistema liberal: Nacen partidos políticos con dos grandes interpretaciones del liberalismo: moderados (derecha) y progresistas (izquierda).

En los años 30 se supera el bache demográfico tras la Guerra de la Independencia. España se sitúa en 12 millones de habitantes, aunque no se consolida debido a las deficiencias propias del Antiguo Régimen, como las epidemias. España era fundamentalmente agraria, con una infraestructura industrial poco desarrollada y un país de crisis de subsistencia que provoca hambrunas, con una agricultura prácticamente mediterránea. En cuanto a la ganadería, experimenta una crisis desde principios de siglo porque la industria textil no se sirve de la materia prima de la oveja, ya que se utiliza el algodón.

Hay que destacar que para la industria será indispensable el desarrollo de las comunicaciones. La estructura viaria había sufrido mucho durante la Guerra de la Independencia. En 1848 se inaugura la primera estructura ferroviaria.

Hay que contrastar todo este cambio ideológico y económico con el carlismo. La Guerra Civil Carlista ponía de manifiesto el enfrentamiento entre el absolutismo y el liberalismo. El carlismo se nutre de una sociedad muy tradicional que se siente amenazada por el liberalismo, como el campesinado vasco-navarro. Este movimiento del carlismo solo se consolidó en el campo y no en las ciudades. El apoyo del carlismo se sustenta en el campesinado, pero este apoyo se acabará pronto.

La Guerra Civil Carlista tuvo repercusiones internacionales, produciéndose una descomposición en 1830. En Francia se producen revueltas liberales que llevan a una restauración de la monarquía de Luis Felipe. En 1832 en Inglaterra se lleva a cabo una reforma electoral. En 1833 se instauran regímenes liberales en España y Portugal. Los liberales españoles recibieron apoyo de Reino Unido y Francia. Los carlistas no conquistaron ninguna ciudad y no reciben el apoyo fuera del vasco-navarro.

El Sistema Liberal en España

1. Francisco Martínez de la Rosa (1834-1835)

En España, la implantación del liberalismo, después de los intentos de 1810, 1812 y 1820, empieza a consolidarse a partir de 1833 con la muerte de Fernando VII y la regencia de María Cristina. En 1834 se produce el primer cambio: la reina gobernadora propone el primer cambio a de la Rosa. En estos momentos se inicia el viaje al liberalismo. De la Rosa es un personaje que va a evolucionar desde el liberalismo radical a una postura conservadora. Él creía que no se podía establecer sin más la Constitución de 1812, ya que esta no era aceptada por todos. Por lo tanto, se encarga de elaborar la primera constitución doctrinaria de España.

Será una constitución bicameral, que establece un sistema muy restringido de participación política, donde el electorado se reducía a 14000 personas. Además, las cámaras no tenían capacidad decisiva, podían debatir las leyes propuestas por el gobierno, pero no podían aprobarlas. El estatuto no satisfizo a todos los liberales, y ahora van a surgir los primeros partidos políticos en España. Los defensores del estatuto serán los moderados, y los opositores del estatuto son los progresistas, desarrollándose la doble interpretación del liberalismo.

Paralelamente a esta labor, de la Rosa tuvo que lidiar con la peor fase de la Guerra Carlista. Las derrotas frente a los carlistas provocaron una reacción radical de los radicales que no aceptaban el estatuto. Se acusará al gobierno de preferir pactar con los carlistas antes que aumentar las demandas liberales. Además, buena parte del clero apoyó a los carlistas, y esta reacción dio lugar a la primera oleada anticlerical.

Así, durante la minoría de edad de Isabel II, se da una gran inestabilidad política, con moderados y progresistas. El moderantismo parte de un sufragio censitario que limita el voto a los ciudadanos ricos. Por otro lado, se defiende la soberanía colectiva, una soberanía compartida. Pero siempre los moderados están más inclinados a la corona. La base ideológica son los grandes propietarios, la nobleza, etc. Por otro lado, los progresistas defienden un sufragio censitario al igual que los moderados, pero son menos solidarios. Defienden un mayor concepto de soberanía nacional. Defienden un modelo más descentralizado, aunque muy primario. La base ideológica estará en las provincias, pequeños y bajos propietarios, funcionarios y una parte de la clase media.

2. Juan Álvarez de Mendizábal (1835-1836)

Otro gobierno a destacar va a ser el de Mendizábal (1835-1836), proveniente del sistema mercantil, que se dedicó a parte de sus negocios a la causa liberal. En febrero de 1836 se van a aprobar los decretos de desamortización. Con esta desamortización se intenta la primera reforma agraria liberal. La teoría liberal decía que la base privada solo podía ser una propiedad privada individual cuya finalidad es la creación de una clase de pequeños y medianos propietarios, que además serían los principales defensores de las instituciones liberales. En el siglo XIX se consideró la desamortización un expolio a la iglesia y se alegó que se habían malvendido esas tierras, aunque no es cierto, pero la consideración social no se consiguió. Desde el punto de vista económico, la desamortización fue muy positiva.

3. Enfrentamiento entre Moderados y Progresistas (1836-1837)

En 1836 Mendizábal es destituido. Se da un enfrentamiento entre moderados y progresistas que se radicaliza. Se produce el motín de la Granja, pero este impulso va más allá y se redacta una nueva constitución de 1837. Mantiene la soberanía compartida, pero en última instancia prevalece la soberanía de la nación. Se mantiene un sufragio censitario y un modelo bicameral. Los gobernadores son elegidos por el rey. Sin embargo, esta constitución duró solo 2 años.

Regencia de Esperpento

1. Baldomero Espartero

La reina María Cristina fue una reina partidaria que se decide por los moderados, lo que la enfrenta a los progresistas. La reina gobernadora, por la presión política, se ve obligada a exiliarse, y la regencia cae en manos de Baldomero Espartero. El régimen de los generales dominará el reinado de Isabel II. Durante la Primera Guerra Carlista, los líderes militares van a ser vistos como salvadores y protectores. Además, no se dio una pugna entre políticos y militares porque siempre se pensó que, mientras haya un conflicto armado, qué mejor garantía que un militar dirija el gobierno. Otra circunstancia es que los militares eran liberales constitucionales y habían luchado por el liberalismo.

Dentro de este conjunto de militares habrá otras figuras como son Narváez, líder de los moderados, O´Donnell, que es el representante de un partido centrista, y finalmente Juan Prim y Francisco Serrano. En torno a estos generales va a girar la vida política. Se van a servir de los partidos políticos para llegar al poder.

Inglaterra tenía intereses comerciales en España y se bajan los aranceles, sobre todo de productos textiles. En Cataluña surgirá la organización del primer movimiento obrero en España y se va a dar una especie de ludismo. La solución fue bombardear Barcelona por parte de Espartero. La situación de fondo es que todo partido que monopolizaba el poder se desgasta, y esto les pasará factura. En 1843 Espartero disuelve las cortes y se produce un pronunciamiento. Espartero se ve obligado a exiliarse a Inglaterra.

La Hora de los Moderados

1. Configuración de la Administración y el Estado

Esta coalición acaba en 1844 y se inicia la década moderada, donde los moderados ejercen el monopolio político. Periodo que suceden cortos espacio de tiempo en los que la intensidad del moderantismo va a variar. Se van a suceder varios gobiernos. Un factor determinante es la creación de la Guardia Civil en 1844, que va a tener un carácter rural y son la referencia de la defensa de la propiedad. Otro factor es que va a seguir la tendencia constitucional. Se promueve una nueva constitución de 1845 que expresa la tesis de los doctrinarios. Uno de los aspectos más criticados va a ser la configuración del senado porque sus miembros los va a elegir el rey. Se va a llevar a cabo una reforma hacendística de Alejandro Mon y una reforma educativa de Gil de Zarate y Claudio Moyano, creándose la enseñanza media y la universidad pública. Estas reformas van a molestar a los socialistas, pero también a los progresistas.

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