España en el Siglo XVIII: De la Guerra de Sucesión al Despotismo Ilustrado de Carlos III

La Guerra de Sucesión y el Sistema de Utrecht

El 1 de noviembre de 1700, Carlos II falleció, dejando el trono a Felipe de Anjou, quien fue coronado rey de España en 1701. Los primeros privilegios otorgados a Francia y la posibilidad de su acceso al trono francés desencadenaron el miedo a una hegemonía borbónica en Europa y, por tanto, la Guerra de Sucesión (1701-1713/15) entre los Borbones. Las acciones militares ocurrieron por toda Europa y en las posesiones americanas, hasta que Carlos accedió al Imperio sin renunciar a sus aspiraciones al trono español. Las hostilidades empezaron a debilitarse debido al desequilibrio que podría producirse si se unían las coronas de Austria y España. Se firmó la Paz de Utrecht (1713) y Rastatt (1715), en la que se reconocía a Felipe V como rey de España, se prohibía la unión de Francia y España, y España perdía Terranova, Gibraltar, Menorca y el monopolio del comercio de esclavos (Gran Bretaña); Flandes, el Milanesado, Nápoles y Cerdeña (Austria) y Saboya (Sicilia).

Este conflicto fue una guerra civil en España entre los partidarios de los Borbones y los defensores de Carlos de Habsburgo. Esta guerra se prolongó hasta que las tropas de Felipe V tomaron Barcelona (1714) e Ibiza (1715), confirmándose así el cambio de dinastía en el trono español y la política centralista, aboliéndose los privilegios de quienes le presentaron oposición.

El Cambio Dinástico: Los Primeros Borbones

Carlos II murió en 1700 dejando el trono a Felipe de Anjou, cuya coronación originó la Guerra de Sucesión y los posteriores acuerdos del Sistema de Utrecht (1701-1713/15), suponiendo para España la pérdida de sus posesiones europeas y el cambio de dinastía a los Borbones. Su política interior se basó en la centralización de la administración, el control sobre la Iglesia y el intervencionismo en la economía:

  • Felipe V (1700-1746)

    Delegó en validos como Alberoni o Rippedá, para ser sustituidos por reformistas españoles. Interrumpió su reinado en favor de Luis I (1724). Se llevaron a cabo medidas orientadas a la centralización: Decretos de Nueva Planta, la incorporación de las Secretarías de Estado y Despacho, la división territorial de España, la Ley Sálica y, en política exterior, se recuperaron el reino de Nápoles y Sicilia.

  • Fernando VI (1746-1759)

    Dejó el gobierno en manos de consejeros españoles. Se impulsó la creación de un sistema fiscal igualitario para todo el país, una política de construcción de obras públicas, la firma del Concordato con Roma y, en política exterior, fue una etapa de neutralidad para la reconstrucción interior.

La Práctica del Despotismo Ilustrado: Carlos III

A la muerte de Fernando VI, accedió al trono su hermanastro Carlos III (1759-1788) de Nápoles. Se definen dos fases en su reinado:

  • Llegada a España (1759-1766)

    Carlos III puso en marcha reformas que modernizasen el país, pero no prosperaron debido a la oposición de la nobleza y la Iglesia; la revuelta popular madrileña que tenía como causas la subida de los precios en alimentos básicos y el recelo ante los ministros extranjeros, y la regulación de la vestimenta de los madrileños.

  • Giro Conservador a partir de 1766

    Confió su gobierno a hombres que evitaran cambios radicales y mantuvieran la paz social. Destacó:

    • El fomento de la agricultura
    • El fomento de las manufacturas
    • El fomento del comercio
    • El fomento de obras públicas
    • La revalorización del trabajo (persecución de la mendicidad y establecimiento de la dignidad del trabajador)
    • La reforma de Hacienda y el fomento de la educación como instrumento de progreso y modernización

La Ilustración en España

Durante el siglo XVIII, se llevó a cabo un programa de reformas cuya base fue la Ilustración, el movimiento intelectual emergente caracterizado por defender el empleo de la razón y el espíritu crítico, el fomento de la economía nacional, el desarrollo de la ciencia y la educación, y la difusión del progreso y la felicidad. En España llegó con retraso, debido a que en los reinados de Felipe V y Fernando VI solo destacaron minorías que reclamaban reformas. En el reinado de Carlos III, destacó el despotismo ilustrado. Él y sus consejeros reformistas desarrollaron un conjunto de obras públicas en Madrid, potenciando una política económica, así como reformando instituciones político-administrativas.

La preocupación central de los ilustrados fue la de elevar el nivel cultural español a través de una enseñanza básica y una reforma universitaria bajo el control del Estado. Los canales de difusión fueron las academias, las instituciones de enseñanza superior, las Sociedades Económicas de Amigos del País, los consulados y las publicaciones periódicas.

Las figuras más importantes fueron: Feijoo y Jovellanos; Mutis, Ventura, Cibeles; Villanueva, Goya, Cadalso.

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