Europa y España en el siglo XIX: Del Legado Napoleónico al Auge del Nacionalismo

Europa después de Napoleón

1.1 El legado napoleónico

Apoyándose en sus ejércitos, tras su coronación, Napoleón condujo a la creación de diversos estados vasallos, donde impuso de forma pacífica el dominio francés.

  • Francia derrotó a numerosos países europeos, sin respetar su soberanía.
  • Pero a la vez, el dominio francés favoreció la llegada de las ideas revolucionarias, desmontando las bases del Antiguo Régimen en la mayor parte de Europa.

1.2. El Congreso de Viena

Tras la derrota de Napoleón, los países vencedores se reunieron en Viena para restablecer en Europa la situación política anterior a la Revolución de 1789. Austria, Prusia, Gran Bretaña y Rusia encabezaban, participando también en el congreso los nuevos gobernantes franceses, España, Portugal y Suecia.

En el Congreso de Viena, el canciller austríaco Metternich se erigió en el defensor de la restauración del absolutismo.

Austria, Rusia y Prusia establecen el Pacto de la Santa Alianza para intervenir contra los levantamientos revolucionarios. Gran Bretaña no participó en este pacto.

2. El liberalismo político

Con la crisis del Antiguo Régimen, el liberalismo será la ideología política y económica que avance en la Europa del siglo XIX.

2.1. Los tres liberalismos

El liberalismo económico descansa sobre dos principios: riqueza y propiedad; se opone al dirigismo. El liberalismo político se opone al despotismo: fundamento de la democracia parlamentaria.

El liberalismo intelectual se basa en la tolerancia y la conciliación.

2.2. Las bases ideológicas del liberalismo

La doctrina liberal se apoya en dos aspectos básicos, el individualismo y el racionalismo:

  • Individualismo: se considera que el ser humano está por encima del estado.
  • Racionalismo: el hombre debe utilizar la razón.

2.3. Los objetivos

  • Los ciudadanos deben exigir al Estado el respeto a sus libertades individuales.
  • La igualdad es un elemento fundamental del liberalismo.
  • El liberalismo propugna que el Estado garantice la seguridad de los ciudadanos.

2.4. Las conquistas políticas

La llegada al poder de los liberales implicaba: la elaboración de una Constitución, la consolidación de un Parlamento que representa la soberanía nacional y el reconocimiento del derecho al voto para los ciudadanos es el liberalismo inicial.

El liberalismo democrático atenderá las quejas de las clases populares, orientándose hacia la soberanía popular.

Diferencia entre Soberanía Nacional y Popular

  • La soberanía nacional es defendida por el liberalismo y la soberanía popular es más progresista.
  • En la soberanía nacional el poder recae sobre el parlamento y en la soberanía popular recae sobre el pueblo.
  • La soberanía nacional se basa en el sufragio censitario y la soberanía popular en el sufragio universal.

3. Las revoluciones liberales en Europa

3.1. Los primeros levantamientos

  • En España, Fernando VII se ve obligado a jurar la Constitución de 1812.
  • Grecia se subleva contra el dominio turco, conseguiría su independencia en 1830.

3.2. Las revoluciones de 1830

  • En los Países Bajos se sublevan frente a los holandeses. Bélgica consigue la independencia y elabora una constitución liberal.

4. El despertar del nacionalismo

4.1. Nación y nacionalismo

El nacionalismo es la exaltación de la lealtad absoluta a la nación de pertenencia. A lo largo del siglo XIX, el nacionalismo estuvo presente en muchas de las revoluciones liberales.

  • Además, sectores intelectuales, políticos o sociales minoritarios.
  • El nacionalismo centrífugo de los pueblos que quieren liberarse del imperio que los domina. Grecia.
  • El nacionalismo centrípeto que se manifiesta cuando diversos territorios con identidad geográfica, cultural e histórica aspiran a constituir un Estado único, como ocurre en Alemania y en Italia.

Francia contra Europa

4.1 Francia contra Europa

Napoleón hizo de Francia la nación más poderosa de Europa. Las guerras napoleónicas envolvieron a casi todos los países europeos, convirtiendo muchos de ellos en regímenes políticos dependientes de París.

El intento de conquistar España y Rusia supuso un gran desgaste humano y económico para Francia y contribuyó a su debilitamiento. Toda Europa se unió para combatir a Napoleón, que fue recluido en la isla de Santa Elena.

Los ejércitos napoleónicos propagaron por todo el continente los principios de la Revolución Francesa: libertad, igualdad y fraternidad.

2. Los inicios del siglo XIX en España

2.2 El paso del siglo XVIII al XIX

Al mismo tiempo que en Francia se producía el estallido revolucionario, comenzó en España el reinado de Carlos IV, que delegó las tareas de gobierno en su primer ministro Manuel Godoy, protegido de la reina.

La monarquía española contemplaba inquieta el desarrollo de la Revolución Francesa. Cuando Luis XVI fue ejecutado, España se unió, con poca fortuna, a las potencias europeas en la guerra contra Francia. Posteriormente, se alió con Napoleón y la impopularidad de Godoy y la sumisión a los planes de Napoleón fueron las causas del Motín de Aranjuez.

Napoleón reclamó la presencia de Carlos IV y Fernando VII en Bayona, donde ambos renunciaron a sus derechos al trono y designó como nuevo rey a su hermano José. La nación española no reconoció esta imposición y se levantó en armas contra el invasor.

La inestabilidad política en España

3. El gobierno provisional de Serrano

El general Serrano, encabeza un gobierno provisional. La siguiente tarea es la convocatoria de Cortes constituyentes, tras acalorados debates, se inclinaron por la monarquía constitucional.

3.1. El reinado de Amadeo de Saboya

El voto de las Cortes se inclinó por el príncipe italiano Amadeo de Saboya. Comienza su reinado en 1871 ante la absoluta indiferencia del pueblo y la oposición de la Iglesia, que lo considera anticlerical. Le llevan a abdicar en febrero de 1873 tras dos años de reinado.

3.2. La Primera República

Tras la abdicación de Amadeo de Saboya, la única alternativa era la proclamación de la República. Pero los republicanos no formaban un bloque homogéneo: algunos eran partidarios de la división de España en regiones autónomas.

Fue elegido presidente el unionista Estanislao Figueras. Figueras dimite y es proclamada la República federal, con Pi y Margall como presidente.

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