España en la Posguerra: Sociedad, Política y Economía (1939-1959)

España de la Posguerra (1939-1959): Aspectos Sociales, Políticos y Económicos

El final de la Guerra Civil no supuso el fin de la violencia política ni la vuelta a la normalidad. El bando triunfante no tenía la intención de perdonar a sus adversarios ni de iniciar un proceso de reconciliación nacional. El nuevo sistema político iniciado a partir del 1 de abril de 1939 se basaba en la división entre vencedores y vencidos, en la imposición de los valores de los primeros y en la negación de los principios políticos e ideológicos de los segundos. Por ello, la inmediata posguerra estuvo presidida por la represión y la persecución política, la escasez de alimentos y productos de primera necesidad y el juego de influencias de las distintas familias que habían formado el bando victorioso en la Guerra Civil.

Los Fundamentos Ideológicos de la Dictadura

El régimen instaurado por los vencedores de la Guerra Civil en 1939 tuvo desde el principio unos fundamentos ideológicos muy claros:

Concentración del Poder Político en Franco

La «adhesión inquebrantable» al Caudillo fue el elemento clave de todo el edificio político del franquismo.

Anticomunismo

Este factor fue clave desde el inicio de la Guerra Civil. La Guerra Fría entre EEUU y la URSS desde 1945 hizo que el régimen franquista reforzara aún más este aspecto para ser aceptado en el mundo occidental.

Antiparlamentarismo y Antiliberalismo

El franquismo siempre se mostró contrario a las libertades políticas.

Nacionalcatolicismo

La Iglesia fue la gran legitimadora de la Dictadura franquista. A cambio, dominó la vida social y la educación. Una estricta moral católica en lo público y en lo privado se impuso en el país.

Defensa de la «Unidad de la Patria»

Negativa a cualquier autonomía política de las regiones y fomento del castellano como única lengua española.

Tradicionalismo

La idea de España que defendió la dictadura se basó en raíces históricas a menudo adulteradas (La Reconquista, el Imperio, Defensa del Catolicismo).

Militarismo

Preponderancia social del estamento militar (desfiles, uniformes, himnos, bandera…). Rasgos fascistas: símbolos y uniformes, exaltación del Caudillo, violencia como medio político.

Las Bases Sociales de la Dictadura

Franco asentó su nuevo régimen en:
  • La oligarquía terrateniente y financiera que recuperó su hegemonía social y fue la gran beneficiaria de la política económica del régimen.
  • Clases medias rurales que estaban bajo una fuerte influencia de la religión católica. La mayor parte de las clases medias urbanas y de las clases trabajadoras apenas respaldaron a la dictadura. En los primeros años de la dictadura, la represión sistemática, la miseria y la desmoralización tras la derrota impidieron que esa falta de apoyo se concretara en oposición al régimen.

Las Bases Políticas del Régimen

La dictadura basó su sistema político en la estricta prohibición de los partidos políticos, unida a una brutal represión contra los que habían apoyado a la República. En 1937 se había establecido el partido único, la FET de las JONS, que vino a denominarse el Movimiento Nacional. Sin embargo, dentro del régimen, bajo una completa subordinación al Caudillo, hubo diferentes familias políticas, es decir, grupos que trataron de influir en las decisiones tomadas por Franco:
  • Falangistas: Su principal función fue el control de la vida social y económica del país a través de diversas instituciones del régimen: el Frente de Juventudes, la Sección Femenina, y la Organización Sindical.
  • Militares: Los militares tuvieron prestigio y poder político, pero estuvieron completamente subordinados a Franco.
  • Católicos: Muchos cuadros y dirigentes de la dictadura procedieron de instituciones religiosas como el Opus Dei.
  • Monárquicos: Pese a que Franco se negó a ceder la jefatura del estado a Don Juan de Borbón, hijo de Alfonso XIII y padre de Juan Carlos I, muchos monárquicos colaboraron con la dictadura. En la práctica todas estas familias tuvieron un papel secundario. Franco siempre impidió que alguien acaparara demasiado poder.

La Institucionalización del Régimen: Las Leyes Orgánicas

El dictador, que concentraba todo el poder, asumió la función constituyente. Poco a poco el régimen fue aprobando diversas Leyes Orgánicas, que configuraron las Leyes Fundamentales del Movimiento.
  • Fuero del Trabajo 1938: Prohibición de los sindicatos libres. Siguiendo el modelo fascista, la Organización Sindical se configuró como el sindicato único controlado por la Falange.
  • Ley Constitutiva de las Cortes 1942: Cortes elegidas por sufragio indirecto basado en diversas corporaciones: la familia, el municipio, y el sindicato.
  • Fuero de los Españoles 1945: Teórica declaración de derechos y deberes impregnada de la mentalidad tradicionalista y católica.
  • Ley de Referéndum Nacional 1945: Esta ley permitía al Jefe de Estado convocar plebiscitos para que el pueblo, en un marco de ausencia de libertades, aceptara una ley.
  • Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado 1946: España fue declarada «reino» y Franco se reservó el poder de proponer su futuro sucesor.

Hambre y Represión en la Posguerra

Los años 40 y hasta bien entrados los 50 fueron los «Años del Hambre».
  • Racionamiento de alimentos.
  • Extensión del mercado negro de todo tipo de productos. El «Estraperlo» se convirtió para muchos en el único medio para adquirir bienes necesarios y para unos en la forma de enriquecerse rápidamente.
  • Corrupción generalizada. La vida social se basó en la «recomendación», en tener contactos con los burócratas del régimen que facilitaran la dura vida de la época.
  • Represión. La Ley de Responsabilidades Políticas de 1939 fue la herramienta jurídica utilizada para la dura represión que llegó al final de la guerra. El número de prisioneros políticos fue tan grande que se tuvieron que habilitar campos de concentración a lo largo de todo el país. Las ejecuciones se contaron por decenas de miles. La represión de la posguerra propició un clima de terror generalizado entre gran parte de la población, especialmente en las ciudades y zonas industriales y el sur del país. Este terror explica la debilidad de la oposición durante años.

La Política Exterior

La alianza con las potencias fascistas durante la II Guerra Mundial.
Una vez acabada la guerra, Franco hizo pública su adhesión al Pacto Antikomintern, el acuerdo anticomunista que asociaba a la Alemania Nazi, la Italia Fascista y Japón. En Octubre de 1940, tras la invasión nazi de Francia, tuvo lugar la entrevista entre Franco y Hitler que a punto estuvo de meter a nuestro país en el conflicto mundial. Finalmente no fue así. Sin embargo, para mostrar su apoyo a las potencias fascistas, España envió a la División Azul a luchar junto a las tropas nazis en el frente ruso. Las derrotas del Eje hicieron que, a partir de 1942, Franco comenzara un cauteloso giro en su política internacional buscando la conciliación con los países aliados.

El Aislamiento Internacional y los Cambios Dentro del Régimen

En 1946 la Asamblea General de las Naciones Unidas votó contra el ingreso de España. La dictadura de Franco era considerada aliada de las potencias fascistas recién derrotadas. A esta condena internacional siguieron años de aislamiento económico y político, aunque EEUU trataba de no romper completamente con un régimen que podía ser su aliado en la recién iniciada Guerra Fría.

El Fin del Aislamiento: El Acuerdo con los EEUU

Se puede afirmar que el inicio de la Guerra Fría salvó al régimen de Franco. La hostilidad hacia la URSS provocó un giro en la posición internacional norteamericana. En 1950, la ONU, a instancias de EEUU, recomendó el fin del aislamiento diplomático de España. En 1953 se firmaron los Acuerdos bilaterales con los Estados Unidos, que permitieron la instalación de bases militares norteamericanas en España en Torrejón de Ardoz, Zaragoza, Morón y Rota. A cambio, España recibió una ayuda económica norteamericana no comparable a la que recibieron otros países europeos con el Plan Marshall.
También en 1953 se firmó el Concordato entre España y la Santa Sede.

Los Conflictos Políticos Internos de la Década de los 50

Tras el terror y la paralización del país durante los años 40, en los años 50 aparecen las primeras protestas de la oposición: En 1956, tuvieron lugar diversos incidentes en la Universidad de Madrid entre estudiantes antifranquistas y miembros del SEU y el boicot a los tranvías en Barcelona, en 1951, mostraba las primeras protestas obreras. Sin embargo, esta reactivación de la oposición tuvo una incidencia muy débil. Lo más importante políticamente del período fue el acceso al gobierno de varios ministros del Opus Dei al gobierno en 1957. Esta incorporación fue la antesala de la reforma económica de 1959 que traería la liberalización de la economía y el desarrollo de los 60. El inmovilismo político quedó consagrado en 1958 con la aprobación de la Ley de Principios del Movimiento Nacional, en la que simplemente se resumían los viejos principios ideológicos del régimen.

La Autarquía de Posguerra

En 1939, España era un país arruinado. Diezmada demográficamente, el hambre y la extrema necesidad eran la realidad cotidiana de una gran parte de la población. La solución que dio el régimen franquista a la penuria económica estuvo marcada por el modelo creado en la Italia mussoliniana y consolidado en la Alemania de Hitler: la autarquía. Una política económica basada en la búsqueda de la autosuficiencia económica y la intervención del estado. El intervencionismo del Estado se extendió por gran parte de la economía nacional. El Estado fijó los precios agrícolas y obligó a los campesinos a entregar los excedentes de sus cosechas. Se creó el Instituto Nacional de Industria (INI) en 1941 para mejor controlar la moribunda industria española y se estableció un rígido control del comercio exterior.

Un Gran Fracaso Económico

Los años de la posguerra marcaron una tremenda regresión en el terreno económico. El hundimiento de la producción agrícola e industrial fue acompañado de una vuelta atrás histórica: el sector primario se volvió a superar el 50 por ciento de la renta nacional. Esta situación se vio fuertemente agravada por la coyuntura internacional. A la II Guerra Mundial, 1939-1945, le sucedió un período de aislamiento por la condena internacional del régimen de Franco como aliado del Eje.

Los Años 50: El Fin de la Autarquía

El evidente fracaso del modelo autárquico llevó a que desde los inicios de los años 50 se produjera un giro en la política económica. Se aplicó una liberalización parcial de precios y del comercio y la circulación de mercancías En 1952 se puso fin al racionamiento de alimentos. Estas medidas trajeron una cierta expansión económica. Finalmente, en 1954 se superó la renta por habitante de 1935. Se ponía fin a 20 años perdidos en el desarrollo económico español. La Guerra Fría y el consiguiente cambio en la política internacional norteamericana propiciaron que desde 1951 comenzara a llegar ayuda económica norteamericana. Esta ayuda permitió importaciones de bienes de equipo imprescindibles para el desarrollo industrial.
El incipiente desarrollo trajo, sin embargo, una fuerte inflación que propició un fuerte malestar social. La necesidad de reformas estructurales en la economía era evidente. Finalmente, Franco tras 20 años de políticas económicas nocivas, permitió la entrada en el gobierno en 1957 de un grupo de tecnócratas del Opus Dei. Estos nuevos ministros diseñaron el giro definitivo en la política económica. Sus objetivos eran abandonar el sistema autárquico y modernizar, liberalizar, racionalizar y sanear la economía nacional.

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