1. El Sistema Político de Cánovas (1874-1902)
La Restauración Borbónica trajo consigo un periodo de estabilidad, poniendo fin a los pronunciamientos y permitiendo la alternancia política gracias al sistema ideado por Cánovas del Castillo. Sus bases eran:
1.1. La Monarquía
Un Rey que respetara la Constitución y las leyes, a diferencia de Isabel II.
1.2. La Constitución de 1876
Inspirada en el modelo británico, esta constitución reflejaba el pensamiento moderado, con soberanía compartida, Cortes bicamerales y fuerte presencia de la Corona.
1.3. El Bipartidismo
Siguiendo el modelo británico, se impulsaron dos partidos:
- Partido Conservador: Liderado por Cánovas del Castillo, con el apoyo de la aristocracia, terratenientes, alta burguesía e Iglesia.
- Partido Liberal: Dirigido por Sagasta, agrupaba a la burguesía industrial y a gran parte de la población urbana.
Ambos partidos eran menos radicales que sus predecesores, lo que facilitaba la alternancia en el poder. El caciquismo también caracterizó esta etapa.
1.4. El Turno Pacífico de Partidos
Este sistema permitía la alternancia pacífica en el poder, algo ausente durante el reinado de Isabel II. Se basaba en la manipulación electoral, con la participación de caciques locales, gobernadores civiles y el apoyo de la Corona y las élites. Este falseamiento electoral creó una «democracia formal» o «sistema liberal sin democracia».
2. La Constitución de 1876
Con una vigencia hasta 1923, esta constitución, con solo 89 artículos, fue una síntesis de las de 1845 y 1869. Su elaboración mediante pactos explica su durabilidad. Sus características principales eran:
- Soberanía compartida entre el Rey y las Cortes.
- Regulación de los derechos ciudadanos a cargo del gobierno de turno, siendo la libertad religiosa la más controvertida.
- Derecho al sufragio sin especificar el sistema de votación, que se legisló como sufragio universal masculino en 1890.
3. Nacionalismos Periféricos
El nacionalismo español, de carácter unitario, se enfrentó a los regionalismos periféricos:
3.1. Nacionalismo Catalán
Con un doble sentimiento, español y catalán, surgieron dos modelos de catalanidad: el republicanismo federal y un modelo conservador que defendía una Cataluña singular dentro de una España plural (Unión Catalanista 1891; Lliga Regionalista 1901).
3.2. Nacionalismo Vasco
Surgido de la guerra carlista y la industrialización, el nacionalismo vasco se centró en la cuestión foral. En 1895, Sabino Arana fundó el Partido Nacionalista Vasco (PNV).
3.3. Regionalismo Gallego
Con menor implantación, el regionalismo gallego se organizó en 1890 con la Asociación Regionalista Gallega de Santiago.
4. Movimiento Obrero y Campesino
Dos corrientes ideológicas destacaron:
4.1. Anarquismo
Introducido durante el Sexenio, el anarquismo se centró en la captación de seguidores y la acción terrorista. Con mayor difusión en Andalucía y Cataluña, su oposición a toda forma de poder lo convirtió en una amenaza. Se organizaron en la Federación de Trabajadores de las Regiones Españolas y posteriormente en la CNT.
4.2. Socialismo
En 1879, Pablo Iglesias fundó el PSOE, combinando el ideario marxista con la participación política. En 1888 se creó la UGT. El PSOE impulsó medios como el diario El Socialista, las Casas del Pueblo y la Mutualidad Obrera.
5. El Problema de Cuba
En la década de 1890, los problemas coloniales se agudizaron por el imperialismo europeo y el expansionismo estadounidense. Los conflictos en Cuba con España eran de índole económica (modelo proteccionista) y política (autonomía). La intervención de EEUU llevó a la guerra de 1898 y la pérdida de Cuba y otras colonias.
6. Consecuencias de la Crisis del 98
La derrota de 1898 no cambió el gobierno ni la monarquía, pero dio lugar al regeneracionismo. El «Desastre del 98» fue más una crisis moral e ideológica. Las consecuencias fueron:
- Económicas: Menores de lo esperado, incluso con aumento de inversiones por la repatriación de capitales.
- Ideológicas: Pesimismo y derrotismo en las élites intelectuales (Generación del 98, Joaquín Costa).
La prensa extranjera presentó a España como un país en decadencia con un sistema político corrupto, lo cual era cierto.