LA REVOLUCIÓN RUSA
Los Orígenes de la Revolución Rusa
A principios del siglo XX, Rusia estaba bajo una monarquía absoluta liderada por el Zar Nicolás II. Este régimen se apoyaba en la nobleza, la Iglesia ortodoxa, el Ejército y la burocracia (funcionarios).
Existía un parlamento, la «Duma«, pero carecía de poder real. No se reconocían derechos ni libertades fundamentales, y cualquier forma de oposición era perseguida por la policía política.
Economía
- Predominantemente agraria: El 80% de la población trabajaba en el campo.
- Estructura feudal de la propiedad: Grandes terratenientes (nobleza e Iglesia) poseían la mayoría de las tierras, mientras los campesinos vivían en condiciones de miseria.
- Industrialización limitada: El desarrollo industrial era escaso debido a la debilidad de la burguesía empresarial y la falta de inversión de capital.
Oposición al Zar
Aunque los partidos políticos estaban prohibidos, existían diversas fuerzas de oposición en la clandestinidad:
- Partido Social Revolucionario (PSR): Liderado por Kerensky, tenía influencia entre los campesinos.
- Partido Constitucional Demócrata (Kadete): Representaba a la burguesía liberal y aspiraba a transformar el régimen absoluto en una monarquía constitucional.
- Partido Obrero Socialdemócrata Ruso (POSDR): De ideología marxista, se dividió en dos facciones principales:
- Mencheviques: Moderados, partidarios de una revolución burguesa previa al socialismo.
- Bolcheviques: Radicales, liderados por Lenin, que buscaban establecer directamente la dictadura del proletariado.
La Revolución de 1905
El descontento social se agudizó debido a:
- La derrota militar frente a Japón (Guerra Ruso-Japonesa).
- La profunda crisis económica.
Una manifestación pacífica se dirigió al Palacio de Invierno en San Petersburgo, residencia del Zar, para solicitar mejoras en las condiciones de vida. La respuesta fue una represión violenta por parte del ejército, causando numerosas muertes en lo que se conoció como el «Domingo Sangriento«.
Este evento desató una oleada de protestas y huelgas por todo el país. Campesinos y obreros comenzaron a organizarse en asambleas populares llamadas Sóviets.
Ante la presión, el Zar realizó algunas concesiones recogidas en el Manifiesto Imperial (o Manifiesto de Octubre), prometiendo libertades civiles y la creación de una Duma con poderes legislativos. Sin embargo, pronto incumplió sus compromisos y volvió a gobernar de forma autocrática, ignorando a la Duma.
La Revolución de Febrero de 1917
El descontento popular alcanzó su punto álgido debido a:
- Las enormes pérdidas humanas y el sufrimiento causado por la participación de Rusia en la Primera Guerra Mundial.
- La escasez de alimentos y el hambre generalizada.
En febrero de 1917, una manifestación masiva tuvo lugar en Petrogrado (nuevo nombre de San Petersburgo) bajo el lema «pan y paz». La protesta derivó en una huelga general, y un momento clave fue cuando el ejército se negó a disparar contra los huelguistas, uniéndose en muchos casos a la revuelta.
Como resultado, se formó un Gobierno Provisional, liderado inicialmente por figuras liberales y luego por Kerensky. El Zar Nicolás II abdicó, poniendo fin a siglos de gobierno Romanov.
El Gobierno Provisional aspiraba a instaurar un sistema político liberal parlamentario. Sin embargo, coexistía con el poder de los Sóviets (consejos de obreros, campesinos y soldados), que llegaron a tener su propia fuerza armada, la Guardia Roja. Progresivamente, los bolcheviques ganaron control sobre los sóviets más importantes.
El Fracaso del Gobierno Provisional
Lenin, líder de los bolcheviques, regresó del exilio y expuso su programa político en las «Tesis de Abril«, que incluían:
- Retirada inmediata de Rusia de la Primera Guerra Mundial.
- Redistribución de la tierra entre los campesinos.
- Control de las fábricas por parte de los comités de obreros.
- Entrega de todo el poder a los Sóviets.
Los bolcheviques intentaron una insurrección en julio, que fracasó, obligando a Lenin a exiliarse nuevamente. Poco después, un intento de golpe de Estado por parte del sector más conservador del ejército (liderado por el general Kornilov) fue sofocado con la ayuda de los propios bolcheviques y los sóviets, lo que aumentó su prestigio y poder.
Revolución de Octubre de 1917
Aprovechando la debilidad del Gobierno Provisional y su creciente popularidad, los bolcheviques, liderados por Lenin y Trotsky, organizaron una insurrección armada. El 25 de octubre (según el calendario juliano ruso), los sóviets y la Guardia Roja asaltaron el Palacio de Invierno y tomaron el poder.
Una vez en el gobierno, aplicaron las medidas prometidas en las «Tesis de Abril«:
- Salida de la guerra: Firma del Tratado de Brest-Litovsk con Alemania, aunque implicó grandes pérdidas territoriales.
- Decreto sobre la tierra: Abolición de la gran propiedad y reparto de las tierras entre los campesinos sin indemnización a los antiguos dueños.
- Control obrero: Decreto sobre el control de las fábricas por los trabajadores.
- Nacionalidades: Reconocimiento del derecho a la autodeterminación de los pueblos del antiguo Imperio Ruso.
La Guerra Civil y el Comunismo de Guerra
La toma del poder por los bolcheviques desencadenó una cruenta Guerra Civil (1918-1921) entre:
- El Ejército Blanco: Compuesto por zaristas, liberales, mencheviques y otras fuerzas contrarrevolucionarias, apoyados por potencias extranjeras.
- El Ejército Rojo: Organizado por los bolcheviques bajo la dirección de Trotsky.
Durante la guerra, el gobierno bolchevique implementó una política económica conocida como «Comunismo de Guerra«, caracterizada por:
- Nacionalización de la industria.
- Requisa forzosa de las cosechas agrícolas para abastecer al ejército y las ciudades.
- Supresión del libre mercado y militarización del trabajo.
Tras la victoria del Ejército Rojo, los bolcheviques consolidaron su poder. Crearon formalmente el Partido Comunista y establecieron una dictadura comunista de partido único. Las duras condiciones del Comunismo de Guerra provocaron huelgas y revueltas campesinas (como la rebelión de Kronstadt), que fueron reprimidas violentamente por el gobierno.
El Impacto de la Revolución Rusa
La Revolución Rusa tuvo una trascendencia histórica comparable a la de la Revolución Francesa.
Generó división a nivel internacional:
- Sus detractores temían su expansión y deseaban contenerla.
- Sus partidarios aspiraban a que el comunismo se extendiera a otros países, promoviendo revoluciones proletarias.
Hubo intentos revolucionarios inspirados en Rusia, como la Revolución Espartaquista en Alemania (enero de 1919), que fracasó.
LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL
Entre 1914 y 1918 tuvo lugar la Primera Guerra Mundial, un conflicto bélico de escala sin precedentes.
Enfrentó a los Imperios Centrales (principalmente Alemania y Austria-Hungría) contra los Aliados de la Entente (principalmente Francia, Gran Bretaña y Rusia, a los que se sumarían otros países como Italia y Estados Unidos). Aunque el epicentro fue Europa, involucró a numerosos países y sus imperios coloniales en todo el mundo.
Es conocida también como la Gran Guerra debido a su enorme magnitud y al nivel de destrucción, superior al de cualquier conflicto anterior.
El Origen de la Primera Guerra Mundial
Las Alianzas Bismarckianas y la Paz Armada
Desde su unificación en 1871, Alemania se había consolidado como una gran potencia europea: el Segundo Reich.
Bajo el liderazgo del Káiser Guillermo I y su canciller, Otto von Bismarck, Alemania desarrolló un complejo sistema de alianzas diplomáticas (Sistemas Bismarckianos). Su objetivo principal era aislar a Francia (resentida por la pérdida de Alsacia y Lorena) y mantener el equilibrio de poder en Europa, especialmente en los Balcanes, una zona de tensión por las ambiciones territoriales del Imperio Austro-Húngaro y el Imperio Ruso sobre los territorios del debilitado Imperio Otomano.
Tras la muerte de Guillermo I, ascendió al trono Guillermo II. El nuevo emperador tenía una visión más ambiciosa para Alemania (la Weltpolitik), deseando aumentar su influencia en Europa y expandir su imperio colonial. Las discrepancias con Bismarck sobre la política exterior llevaron a la dimisión del canciller en 1890.
Se inició entonces un nuevo periodo conocido como la Paz Armada (1890-1914), caracterizado por:
- La formación de dos bloques militares antagónicos:
- La Triple Alianza: Imperio Alemán, Imperio Austro-Húngaro e Italia.
- La Triple Entente: Francia, Gran Bretaña y el Imperio Ruso.
- Una carrera armamentística: El temor mutuo entre las potencias llevó a un incremento masivo de los ejércitos y a la fabricación de nuevas y más potentes armas.
Las Crisis Prebélicas
Varias crisis internacionales aumentaron la tensión y acercaron la posibilidad de una guerra generalizada:
- Las Cuestiones Coloniales: Principalmente las crisis marroquíes (1905 y 1911). Alemania intentó frenar la expansión francesa en Marruecos, generando tensiones con Francia y Gran Bretaña. La Conferencia de Algeciras (1906) estableció un protectorado franco-español en Marruecos, pero Alemania obtuvo compensaciones territoriales en Camerún a cambio de reconocer la influencia francesa.
- «El Avispero de los Balcanes»: El declive del Imperio Otomano avivó las ambiciones de Austria-Hungría y Rusia en la región. Rusia apoyaba a los estados eslavos (como Serbia y Bulgaria) para contrarrestar la influencia austriaca. La anexión de Bosnia-Herzegovina por parte del Imperio Austro-Húngaro en 1908 exacerbó la tensión con Serbia y Rusia. Las Guerras Balcánicas (1912-1913) reconfiguraron el mapa de la zona y aumentaron la inestabilidad.
- El Detonante de la Guerra: El 28 de junio de 1914, el archiduque Francisco Fernando, heredero del trono del Imperio Austro-Húngaro, fue asesinado en Sarajevo (Bosnia) por un nacionalista serbio perteneciente a una organización clandestina. Austria-Hungría, con el respaldo de Alemania, lanzó un ultimátum a Serbia exigiendo investigar el asesinato en territorio serbio. Serbia, apoyada por Rusia, rechazó parte del ultimátum. El 28 de julio de 1914, Austria-Hungría declaró la guerra a Serbia. Inmediatamente, el complejo sistema de alianzas se activó: Rusia movilizó sus tropas en apoyo de Serbia, Alemania declaró la guerra a Rusia y luego a Francia, Gran Bretaña declaró la guerra a Alemania tras la invasión de Bélgica. La Primera Guerra Mundial había comenzado.
El Desarrollo de la Guerra
Los principales contendientes se agruparon en dos bandos:
- Imperios Centrales: Imperio Alemán, Imperio Austro-Húngaro, Imperio Otomano (Turquía) y Bulgaria.
- Triple Entente (o Aliados): Francia, Gran Bretaña, Imperio Ruso (hasta 1917), Serbia, Bélgica. Más tarde se unieron Italia (1915), Rumanía, Grecia, Portugal, Japón y, decisivamente, Estados Unidos (1917).
La guerra se prolongó durante cuatro años, desde 1914 hasta 1918, y se suele dividir en cuatro fases principales:
- La Guerra de Movimientos (1914): Alemania puso en marcha el Plan Schlieffen, que preveía una rápida victoria sobre Francia atacando a través de Bélgica para luego concentrar sus fuerzas en el frente oriental contra Rusia. Sin embargo, el avance alemán fue detenido por los franceses y británicos en la Batalla del Marne (septiembre de 1914). En el frente oriental, los rusos lanzaron ofensivas que obligaron a Alemania a desviar tropas.
- La Guerra de Posiciones o de Trincheras (1914-1917): Tras el fracaso de la guerra relámpago, los frentes se estabilizaron. Se excavaron kilómetros de trincheras desde el Mar del Norte hasta Suiza (frente occidental), donde los ejércitos se desgastaron en batallas sangrientas con escasos avances territoriales. Alemania intentó romper el frente occidental en la Batalla de Verdún (1916), y los británicos y franceses lo intentaron en la Batalla del Somme (1916), ambas con enormes bajas y resultados limitados. En el mar, la flota británica impuso un bloqueo naval a Alemania, que respondió con la guerra submarina, atacando buques mercantes.
- El Año Decisivo (1917): Dos acontecimientos cambiaron el curso de la guerra:
- La Revolución Rusa (primero la de Febrero y luego la Bolchevique de Octubre) llevó a la retirada de Rusia de la guerra, formalizada en el Tratado de Brest-Litovsk (marzo de 1918). Esto permitió a Alemania concentrar sus fuerzas en el frente occidental.
- La entrada de Estados Unidos en la guerra del lado de los Aliados. El sentimiento anti-alemán en EEUU creció debido a la guerra submarina indiscriminada (especialmente por el hundimiento del transatlántico Lusitania en 1915, aunque la entrada oficial fue posterior) y otros factores. La aportación estadounidense en recursos materiales y humanos fue decisiva para la victoria aliada.
- La Ofensiva de 1918 y el Final de la Guerra: Liberada del frente oriental por el Tratado de Brest-Litovsk, Alemania lanzó una última gran ofensiva en la primavera de 1918 en el frente occidental, pero fue contenida por los Aliados, reforzados por las tropas estadounidenses. La contraofensiva aliada (Ofensiva de los Cien Días) resultó imparable. Los Imperios Centrales no pudieron resistir más: Bulgaria, el Imperio Otomano y el Imperio Austro-Húngaro firmaron armisticios sucesivamente. En Alemania, una revolución interna provocó la abdicación del Káiser Guillermo II y la proclamación de la República. Finalmente, el 11 de noviembre de 1918, Alemania firmó el armisticio que puso fin a las hostilidades.
Las Consecuencias de la Primera Guerra Mundial
La Gran Guerra fue una «guerra total«, ya que los países beligerantes movilizaron todos sus recursos (económicos, humanos, industriales, tecnológicos) para lograr la victoria.
Se emplearon nuevas armas y tecnologías bélicas a gran escala:
- Aviación (inicialmente para reconocimiento, luego con ametralladoras y bombas).
- Carros de combate (tanques).
- Submarinos.
- Armas químicas (gases tóxicos) y máscaras antigás.
- Ametralladoras y artillería de gran potencia.
La guerra no solo afectó al frente, sino también a la retaguardia (la población civil). La movilización masiva de hombres como soldados hizo necesaria la incorporación de las mujeres al mundo laboral para cubrir sus puestos en fábricas, campos, transportes y otros sectores. La contribución de las mujeres durante la guerra fue fundamental y tuvo un impacto significativo en el movimiento sufragista posterior.
Pérdidas demográficas y materiales
- Se estima que hubo más de 8 millones de muertos y unos 21 millones de heridos y mutilados. Rusia, Alemania y Francia fueron algunos de los países más afectados demográficamente.
- Las pérdidas materiales fueron cuantiosas, especialmente en las zonas donde se estabilizaron los frentes, como el norte y este de Francia, Bélgica y el norte de Italia. Infraestructuras, campos de cultivo y ciudades quedaron devastados.
- Para financiar el enorme gasto bélico y la posterior reconstrucción, muchos países europeos contrajeron grandes deudas, principalmente con Estados Unidos, que se convirtió en la principal potencia acreedora mundial.
La Paz de París (1919-1920)
Las potencias vencedoras se reunieron en París para establecer las condiciones de paz. Se firmaron cinco tratados distintos con cada uno de los países derrotados (conocidos conjuntamente como la Paz de París):
- Tratado de Versalles (con Alemania).
- Tratado de Saint-Germain (con Austria).
- Tratado de Trianon (con Hungría).
- Tratado de Sèvres (con el Imperio Otomano, luego modificado por el Tratado de Lausana con la República de Turquía).
- Tratado de Neuilly (con Bulgaria).
El Tratado de Versalles, impuesto a Alemania, fue el más importante y controvertido.
Objetivos de los vencedores
- Impedir el resurgimiento de Alemania como gran potencia (especialmente por parte de Francia).
- Lograr un equilibrio de poder entre las potencias vencedoras.
- Mantener aislada a la Rusia comunista, creando un «cordón sanitario» de estados anticomunistas a su alrededor.
- Establecer una organización internacional, la Sociedad de Naciones (SDN), propuesta por el presidente estadounidense Woodrow Wilson, con el objetivo de mantener la paz mundial y resolver los conflictos internacionales mediante la negociación y la diplomacia.
Grandes Cambios Territoriales
El mapa de Europa se transformó radicalmente con la desaparición de los grandes imperios multinacionales:
- Imperio Alemán:
- Perdió todas sus colonias, que fueron repartidas entre los vencedores.
- Devolvió Alsacia y Lorena a Francia.
- Entregó territorios a Polonia (Posnania, Prusia Occidental, parte de Silesia) para darle una salida al mar (el «corredor polaco»), dejando Prusia Oriental aislada del resto de Alemania.
- La región minera del Sarre quedó bajo administración de la Sociedad de Naciones (y explotación económica francesa) durante 15 años.
- Imperio Austro-Húngaro:
- Se desintegró, dando lugar a nuevos estados independientes: Austria, Hungría, Checoslovaquia y Yugoslavia (inicialmente Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos).
- Otros territorios pasaron a formar parte de Polonia, Rumanía e Italia.
- Imperio Otomano:
- Perdió sus territorios en Oriente Próximo, que se convirtieron en mandatos administrados por Francia (Siria, Líbano) y Gran Bretaña (Irak, Palestina, Transjordania).
- Tras una revolución liderada por Mustafa Kemal Atatürk, se abolió el sultanato y se proclamó la República de Turquía (1923), con fronteras reducidas a la península de Anatolia y la región de Estambul.
- Imperio Ruso:
- Aunque se retiró de la guerra antes de su fin, perdió importantes territorios en su frontera occidental. Finlandia, Estonia, Letonia y Lituania se independizaron.
- Polonia resurgió como estado independiente, formada con territorios que antes pertenecían a los imperios ruso, austriaco y alemán.
- Rumanía recibió Besarabia (del antiguo Imperio Ruso) y Transilvania (del antiguo Imperio Austro-Húngaro).
Otras Consecuencias de la Guerra
El Tratado de Versalles impuso condiciones muy duras a Alemania:
- Fue declarada única culpable del estallido de la guerra (la «cláusula de culpabilidad bélica»).
- Se le condenó a pagar enormes reparaciones de guerra a los países vencedores.
- Tuvo que reducir drásticamente sus efectivos militares (ejército limitado a 100.000 hombres, sin aviación, submarinos ni artillería pesada).
- Se le obligó a aceptar la desmilitarización de Renania (la zona fronteriza con Francia).
Estas condiciones fueron percibidas como una humillación por gran parte de la población alemana, generando un profundo resentimiento y un deseo de revancha que contribuiría al ascenso del nazismo en las décadas siguientes.
LA GRAN DEPRESIÓN DE LOS AÑOS TREINTA
El Crack de la Bolsa de Nueva York en 1929 desencadenó una grave crisis económica a escala mundial, conocida como la Gran Depresión.
Causas de la Crisis de 1929
Varios factores contribuyeron al colapso:
- Superproducción: Durante los años veinte («Felices Años Veinte»), hubo un gran crecimiento de la producción industrial y agrícola, especialmente en Estados Unidos. Sin embargo, la demanda no creció al mismo ritmo, lo que llevó a la acumulación de grandes cantidades de productos sin vender (stocks).
- Especulación bursátil: La Bolsa de Nueva York experimentó un auge extraordinario. El valor de las acciones subía constantemente, generando grandes beneficios aparentes. Muchas empresas y particulares pidieron préstamos a los bancos para invertir en Bolsa, esperando obtener ganancias rápidas. Se creó una «burbuja especulativa»: el precio de las acciones subía mucho más allá del valor real de las empresas. A mediados de los años veinte, algunas empresas empezaron a mostrar signos de dificultad (debido a la superproducción), pero el valor de sus acciones continuó subiendo artificialmente por la fiebre especulativa.
El Crack del 29 y la Gran Depresión
La confianza de los inversores comenzó a flaquear. El 24 de octubre de 1929, conocido como el «Jueves Negro«, se produjo una venta masiva de acciones en la Bolsa de Nueva York. Todo el mundo quería vender y nadie quería comprar, lo que provocó un desplome brutal de los precios de las acciones. Miles de inversores, desde grandes magnates hasta pequeños ahorradores, se arruinaron de la noche a la mañana. Este colapso bursátil se conoce como el Crack del 29.
La caída de la Bolsa desencadenó una profunda y prolongada crisis económica, la Gran Depresión:
- Crisis financiera: Muchos bancos quebraron porque los clientes retiraron masivamente sus depósitos y porque muchas de las inversiones y préstamos (especialmente los destinados a la especulación bursátil) resultaron irrecuperables.
- Crisis industrial y agraria: La demanda de productos cayó en picado. Muchas fábricas tuvieron que cerrar y la producción agrícola se hundió.
- Desempleo masivo: El cierre de empresas provocó un aumento dramático del paro (desempleo), dejando a millones de personas sin trabajo y sin recursos.
La crisis, originada en Estados Unidos, se extendió rápidamente por todo el mundo:
- Estados Unidos redujo drásticamente sus importaciones, afectando gravemente a los países que le suministraban materias primas (especialmente en América Latina y otras regiones).
- Los bancos estadounidenses retiraron los capitales que habían invertido en Europa (especialmente en Alemania y Austria, que dependían de ellos para su reconstrucción tras la guerra), provocando la quiebra de numerosos bancos e industrias europeas.
Medidas Contra la Crisis: El New Deal de Roosevelt
En 1933, Franklin D. Roosevelt asumió la presidencia de Estados Unidos y puso en marcha un ambicioso programa para combatir la crisis: el New Deal («Nuevo Acuerdo»). Este programa se basaba en la idea de que el Estado debía intervenir activamente en la economía para estimular la recuperación. Sus principales medidas incluyeron:
- Inversión en obras públicas: Creación de empleo a través de grandes proyectos de infraestructuras (carreteras, puentes, presas).
- Ayudas a la agricultura: Se ofrecieron subvenciones a los agricultores para reducir la producción y estabilizar los precios.
- Mejoras laborales: Se impulsaron leyes para mejorar las condiciones de los trabajadores, como la reducción de la jornada laboral, el establecimiento de un salario mínimo y la creación de seguros de desempleo y vejez (Seguridad Social).
- Reforma financiera: Se reestructuró el sistema bancario para aumentar su solidez y se reguló el mercado de valores para evitar la especulación descontrolada.
El objetivo principal del New Deal era aumentar el poder adquisitivo de la población (para reactivar el consumo) y relanzar la inversión y la producción.
EL ASCENSO DE LOS TOTALITARISMOS
Regímenes Democráticos frente a Regímenes Dictatoriales
Tras la Primera Guerra Mundial, los grandes imperios autoritarios (Alemán, Austro-Húngaro, Ruso, Otomano) desaparecieron, y en muchos de los nuevos países se implantaron regímenes democráticos parlamentarios.
Sin embargo, estas democracias eran a menudo frágiles. La grave crisis económica de la Gran Depresión generó enormes tensiones sociales, pobreza y desempleo masivo, lo que desacreditó a los gobiernos democráticos, que parecían incapaces de solucionar los problemas.
Además, se extendió el miedo entre las clases medias y altas a una revolución comunista, similar a la ocurrida en Rusia.
En este contexto de crisis económica, social y política, en varios países europeos se impusieron regímenes dictatoriales ya en la década de 1920, como en Italia (Mussolini, 1922), España (dictadura del General Primo de Rivera, 1923-1930), Hungría, Polonia, Yugoslavia y Portugal.
El Extremismo Político de los Años Treinta
La crisis económica mundial iniciada en 1929 radicalizó aún más las posturas políticas:
- Sectores de obreros y campesinos, desesperados por la crisis, aumentaron su apoyo a los partidos comunistas, que prometían una revolución social.
- Las clases medias y la alta burguesía, temerosas del comunismo y decepcionadas con la democracia liberal, apoyaron cada vez más a los partidos de extrema derecha y a movimientos autoritarios y nacionalistas, que prometían restaurar el orden, la autoridad y la grandeza nacional, y sacar a sus países de la crisis.
Crecieron espectacularmente los partidos de ideología fascista, que proponían soluciones dictatoriales.
En la década de 1930, se produjo una nueva oleada de instauración de dictaduras en Europa: Austria, Grecia, Rumanía, Bulgaria, y nuevamente en España tras la Guerra Civil (dictadura de Franco).
En este periodo surgieron y se consolidaron tres regímenes totalitarios:
- El Fascismo en Italia, liderado por Benito Mussolini.
- El Nazismo (Nacionalsocialismo) en Alemania, liderado por Adolf Hitler.
- El Estalinismo en la Unión Soviética (URSS), bajo el control absoluto de Iósif Stalin.
Aunque con ideologías diferentes (el fascismo y el nazismo eran anticomunistas, mientras que el estalinismo era comunista), estos tres regímenes totalitarios compartían características fundamentales:
- La existencia de un partido único que monopolizaba el poder político y controlaba todos los aspectos de la sociedad.
- La supresión de las libertades individuales y políticas (expresión, reunión, prensa).
- El culto a la personalidad del líder carismático.
- El uso sistemático de la propaganda y el terror (policía secreta, campos de concentración) para mantener el control sobre la población y eliminar cualquier oposición.
- La violación sistemática de los derechos humanos.