1. Introducción
Tras la muerte del general Franco, los acontecimientos se sucedieron de un modo muy distinto al que imaginaron quienes pretendían la continuación del franquismo.
2. La Transición Democrática (1975-1982)
Este periodo abarca desde la muerte de Franco, en 1975, hasta la victoria electoral del PSOE en 1982.
- Debilidad de los pilares del Régimen: Falange, la Iglesia (que desde el Concilio Vaticano II muestra un cambio de actitud hacia el régimen), y Franco, ya enfermo e incapaz de ejercer un arbitraje entre las familias y de controlar la oposición.
- Aperturismo de algunos sectores del franquismo: En los años 60 se da una tímida apertura. Existía un enfrentamiento interno entre tecnócratas y aperturistas.
- Fuentes de oposición al régimen:
- Oposición moderada: El Partido Comunista forma la Junta Democrática, que se une a la Plataforma de Convergencia Democrática, liderada por el PSOE, dando lugar a la Platajunta, que organizó huelgas y manifestaciones.
- Oposición radical: Grupos como ETA, FRAP o GRAPO.
- Presión social y papel del pueblo español: Personajes clave como Adolfo Suárez y Juan Carlos I.
- Demanda internacional: El Papa y la ONU pedían clemencia y estabilidad.
2.1 De la Muerte de Franco a las Primeras Elecciones
Tras la muerte de Franco, accede a la Jefatura del Estado Juan Carlos I, proclamado por la Ley de Sucesión en 1947. El rey fue el motor de un cambio político, buscando una monarquía democrática. Planteó un programa de reformas desde la propia legalidad para desembocar en la democracia. Este programa no tuvo el apoyo inicial de los sectores predominantes del franquismo, que querían la permanencia del Régimen, ni de la izquierda, que quería la ruptura franquista. Juan Carlos I nombra a Torcuato Fernández Miranda presidente de las Cortes y a Carlos Arias Navarro presidente del gobierno. Existían reformistas que apostaban por los cambios, pero Arias no quiso realizar las reformas del Rey, lo que generó un periodo de inestabilidad reflejado en huelgas y manifestaciones. El rey entonces encarga el gobierno a Adolfo Suárez, quien presenta el Proyecto de Ley para la Reforma Política. Esta ley, aprobada por mayoría en diciembre de 1976, crea unas Cortes bicamerales con sufragio universal, acabando con la democracia orgánica. Entre los partidos destacan Alianza Popular, Unión de Centro Democrático (UCD, una coalición que luego sería el CDS), PSOE y PCE. Las elecciones se celebraron el 15 de junio de 1977, donde UCD obtuvo la mayoría de los votos. En la derecha, AP obtuvo pobres resultados y la derecha antidemocrática, prácticamente nulos. A la izquierda, el partido más votado fue el PSOE. Los españoles optaron por la modernización, rechazando las posturas extremas. Suárez lideraría el proceso para la creación de la Constitución.
2.2 El Primer Gobierno Democrático
Suárez formó un gobierno con personalidades como el general Gutiérrez Mellado, que tuvo que lidiar con un ejército franquista; Fuentes Quintana, quien enfrentó la crisis económica; y Fernández Ordóñez, autor de la reforma fiscal y de la ley del divorcio. La UCD se enfrentó a tres grandes problemas: la crisis económica de 1973, la elaboración de una Constitución y las aspiraciones autonomistas de nacionalidades y regiones. Para afrontar la crisis económica, en 1977 se firmaron los Pactos de Moncloa entre el gobierno, los partidos de la oposición, los sindicatos y la patronal.
2.3 Constitución de 1978
La Constitución española de 1978 es una de las más liberales y extensas, inspirándose en diversas fuentes constitucionales anteriores. Consta de 169 artículos, distribuidos en 10 títulos y un título preliminar. Se divide en dos partes: dogmática y orgánica. Reconoce la soberanía nacional en el pueblo español y establece la monarquía parlamentaria como forma política del Estado. Formula una amplia gama de derechos y libertades: igualdad ante la ley, derecho a la libertad personal, libertad religiosa y de culto, además de derechos sociales y económicos como el derecho a la educación, a la propiedad privada y al trabajo. El ciudadano español tiene deberes como defender la patria, contribuir a las cargas del Estado y cumplir las leyes. El rey es el Jefe del Estado y mando supremo de las Fuerzas Armadas, con un papel de árbitro, moderador y representativo. Entre sus funciones se encuentran la legislativa y la ejecutiva.