España Finisecular: Crisis Colonial, Regeneracionismo y Contexto Internacional

Introducción: El Desastre del 98 y el Regeneracionismo

Uno de los hechos más desafortunados del período de la Restauración fue el desastre de 1898. Este provocó un estado de pesimismo colectivo, frente al que reaccionaron intelectuales y un sector de la clase política promoviendo el “regeneracionismo” de España, en un intento de superar los problemas que habían conducido a tal situación.

Contexto Internacional a Finales del Siglo XIX

A nivel mundial, las relaciones entre los países eran problemáticas. Existía una serie de cuestiones de índole territorial, económica y colonial que provocaban tensiones y amenazas permanentes de guerra, especialmente en Europa. Esta situación condujo a la firma de sistemas de alianzas (Triple Alianza y Triple Entente) y la puesta en marcha de una carrera de armamentos de gran magnitud por parte de las potencias europeas.

Fuera de Europa, emergen como grandes potencias políticas y económicas Japón y Estados Unidos. La primera, después de una revolución, se moderniza en todos los aspectos e inicia su expansión territorial por Manchuria y el Pacífico. La segunda, después de completar la ocupación del espacio geográfico hasta el océano Pacífico y de impulsar la industria y el capitalismo, trata de ampliar su influencia por el Caribe y el Pacífico. En ambos escenarios tropezará con la presencia española, un obstáculo para sus ambiciones expansionistas.

La Caída del Imperio Colonial Español

La Guerra Larga en Cuba (1868-1878)

En 1868 se iniciaba en Cuba la “Guerra Larga” (Grito de Yara) como resultado del descontento de la población cubana por las formas autoritarias con que gobernaban la isla los militares españoles. La guerra, que se desarrolló sobre todo en la parte oriental de la isla, iba a costarle a España cuantiosas pérdidas humanas y materiales.

El Período de Entreguerras y la Paz de Zanjón

Ya en tiempos de la Restauración, Cánovas del Castillo se propuso solucionar el conflicto cubano enviando a la isla al general Martínez Campos para negociar la paz con los insurgentes. Se llega así a la Paz de Zanjón en 1878, en la que España se comprometía a conceder una amplia autonomía a Cuba, abolir la esclavitud y conceder una generosa amnistía. Sin embargo, surgieron divisiones: por un lado, la burguesía criolla cubana funda el Partido Liberal Reformista y se agrupa en la Unión Constitucional; por otro, los partidarios de la independencia total, liderados por José Martí, fundador en 1892 del Partido Revolucionario Cubano.

La Guerra de Independencia Cubana (1895-1898)

El incumplimiento de los acuerdos de la Paz de Zanjón por parte de España, el fracaso de los proyectos autonomistas y la ley de aranceles de 1891 (que limitaba el libre comercio para los cubanos) provocaron un nuevo levantamiento dirigido por José Martí (Grito de Baire) y la reanudación de la guerra en febrero de 1895. El 25 de marzo se hará público el Manifiesto de Montecristi, donde se recogen las causas que impulsan a los cubanos a luchar contra el gobierno español.

Cánovas envía inicialmente al general Martínez Campos con la misión de negociar un acuerdo. El fracaso en las negociaciones y su negativa a aplicar medidas represivas sobre la población civil dieron lugar a su sustitución por el general Valeriano Weyler en 1896. Weyler impuso una férrea disciplina, creó líneas fortificadas (trochas) para dividir la isla e impedir los movimientos insurgentes, e implementó la política de reconcentración, obligando a la población campesina a trasladarse a poblados controlados.

Tras el asesinato de Cánovas, los esfuerzos del gobierno liberal de Sagasta por conceder autonomía y retirar a Weyler serán inútiles. Un incidente poco aclarado precipitará los acontecimientos: la voladura del acorazado norteamericano Maine en el puerto de La Habana en febrero de 1898 brindará a Estados Unidos la oportunidad de intervenir directamente en el conflicto contra España.

Situación en Puerto Rico

En Puerto Rico, pese a la consecución de la abolición de la esclavitud en 1873, también se producen movimientos independentistas, a menudo alentados por Estados Unidos, que igualmente ambicionaba el control de esta colonia española.

La Insurrección en Filipinas

En Filipinas estalla una insurrección contra España en 1896, promovida por José Rizal y una organización secreta denominada Katipunan, que llevan a cabo acciones violentas para expulsar a los españoles. Estas actividades serán reprimidas por el general Camilo García de Polavieja, gobernador general, que ordena fusilar a Rizal. Sin embargo, las actividades guerrilleras continuaron, acaudilladas por Emilio Aguinaldo. España tuvo que enviar tropas al mando del general Fernando Primo de Rivera para dominar la insurrección. En 1897 parecía que se controlaba la situación con la firma del Pacto de Biac-na-Bató, que satisfacía temporalmente las aspiraciones de los insurgentes moderados, aunque la tensión persistiría y se reavivaría con la intervención estadounidense.

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