Joaquín Costa: Crítica a la Oligarquía y el Caciquismo en la España de la Restauración
Joaquín Costa fue un político, jurista, economista e historiador español, considerado el mayor representante del movimiento intelectual decimonónico conocido como Regeneracionismo. Su lema era: «Escuela, despensa y siete llaves para el sepulcro del Cid».
Estudió en la Universidad de Madrid, doctorándose en Derecho y en Filosofía. Ejerció como notario, letrado de Hacienda y fue profesor de la Institución Libre de Enseñanza. Costa fue un intelectual populista, crítico y sagaz, ligado ideológicamente al krausismo. Postuló la necesidad de recuperar la economía y revitalizar las sociedades agrarias. Canalizó su actividad política a través de organizaciones como la Liga de Contribuyentes de Ribagorza y la Cámara Agrícola del Alto Aragón.
Naturaleza del Texto de Costa
El texto original de Joaquín Costa (presumiblemente fragmentos de Oligarquía y Caciquismo como la forma actual de gobierno en España: urgencia y modo de cambiarla) puede clasificarse como un ensayo político y social. Expone el pensamiento del autor sobre la organización política de la España de su tiempo, reflejando una perspectiva subjetiva y crítica.
Análisis del Contenido
Publicado originalmente alrededor de 1901-1902, el trabajo de Costa es una fuente histórica primaria fundamental. Recoge una profunda crítica al sistema de la oligarquía y el caciquismo como forma de gobierno en la Restauración, centrándose en sus mecanismos de funcionamiento. La idea principal es denunciar este sistema corrupto y fraudulento, señalando la inoperancia y falta de autoridad real de los poderes públicos frente a las redes caciquiles.
Ideas Secundarias (Según el análisis del texto original):
- El poder real en regiones y provincias residía en los caciques, cuya voluntad era indispensable para cualquier acción política o administrativa, influyendo incluso en la Administración Central.
- La justicia o la razón de las demandas individuales eran irrelevantes; lo determinante era la posición del cacique (a favor, en contra o neutral).
- Todas las decisiones y nombramientos (diputados, alcaldes), independientemente de su corrección o la competencia de los designados, se alineaban con los intereses y la voluntad del cacique, que controlaba la vida local a su antojo.
Contexto Histórico: La Restauración y el Regeneracionismo
En 1874 comenzó la Restauración Borbónica, periodo durante el cual se aprobó la Constitución de 1876. Esta constitución, de carácter moderado y similar a la de 1845, establecía la soberanía compartida, el sufragio censitario (inicialmente) y un modelo de Estado centralista.
Entre 1876 y 1898, las principales fuerzas políticas (el Partido Conservador de Cánovas del Castillo y el Partido Liberal de Sagasta) se alternaron en el gobierno mediante el sistema del turnismo político. Este sistema se sustentaba en el fraude electoral (pucherazo, encasillado) y el poder de los caciques locales. Durante los gobiernos de Sagasta se implementaron algunas medidas progresistas, como la Ley de Asociaciones y la restauración del sufragio universal masculino (1890).
La crisis de 1898, marcada por la pérdida de las últimas colonias (Cuba, Puerto Rico, Filipinas), generó una profunda conmoción económica, social y moral en España. Esta situación dio lugar a una reacción crítica interna conocida como Regeneracionismo. Intelectuales como Joaquín Costa o Ricardo Macías Picavea denunciaron los males del país y propusieron soluciones. Los objetivos principales del Regeneracionismo incluían:
- Superar las prácticas caciquiles y oligárquicas.
- Fomentar el desarrollo de una clase media robusta.
- Impulsar y modernizar la actividad agraria y la economía en general.
- Promover la educación y la ciencia.
El Manifiesto de Primo de Rivera y el Inicio de la Dictadura
Miguel Primo de Rivera: Biografía
El autor del manifiesto es Miguel Primo de Rivera y Orbaneja, miembro de una destacada familia de militares. Nacido en Jerez de la Frontera en 1870, ingresó en la Academia Militar y participó en las guerras coloniales de Marruecos, Cuba y Filipinas. Ascendió a Teniente General en 1919 y ocupó las Capitanías Generales de Valencia, Madrid y, finalmente, Cataluña.
Desde este último destino, dio el golpe de Estado del 13 de septiembre de 1923, que puso fin al régimen parlamentario de la Restauración. Apoyado por el rey Alfonso XIII, gobernó España de forma dictatorial y paternalista durante más de seis años. A pesar de sus intentos por perpetuarse en el poder, fracasó y dimitió en enero de 1930. Se exilió a París, donde falleció en marzo de ese mismo año. Heredó de su tío Fernando Primo de Rivera el título de Marqués de Estella.
Naturaleza del Manifiesto
El Manifiesto del 13 de septiembre de 1923 es un texto histórico de naturaleza política y propagandística. Es también circunstancial, ya que justifica y acompaña al golpe de Estado que dio inicio a la dictadura de Primo de Rivera. Se considera una fuente primaria, al ser coetáneo a los acontecimientos que narra y protagoniza.
Análisis del Contenido
La idea principal del manifiesto es justificar el golpe de Estado como una necesidad patriótica para salvar a España del caos y la ineficacia del sistema parlamentario, haciendo un llamamiento al país y al Ejército para apoyar la sublevación.
Ideas Secundarias:
- Culpa de la grave situación de España (derivada, en última instancia, del Desastre del 98) al sistema político de la Restauración y a los políticos profesionales, criticando una concepción de la libertad que considera perjudicial.
- Presenta al Rey y al Ejército como posibles víctimas de la situación creada por los políticos, a quienes acusa de aferrarse al poder mediante el turnismo y de una gestión ineficaz y corrupta.
- Expone una declaración de intenciones vagas pero contundentes, prometiendo orden, limpieza y soluciones. Utiliza un lenguaje exaltado y patriótico («¡Viva España y viva el Rey!») y apela a la acción decidida («hombres», «virilidad») para imponer un nuevo orden.
Contexto Histórico: La Crisis de la Restauración y el Golpe de Estado
El golpe de Estado de Primo de Rivera se produce en un contexto de profunda crisis del sistema de la Restauración:
- Intentos fallidos de Regeneración: Tras la crisis del 98, hubo intentos de reforma desde dentro del sistema, como el «regeneracionismo conservador» de Antonio Maura (Ley Electoral, intentos de reforma administrativa) y el «regeneracionismo liberal» de José Canalejas (Ley del Candado, servicio militar obligatorio, reformas sociales). Sin embargo, estos esfuerzos fueron insuficientes y se vieron interrumpidos por crisis como la Semana Trágica de Barcelona (1909) y el asesinato de Canalejas (1912).
- Impacto de la Primera Guerra Mundial: Aunque España fue neutral, la guerra generó tensiones económicas y sociales internas.
- Crisis de 1917: Una triple crisis (militar, con las Juntas de Defensa; política, con la Asamblea de Parlamentarios; y social, con una huelga general revolucionaria) evidenció la debilidad extrema del sistema.
- Problema de Marruecos: La costosa e impopular guerra en el Protectorado de Marruecos culminó en el Desastre de Annual (1921), que provocó una enorme conmoción y exigencia de responsabilidades (Expediente Picasso), salpicando a altos mandos militares y al propio Rey.
- Inestabilidad Política y Social: Los gobiernos eran débiles e inestables, y crecía la conflictividad social (pistolerismo en Barcelona, huelgas).
- Contexto Internacional: El éxito del fascismo en Italia con Mussolini (Marcha sobre Roma, 1922) ofrecía un modelo autoritario alternativo.
En este clima, Miguel Primo de Rivera, Capitán General de Cataluña, con el apoyo de parte del ejército y la connivencia del Rey Alfonso XIII, dio un Golpe de Estado el 13 de septiembre de 1923, suspendiendo la Constitución y estableciendo una dictadura.
Etapas de la Dictadura:
- Directorio Militar (1923-1925): Gobierno formado exclusivamente por militares. Se centró en restablecer el orden público y solucionar el problema de Marruecos (Desembarco de Alhucemas, 1925).
- Directorio Civil (1925-1930): Incorporó civiles al gobierno. Se intentó institucionalizar el régimen creando un Estado corporativo inspirado en el fascismo italiano, con la creación del partido único (la Unión Patriótica) y una Asamblea Nacional Consultiva. Se impulsaron obras públicas.
A partir de 1926, la dictadura comenzó a debilitarse debido a la creciente oposición (republicanos, intelectuales, parte del ejército, nacionalistas, movimiento obrero) y a problemas económicos. Primo de Rivera dimitió en enero de 1930, siendo sustituido por el general Dámaso Berenguer, cuyo gobierno de transición es conocido como la «Dictablanda», preludio de la proclamación de la Segunda República en 1931.