Durante la transición española, predominó la política interior sobre la exterior. Sin embargo, la democratización y la europeización fueron procesos paralelos.
Gobierno de UCD (Unión de Centro Democrático)
Tras las elecciones de 1977, el gobierno de Adolfo Suárez presentó la solicitud de adhesión al Mercado Común Europeo. Este proceso se vio reforzado por la aprobación en referéndum de la Constitución Española en diciembre de 1978. La adhesión era una prioridad para la democracia española y vital para su economía, ya que la mitad de sus exportaciones iban dirigidas a ese mercado. Surgieron obstáculos relacionados con la Política Agrícola Común (PAC) y con posibles regiones desfavorecidas. Los problemas agrícolas se plantearon en dos frentes: el daño en las ventas de los agricultores franceses y las reticencias británicas. La incorporación de países como España, Portugal y Grecia (la cual no consiguió entrar en ese momento) supondría un gasto por vía de los Fondos de Cohesión que recibirían las regiones más desfavorecidas. El presidente de Francia, el centrista Giscard d’Estaing, declaró que la comunidad debía evitar cualquier ampliación sin haber resuelto los problemas de la última, y la negociación con España quedó paralizada.
Gobierno del PSOE (Partido Socialista Obrero Español)
Los gobiernos de Felipe González (1982-1986, 1989, 1993) llevaron a cabo una política exterior encaminada a realzar la importancia de España y su integración en la Comunidad Económica Europea (CEE). Tras la victoria socialista de 1982, las negociaciones se intensificaron y en 1985 se alcanzaron los acuerdos definitivos. España, al mismo tiempo que Portugal, pasó a ser un estado miembro de la CEE.
La mayoría absoluta de que disfrutaba el PSOE, el consenso en materia de política europea y la expansión económica de la segunda mitad de los ochenta facilitaron los pasos. El 12 de junio de 1985 se firmó el Tratado de Madrid, para que el 1 de enero de 1986 España fuera miembro de pleno derecho de la Europa comunitaria. Hubo consenso de las fuerzas políticas y se ratificó la integración por unanimidad en el Congreso y el Senado. Con la entrada en la CEE, se modificaron muchas leyes, sobre todo las económicas, como la implantación del IVA y la adopción de nuevas normas sobre producción, consumo y aduanas. Tras esto, se tomaron acuerdos trascendentes como la firma del Acta Única Europea de 1986, que recogía los objetivos de crear un mercado intraeuropeo sin fronteras y reforzar la cohesión política entre sus miembros; entraría en vigor en 1987. El 11 de diciembre de 1991 se firmó en Maastricht el tratado que dio origen a la Unión Europea, que significó un paso hacia la unificación política y económica. Se reconocían los derechos de ciudadanía europea, la libre circulación y residencia de las personas y un mercado único a través de la unión monetaria, con una moneda común que se llamaría ECU y después Euro. En 1995 ingresaron tres nuevos países con una buena base económica: Suecia, Finlandia y Austria, que han impulsado el Acuerdo de Maastricht. En los últimos años, los países han tratado de cumplir los criterios de convergencia para adoptar el euro como moneda única: una tasa de inflación que no exceda el 2%; una deuda pública que no supere el 60% del PIB; un déficit público no mayor del 3% del PIB.
Gobierno del PP (Partido Popular)
En 1998, con el gobierno del PP, once países firmaron el acuerdo por el que se creaba el Banco Central Europeo, con una política monetaria común que fijaba un único tipo de interés del dinero para todos los países miembros. En este tiempo, España liberalizó su economía y mejoró su tecnología e infraestructuras. Era un país de emigrantes, pero el mercado interior ha sido favorable desde 1993. La economía depende de la comunitaria a la que exporta, y la balanza comercial es favorable a España, sobre todo en turismo. Los retos actuales se agrupan en dos campos: el debate sobre los fondos de cohesión y la globalización de la economía mundial, con la creación de la OMC (Organización Mundial del Comercio) y las propuestas de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos).
La Integración de España en la OTAN
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) es una organización militar creada en abril de 1949 por las potencias occidentales bajo la dirección de los EE. UU. para hacer frente al expansionismo de la URSS. En 1981 se tuvieron que revisar los acuerdos bilaterales con EE. UU. Alianza Popular (AP) y UCD creyeron que España debía integrarse en la OTAN. Las fuerzas de izquierda, PSOE, PCE (Partido Comunista de España) y movimientos pacifistas se opusieron al mantenimiento de las bases americanas y a la incorporación a la OTAN.
El gobierno de Leopoldo Calvo Sotelo decidió la incorporación a la OTAN, rompiendo el consenso para estabilizar la situación interna de las Fuerzas Armadas y forzar la entrada de España en la CEE. Calvo Sotelo decidió entrar sin hacer un referéndum y, en marzo de 1982, las Cortes acordaron la incorporación, con la oposición del PCE y PSOE. El PSOE promovió un cambio en su política exterior. Fernando Morán fue relevado como ministro de Exteriores y sustituido por el socialdemócrata Francisco Fernández Ordóñez, un claro atlantista. El 12 de mayo de 1986, una vez que España entró en la CEE, se celebró el prometido referéndum sobre la permanencia en la OTAN.
La integración en la estructura militar de la OTAN se produjo en 1997, bajo el gobierno de José María Aznar del PP, apoyado por el PSOE, viéndose en la obligación de participar con aviones en la guerra serbo-kosovar en la antigua Yugoslavia. Con la permanencia de España en la OTAN, y una vez integrada en la Unión Europea, se acabó con el aislamiento internacional y se promovió la modernización de las Fuerzas Armadas hasta el punto de suprimirse el servicio militar obligatorio en 2001, con la intención de formar un ejército profesionalizado.
España se integró en la UEO (Unión Europea Occidental), organismo de defensa militar que surge en el seno de la Unión Europea. Su finalidad es actuar en Europa en misiones de paz y supone un reforzamiento del pilar europeo de la OTAN. España ha participado en misiones humanitarias al amparo de la ONU (Organización de las Naciones Unidas). Como conclusión, en los 30 años transcurridos desde la muerte de Franco, España ha logrado superar su atraso respecto al resto del mundo europeo y hoy forma parte de todas las organizaciones internacionales como la ONU.