España en el Siglo XVIII: Transformaciones Políticas, Sociales y Económicas

1. Características políticas

1.1 La imposición del absolutismo borbónico

La monarquía de los Austrias había iniciado un proceso de concentración de poder. Las Cortes solo se reunían para aprobar impuestos. En la Corona de Aragón se habían conservado instituciones propias. Los Borbones impusieron el absolutismo implantado por Luis XIV. Al monarca absoluto le pertenecía el territorio y de él emanaban las instituciones, su poder era ilimitado.

1.2 La política exterior

El reinado de los Borbones se inició con una importante pérdida de poder en el contexto internacional, que permitió liberar a la monarquía de la carga militar y financiera. Los Borbones mejoraron la situación dentro del país. Los principales enfrentamientos se produjeron por Isabel de Farnesio en defender los accesos al trono de sus hijos Carlos III y Felipe V. Felipe V y Carlos III firmaron con Francia los Pactos de Familia. Fernando VI hizo una reestructuración del ejército y de la flota. Durante el reinado de Carlos III surgió la guerra de los Siete Años, que terminó con la Paz de París, España cedió sus territorios, pero luego los recuperó.

2. Características sociales

La sociedad del siglo XVIII se caracterizaba por la desigualdad jurídica y el inmovilismo. Los privilegiados no pagaban impuestos y tenían cargos públicos. El clero (2% de la población) controlaba la propiedad territorial. La nobleza (5% de la población) poseía propiedades y administraba justicia. El tercer estamento estaba constituido por el resto de los habitantes del reino (campesinos, burgueses y sectores populares). Los campesinos (mayoría) trabajaban las tierras del clero y la nobleza y además tenían que pagarles y estaban sometidos a un régimen señorial. La nobleza y el clero impidieron el desarrollo económico e industrial de la burguesía, pero la mejora de la actividad económica permitió su crecimiento a lo largo del siglo XVIII.

3. Características económicas del Antiguo Régimen

3.1 Una economía agraria

La agricultura era la fuente principal de la riqueza. La tierra estaba amortizada, ni se compraba ni se vendía y debía trasmitirse por herencia, así lo hacían la Iglesia, los ayuntamientos y la nobleza. La Corona, la nobleza y la Iglesia continuaban siendo los titulares de los señoríos, extensas posesiones de las que recibían rentas. En Castilla, la mayor parte del campesinado era arrendatario o jornalero y las tierras eran cultivadas con contratos enfitéuticos. En Galicia y Asturias, foros, que se subdividieron en subforos y un problema de minifundismo. En Andalucía y Extremadura existían los latifundios.

3.2 La debilidad de la industria y el comercio interior

La industria continuaba organizada en gremios con un control sobre la producción y la creación de nuevas industrias. El mercado interior era débil, escaso y limitado. Existían graves problemas de transporte y las zonas interiores estaban aisladas. El mayor problema era el autoconsumo, los campesinos apenas podían permitirse los productos indispensables.

4. Separatismo y centralismo: Austrias y Borbones

4.1 Separatismo con los Austrias

Las exigencias del conde-duque de Olivares acabaron provocando el levantamiento de Cataluña y Portugal. En Portugal, la rebelión significó la independencia de Portugal de la Corona española. La revuelta en Cataluña se originó cuando Olivares abrió un frente militar contra los franceses. Los soldados reales provocaron una rebelión y esta terminó con el Corpus de Sangre.

4.2 Centralización y uniformidad

Felipe V y Fernando VI unificaron y reorganizaron los reinos peninsulares. Felipe V, con los Decretos de la Nueva Planta, con la organización perdieron su soberanía y se integraron en un modelo uniformador y centralista. La Nueva Planta abolió las Cortes de los reinos, que se convirtieron en las Cortes de España. Se suprimió el Consejo de Aragón y el Consejo de Castilla asumió sus funciones. El monarca intervenía y decidía en los asuntos del Estado, su labor era auxiliada por las secretarías. Los Borbones eliminaron los antiguos virreinatos y crearon demarcaciones provinciales.

4.3 La Andalucía del siglo XVIII: Guerra de sucesión y reformismo e ilustración

Durante el conflicto (1700-1713) por la sucesión al trono español, Andalucía se mantuvo del lado de Felipe V. La plaza y fortaleza de Gibraltar fue conquistada por el almirante Rooke (los británicos). El traslado en el año 1717 de la Casa de la Contratación de Sevilla a Cádiz, enriqueció a los comerciantes asentados en la bahía gaditana. Entre las nuevas iniciativas ilustradas destaca la creación de “Nuevas Poblaciones” para poblar con extranjeros el itinerario de Madrid a Cádiz por Despeñaperros. Dentro del proyecto de repoblación de Sierra Morena en 1771. También se crearon, como en otras regiones de España, Academias, tertulias literarias y Sociedades Económicas de Amigos del País, para difundir el pensamiento.

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