España en los Siglos XVI y XVII: Auge y Declive del Imperio de los Austrias

La España del Siglo XVI: El Modelo Político de los Austrias y la Unión de Reinos

La Monarquía Hispánica era una suma de reinos con leyes e instituciones propias gobernados por un mismo rey. Éstos se rodearon de una Administración profesionalizada y amplia. Esta Administración se superponía a las instituciones de cada reino y entraba en conflicto con ellas, aunque nunca llegó a reemplazarlas. El único vínculo institucional era el Consejo de Estado, creado por Carlos I, formado por diferentes personas de los diversos reinos.

Los Habsburgo desarrollaron el modelo de gobierno basado en los Consejos que habían puesto en marcha los Reyes Católicos. Por un lado, estaban los Consejos Territoriales de los distintos reinos, y por otro, diferentes consejos como el Consejo de Estado, que representaba el principio de unidad de la Monarquía, el de Hacienda, el de la Inquisición (con competencia en todos los territorios), o el de las Órdenes Militares.

En territorios no castellanos se situaron virreyes, excepto en Milán y Países Bajos donde había gobernadores, convocando Cortes en los distintos reinos peninsulares. La justicia recayó sobre las Chancillerías, tribunales que se localizaban en Valladolid y Granada. Por debajo de ellas se encontraban las Audiencias. A partir de 1561, Madrid será la capital y residencia de la corte.

Economía y Sociedad en la España del Siglo XVI

En Materia Económica

Los impuestos procedían de los impuestos que pagaba Castilla, como la alcabala, y los provenientes de Indias. Los nobles no pagaban impuestos, la Iglesia sí tributaba parte del diezmo y se aumentaron sus impuestos. También se ingresaba dinero con el almojarifazgo o derecho de aduanas, y la venta de cargos públicos.

Los gastos fueron superiores a los ingresos y la bancarrota estuvo a la orden del día. Los monarcas recurrieron a prestamistas alemanes, flamencos y genoveses. La hacienda española experimentó una fase de expansión económica que se tradujo en su correspondiente crecimiento demográfico y un aumento tanto de la demanda de bienes como de la circulación de moneda, gracias a los metales preciosos americanos. Esto provocó la revolución de los precios, que empobreció a las clases populares. Este proceso se vio favorecido por la crisis del vellón. La plata americana vio favorecida su explotación por el mercantilismo. Sevilla se enriqueció por monopolizar el comercio con América a través de la Casa de la Contratación. Se produjo un escaso desarrollo de la agricultura y la ganadería y un ambiente de lujo y ocio entre los más ricos.

En Materia Social

Además del crecimiento demográfico, destaca el mantenimiento de la sociedad tripartita y estamental en la Edad Moderna y el surgimiento de algunas novedades como la aparición en la cúspide de la nobleza de un reducido grupo conocidos como los Grandes de España, que serán reclutados por los monarcas para el desempeño de altos cargos militares o diplomáticos; la organización de los artesanos de las ciudades en gremios con fines sociales, y la generalización del requisito de la limpieza de sangre para acceder a determinados cargos e instituciones. Campesinos y trabajadores urbanos fueron los más perjudicados por la política fiscal y económica de la Monarquía.

La España del Siglo XVII: Ocaso del Imperio Español en Europa

España perdió su hegemonía en Europa en una significativa crisis económica, demográfica y social. Se concreta el ocaso de la dinastía de los Austrias y el inicio de la hegemonía francesa.

Felipe III (1598-1621)

Forzado por la crisis económica, siguió una política pacifista (Pax hispánica). Se firmó la paz con Inglaterra (1604), se acordó la Tregua de los Doce Años (1609) con las Provincias Unidas y se atravesó una época pacífica con Francia, pese al inicio de la Guerra de los Treinta Años (1618).

Felipe IV (1621-1665)

Asesorado por el Conde-Duque de Olivares, las condiciones cambiaron, basando la política exterior en la recuperación de prestigio. No se renovó la tregua con los Países Bajos. La entrada de Francia en la guerra para evitar el triunfo de los Habsburgo en 1635, junto a la sublevación de Cataluña y Portugal en 1640, hicieron que España no pudiera atender tantas campañas militares al mismo tiempo y se sucedieron las derrotas (Rocroi 1643). En 1648 España firmaba la paz de Westfalia, reconociendo la independencia de las Provincias Unidas. La guerra con Francia continuó hasta la paz de los Pirineos (1659), perdiendo varias plazas en Flandes, Rosellón y la Cerdaña.

Carlos II (1665-1700)

Se acepta la independencia portuguesa en 1668 y continúan las guerras con Francia, perdiendo territorios en el norte de Europa y firmándose las paces de Aquisgrán (1668) y Nimega (1678). Ante el temor a una Francia poderosa, Inglaterra, Provincias Unidas y los Habsburgo alemanes formaron…

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