Los Desafíos de la Reconstrucción Europea
Europa enfrentó grandes desafíos tras la Primera Guerra Mundial, resaltando aspectos como la reconstrucción, la escasez de alimentos, el alto desempleo y la necesidad de readaptar a las personas y la economía.
Principales Rasgos de la Posguerra
- Sociedades en Movimiento: Durante este periodo, se dio mayor protagonismo a las mujeres en la vida pública, y algunos países otorgaron el derecho al voto femenino. Además, surgió la gripe española, que causó millones de muertes entre 1918 y 1920.
- Economía en Crisis: La economía estaba en crisis, especialmente en Alemania, que enfrentaba hiperinflación al intentar pagar las reparaciones de guerra. Los precios se dispararon y el dinero perdió valor.
- Escenario Político Cambiante: Europa vivió un cambio político, con el surgimiento de regímenes fascistas en varios países, como Italia. Estos movimientos buscaban restaurar el poder perdido, especialmente en un contexto en el que países como Estados Unidos se consolidaron como potencias.
Nuevo Orden Mundial
Estados Unidos emergió como una gran potencia y centro financiero global, con su cultura influyendo a través del cine, la música y la literatura. Japón también ganó importancia imperialista. Alemania, derrotada y aislada, y la Unión Soviética, rechazada por su ideología revolucionaria, enfrentaron dificultades. El Tratado de Rapallo (1922) acercó a ambos países en lo económico y militar.
Recuperación Económica
Estados Unidos incrementó su producción agrícola e industrial, impulsado por nuevas tecnologías y métodos de producción. Europa comenzó a recuperarse, aunque Alemania enfrentaba dificultades para pagar las reparaciones de guerra. En 1924, el Plan Dawes ayudó a estabilizar su economía y fomentar la paz.
Espíritu de Locarno
Se conoce como Espíritu de Locarno al ambiente de reconciliación y cooperación en Europa tras la firma de los Acuerdos de Locarno en 1925. Estos acuerdos, facilitados por el Plan Dawes, ayudaron a mejorar las relaciones entre Alemania y sus acreedores. Alemania reconoció sus fronteras occidentales con Francia y Bélgica y se comprometió a resolver conflictos de manera pacífica, salvo en caso de defensa propia.
Este clima positivo fue reforzado por la incorporación de Alemania a la Sociedad de Naciones en 1926 y el Pacto Briand-Kellogg en 1928, que condenaba la guerra como herramienta de política internacional. En conjunto, estos acuerdos impulsaron la paz en Europa y disminuyeron el temor a un nuevo conflicto armado.
El Surgimiento de la Sociedad de Consumo
Hasta la década de 1920, muchos de los avances de la Segunda Revolución Industrial quedaron limitados a las clases acomodadas. Posteriormente, esas innovaciones se extendieron al resto de la sociedad. Este proceso fue la base de la prosperidad económica de los felices años veinte.
La producción de bienes de consumo se uniformizó, se hizo más eficiente, abarató sus costes y se dirigió a las masas.
Los Principales Elementos de la Cultura de Masas
La mejora de las condiciones de vida y laborales en las áreas urbanas permitió un mayor acceso al consumo, así como un aumento del tiempo libre para el ocio.
El nacimiento de la cultura de masas se asentó en los medios de comunicación:
- Radio: Los aparatos de radio entraron en todos los hogares por su capacidad de comunicar y entretener, pero también de difundir publicidad y propaganda política. Por primera vez, millones de personas podían escuchar al mismo tiempo la misma canción, el mismo serial o el mismo discurso político.
- Cine: Se estableció como un importante medio de entretenimiento, pero también de propaganda. Además, se convirtió en un gran factor de cambio social: los espectadores y espectadoras se interesaban por la vida de las estrellas de Hollywood, conocidas en todo el mundo, y buscaban imitarlas.
- Deportes: Se popularizaron deportes como el fútbol, el ciclismo o el boxeo, y se construyeron más y mayores recintos deportivos. La primera copa mundial de fútbol se organizó en Uruguay en 1930.
- Ocio Nocturno: La generalización de la electricidad impulsó el ocio nocturno. Las ciudades se llenaron de cines y de cabarés o clubes donde se podían escuchar y bailar los ritmos de moda.
Cambios en la Situación de la Mujer
- Trabajo: El empleo durante la guerra permitió a las mujeres obtener lo que, por derecho, habían reclamado: mayor acceso al mundo laboral, incluyendo puestos de responsabilidad. En la posguerra, la ocupación femenina predominó entre los nuevos oficios no copados por los hombres, como operadoras de teléfono y mecanógrafas. Estas ocupaciones, peor pagadas que las masculinas, permitían a las mujeres de clase media emanciparse económicamente.
- Sufragio: La labor de las mujeres en la retaguardia originó el movimiento que pasó de desmentir las teorías de inferioridad intelectual sobre las que se apoyaba la discriminación. Tras la guerra, las mujeres obtuvieron el derecho al voto en Reino Unido, Alemania y Estados Unidos. En las décadas siguientes, cada vez más países fueron reconociendo ese derecho.
- Educación: Un número creciente de mujeres accedía a estudios medios o superiores. Era la época de las pioneras, personas de gran talento que consiguieron hacerse un lugar en el mundo de la ciencia o la cultura, como Marie Curie o Lise Meitner. En España, Felisa Martín Bravo se convirtió en 1926 en la primera doctora en Física.
¿Un Espejismo Económico?
La riqueza generada durante los “locos años veinte” fue repartida de una manera muy desigual, mientras se producían dos fenómenos económicos paralelos conocidos como superproducción y subconsumo.
Entre 1921 y 1927, la producción industrial y agrícola en Estados Unidos mantuvo un incremento constante. Asimismo, países como Argentina o Canadá, y una Europa recuperada tras la guerra, introducían sus productos en el mercado mundial. Los avances técnicos de la Segunda Revolución Industrial automatizaron la producción, prescindiendo de una parte de los trabajadores y trabajadoras.
Una élite empresarial se vio enriquecida, mientras la clase media recurría a créditos para poder vivir conforme a los modelos difundidos por la publicidad de la época. Por su parte, las clases trabajadoras carecían de poder adquisitivo para comprar lo que ofrecía el mercado.
El Crac del 29
El crac de 1929 ocurrió cuando la sobreproducción generó un exceso de mercancías que la demanda no pudo absorber. Desde el verano, la producción industrial y otros indicadores económicos cayeron, y los precios de materiales clave, como el cobre y el acero, comenzaron a bajar. En septiembre, el valor de las acciones se estancó, y el 24 de octubre (Jueves Negro) se vendieron más de 15 millones de acciones sin compradores. El 29 de octubre (Martes Negro), las acciones se desplomaron aún más, causando pánico y la ruina de miles de pequeños inversores.
New Deal
El New Deal fue un conjunto de políticas impulsadas por el presidente Franklin D. Roosevelt en respuesta a la Gran Depresión. Este plan incluía intervenciones estatales para reactivar la economía, inspirándose en las ideas de John M. Keynes. El objetivo era reducir el desempleo mediante inversión en obras públicas y subsidios, lo cual aumentó el gasto público. Aunque algunas medidas tuvieron éxito limitado, en conjunto ayudaron a mitigar los efectos de la crisis para millones de personas.
Cómo Afectó la Crisis a la Vida de las Personas
Durante la Gran Depresión, tanto trabajadores urbanos como campesinos se vieron gravemente afectados. En las ciudades, el desempleo y el cierre de fábricas redujeron la producción y el consumo, especialmente en sectores como la industria automotriz. En el campo, la caída de los precios agrícolas llevó a pérdidas de ingresos y propiedades para los agricultores.
Medidas Contra la Gran Depresión
Para combatir la crisis, el gobierno de EE. UU. implementó medidas del New Deal entre 1933 y 1938, enfocadas en la creación de empleo y asistencia social. Estas incluyeron programas de obras públicas, reformas legales para controlar los bancos, apoyo a derechos laborales, y políticas para fortalecer la economía y exportaciones. En conjunto, estas medidas ayudaron a millones de personas afectadas.
¿Nueva Ciencia para un Nuevo Siglo?
Las investigaciones desarrolladas en el entorno de la ciencia durante las primeras décadas del siglo XX dieron lugar a nuevas formas de comprender el mundo y sentaron las bases del desarrollo científico-tecnológico posterior. En física, la teoría de la relatividad, de Albert Einstein, revolucionó las nociones de espacio, tiempo y universo. En psicología, Sigmund Freud puso de relieve, a través del psicoanálisis, la importancia del subconsciente en la mente del individuo. En medicina, se determinaron los grupos sanguíneos y se desarrollaron numerosas vacunas, así como las vitaminas, de gran importancia para la salud. El bacteriólogo Alexander Fleming descubrió la penicilina en 1928.