La ley fundamental que define la organización de un Estado, los derechos de los ciudadanos y el tipo de economía y sociedad deseada es la Constitución del Estado.
Los Poderes del Estado
El Estado es el conjunto de instituciones que garantizan los derechos y libertades de los ciudadanos. Para evitar la opresión, cada poder debe ser ejercido por un organismo independiente:
- Poder Legislativo: Elabora las leyes. Su principal órgano es el Parlamento.
- Poder Ejecutivo: Implementa las políticas y proyectos de las leyes. El Gobierno es su principal representante, responsable también del orden público.
- Poder Judicial: Juzga y corrige a quienes incumplen la ley, a través de jueces y fiscales.
El Parlamento, representante de la soberanía nacional, es elegido por sufragio universal y goza de inmunidad procesal. Elige al jefe del Gobierno, quien a su vez designa a sus ministros. El poder judicial supervisa que los otros poderes actúen conforme a la ley.
Un Estado democrático de derecho cumple con estos requisitos. Si además se preocupa por los derechos sociales, se considera un Estado social y democrático de derecho.
El Estado emplea a numerosos trabajadores en la administración pública e interviene en áreas como infraestructura, cultura y seguridad. Promueve la solidaridad y justicia internacional. Para financiar estas actividades, se requiere una Hacienda pública que recauda impuestos. Es importante entender que:
- Lo público no es gratuito.
- El disfrute de derechos implica una prestación económica.
- El alcance de los derechos depende de los presupuestos y políticas tributarias.
La España Democrática
Desde 1978, España se define como un “Estado social y democrático de derecho” basado en la soberanía popular. La historia constitucional española incluye:
- Constitución de Cádiz (1812): Instauró la monarquía constitucional.
- Constitución de 1876: La soberanía residía en el Rey y las Cortes.
- Constitución de 1931: Estableció la República.
Tras la Guerra Civil (1936-1939), el régimen dictatorial de Francisco Franco gobernó hasta 1975. La Transición Española llevó a la monarquía parlamentaria de la Constitución de 1978, gracias a:
- El papel de la monarquía como puente.
- La negociación y consenso entre fuerzas políticas y sociales.
- El apoyo masivo del pueblo español.
Durante la transición, el terrorismo y las amenazas de golpe de estado fueron obstáculos importantes para la consolidación de la democracia.