España en la Primera Guerra Mundial y la Crisis de 1917: Hacia la Dictadura de Primo de Rivera

De la Primera Guerra Mundial al Inicio de la Dictadura de Primo de Rivera (1914-1923)

El estallido de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) tuvo lugar durante la presidencia del gobierno del conservador Dato.

1. España y la Primera Guerra Mundial (1914-1918)

Posición de neutralidad y sus motivos:

  • Sociedad dividida entre aliadófilos y germanófilos.
  • Continuación del tradicional aislamiento de la política española.
  • Escasa importancia política de España.
  • Poca fuerza militar.

Consecuencias:

  • Económicas: expansión de la agricultura y de la industria (siderurgia vasca, minería asturiana, textil y metalurgia catalana), grandes beneficios de los empresarios e inflación.
  • Sociales: empeoramiento de la situación de las clases populares al no aumentar los salarios e incrementarse las horas de trabajo, acentuación de las diferencias sociales, huelgas y continuas reivindicaciones.

2. La Crisis de 1917

En esta etapa se debilita definitivamente el régimen de la Restauración. Esta grave crisis se originó al producirse la convergencia y la superposición de tres problemas diferentes, pero cronológicamente coincidentes.

2.1. Crisis Militar

Causas del descontento:

  • Exceso de oficiales.
  • Salarios bajos por la inflación.
  • Ascenso por méritos de guerra.

Se crean las Juntas de Defensa o Asociación de militares de baja y media graduación. El resultado fue la Ley del Ejército de 1918 que trajo la subida de los sueldos y la regulación de los ascensos por medio de una Junta de clasificación que, evidentemente, frenaba los ascensos espectaculares. Pero, solo protestan por sus intereses profesionales y esto fue un error de los otros sectores de la oposición.

2.2. Crisis Política

En 1917, el sistema político que fuera ideado por Cánovas cuarenta años antes estaba ya desacreditado y resultaba inoperante. A causa del fraude electoral y el caciquismo, los gobernantes no representaban al pueblo y actuaban solo como representantes de los intereses de la oligarquía económica. Se produce una situación de crisis y Dato suspende las garantías constitucionales y disuelve las Cortes, por lo que desde el mes de febrero los partidos de la oposición venían reclamando su reapertura. El 1 de julio la Lliga optó por convocar a una reunión a los parlamentarios catalanes, la Asamblea de Parlamentarios catalanes, para tomar medidas conjuntas. De aquella reunión (5 de julio) celebrada en Barcelona salió un primer acuerdo: convocar una Asamblea nacional de parlamentarios el día 19 para promover la reforma a fondo de la vida política. Era un acto de fuerza y rebeldía que desafiaba al gobierno para inducirle a renovar y reformar el sistema sobre la base de la descentralización. El gobierno intentó acallar la información que circulaba por todo el país mediante el uso de la censura de prensa y la denuncia de la ilegalidad de la iniciativa.

2.3. Crisis Social

Gran conflictividad y huelga general de agosto de 1917:

Como hemos indicado anteriormente, durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918), aumentaron en nuestro país las tensiones sociales debido a la acentuación de las diferencias producidas por el enriquecimiento, a causa de la guerra, de algunos empresarios, mientras que el resto de la población veía cómo se empobrecía su situación por la inflación y el mantenimiento de los salarios. Las clases populares conocieron un empeoramiento de su nivel de vida, acentuándose por ello la conflictividad social en los años siguientes a la guerra; fue motivada, pues, por el descenso de los salarios reales provocado por la coyuntura bélica, en un momento en que las empresas acumulaban considerables beneficios.

A partir de 1916 se produjeron importantes movimientos huelguísticos y las centrales sindicales, CNT y UGT, acordaron firmar un Manifiesto conjunto (1917) en el que se instaba al Gobierno a intervenir para contener los precios bajo la amenaza de convocar una huelga general. Aunque anarquistas y socialistas actuaban unidos por vez primera, mantenían diferencias esenciales en cuanto a la finalidad y objetivos de esta huelga. Mientras que los cenetistas pretendían utilizar la huelga como arma revolucionaria para acabar violentamente con el sistema capitalista y el Estado, los socialistas se mostraban más prudentes en sus propósitos y únicamente deseaban acelerar un cambio de sistema, en sentido democratizador, haciendo caer al régimen político de la Restauración.

El resultado de esta alianza fue la huelga general revolucionaria. La situación estalló en agosto de 1917 cuando, a raíz de un conflicto ferroviario en Valencia, la UGT, con el apoyo del PSOE, decidió llamar a la huelga general para forzar la creación de un Gobierno provisional que convocara unas Cortes Constituyentes e iniciase un proceso reformista.

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