España en el Siglo XIX: Guerra, Constitución y Emancipación Americana

La Guerra de la Independencia Española (1808-1814): Causas, Bandos y Desarrollo

El 2 de mayo de 1808, un alzamiento popular estalló en Madrid coincidiendo con la partida de los últimos miembros de la familia real y la Junta de Gobierno. Esta sublevación se propagó rápidamente a otras ciudades españolas. La mayoría de los españoles rechazaban al nuevo rey, José I Bonaparte, y ante la ausencia de un poder legítimo, se formaron Juntas Provinciales de Defensa en diversos territorios. Estas juntas organizaron la resistencia contra las tropas francesas. Para coordinar los esfuerzos, se creó la Junta Suprema Central. En 1810, debido a las derrotas frente a Napoleón, esta junta se refugió en Cádiz, donde se convocaron las Cortes de Cádiz. Estas Cortes promulgaron la Constitución de 1812, estableciendo un régimen liberal de monarquía constitucional, lo que marcó el inicio de una revolución política liberal.

Etapas de la Guerra de la Independencia

A) Fase Inicial (Verano de 1808): Se caracterizó por una fuerte reacción popular. Los generales franceses, sorprendidos, intentaron sofocar la resistencia en ciudades como Girona, Zaragoza y Valencia. En Andalucía, el ejército español, liderado por el general Castaños, derrotó a las tropas francesas en la Batalla de Bailén, obligando a José I a abandonar Madrid.

B) Dominio Francés (Finales de 1808 – 1812): Napoleón intervino personalmente con un gran ejército, derrotando a las tropas españolas y retomando Madrid. Sin embargo, el ejército francés enfrentó una constante guerra de guerrillas en Castilla, Andalucía, Cataluña, Valencia y otros territorios. Destacados líderes guerrilleros como el cura Merino, Espoz y Mina, y el Empecinado, impidieron el control total francés de las zonas rurales. A pesar de esto, los franceses controlaron las principales ciudades, excepto Cádiz.

C) Ofensiva Aliada y Fin de la Guerra (1812-1813): Una importante ofensiva británica, liderada por el general Wellington, desembarcó en Portugal. Las victorias aliadas en Arapiles, Vitoria-Gasteiz y San Marcial, junto con la persistente guerrilla, debilitaron la supremacía francesa, que también enfrentaba problemas en el frente ruso. La guerra concluyó en 1813 con la firma del Tratado de Valençay.

Características de la Constitución de Cádiz de 1812

La Constitución de 1812, conocida popularmente como «La Pepa» (por ser aprobada el 19 de marzo, día de San José), es la primera constitución de la historia de España. Regulaba detalladamente la vida política y los derechos de los ciudadanos. Proclamaba la soberanía nacional y establecía una clara división de poderes:

  • Poder Ejecutivo: En manos del rey.
  • Poder Judicial: En manos de los tribunales de justicia.
  • Poder Legislativo: Atribuido a las Cortes, con una sola cámara elegida por sufragio universal masculino indirecto (con un sistema de compromisarios). Se requería ser propietario para ser diputado.

La Constitución diseñó un estado unitario, afirmando los derechos de los españoles en su conjunto. Impulsó la centralización política y administrativa, estableciendo una burocracia centralizada, una fiscalidad común, un ejército nacional y un mercado libre de aduanas internas. El estado se definía como confesional, con la religión católica como oficial y única.

La Constitución tuvo una vigencia limitada debido a la guerra y a su abolición por Fernando VII en 1814. Solo estuvo en vigor durante el Trienio Liberal (1820-1823) y brevemente en 1836. Sin embargo, su importancia es enorme, ya que fue el primer intento de transformar la España absolutista en un estado liberal, sirviendo de inspiración para constituciones posteriores, tanto españolas como extranjeras. Se convirtió en un símbolo de la lucha por la libertad.

Causas y Desarrollo de la Independencia de las Colonias Americanas

Causas de la Independencia

Entre 1808 y la década de 1820, las colonias americanas se emanciparon. Los movimientos independentistas buscaban liberarse del control del gobierno español, que limitaba el ascenso social de los criollos (descendientes de españoles nacidos en América) y les negaba la libertad económica para comerciar con otras potencias. La independencia de Estados Unidos sirvió como un ejemplo inspirador.

Etapas de la Independencia Americana

– Primera Fase (1810-1816): Coincidió en gran parte con la Guerra de la Independencia Española. Destacaron las insurrecciones lideradas por Simón Bolívar (Venezuela) y el cura Hidalgo (México).

– Segunda Fase (1816-1818): Coincidió con la restauración absolutista de Fernando VII. Las autoridades españolas sofocaron temporalmente los levantamientos rebeldes.

– Tercera Fase (a partir de 1818): Las campañas de Simón Bolívar en Venezuela y José de San Martín en Argentina, Chile y Perú fueron decisivas. La Batalla de Ayacucho (Perú, 1824) marcó el final de la guerra. Para 1824, España solo conservaba Cuba, Puerto Rico, Filipinas y algunas islas del Pacífico.

Repercusiones para España

La independencia americana tuvo graves consecuencias para España. Perdió recursos fiscales cruciales y un mercado importante para sus exportaciones. Además, España quedó relegada a una potencia de segundo orden en Europa.

El Reinado de Fernando VII: El Conflicto entre Liberales y Absolutistas

Sexenio Absolutista (1814-1820)

Tras la derogación de la Constitución de 1812, Fernando VII restauró el absolutismo. La Inquisición fue restablecida, y los constitucionalistas fueron reprimidos, muchos exiliándose. La vuelta al absolutismo y al sistema señorial provocó una crisis económica y la ruina de la Hacienda. América inició su proceso de independencia. El desprestigio internacional de España llevó a su exclusión de los tratados internacionales hasta 1817. Entre 1814 y 1819, hubo varios pronunciamientos liberales fallidos. Sin embargo, en 1820, el pronunciamiento de Rafael de Riego, proclamando la Constitución de 1812 en Las Cabezas de San Juan, triunfó. Fernando VII, viéndose derrotado, juró la Constitución, dando inicio al Trienio Liberal.

Trienio Liberal (1820-1823)

Este período fue el primer ensayo de gobierno constitucional en España. Se implementaron políticas moderadas basadas en los principios de «La Pepa» (libertad de prensa, derechos individuales, etc.). La Iglesia fue apartada del poder y los jesuitas fueron expulsados. Los liberales se dividieron en dos facciones:

  • Moderados: Buscaban un pacto con los absolutistas, moderando las aspiraciones liberales.
  • Exaltados: Liberales radicales que pretendían ampliar el sufragio y reducir el poder de los antiguos estamentos privilegiados.

Los absolutistas conspiraron para derrocar el régimen. Se estableció una Regencia en la Seu d’Urgell para dirigir los ataques de las partidas realistas. Fernando VII apoyó a grupos golpistas y solicitó ayuda a las potencias europeas antiliberales. En 1822, las partidas realistas controlaban zonas del norte. La intervención de los Cien Mil Hijos de San Luis, acordada en el Congreso de Verona, acabó con el gobierno constitucional en abril de 1823, también debido a las divisiones internas entre los liberales.

Década Ominosa (1823-1833)

Tras el golpe de Estado de Fernando VII, se produjo una segunda restauración absolutista. Se abolieron las libertades políticas, y muchos liberales fueron ejecutados (como Riego) o exiliados. La Iglesia volvió a ser el principal aliado del rey. Se introdujeron algunos cambios en la organización del Estado, como la creación del Consejo de Ministros y la reorganización de la Hacienda Pública. La economía española comenzó a recuperarse tras décadas de inestabilidad.

La resistencia liberal persistió tanto en el interior como en el exterior. A partir de 1825, los sectores más reaccionarios del absolutismo (los «Realistas Puros») exigieron un retorno total al régimen señorial. Los liberales continuaron conspirando, como lo demuestran los casos de Torrijos y Mariana Pineda, que fueron ejecutados. Surgió un problema sucesorio, ya que Fernando VII no tenía descendencia. Su hermano, Carlos María Isidro, era el heredero, apoyado por los absolutistas más intransigentes. Sin embargo, en 1830 nació Isabel, la primera hija de Fernando VII, lo que desencadenaría las Guerras Carlistas tras su muerte.

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