La España del Siglo XVII: Los Austrias Menores, Gobierno de Validos y Conflictos Internos
El Gobierno de Validos: Concepto
Durante el siglo XVII, los reyes de la dinastía Habsburgo en España, conocidos como los Austrias Menores (Felipe III, Felipe IV y Carlos II), adoptaron una forma de gobierno caracterizada por la delegación del poder en personas de su confianza, denominadas validos. Este periodo contrasta fuertemente con los reinados de Carlos I y Felipe II, quienes ejercieron el poder de forma personal y autoritaria.
A los Austrias del siglo XVII se les denomina «Menores» porque su reinado coincidió con una época de profunda decadencia para la Monarquía Hispánica. España perdió la hegemonía mantenida en el siglo anterior y se vio envuelta en continuos conflictos internos y externos.
Principales Validos
- Con Felipe III: El Duque de Lerma.
- Con Felipe IV: El Conde-Duque de Olivares.
- Con Carlos II: Inicialmente, su madre, la regente Mariana de Austria, quien a su vez confió en el Padre Nithard y posteriormente en Fernando de Valenzuela. Más tarde, otros validos incluyeron a Juan José de Austria y al Duque de Medinaceli.
Los Austrias Menores y sus Conflictos Internos
Felipe III (1598-1621)
Considerado el primer rey de los Austrias Menores, Felipe III poseía un carácter considerado débil y entregó gran parte del poder a su valido, el Duque de Lerma. Una decisión notable fue el traslado temporal de la Corte a Valladolid (se rumoreó que Lerma se benefició económicamente de ello).
Durante su reinado tuvo lugar la expulsión de los moriscos en 1609, justificada por la supuesta ayuda que estos prestaban a los piratas berberiscos. Más de 300.000 moriscos fueron expulsados, afectando gravemente a regiones como Valencia, Aragón y Murcia.
Felipe IV (1621-1665)
Felipe IV dejó el poder en manos de su valido, el Conde-Duque de Olivares. Olivares impulsó un ambicioso programa de reformas con el objetivo de reforzar el poder real y mantener la hegemonía española. Su intento de centralización y de imponer una mayor contribución fiscal y militar a todos los reinos (la Unión de Armas) generó una enorme resistencia.
Esto desembocó en la grave crisis de 1640, con numerosos levantamientos, especialmente en Cataluña, Portugal, Andalucía y Aragón.
Carlos II (1665-1700)
Conocido como «el Hechizado», Carlos II fue un monarca débil física y mentalmente. Su reinado estuvo marcado por la lucha por el poder entre facciones nobiliarias en la Corte y la creciente decadencia del Imperio. El problema más grave fue la cuestión sucesoria, ya que no tuvo descendencia directa. Su testamento a favor de Felipe de Anjou (nieto de Luis XIV de Francia) desencadenó la Guerra de Sucesión Española (1701-1714), que supuso el cambio de la dinastía Habsburgo por la Borbón en el trono español.
La Crisis de 1640
Entre 1640 y, aproximadamente, 1652 (aunque Portugal continuó su lucha), España sufrió una profunda crisis política, militar y social. Castilla, que había soportado la mayor carga fiscal y militar del Imperio, se encontraba exhausta.
Causas
- La política centralista y autoritaria del Conde-Duque de Olivares.
- La necesidad de reformas y la resistencia que estas generaron, especialmente el proyecto de la Unión de Armas, que pretendía crear un ejército común costeado por todos los reinos.
- La oposición de los distintos territorios a perder sus fueros y privilegios y a contribuir más a las cargas de la monarquía.
Principales Levantamientos
- Cataluña: La guerra entre España y Francia se desarrollaba en territorio catalán, lo que provocó grandes tensiones entre la población local y el ejército real (acusado de abusos). El 7 de junio de 1640 (Corpus de Sangre) estalló una revuelta en Barcelona, durante la cual fue asesinado el virrey, el Conde de Santa Coloma. Cataluña buscó la protección de Francia, llegando a nombrar conde de Barcelona a Luis XIII. Se envió un ejército real de 30.000 hombres, pero los catalanes, con ayuda francesa, resistieron, declarando una república bajo protección francesa. La guerra se prolongó hasta 1652, cuando Barcelona finalmente se rindió a las tropas de Felipe IV, bajo la promesa de respetar sus fueros.
- Portugal: Incorporado a la Monarquía Hispánica desde tiempos de Felipe II, Portugal rechazó la Unión de Armas y aprovechó la crisis catalana para proclamar su independencia en 1640, nombrando rey al Duque de Braganza (Juan IV). La guerra de restauración portuguesa se prolongó hasta 1668, cuando España reconoció formalmente la independencia de Portugal mediante el Tratado de Lisboa.
- Andalucía: En 1641, se produjo un levantamiento (o conspiración) contra Olivares, supuestamente dirigido por el Duque de Medina Sidonia. Este movimiento fue aplastado por las tropas reales.
- Aragón: En 1648, se produjo un levantamiento nobiliario, dirigido por el Duque de Híjar, que presuntamente quería formar un Reino independiente pidiendo ayuda a Francia e Inglaterra. Aunque este levantamiento también fracasó.
Consecuencias de la Crisis
- Una profunda crisis para la Monarquía Hispánica, evidenciando su debilidad interna.
- El fracaso del proyecto centralista de Olivares y su caída política.
- A pesar de la gravedad de la crisis, la Monarquía logró mantener la unidad de la mayoría de sus territorios peninsulares, con la importante excepción de la independencia definitiva de Portugal.
El Ocaso del Imperio Español en Europa
Con los Austrias Menores se acentuó la decadencia del Imperio Español. Esta decadencia fue motivada por múltiples factores, incluyendo la imposibilidad de mantener la costosa hegemonía militar y política en Europa frente a nuevas potencias emergentes.
Este declive no fue brusco, sino un proceso gradual que se desarrolló simultáneamente a las guerras y tuvo un momento culminante al final del reinado de Carlos II, que motivó la Guerra de Sucesión.
Acontecimientos Clave del Declive
- Reinado de Felipe III: Su reinado heredó una enorme deuda debido a las guerras anteriores. Se consiguió la paz con Inglaterra (1604) y se firmó la Tregua de los Doce Años (1609-1621) con las Provincias Unidas (Países Bajos). Esto alivió temporalmente la situación, pero al final del reinado, España se vio involucrada de nuevo en un gran conflicto europeo: la Guerra de los Treinta Años (1618-1648), en la cual se manifestó que España había entrado en decadencia.
- Reinado de Felipe IV: La decadencia se manifestó claramente desde que nombró valido al Conde-Duque de Olivares. Se intentó restaurar la hegemonía española en Europa y para ello se pidió a todos los territorios españoles que contribuyeran a esa restauración. Sin embargo, durante este periodo se consumó la derrota española. En la Guerra de los Treinta Años, España sufrió derrotas significativas a manos de Francia. Con la Paz de Westfalia (1648), España reconoció la independencia de las Provincias Unidas (Países Bajos). La guerra con Francia continuó hasta la Paz de los Pirineos (1659), donde España perdió posesiones importantes como el Rosellón y parte de la Cerdaña, y cedió otras plazas, además de que Francia consiguió beneficios comerciales con América.
- Reinado de Carlos II: En este reinado continuaron los conflictos con Francia. Las guerras contra los franceses resultaron en la pérdida de más territorios en Flandes, y el Imperio Español dio de nuevo un paso hacia atrás.
Acontecimientos Definitivos: La Sucesión al Trono
La sucesión al trono de Carlos II provocó la aparición de dos candidatos principales: el nieto de Luis XIV de Francia, Felipe de Anjou (Borbón), y el Archiduque Carlos de Habsburgo (Austria). La Corona de Castilla estaba mayoritariamente a favor del candidato Borbón, mientras que la Corona de Aragón apoyó al Archiduque. Carlos II dejó testamento a favor de Felipe de Anjou. El otro candidato no se conformó y se desencadenó la Guerra de Sucesión Española (1701-1714).