La Crisis del Antiguo Régimen en España (1808-1833)
1. Crisis de 1808 y la Guerra de la Independencia
1.1. El Reinado de Carlos IV: Antecedentes de la Guerra de la Independencia
Carlos IV inició su reinado en 1788, coincidiendo con el estallido de la Revolución Francesa en 1789. El temor a la expansión de las ideas revolucionarias llevó a la paralización de las reformas ilustradas impulsadas por Carlos III y al relevo de los ministros ilustrados.
Manuel Godoy, valido entre 1792 y 1808, se enfrentó a la nobleza y al clero debido a sus reformas internas, como el intento de desamortización de tierras eclesiásticas y la limitación del poder de la Inquisición.
En política exterior, tras la Paz de Basilea (1795), España se alió con Francia, especialmente bajo el mando de Napoleón (1799), contra Gran Bretaña. La Batalla de Trafalgar (1805) resultó en una derrota franco-española. Para debilitar a Portugal, aliado británico, y reforzar el bloqueo económico contra Gran Bretaña, se firmó el Tratado de Fontainebleau (1807).
1.2. El Motín de Aranjuez y las Abdicaciones de Bayona
El 18 de marzo de 1808, estalló el Motín de Aranjuez contra Carlos IV y Godoy, motivado por el traslado de la corte a Andalucía. Este motín, impulsado por la nobleza y el clero, y liderado por el príncipe Fernando (futuro Fernando VII), quien ya había intentado derrocar a su padre en la Conspiración de El Escorial (1807), contó con el apoyo popular debido a la crisis económica.
El 19 de marzo de 1808, Carlos IV abdicó en favor de su hijo, Fernando VII. Carlos IV solicitó la ayuda de Napoleón para recuperar el trono, evidenciando la debilidad de la monarquía española. Napoleón convocó a Carlos IV y a Fernando VII a Bayona. Fernando VII dejó en España una Junta de Gobierno que colaboró con las tropas francesas de Murat. En Bayona, Fernando VII abdicó en su padre (7 de mayo), quien a su vez cedió la corona a Napoleón. Este nombró a su hermano, José I Bonaparte, rey de España y promulgó el Estatuto de Bayona, que establecía la igualdad legal, fiscal y en el acceso a cargos públicos.
José I implementó reformas para desmantelar el Antiguo Régimen: desamortización de tierras eclesiásticas, desvinculación de mayorazgos, fin del régimen señorial, abolición de la Inquisición y reforma administrativa.
1.3. Inicio de la Guerra de Independencia
Las noticias de Bayona y el trato de los franceses hacia la familia real provocaron el levantamiento popular del 2 de mayo de 1808 en Madrid. Aunque se esperaba la intervención del ejército, los capitanes Daoíz y Velarde, del Parque de Artillería de Monteleón, se unieron a la rebelión.
En todo el país surgieron Juntas de Defensa y Armamento, asumiendo la soberanía y organizando la resistencia. Se formaron Juntas Provinciales y, posteriormente, la Junta Central, un ‘Gobierno Provisional’ encargado de dirigir la guerra y las tareas de gobierno.
La resistencia se manifestó a través de sitios y guerrillas (la guerra de guerrillas fue regulada por la Junta Central).
Posturas frente a la invasión francesa y la monarquía de José I:
- Afrancesados: Provenientes del Despotismo Ilustrado, apoyaban las reformas y la modernización del país, evitando los excesos revolucionarios.
- Frente patriótico: Oposición a José I, compuesto por:
- Nobleza y clero (privilegiados): Buscaban la vuelta de Fernando VII como monarca absoluto y la restauración del Antiguo Régimen.
- Sector ‘patriota’ de los Ilustrados (Jovellanos, Floridablanca): Deseaban el regreso de Fernando VII y el inicio de reformas para modernizar el país.
- Liberales (burguesía e intelectuales): Aspiraban al fin del Antiguo Régimen y a la instauración de una sociedad liberal (Revolución liberal-burguesa).
1.4. Fases de la Guerra de Independencia (1808-1814)
La Guerra de Independencia no fue un conflicto de grandes ejércitos, sino una serie de guerras locales con elementos de revuelta popular. También formó parte de un conflicto mayor, involucrando a Portugal y Gran Bretaña.
- Batalla de Bailén (verano de 1808): Las tropas napoleónicas buscaban mantener la línea Madrid-Francia y llegar a Cádiz, donde la flota francesa estaba bloqueada. Esta fase fue desfavorable para José I debido a los sitios de Zaragoza y Gerona, y a la derrota en Bailén. José I se vio obligado a abandonar Madrid.
- Apogeo francés (1808-1812): Napoleón reaccionó enviando a la Grande Armée a España, derrotando a los generales Blake en Espinosa de los Monteros y Castaños en Tudela. Tomó Zaragoza y Madrid tras la batalla de Somosierra (1808). Antes de regresar a Francia, Napoleón ordenó la ocupación de toda la Península (excepto Cádiz y Lisboa).
La guerra de guerrillas dificultó la ocupación francesa. El movimiento guerrillero, dirigido por la Junta Central, contó con figuras destacadas como el Cura Merino y el Empecinado.
En 1812, los franceses intentaron ocupar Cádiz y Lisboa, pero fracasaron debido a la llegada de la expedición de Wellington, que derrotó a los franceses (Junot) en Torres Vedras (Lisboa). Simultáneamente, los franceses comenzaron la retirada de Rusia.
Contraofensiva hispano-británica (1812-1813): A partir de junio de 1812, se produjo una contraofensiva, culminando en la victoria de Arapiles (22 de junio de 1812), que marcó el inicio de la retirada francesa de Madrid y la liberación de la capital. Las victorias en Vitoria, Ciudad Rodrigo y San Marcial (31 de agosto de 1813) fueron decisivas para el fin del dominio francés en la península, excepto en Cataluña, que permaneció como territorio francés hasta 1814. La guerra finalizó con la firma del Tratado de Valençay (1813).
1.5. Consecuencias
- Catástrofe nacional: Pérdidas humanas (casi un millón de muertos) y económicas (colapso del comercio colonial con América y quiebra de la Hacienda, lo que lastró la economía del siglo XIX).
- Desgobierno español: Aprovechado por las colonias americanas para iniciar su proceso de independencia.
- Descenso de la producción agraria: Devastación de zonas de cultivo y bajo nivel tecnológico.
- Paralización de la industrialización textil catalana.
- Protagonismo militar en el siglo XIX: Pronunciamientos militares frente a los políticos.
- División de España en dos bandos: Liberales (defensores del Estado liberal y constitucional) y Absolutistas (defensores del Antiguo Régimen).