Evolución Constitucional en la España del Siglo XIX: Del Estatuto Real a la Constitución de 1845
La revolución liberal en España tuvo como objetivo principal la transición de una monarquía absoluta a una monarquía parlamentaria y constitucional. Tras varios intentos fallidos, este objetivo se logró durante el reinado de Isabel II. A continuación, se analizan los documentos jurídico-constitucionales más relevantes de este periodo:
El Estatuto Real de 1834: Un Compromiso entre Absolutismo y Liberalismo
Promulgado al inicio del reinado de Isabel II, el Estatuto Real representó una solución intermedia entre el absolutismo y el liberalismo. No era una constitución propiamente dicha, sino una carta otorgada por la reina, lo que significa que fue una concesión de la monarca por su propia voluntad. Sus características principales fueron:
- Cortes bicamerales: Un Estamento de Próceres (designados por el monarca) y un Estamento de Procuradores (elegidos con requisitos de patrimonio).
- Función consultiva de las Cortes: Convocadas, suspendidas y disueltas por el monarca, solo podían deliberar sobre asuntos planteados por él.
- Sufragio censitario restrictivo: Limitado al 0,15% de la población, favoreciendo a la burguesía y la nobleza.
La Constitución de 1837: La Consolidación del Régimen Constitucional
En 1836, un pronunciamiento progresista obligó a la regente María Cristina a proclamar la Constitución de Cádiz y convocar elecciones a Cortes Constituyentes. El resultado fue una nueva constitución que buscaba el equilibrio entre progresistas y moderados.
La importancia de la Constitución de 1837 radica en la implantación definitiva del régimen constitucional en España, estableciendo un sistema parlamentario similar al de Francia o Bélgica. Su contenido combinaba elementos progresistas y moderados:
Aspectos Progresistas:
- Soberanía nacional.
- Amplio reconocimiento de derechos ciudadanos.
- División de poderes (legislativo, ejecutivo y judicial).
- Papel importante de las Cortes.
- Limitación del poder de la monarquía.
Aspectos Moderados:
- Cortes bicamerales con un Senado de designación real.
- Poderes significativos para el rey (convocar y disolver las Cortes, veto a las leyes).
- Sufragio censitario (5% de la población).
La Constitución Moderada de 1845: El Control de la Oligarquía
Tras un periodo de inestabilidad política, los moderados liderados por el general Narváez reformaron la Constitución de 1837 para ajustarla a sus intereses. La Constitución de 1845 eliminó los aspectos más progresistas de la anterior y consolidó el poder de la oligarquía agraria y financiera.
Sus características principales fueron:
- Soberanía compartida entre el rey y las Cortes.
- Aumento de los poderes del rey.
- Restricción del sufragio censitario (menos del 1% de la población).
En conclusión, la evolución constitucional en España durante el siglo XIX reflejó la lucha entre las fuerzas liberales y conservadoras. El Estatuto Real, la Constitución de 1837 y la Constitución de 1845 representaron diferentes etapas en este proceso, con un avance gradual hacia un sistema parlamentario, aunque con limitaciones en la participación ciudadana.