España en el Siglo XIX: Economía, Demografía y Sociedad

UN LENTO CRECIMIENTO DE LA POBLACIÓN

Si hay una característica que define el comportamiento demográfico de la población española en el siglo XIX es el lento crecimiento demográfico. España estaba anclada en el modelo demográfico antiguo, con lo cual el crecimiento era más lento que en otros países.

Durante la segunda mitad del siglo XIX, el crecimiento de la población española fue inferior al de Europa Occidental. Pese a haber disminuido notablemente, la mortalidad española era, en 1900, más elevada que en los países vecinos. En 1900, la mortalidad en España era del 29‰, frente al 18‰ de Europa Occidental. La natalidad era moderada, en torno al 34‰ en 1900. La esperanza de vida se situaba en torno a los 35 años, y en Francia o Gran Bretaña superaba los 45.

Factores del Lento Crecimiento Demográfico

  • Alta Mortalidad: El mantenimiento de una elevada mortalidad fue debido a las malas condiciones sanitarias y al impacto de las epidemias. Las enfermedades infecciosas afectaban a las clases populares. La epidemia del cólera siguió azotando a varias provincias españolas en 1865 y 1885. También tuvo un peso decisivo las crisis de subsistencia.
  • Emigración: Otro factor del débil crecimiento demográfico de la segunda mitad del siglo XIX fue la emigración.

Excepción Catalana

Cataluña fue una excepción porque industrialmente estaba a la cabeza de España y va a iniciar su transición al régimen demográfico moderno.

UNA AGRICULTURA PROTEGIDA Y ESTANCADA

A lo largo del siglo XIX, España sufrió cambios en su economía. Mantenía una economía agraria, basada en la trilogía mediterránea y un sector industrial limitado. En España no se produjo una revolución agrícola: el estancamiento de la agricultura fue consecuencia de la protección arancelaria.

Efectos de las Desamortizaciones

  • Disminución de la deuda pública.
  • Leve crecimiento de la producción agraria.

Problemas del Sector Agrícola

  • El trigo perdió terreno por el abandono de las tierras, lo que causó problemas de abastecimiento que obligó a importarlo.
  • La vid creció, pero debido a razones especiales ajenas a la agricultura española: las plagas de filoxera hicieron que aumentara la exportación a vino a ese país. Más tarde la plaga se extendió a España afectando gravemente a muchas regiones.
  • El olivo aumentó su superficie de cultivo, formándose los dos centros principales de su cultivo en Andalucía y a lo largo del Sistema Ibérico.

La agricultura estuvo estancada y fue un lastre para los otros sectores productivos. Los bajos rendimientos tras las desamortizaciones, no fueron como se esperaban.

UNA DEFICIENTE INDUSTRIALIZACIÓN

La evolución del sector industrial a lo largo del siglo XIX tuvo un relativo atraso, por circunstancias como:

  • Debilidad del mercado interior.
  • Baja capacidad de la demanda de productos industriales.
  • Política de proteccionismo estatal.

Sectores Industriales

Industria Textil Catalana

En Cataluña, la industria textil del algodón y la lana fue menor que en la primera mitad del siglo. El aumento de la importación de algodón refleja el dinamismo de los textiles catalanes en las dos últimas décadas del siglo XIX. La ley de relaciones comerciales de 1882, apoyó este crecimiento. Se produce la “catalanización” de la industria lanera. Ante la superioridad tecnológica, la industria algodonera recurrió a la protección arancelaria. Desde 1861, la guerra de Secesión norteamericana redujo las llegadas de algodón y aumentó sus precios. La pérdida en 1898 de las últimas colonias provocó un estancamiento en la industria del algodón. Los textiles catalanes desplazaron a los británicos en el mercado español.

Siderurgia

Durante la Restauración, el sector industrial más importante fue el siderúrgico. Las primeras instalaciones siderúrgicas se establecieron en Málaga, entre 1840 y 1860 pero fracasaron. Asturias, entre 1860 y 1879 sustituyó a Málaga gracias al carbón de las minas astur-leonesas. Vizcaya, desde 1880 se convirtió en el principal centro siderúrgico español. Creó su propia industria siderúrgica, entre la que destacó Altos Hornos de Vizcaya (1902).

Minería

Entre 1874 y 1914 tuvo lugar la explotación masiva de los ricos yacimientos mineros del subsuelo español.

LAS DIFICULTADES DE LOS TRANSPORTES

La construcción del ferrocarril fue realizada por compañías extranjeras, que lograron del Estado amplias concesiones para la importación de maquinaria y la explotación ulterior del tráfico. Los efectos económicos de la construcción de una red ferroviaria fueron importantes: se creó un mercado nacional, impulsó la demanda de la industria siderúrgica y metalúrgica y redujo costes de transporte de materias primas y de comercialización de la producción.

Problemas de la Red Ferroviaria

La Ley General de Ferrocarriles de 1877 fomentó la ampliación de la red. Con esta ley se estableció un plan gubernamental para diseñar el trazado, pero se cometieron graves errores:

  • Ancho de vía diferente al europeo.
  • Las líneas ferroviarias siguieron un trazado radial, pensado con criterios políticos y no económicos.
  • La mala calidad de la construcción incrementó los costes posteriores.

El fracaso en los costes de explotación por falta de viajeros y de mercancías en numerosas líneas llevó a la quiebra a muchas pequeñas empresas. Entre 1876 – 1890 fue la época de las grandes compañías, destacando la Compañía del Norte y la Madrid – Zaragoza – Alicante. El ferrocarril incrementó la producción de carbón y la demanda de madera y, permitió la creación de numerosos empleos.

EL COMERCIO: PROTECCIONISMO FRENTE A LIBRECAMBISMO

La mayoría de los gobiernos del siglo XIX fueron proteccionistas. Sus consecuencias fueron:

  • Dependencia de estos sectores del proteccionismo.
  • El atraso técnico.
  • La falta de eficacia y competitividad de la economía española.
  • Perjuicios de los consumidores españoles por los altos precios de los productos.

El tenue desarme arancelario iniciado en 1841, sólo se intensificó tras aprobarse en 1869 el arancel Figuerola. La fuerte competitividad agrícola e industrial internacional forzó al Gobierno a aumentar los aranceles en 1891 en defensa de agricultores e industriales. Los altos aranceles españoles permitieron a la industria replegarse en un mercado interno protegido. La agricultura del interior de España siguió idéntico camino. El comercio exterior, se dirigía principalmente hacia Gran Bretaña, Francia y Cuba, y los productos más importantes fueron el hierro y el vino. El proteccionismo era básico por lo tanto el rendimiento de la agricultura española estaba por debajo del de otras zonas. El cereal era mucho más barato en Francia, Alemania, Italia y Gran Bretaña.

LAS FINANZAS

El problema de la deuda es una constante en todo el siglo y fracasaron todos los intentos de sanear el presupuesto: siempre había más gastos que ingresos, excepto en los años: 1876, 1882, 1893 y 1899. El Estado realizó concesiones a grupos extranjeros a cambio de fondos, como las concesiones mineras. También fue constante la emisión de deuda pública.

Modernización del Sistema Monetario y Bancario

En el último tercio del siglo XIX se sustituye el sistema monetario antiguo por un sistema de carácter único alrededor de la peseta. Durante la Restauración creció la cantidad de dinero en circulación gracias a la generalización de los billetes. En 1874 existía un predominio de la banca pública. A partir de 1900 la banca representó un papel básico en la industrialización y modernización de las décadas siguientes.

Inversión Extranjera

El capital europeo, británico y francés, financió los inicios de la industrialización española, en especial la inversión en el ferrocarril. Los capitales españoles, provenían de la agricultura y de las inversiones coloniales americanas. En contraste con el resto del país en el País Vasco se formaron grupos capitalistas. La industrialización vasca propició el nacimiento del Banco de Bilbao y el Banco de Vizcaya. Se puede concluir que en el siglo XIX, los grandes negocios y los grandes proyectos fueron obra de inversores extranjeros.

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