El Reinado de Isabel II (1833-1868): Desamortizaciones y la Transición a la Sociedad de Clases
Las Desamortizaciones de Mendizábal y Madoz
La política liberal del reinado de Isabel II impulsó leyes que transformaron el campo español, evolucionando desde estructuras feudales hacia una agricultura capitalista. La desamortización, o expropiación y venta por parte del Estado de tierras vinculadas a la Iglesia y a los concejos (tierras «de propios» y «comunales»), fue una medida clave. Estas desamortizaciones fueron implementadas por los gobiernos progresistas del reinado, motivadas por la necesidad de reducir la enorme deuda estatal mediante la venta de las propiedades expropiadas. Otros factores influyentes fueron el deseo de aumentar el número de propietarios y el reconocimiento del derecho a la propiedad libre.
A partir de 1833, la Primera Guerra Carlista incrementó los gastos del Estado y la deuda pública. Bajo el gobierno progresista de Mendizábal, durante la regencia de María Cristina, se preparó el primer decreto de desamortización, que se aplicó desde 1836.
La Desamortización Eclesiástica de Mendizábal
Esta desamortización afectó a los bienes de monjes y frailes. Se cerraron monasterios y conventos con un número insuficiente de residentes y sus propiedades fueron nacionalizadas. Estas propiedades se dividieron en lotes y se vendieron en subastas públicas, aceptándose el pago en metálico o con títulos de deuda pública. Mendizábal buscaba amortizar la deuda, fortalecer el ejército isabelino y crear una nueva clase de propietarios identificados con el liberalismo. Sin embargo, la especulación, la corrupción en las subastas y el tamaño de los lotes beneficiaron principalmente a las clases altas. Durante la regencia del general Espartero, en 1841, se desamortizaron las tierras del clero secular. El gobierno moderado de Narváez detuvo las ventas en 1845.
La Desamortización de Madoz
En 1855, durante el Bienio Progresista, se aprobó la ley de desamortización de Madoz, ministro de Hacienda, que puso en venta las propiedades restantes de la Iglesia y los bienes de propios y comunales de los ayuntamientos. Aunque se amortizó más deuda, las clases altas fueron nuevamente las principales beneficiarias.
Consecuencias de las Desamortizaciones
- Disminución de la deuda del Estado.
- Concentración de la tierra en manos de aristócratas y burgueses ricos, consolidando el latifundio.
- Perjuicio para el campesinado, que no pudo adquirir propiedades y se vio empobrecido por la pérdida de las tierras comunales.
- Extensión de la propiedad privada y leve crecimiento de la producción agraria, aunque sin modernización, manteniendo bajos rendimientos y abundante mano de obra campesina.
De la Sociedad Estamental a la Sociedad de Clases
El liberalismo propició el desarrollo de la sociedad de clases, que reemplazó a la sociedad estamental del Antiguo Régimen. Esta nueva sociedad se basaba en la libertad individual, la igualdad ante la ley, el poder adquisitivo y la posesión de propiedades.
Clases Sociales
- Clases Altas: Nobleza terrateniente, alta burguesía (banqueros, empresarios, grandes comerciantes), altos funcionarios, generales y jerarquía eclesiástica. Muchos burgueses invirtieron en tierras desamortizadas, convirtiéndose en grandes propietarios rentistas.
- Clase Media: Pequeños comerciantes, funcionarios, profesionales liberales y propietarios medianos de tierras. Eran conservadores y defensores del orden público y la propiedad. Una minoría de profesores universitarios, estudiantes y periodistas se distinguió por su actitud crítica, impulsando el partido demócrata.
- Clases Populares:
- Campesinos: El grupo más numeroso (80% de la población). No se beneficiaron de las desamortizaciones y muchos se convirtieron en jornaleros y arrendatarios. Sus condiciones de vida eran precarias debido a los bajos salarios, la escasez de alimentos y el paro estacional. Se radicalizaron a finales del siglo XIX, formando sindicatos anarquistas. En el norte peninsular, el predominio de pequeños y medianos propietarios favoreció una mentalidad conservadora.
- Artesanos: Aún numerosos en las ciudades del interior, su situación se deterioró con la supresión de los gremios.
- Trabajadores del sector servicios: Empleados públicos, oficinistas y servicio doméstico, con jóvenes inmigrantes sometidas a largas jornadas y bajos salarios.
- Clase Obrera (Proletariado): Escasa y concentrada en zonas industriales de Cataluña, País Vasco y Asturias. Vivían en barrios de chabolas, con largas jornadas laborales, salarios ínfimos y frecuentes enfermedades.
El Reinado de Fernando VII: Liberalismo vs. Absolutismo y la Independencia Americana
El Reinado de Fernando VII (1814-1833)
El segundo reinado de Fernando VII se divide en tres etapas:
1. El Sexenio Absolutista (1814-1820)
Tras la Guerra de Independencia, Fernando VII regresó a España y, en lugar de jurar la Constitución ante las Cortes en Madrid, se dirigió a Valencia. Allí, diputados absolutistas le entregaron el Manifiesto de los Persas, pidiendo la vuelta al absolutismo. Con el apoyo de la nobleza, el clero, parte del ejército y la mayoría popular, Fernando VII suprimió las Cortes, anuló su actuación y abolió la Constitución de 1812. Se persiguió a liberales y afrancesados, se restablecieron los privilegios y la Inquisición. La situación económica era desastrosa y el descontento social fue canalizado por el ejército, con numerosos oficiales liberales. Entre 1814 y 1819, hubo seis pronunciamientos liberales fracasados, pero el séptimo tuvo éxito.
2. El Trienio Liberal o Constitucional (1820-1823)
El 1 de enero de 1820, el comandante Riego se pronunció en Cabezas de San Juan a favor de la Constitución de 1812. La sublevación se extendió y Fernando VII juró la Constitución en marzo de 1820, iniciando el Trienio Liberal. La inestabilidad política se debió a:
- La división de los liberales en moderados (soberanía compartida) y progresistas (soberanía nacional).
- La actitud antiliberal del rey, que nombraba ministros absolutistas y vetaba leyes liberales. Fernando VII solicitó la ayuda de la Santa Alianza para restablecer el absolutismo.
Durante el Trienio, se restableció la Constitución y las leyes de Cádiz, se suprimieron los privilegios, los señoríos y la Inquisición, se crearon tributos universales, se redactó un Código Penal y se restableció la Milicia Nacional. Sin embargo, la situación económica seguía siendo mala. Los absolutistas organizaron guerrillas y los Cien Mil Hijos de San Luis, enviados por la Santa Alianza, acabaron con el Trienio en 1823.
3. La Década Ominosa (1823-1833)
Con el retorno al absolutismo, Fernando VII declaró nula la legislación del Trienio y reprimió a los liberales. Sin embargo, las dificultades económicas obligaron a tímidas reformas: se mantuvo la abolición de la Inquisición, se nombraron ministros reformistas, se modernizó la Hacienda, se creó el Código de Comercio y el Banco de San Fernando. Los absolutistas radicales «Apostólico») apoyaron al infante Don Carlos. En 1830, Fernando VII publicó la Pragmática Sanción, que anulaba la Ley Sálica y permitía la sucesión femenina. Su hermano, Don Carlos, no aceptó la Pragmática. En octubre de 1830 nació la infanta Isabel. En 1833 falleció el rey, dejando como regente a su viuda, María Cristina. Don Carlos se proclamó rey, comenzando la Primera Guerra Carlista.
La Emancipación de la América Española
El descontento de los criollos americanos se debía a:
- Altos impuestos.
- Obligación de comerciar con España.
- Altos cargos reservados a peninsulares.
- Influencia del liberalismo.
- Ejemplo de la independencia de los Estados Unidos.
El proceso de independencia se desarrolló en dos fases:
- A partir de 1808, los criollos formaron Juntas de defensa que no aceptaron la monarquía de José I ni se sometieron a la Junta Suprema Central, declarándose independientes. En 1814, Fernando VII envió un ejército que liquidó la rebelión, excepto en Buenos Aires y Paraguay.
- A partir de 1816, el independentismo se reavivó, liderado por José de San Martín y Simón Bolívar. En 1816, Argentina proclamó su independencia. San Martín proclamó la independencia de Chile en 1818. Bolívar proclamó la independencia de Venezuela y Colombia en 1819, y de Ecuador en 1822. Estos países formaron la República Federal de la Gran Colombia. Bolívar y San Martín unieron sus ejércitos en Perú, declarando su independencia en 1821. En 1825 se creó Bolivia. México se independizó en 1821.
España perdió todo el continente americano, excepto Cuba y Puerto Rico. Esto supuso la pérdida de su mercado colonial y de su prestigio. En América, nacieron 15 repúblicas independientes con predominio de la minoría criolla, caudillismo militar e influencia económica de Inglaterra y Estados Unidos.