El PSOE y la Política Exterior Española
Los socialistas perfilaron el papel de España en el mundo, afirmando como objetivos prioritarios de nuestras relaciones: la Comunidad Económica Europea (CEE), la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y, en menor medida, Iberoamérica y el Mediterráneo (Norte de África). Con la muerte de Franco, se ponía fin al aislamiento de España en Europa y se abría una etapa de normalización de las relaciones diplomáticas.
Durante el gobierno de Calvo Sotelo, se renovaron los pactos de defensa con EE.UU. Además, España se había integrado en la Alianza Atlántica, la OTAN. El PSOE había votado en contra de esa integración a ese sistema militar. El PSOE proponía una política exterior menos ligada a la gran potencia, más enfocada al resto del mundo, especialmente con América Latina y el Mediterráneo. Al llegar el PSOE al poder el 3 de diciembre de 1982, se ve presionado por los gobiernos europeos para que España permanezca en la OTAN.
La Integración de España en la Comunidad Económica Europea (CEE)
Uno de los objetivos principales de España era formar parte de Europa e integrarse en la CEE. Las relaciones con Europa se intensificaron tras el giro económico y político de la dictadura a principios de los años 60.
La apertura de los mercados españoles hacia Europa hizo ver a las autoridades franquistas la interdependencia económica entre nuestro país y el Mercado Común, y que el futuro de España pasaba por la integración en Europa.
El principal obstáculo era el carácter no democrático del régimen. Tuvo que pasar la década de los 70 para que se firmara el Tratado preferencial entre España y el Mercado Común.
La entrada a la CEE exigía una negociación compleja para que no se derrumbara la industria ni se viera afectado el sector agrario por un régimen de libertad con los otros países, y en especial con Francia. Había que negociar ayudas que potenciaran el desarrollo de las regiones subdesarrolladas con respecto a la media europea.
Los socialistas creían que, aunque la integración implicara sacrificios, los resultados serían beneficiosos a largo plazo para la economía y para la política internacional de España. Contaban con el apoyo de todos los partidos y de la opinión pública. Después de arduas negociaciones, el acuerdo de adhesión se firmó el 12 de junio de 1985 en Madrid, y Portugal entró al mismo tiempo. El 1 de enero de 1986, España se convertía en uno de los 12 países integrantes de la CEE. Las relaciones con Gran Bretaña se suavizaron. En febrero de 1985 se abría la verja de Gibraltar, cerrada durante 16 años. En 1988, la reina de Inglaterra visitaba España.
El Referéndum sobre la Permanencia en la OTAN
El tema de la OTAN había quedado pendiente hasta que se lograra la integración en la CEE. Para cumplir con la promesa electoral, el PSOE propuso un referéndum sobre la permanencia o la retirada de la Alianza Atlántica (OTAN). Los socialistas abogaron por el voto afirmativo, prometiendo que la integración no lo sería en el aparato militar. Los comunistas pedían el «no», y Alianza Popular (AP) proponía la abstención. Al obtenerse un 52% de los votos afirmativos, España permaneció en la OTAN.
Esta permanencia (a la que Calvo Sotelo era favorable) tenía 3 condiciones:
- No integrarse en la estructura militar.
- Prohibir la introducción, el almacenamiento o la instalación de armas nucleares.
- Reducir la presencia militar estadounidense en nuestro territorio.
La Participación de España en Misiones Internacionales
La presencia del ejército español en las misiones de la OTAN se fue incrementando desde la entrada de España en este organismo internacional.
El ejército español empezó a estar presente en misiones de paz o intervenciones bélicas. Lo hizo en la Guerra del Golfo (1991) con 3 buques de guerra y apoyo de las bases aéreas. Estuvo presente en las fuerzas de la ONU en Bosnia (1992-1995) y en Kosovo (1999).
Javier Solana (socialista) fue nombrado en 1995 secretario general de la OTAN y en 1999 representante de la UE para política exterior y seguridad.
España y su Proyección Internacional: América Latina y el Mediterráneo
España aprovechó la buena acogida de su transición pacífica de la dictadura a la democracia para afianzar su presencia en América Latina y en el norte de África, y abrir nuevos frentes internacionales.
Los socialistas tuvieron una decidida voluntad política de ahondar en las relaciones internacionales, también con Iberoamérica. Se avanzó más en la fluidez de las relaciones políticas que en los intercambios económicos y la cooperación cultural.
En cuanto al área del Mediterráneo, el gobierno socialista adoptó una política que tendía a favorecer la estabilidad en todo el norte de África. Cuidó sobre todo las relaciones con Marruecos y Argelia, dados los considerables intereses españoles en esa zona (Melilla, Ceuta, aguas jurisdiccionales, etc.).
La Evolución de la CEE a la Unión Europea
El 12 de junio de 1985 se firmó el tratado de adhesión de España a la CEE. La incorporación se hizo efectiva el 1 de enero de 1986. En 1992, la CEE se transformó en la Unión Europea (UE) mediante el Tratado de la UE o Tratado de Maastricht. Este tratado tiene 3 objetivos:
- La unión económica y monetaria.
- Cooperación en política exterior y seguridad.
- Colaboración en asuntos de justicia e interior.
A este tratado le siguieron:
- Ámsterdam (1997): Se reforzó la libre circulación de personas dentro de la UE. Se reafirmó la necesidad de proteger los derechos fundamentales.
- Niza (2001): Reformó algunas instituciones de la UE. Se aprobó la Carta de los derechos fundamentales de la UE.
- Tratado por el que se establece una Constitución para Europa (2004): Se firmó, pero fue rechazado en referéndum en varios países.
- Lisboa (2007): Firmado por todos los miembros de la UE, entró en vigor el 1 de enero de 2009.
Políticas Comunes de la Unión Europea
Las políticas comunes de la UE son:
- PAC (Política Agraria Común): Su misión es proporcionar ayudas a agricultores y ganaderos.
- PPC (Política Pesquera Común): Negocia acuerdos pesqueros entre la UE y otros países.
- Política Monetaria: Basada en la existencia del euro, que entró en circulación en casi todos los países en 2002.
Para coordinar la política monetaria, se creó en 1998 el Banco Central Europeo, con sede en Alemania (Fráncfort).