La Guerra Civil Española: Un Conflicto Internacional
I. La Internalización de la Guerra
I.3.I. El Fallido Comité de No Intervención
La duración y el resultado de la guerra dependieron de la intervención de las potencias extranjeras. Sin esta intervención, la guerra no habría durado más de medio año debido a la escasez de material bélico y recursos de ambos bandos. Esta corta duración habría sido posible si el Comité formado por Francia e Inglaterra hubiera cumplido con la prohibición de la venta de material bélico a cualquiera de los dos bandos en lucha. Se acordó el cierre de las fronteras terrestres y el control de la costa española, pero este acuerdo se convirtió en una auténtica farsa, ya que fue saboteado.
I.3.2. La Ayuda Extranjera a la España Rebelde
Hitler apoyó la petición de Franco enviando material de guerra y aviones. A lo largo de los tres años de guerra, Alemania enviaría la Legión Cóndor. Los motivos de Hitler para apoyar al bando rebelde fueron de tipo económico, aunque también ideológicos y estratégicos. La Italia de Mussolini ayudó a los rebeldes enviando al Corpo di Truppe Volontaire, por razones como la simpatía ideológica y la posibilidad de encontrar un aliado para ejercer la hegemonía. El bando franquista pagó la ayuda alemana y parte de la italiana con divisas, minerales y otras materias primas. Portugal envió a los Viriatos e Irlanda a la Legión de San Patricio. Inglaterra y EEUU toleraron que algunas de sus empresas suministraran a los rebeldes diversos productos, como el petróleo.
I.3.3. La Ayuda Extranjera a la España Republicana
Francia suministró material de guerra, pero las entregas se suspendieron por temor a un enfrentamiento con Alemania e Italia. La mayoría del material procedió de la URSS por motivos ideológicos y geoestratégicos (fue pagado con las reservas de oro y plata del Banco de España, conocido como el «oro de Moscú»). Los soviéticos, a través del Kominterm, formaron las Brigadas Internacionales, compuestas por simpatizantes de la ideología comunista que vinieron a España para luchar contra la propagación del fascismo y salvar la democracia. Se entrenaban en Albacete y fueron divididos en seis Brigadas formadas por batallones con soldados de cada país. Ayudaron a detener al ejército rebelde a las puertas de Madrid, pero fueron retirados de España a finales de 1938.
II. Desarrollo de la Guerra Civil
Etapas de la Guerra
1ª. Guerra de Columnas (18 de julio – 7 de noviembre de 1936)
Esta etapa abarca desde el inicio de la guerra hasta noviembre de 1936. La República declaró disuelto el Ejército y en agosto creó otro de voluntarios. Diversas disposiciones, a finales de septiembre y octubre, dieron los primeros pasos para la creación de un Ejército Popular Regular sobre la base de las Brigadas Mixtas. Entre los sublevados, las milicias militares se militarizaron por decreto el 20 de diciembre. Las operaciones militares del principio dieron lugar a la guerra de columnas: formaciones de pocos efectivos que se desplazaban sin un frente fijo buscando ocupar puntos estratégicos. En los primeros meses, la guerra era desfavorable para la República. Navarra y Sevilla fueron dos grandes centros de columnas rebeldes, bajo el mando de Mola.
El objetivo central para Mola y Franco era Madrid. Desde Pamplona, columnas de soldados y fuerzas del orden público partieron hacia Guipúzcoa y Zaragoza. En Valladolid sumarían efectivos. Sin embargo, la expansión de Mola sobre Madrid quedó detenida por las milicias republicanas en los pasos de la Sierra. Al fracasar Mola, el protagonismo recayó en el Ejército de África al mando de Franco. Gracias a la ayuda alemana e italiana, estableció un puente aéreo iniciado el 5 de agosto. Dos días después, Franco estaba en Sevilla. Sus tropas avanzaron con el objetivo de llegar a Madrid. Siguiendo este plan, las columnas de Yagüe avanzaron hacia Extremadura. El 11 de agosto ocupan Mérida, el 14 Badajoz y después penetran en Toledo. El 3 de septiembre ocupan Talavera, pero entonces Franco se inclina por acudir en socorro a los sitiados del Alcázar. El 9 de septiembre se efectúa el enlace entre las fuerzas sublevadas del Norte y del Sur. Desde Navarra, se efectúa el ataque a Guipúzcoa y cae Irún el 5 de septiembre y San Sebastián el 11. En Asturias, los republicanos no pueden superar la resistencia en Oviedo y la columna consigue levantar el cerco. Habiendo triunfado en Toledo, se daban las condiciones para un mando único en las fuerzas rebeldes. El elegido fue Franco, quien el 1 de octubre se convierte en el Jefe del Gobierno del Estado. A primeros de octubre, los combates alcanzan Madrid. El 21 ocupan Navalcarnero y el 29 se produce un contraataque republicano en Illescas, donde aparece el armamento y asesores soviéticos. El 6 de noviembre las columnas de Varela se encontraban en los arrabales de Madrid. En Andalucía, el general Miaja se detiene en Córdoba, aunque había recuperado Albacete. De Baleares, la República solo conserva Menorca. Las columnas republicanas salieron desde Barcelona hacia Aragón para liberar Huesca y Zaragoza, aunque no lo consiguieron, lograron establecer el frente cerca de estas dos ciudades.
2ª. Batallas por Madrid (noviembre de 1936 – marzo de 1937)
Ataque frontal a Madrid: A finales de octubre y durante todo noviembre, los franquistas intentaron conquistar Madrid mediante un ataque frontal. Este plan fracasó debido al tiempo que tuvieron los republicanos para preparar la defensa, cuyo protagonismo lo tuvo la Junta de Defensa, presidida por Miaja, que se encargó de organizar la defensa. Consiguió hombres entre las brigadas mixtas y la llegada de milicias populares. Igualmente, pudo contar con los primeros hombres de las Brigadas Internacionales y la ayuda militar soviética. Otros hechos destacados fueron el traslado de reservas a Cartagena y la marcha del Gobierno republicano a Valencia. En relación con las tácticas empleadas, señalar el predominio de las guerras de trincheras. Asimismo, la población de Madrid sufrió muchos bombardeos, cuyos pilotos eran alemanes.
Batallas en torno a Madrid: A finales de noviembre, Franco cercó la ciudad con el fin de aislarla. Este plan terminaría en la primavera de 1937 con tres ofensivas que fracasaron en su objetivo principal: el aislamiento y la conquista de Madrid. Estas ofensivas dieron lugar a las siguientes batallas:
- 1ª Batalla de la carretera de La Coruña: El objetivo de los rebeldes era cercar Madrid por el flanco noroccidental y romper las comunicaciones entre la ciudad y los milicianos.
- 2ª Batalla del Jarama: En febrero de 1937, el ejército de Franco inicia una nueva ofensiva en el sudeste de Madrid. El objetivo era cortar los suministros de la carretera de Valencia. En esta batalla se utilizaron armas modernas y apareció la Legión Cóndor. Al mismo tiempo, el ejército de Mussolini conquistó Málaga.
- 3ª Batalla de Guadalajara: Iniciada en marzo, sus objetivos eran el control de la carretera de Zaragoza y rodear Madrid por el norte.
El frente norte. Brunete y Belchite: Al inicio de la primavera de 1937, Franco, tras los fracasos anteriores, decidió la conquista del Norte. Los objetivos eran el control de las importantes industrias y materias primas de Cantabria, así como hacer desaparecer el frente de retaguardia que impedía la conquista de Madrid. La conquista iba a ser fácil para los franquistas: la marina impidió el paso de los republicanos, la Legión Cóndor dominaba el aire, la frontera francesa estaba cerrada y sus efectivos eran superiores.
- a) Conquista de Vizcaya y bombardeos de Guernica: Vizcaya fue ocupada a finales de marzo de 1937. En estos momentos tuvieron lugar los bombardeos de Guernica, ciudad que tenía un valor simbólico.
- b) La ofensiva republicana de Brunete y la conquista de Santander: El coronel Rojo planeó una ofensiva para poder romper el cerco de Madrid. La batalla, que terminó en tablas, permitió la toma de Santander por los franquistas.
- La ofensiva republicana de Belchite y conquista de Asturias: En octubre caía Asturias y el frente norte desaparecía. La desaparición del frente Norte suponía ventajas para el bando franquista.
3ª. El Frente Este y el Final de la Guerra (1938-1939)
La batalla de Teruel: A finales de 1937, Franco quería atacar Guadalajara, pero el ataque se interrumpió por una ofensiva de distracción de los republicanos. La batalla de Teruel fue una de las más largas debido al tiempo y al interés de Franco en desgastar al ejército republicano. El general Rojo consiguió tomar Teruel a primeros de enero. Era la primera y única vez que los republicanos conseguían una capital de provincia. La contraofensiva franquista hizo posible su recuperación, junto con una ofensiva sobre Aragón que permitió la toma de Zaragoza, Teruel, Huesca, Castellón y parte de Tarragona. Las tropas de Franco llegaron al Mediterráneo y aislaron a Cataluña del resto del territorio republicano. Para contrarrestar los triunfos franquistas, el general Rojo, del ejército republicano, diseñó un plan para ocupar la orilla del Ebro, que desencadenó en la batalla del Ebro.
Batalla del Ebro y caída de Cataluña: A finales de julio de 1938, los republicanos cruzaron el río de noche con el fin de envolver a las tropas franquistas. La operación tuvo éxito durante una semana, pero una vez que reaccionaron, los franquistas iniciaron la contraofensiva donde detuvieron a los republicanos, iniciándose una larga batalla donde terminó imponiéndose el ejército rebelde. Esta batalla supuso una enorme carnicería y la destrucción del ejército republicano. En enero de 1939, Franco conquistó Cataluña fácilmente y su Estatuto fue suprimido.
4ª. Final de la Tragedia: Caída de Madrid
Después de la caída de Cataluña, el gobierno de Negrín defendió la necesidad de resistir como fuera. Pero las diferencias internas del Frente Popular, debido al incremento de comunistas, se agudizaron. Azaña dimite en febrero y se exilia. El coronel Casado dio un golpe de Estado en la zona centro, con el apoyo de Besteiro. Los golpistas querían acabar con la resistencia. Esta situación provocó la dimisión de Negrín y diversos enfrentamientos entre comunistas y partidarios de Casado. Los golpistas inician contacto con Franco para una paz negociada. El 28 de marzo, las tropas franquistas entran en Madrid. El 1 de abril de 1939, Franco firmaba su último parte de guerra y se iniciaba una dictadura que duraría 40 años.