España: Neutralidad en la Gran Guerra, Dictadura y Reformas Republicanas (1914-1933)

España durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918)

El Gobierno conservador de Dato decidió mantener la neutralidad en el conflicto. La población española quedó dividida entre aliadófilos (apoyaban a Francia e Inglaterra) y germanófilos (a favor de los imperios centrales). La neutralidad de España supuso un crecimiento de la demanda exterior y, por ello, un proceso inflacionista con subida de precios, pero no de los salarios, y escasez de algunos productos. Esto provocó, a partir de 1917, una profunda crisis:

Crisis Militar

Se crearon las Juntas Militares de Defensa (una especie de sindicato) debido al malestar ocasionado por los bajos salarios y el favoritismo del gobierno liberal de Romanones respecto a la política de destinos en Marruecos, provocando la división entre «peninsulares» y «africanistas». El movimiento juntista se extendió y, a pesar de que el gobierno intentó disolverlas, fue en vano y Romanones dimitió. El 1 de junio se presentó el Manifiesto de las Juntas, apoyado por Alfonso XIII, y el gobierno conservador de Dato aceptó la Ley del Ejército (1918).

Crisis Política

La Lliga Regionalista exigió la apertura de las Cortes (que estaban cerradas) y, en caso de negativa, se convocaría a los parlamentarios catalanes a una asamblea en Barcelona, acordando convocar Cortes Constituyentes. Se invitó a la Asamblea de Parlamentarios a los parlamentarios españoles, pero el gobierno declaró inconstitucionales la Asamblea y sus pretensiones. El movimiento se disolvió por la falta de apoyo de las Juntas Militares de Defensa, las diferencias entre los asambleístas y la retirada de los catalanistas de Cambó (que aceptaron dos carteras ministeriales).

Crisis Social

La UGT y la CNT acordaron obligar al gobierno a adoptar medidas contra el alza del coste de vida y prepararon en 1917 una huelga general para ello. Finalmente, se formó un Comité de huelga y se convocó otra para el 13 de agosto, lanzándose un manifiesto al país redactado por Julián Besteiro. Sin embargo, el gobierno sacó al ejército a la calle, detuvo al Comité de huelga, y la huelga fracasó. El temor a la revolución obrera hizo sus efectos. El gobierno conservador de Dato había desmantelado diferentes movimientos del verano de 1917, aunque el sistema había salido dañado, por lo que Alfonso XIII impulsó la formación de gobiernos de concentración entre los partidos del turnismo.

Causas del Golpe de Estado de 1923

Entre las causas y motivos del Golpe de Estado destacan:

  • Poner fin al desgobierno y al desorden social: con la intervención del ejército en la vida política ante los peligros de revolución social y la descomposición del sistema de la Restauración.
  • Poner fin al pistolerismo y las huelgas en Cataluña.
  • Eliminar el caciquismo y la corrupción política.
  • Poner fin a la amenaza de los separatismos catalán y vasco, que el sistema político era incapaz de resolver.
  • Evitar la publicación del Expediente Picasso.
  • Solucionar la Guerra de Marruecos.

Alfonso XIII puso a Primo de Rivera al frente de una junta militar. Primo de Rivera presentó la Dictadura como un régimen transitorio (”Directorio inspector militar de carácter provisional”). Quiso hacer una “política nueva” que solucionara los problemas heredados del sistema político de la Restauración.

Directorio Militar (1923-1925)

Compuesto por militares conservadores, querían mejorar la eficacia del gobierno, concentrando todo el poder Primo de Rivera y gobernando a golpe de decreto. La administración quedó en manos del Ejército, también encargado de eliminar el terrorismo y garantizar el orden público. Se implantó el estado de guerra y se ejerció la represión, centrada en la CNT y el PCE. Se suspendió la Constitución de 1876, se disolvieron las Cortes y se estableció censura de prensa. Los Ayuntamientos y Diputaciones provinciales se disolvieron, creándose juntas vocales (formadas por grandes contribuyentes) e implantando gobernadores militares. Se prohibieron los partidos políticos y los sindicatos y desapareció la Mancomunidad de Cataluña.

Se creó un partido propio, la Unión Patriótica (1924), formado por burgueses, terratenientes, antiguos caciques, católicos y funcionarios. Carecía de programa, siendo su misión apoyar al Dictador y su lema “Patria, Religión, Monarquía”. La ideología de Primo de Rivera se basaba en la defensa de la monarquía, el centralismo, el anticomunismo, el catolicismo y el regeneracionismo, conociéndose como el «cirujano de hierro». Se mostró duro con el separatismo catalán, rompiéndose los lazos entre la burguesía catalana y la monarquía, y desplazando a las clases medias hacia el republicanismo.

Se creó el Estatuto Municipal de Calvo Sotelo (1924), que garantizaba la libertad de los municipios con un sistema electoral que eliminase el poder caciquil, pero que no llegó a desarrollarse. En África, el dictador asumió el Alto Comisionado de Marruecos, iniciando una política de colaboración con Francia. Se acordó una ofensiva conjunta, el Desembarco de Alhucemas (septiembre de 1925), derrotando a Abd el-Krim, quien se entregó a los franceses en 1926. De esta forma, se despejó el camino para la finalización de la guerra en 1927.

Constitución de 1931

Se convocaron elecciones generales a Cortes constituyentes el 28 de junio de 1931 para elaborar una Constitución. Votaron los varones mayores de 23 años; los anarquistas se abstuvieron, las derechas acudieron desorganizadas y las izquierdas, organizadas (alianza republicano-socialista), ganaron. La Constitución de 1931 consta de 125 artículos y 9 títulos, redactados por una Comisión presidida por Jiménez de Asúa.

Características principales:

  • España se definía como una «República de trabajadores de todas clases», con cambio de bandera (roja, amarilla y morada).
  • Soberanía popular.
  • Amplia declaración de derechos de los ciudadanos (derecho de asociación, sindicación, reunión, manifestación, libertad de imprenta sin censura).
  • Creación del Tribunal de Garantías Constitucionales.
  • Sufragio universal directo y secreto a partir de 23 años (incluidas las mujeres).
  • División de poderes: poder judicial (jueces, Tribunal de Garantías Constitucionales y jurados); poder legislativo (Cortes unicamerales); poder ejecutivo (Presidente de la República -podía disolver las Cortes dos veces durante su mandato- y Consejo de ministros -presidente del gobierno y sus ministros-).
  • España como un Estado Integral (único), aunque con reconocimiento de Regiones Autónomas que podrían presentar un Estatuto de Autonomía.
  • La propiedad privada quedaba subordinada a los intereses de la economía nacional, pudiendo recurrir a la nacionalización y expropiación “en razón de su utilidad social” con indemnización.
  • Estado laico con libertad de conciencia y práctica de cualquier religión.
  • Derecho a la enseñanza primaria obligatoria y gratuita, y respeto a la libertad de cátedra de los profesores.

Bienio Reformista (julio 1931 – noviembre 1933)

Gobierno republicano-socialista, presidido por Manuel Azaña y con Alcalá Zamora como presidente de la República. Se impulsaron las siguientes reformas:

Reforma del Ejército (Ley Azaña)

Azaña modernizó el ejército con la Ley de retiro de la oficialidad. Se redujo el número de divisiones a la mitad, se cerró la Academia Militar de Zaragoza, se suprimieron las Capitanías Generales y desaparecieron los Tribunales de honor y el Consejo Supremo de Justicia militar. No consiguió retirar el número de oficiales que esperaba, no logró disminuir los gastos del ejército y fue mal recibida por un sector del ejército, los africanistas.

Reforma Religiosa

Se estableció un Estado laico con separación Iglesia-Estado. Se suprimió el presupuesto del culto y clero, se reconoció el matrimonio civil y el divorcio (1932), se crearon cementerios civiles, se disolvió la Compañía de Jesús (jesuitas) en 1932, se nacionalizaron sus bienes y se prohibió a las órdenes religiosas dedicarse a la enseñanza, industria y comercio. En la Ley de Congregaciones Religiosas (1932) se limitó la posesión de bienes de las órdenes religiosas.

Reforma Agraria

En España, la mayor parte de la población rural eran jornaleros sin tierras, existiendo una dramática situación de miseria y paro crónico. La Ley de Bases de Reforma Agraria (septiembre 1932) buscaba redistribuir la tierra y mejorar su rendimiento mediante la expropiación de tierras de regadío y latifundios, que serían repartidos entre los jornaleros indemnizando a los propietarios. Para ello se creó el IRA (Instituto de Reforma Agraria). Su aplicación fue lenta y paralizada por falta de recursos, lo que provocó el rechazo de los propietarios y la impaciencia y decepción de campesinos y jornaleros. Continuó la conflictividad y la ocupación de tierras, destacando los Sucesos de Casas Viejas, donde los campesinos se sublevaron y atacaron a la Guardia Civil.

Reformas Sociales y Laborales

Largo Caballero (Ministro de Trabajo) mejoró las condiciones laborales con:

  • La Ley de Contratos de Trabajo (protección de los contratos de arrendamiento).
  • El Decreto de laboreo forzoso y de términos municipales (se pretendía evitar el abandono de los cultivos y se obligó a contratar a los jornaleros del municipio).
  • La Ley de jurados mixtos (negociación colectiva entre empresarios y sindicatos).
  • La jornada laboral de 40 horas semanales y subida de salarios.

Las medidas fueron mal recibidas por los empresarios y consideradas insuficientes por anarquistas, comunistas y socialistas radicales, dando lugar a huelgas y desórdenes en el campo y las fábricas.

Reformas Educativas y Culturales

Fernando de los Ríos (Ministro de Instrucción Pública) impulsó la escuela como se describía en la Constitución: primaria laica, mixta, obligatoria y gratuita; secular; apertura de escuelas; contratación de maestros; y las misiones pedagógicas para difundir la cultura, junto con bibliotecas y museos ambulantes.

Política Autonómica

Los catalanes elaboraron el Estatuto de Cataluña (Estatuto de Nuria), aprobado en 1932. Creó la Generalitat, con gobierno y parlamento propio, y estableció la cooficialidad del catalán. Francesc Macià fue el presidente de la Generalitat y Lluís Companys el del Parlamento. Los vascos elaboraron un anteproyecto de Estatuto (Estatuto de Estella), que se aprobó ya en plena Guerra Civil, en 1936.

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