Crisis de 1808
La situación de España en 1808 era de profunda crisis económica, política y social:
- Aumento incontrolado de precios
- Colapso del comercio exterior
- Endeudamiento del Estado para financiar las guerras
- Indignación contra Carlos IV y Godoy, que gobernaba como valido.
Hechos clave
- Tratado de Fontainebleau: firmado por Godoy y Napoleón, permitía el paso del ejército francés por España para invadir Portugal, colaborando con el bloqueo contra Inglaterra.
- Motín de Aranjuez: Asalto popular contra el palacio de Godoy, provocado por los fernandinos, que forzaron la destitución de Godoy.
- Abdicaciones de Bayona: Carlos IV y Fernando VII renunciaron al trono de España a favor de Napoleón. El 2 de mayo de 1808, el pueblo de Madrid se levantó contra la invasión francesa.
La Guerra de la Independencia
La Guerra de la Independencia fue una guerra nacional de liberación contra la invasión del ejército francés. Se distinguían dos facciones ideológicas:
- Liberales: su objetivo era establecer una monarquía constitucional.
- Absolutistas: su objetivo era el retorno de Fernando VII al trono.
Consecuencias de la guerra
- Daños humanos: pérdida del 5% de la población.
- Daños materiales: destrucción de infraestructuras y ciudades.
Cortes de Cádiz y Constitución de 1812
Las Cortes de Cádiz aprobaron medidas para abolir el Antiguo Régimen:
- Eliminación de los mayorazgos
- Abolición de la Inquisición
- Reconocimiento de las libertades individuales y eliminación de la censura
El contenido de la Constitución de 1812, distribuido en 384 artículos, destacaba:
- Soberanía nacional
- División de poderes
- Cortes unicamerales (El Rey no podía impedir, suspender ni disolver las Cortes)
- Sufragio universal masculino
- Garantía de los derechos fundamentales del individuo
- Catolicismo como religión oficial
- Creación de la Milicia Nacional
Fernando VII: El Absolutismo
Sexenio absolutista
Aclamado por el pueblo, Fernando VII, tras la guerra, recibió en Valencia el “Manifiesto de los Persas”.
Trienio liberal
El rey juró la Constitución, restableciendo las leyes aprobadas en Cádiz. Se aprobó el Reglamento de Instrucción Pública y el primer Código Penal.
Las Guerras Carlistas
Causas de las Guerras Carlistas
1. La cuestión sucesoria fue el pretexto que desencadenó la 1ª guerra carlista, enfrentando a isabelinos (o cristinos) contra carlistas. Este conflicto dinástico perduró hasta el siglo XX.
2. El enfrentamiento ideológico entre dos formas de concebir el Estado, el Gobierno y la sociedad.
- Los carlistas eran enemigos del liberalismo y el centralismo político.
- Los isabelinos defendían las libertades políticas, económicas y sociales, la uniformidad territorial, la monarquía limitada y la división de poderes.
Apoyos
- Los isabelinos contaron con el apoyo de la burguesía, trabajadores urbanos, altas jerarquías de la Iglesia, alta nobleza y la mayoría del ejército.
- Los carlistas contaron con el apoyo de pequeños propietarios campesinos, baja nobleza, clero y oficiales descontentos. Sus zonas de mayor arraigo fueron el País Vasco, Navarra, Cataluña y el Maestrazgo.
Desarrollo de la Primera Guerra Carlista
- Insurrección general reprimida por el ejército isabelino, con focos de insurrección en zonas vascas, navarras y catalanas.
- Dos expediciones nacionales desde el norte sin éxito: la expedición Gómez (Galicia a Cádiz) y la expedición real (Carlos María Isidro).
- División entre carlistas: partidarios de la negociación y exaltados.
- Caída de Morella (principal reducto carlista) y fin de la guerra.
La Regencia de María Cristina (1833-1840)
Condicionada por la Primera Guerra Carlista, los gobiernos liberales desmantelaron el Antiguo Régimen en dos etapas:
- Martínez de la Rosa: promulgó el Estatuto Real (Cortes bicamerales sin capacidad legislativa y sin reconocimiento de derechos individuales).
- Mendizábal: promulgó la Ley de Desamortización (ataques de la Iglesia y Motín de la Granja).
- Calatrava: restauró la Constitución de 1812 (desamortizaciones eclesiásticas, supresión del derecho señorial, elecciones democráticas y Constitución de 1837).
La Regencia de Espartero (1840-1843)
Tras el exilio de María Cristina a Francia, Espartero aplicó una política progresista con nuevas desamortizaciones y disolvió el Parlamento. Su liberalismo autoritario, apoyado en militares ayacuchos, provocó la oposición de políticos civiles y militares como Prim, Serrano, Narváez y O’Donnell.